1. Fausto Colombo
MASS MEDIA Y JÓVENES GENERACIONES
(Resumen)
El informe se dividirá en dos partes. La primera tratará el problema de la definición de la juventud
en la sociedad occidental contemporánea. En la segunda hablaremos más específicamente de los
medios de comunicación (en particular de los digitales), entendidos como herramientas utilizadas
por las generaciones más jóvenes, como ambos territorios dentro de la cual hablar con ellos.
Primera parte: el mundo juvenil hoy.
Al parecer, los jóvenes nunca han sido admirados, exaltados y estimados como hoy. Sin embargo, la
atención que la empresa reserva a las últimas generaciones debe analizarse con cuidado, porque
presenta un montón de contradicciones y varios puntos críticos.
En primer lugar, debemos recordar que la misma categoría social de "jóvenes" es una categoría
construida socialmente. Durante mucho tiempo en la historia de la especie humana la infancia era
considerada sólo una edad de transición, y la juventud actual estaba incorporada efectivamente en la
edad adulta. A partir de la última fase del siglo XVIII la literatura (piénsese en el bildundgsroman)
y el desarrollo de las ciencias pedagógicas han conducido al desarrollo de una “identidad juvenil”,
luego a su vez dividida en infancia, adolescencia y juventud.
En la última fase, desde este punto de vista, dos son las tendencias más características:
- en el plano de la oferta comercial, una creciente segmentación de los públicos juveniles en
grupos de edad cada vez más estrechas: la editorial, por ejemplo, distingue entre productos
para preadolescentes (tweens), adolescentes (teens), etc., y lo mismo vale para la
programación televisiva;
- en el plano de la vivencia social más profunda, un alargamiento gradual de la edad juvenil a
años que hasta que hace unos años hubieran sido considerados "maduros": por ejemplo, los
"jóvenes adultos" de hoy – de edad comprendida entre los 24 y 29 años – hubieran sido
considerados en la primera parte del siglo XX como adultos a todos los efectos (el fenómeno
depende naturalmente también de factores sociológicos generales, como la falta de trabajo,
la dependencia de las familias de origen y así sucesivamente)
Sin embargo, nuestro análisis se centrará en otros aspectos más profundos y particularmente en el
tipo peculiar de atención a la juventud que desarrolla la sociedad. Tres puntos aparecerán
subrayados:
a) la relación ambigua con el mundo infantil, por un lado objeto de atenciones inigualables, por
otro sometido al estrés, las expectativas, o incluso a fenómenos de violencia. Nunca antes
los niños son sentidos como un derecho de los padres, y el cuidado hacia ellos, que toma la
forma de una búsqueda de su bienestar material, se manifiesta como un cuidado para los
padres mismos;
b) la estética (se podría decir la ideología) del cuerpo, que premia como modelo el cuerpo
adolescente (un cuerpo, se entiende, por su propia naturaleza en transición y en definición),
promoviendo problemas como los trastornos de alimentación, las prácticas de cirugía
estética precoz y así sucesivamente. Este modelo de cuerpo adolescente para los adultos
borra naturalmente el papel del cuerpo adulto como modelo para los adolescentes, y más
generalmente es el símbolo perfecto de una sociedad donde los jóvenes son a la vez
exaltados y removidos de su especificidad;

2. c) el mito de la juventud duradera (y de la vida infinita), que implica la ruptura del tradicional
ciclo de la vida y de sucesión de las generaciones. Por un lado, se tiende a recompensar la
esperanza de juventud ilimitada de los adultos y a garantizarles una mejor calidad de
existencia; por otro lado no se resuelve el problema del re cambio generacional.
