Ramón sampedro

Lecciones que da la vida. XXXIV
(en situaciones de discapacidad)

Ramón
Sampedro

José María Olayo octubre 2011 olayo.blogspot.com

DEPORTE Y DISCAPACIDAD

Una conversación acerca de...

... Ramón Sampedro, un hombre
que estrelló contra el suelo marino
toda su juventud, su futuro cargado
de sueños y deseos, pero que nunca
perdió la dignidad ni las ganas de
pilotar su propio destino.



Ramón Sampedro nació en Xuño,
La Coruña en 1943. Trabajó como
marino mercante, hasta
que a los 25, el 23 de agosto
de 1968 años, tras caer al
agua desde una roca...



A los diecinueve años se enroló
en un barco noruego con la
intención de conocer el mundo,
llegando a recorrer 49 puertos...



... el día del accidente se fracturó la
séptima vértebra cervical quedando
totalmente inmovilizado todo el
cuerpo, excepto la cabeza...



… fue el primer español en solicitar
oficialmente la eutanasia, cuestionando
en todo momento los pilares jurídicos, éticos
y religiosos de un Estado que, según él,
respiraba por los cuatro costados “un
inmaduro paternalismo protector de la vida”...



… los médicos le pronosticaron cuatro
o cinco años de vida más, pero lo cierto
es que se alargó por más de 28 años...



“Aquello se podía soportar,
pero esto es demasiado”.



… todo lo que Ramón dejó escrito no
es sino un estremecedor reclamo para
liberarse cuanto antes del dolor padecido
cada minuto en su cama y la posibilidad
de recuperar definitivamente el equilibrio
personal perdido tantos años atrás...



… se consideraba un muerto crónico, que
veía el mundo desde abajo, desde una visión
horizontal humillante, recibiendo un trato
paternalista y conmiserativo que no hacía sino
agrandar aún más la sensación de desapego...



… lo que le llevaba a necesitar decirle
a todos que no era una persona
desesperada, ni loca ni deprimida;
simplemente quería deshabitar el infierno...



“MI equilibrio, si lo es, consiste en saber que se
puede sobrevivir domesticando el infierno,
pero sin olvidarme jamás de que es
absurdo permanecer en él”.



Como escribía Neruda, "Sucede que me
canso de ser hombre", Ramón Sampedro
también pensaba que estaba cansado de ser
hombre, tras 28 años pegado a una cama y
enfundado en un cuerpo inerte y pesado...



“Sucede que me canso de mis pies
y mis uñas / y mi pelo y mi sombra”.



… cansado pero no derrotado, inerte pero
no inactivo, por eso luchó hasta el final por
sus ideas y por encontrarle de nuevo
sentido a su vida a través de la muerte...



... la única posibilidad que él veía para
liberarse de un cuerpo muerto que le
lastraba e impedía surcar los mares
de la felicidad y la pasión por la vida.



… porque él sabía querer y amar desde
lo más profundo de sus ensoñaciones,
compartir miradas llenas de ternura y,
también, luchar cada día por liberarse
de esa tragedia personal en la que se
instaló hacía ya demasiados años...



… luchó en los tribunales por el
derecho a decidir su final, pero
apenas consiguió que los
propios jueces le escucharan...



… en la sala segunda no le permitieron
tan siquiera leer el alegato de tres folios
que había preparado con antelación...



“Voy porque quiero que los jueces
me miren a la cara”.



… a sus allegados les confesaba su
convencimiento de que la eutanasia no
se legisla porque no da votos y, también,
porque aún pesa mucho la iglesia
sobre el poder judicial y los abogados...



“Cuando un juez guarda silencio ante una ley
obviamente hipócrita y, por tanto, injusta,
en esa sociedad no puede haber
nobleza ni bondad posible”.



“Es un grave error negarle a una persona
el derecho a disponer de su vida;
es negarle el derecho a corregir
el error del dolor irracional”.



"Si se niega el derecho de renunciar al
dolor sin sentido, se prohíbe también
el derecho a ser más libre,
más noble, más justo..."



El 12 de enero de 1998, ayudado por
su amiga Ramona Maneiro, Ramón
ingirió una sobredosis de cianuro que
acabó con su vida en su casa de Boiro...



… logrando así el objetivo que
tanto había buscado y que no
era otro que volver al mar a ser
el que siempre quiso ser.



“Señoras y señores, autoridades políticas
y religiosas. (…) Como pueden ver aquí,
tengo un vaso que contiene cianuro....



... Cuando me lo tome, habré renunciado
a la propiedad más humana que poseo:
mi cuerpo, y me habré librado de la
esclavitud que para un ser humano
supone tener una cabeza
separada del cuerpo.
Bueno. Calor. Ya va”.



"Es increíble lo que ha logrado este
hombre. Metido en una cama, desde una
aldea gallega, ha conseguido que se siga
hablando de su caso en todo el mundo".

Carmen Vázquez, presidenta para
Galicia de la Asociación Pro Derecho
a Morir Dignamente (DMD).



http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2010/01/12/0003_8220652.htm



http://www.elpais.com/todo-sobre/persona/Ramon/Sampedro/1422/



http://www.laregion.es/noticia/42855/Ram%C3%B3n/Sampedro/



http://www.elmundo.es/elmundolibro/2004/10/01/protagonistas/1096629491.html



http://www.adn.es/local/vigo/20080113/IMA-1718-ANIVERSARIO-SAMPEDRO-RAMON



http://www.20minutos.es/noticia/449449/0/eluana/englaro/eutanasia/



http://www.eldia.es/opiniones/laeutanasia/opiniones2.htm



http://www.ideal.es/granada/pg060507/actualidad/espana/200605/07/eutanasia-pentaplejico-valladolid.html



http://www.abc.es/hemeroteca/historico-09-02-2005/abc/Ultima/ramona-maneiro-declara-en-un-juzgado-de-a-coru%C3%B1a-por-la-muerte-de-ramon-sampedro_20504350183