Segunda parte: los media y los jóvenes
I. Los jóvenes usan los media
Una de las retóricas más utilizadas por los media sobre el mundo juvenil es que naturalmente
diferían de las generaciones anteriores, especialmente debido a su uso "espontáneo" de las
tecnologías de la comunicación digital (se habla, no casualmente, de "nativos digitales"). Es cierto,
por supuesto, que las generaciones jóvenes utilicen con facilidad estas herramientas, y también es
cierto que en algunas actitudes políticas recientes (las revoluciones árabes, por ejemplo, o los
movimientos "Occupy...") los jóvenes que han sido parte activa utilizaron la red, los smartphones y
los medios sociales para promover, difundir y defender sus acciones colectivas.
Sin embargo, estar presentes dos factores:
a) estas tecnologías son intergeneracionales, como demuestran los datos de acceso a las redes
sociales y la propagación de los smartphon. Y cada generación, que es parcialmente
alfabetizada en las tecnologías, tiende a plasmar de forma diferente su uso. Se sigue que el
diálogo intergeneracional y el intercambio enriquecen el potencial social de las mismas
tecnologías, en lugar del cierre en el uso más instintivo y juvenil;
b) las tecnologías –en su uso social– son portadores de formas culturales. Nos dedicaremos a
partir de ahora en estudiar cuáles son las principales formas relacionadas con el uso de la red
y a indicar sus potencialidad y sus límites.
a. La horizontalidad. La red es igual, acepta con dificultad formas explícitas de
autoridad (mientras acepta formas implícitas de autoridad e incluso autoritarismo).
Potencialmente democrática, la red puede ser, por tanto, demagógica, anárquica,
cuando no totalitaria)
b. La gratuidad. La red promueve la idea de plena disponibilidad de bienes y del
conocimiento. Puede ser una oportunidad, pero también un límite gravísimo sí lleva
a borrar la sensación de fatiga que siempre acompaña el crecimiento personal.
c. El yo. Muchas tecnologías de la red son tecnologías del yo. Estimulan y habitúan a
decirse a sí mismo, pero a veces sutilmente obligan a hacerlo y de determinada
manera. Este exhibicionismo no es disponibilidad, y una educación para la
privacidad y la intimidad es especialmente urgente.
d. La rapidez. La ventaja de tener potencialidades cognitivas puede quemarse
rápidamente por la prisa, por la necesidad de inmediatez, que nuevamente elimina el
problema de la fatiga y la asimilación.
II. Hablar a los jóvenes en el nuevo territorio mediático
¿Cómo llegar a los jóvenes en su territorio de medios de comunicación? Tenemos que ser
conscientes de que esta es la función de los media: no transmitir, no transferir, no comunicar, sino
crear las condiciones para una comunicación, para una específica forma de relación que llamamos
"mediada". Y mediar significa a la vez "acercar" y "tener separado". Por lo tanto, los medios son
una ocasión, un espacio de encuentro posible, pero lo que importa, por supuesto, es el encuentro
como tal, lo que sucede, lo que pasa y transforma.
Entonces tiene que decir que lo que hace la calidad de nuestro uso de los medios digitales no es el
hecho de usarlos con mayor o menor conciencia (esto se aplica al marketing, la publicidad, la

3. política, a veces); más bien es el hecho de poder, aunque en una situación mediada, para construir
una relación más amplia, en grado de consentir una auténtica comunicación entre personas.
Una buena metáfora de este paso es la parábola de Zaqueo (Lc 19, 1-10). Él, curioso de ver a Jesús
a pesar de su vida no irreprochable, encuentra un punto de visión para asistir el cruce de Jericó por
del Maestro. Zaqueo es pequeño y por lo tanto teme no ver nada detrás de la multitud. Utilice un
medio: sube sobre un sicómoro. El sicómoro sirve de prótesis de una relación en la que Jesús es el
objeto (el espectáculo), y Zaqueo el espectador. Pero Jesús convierte este dispositivo en una
verdadera relación. Dice a Zaqueo que baje, se hace invitar a su casa. Allí tendrá lugar la
conversión.
Encontrar a los jóvenes en los media significa esto: captar la especificidad de la mediación y
superarla, para ir al encuentro que solo pone en comunicación los corazones.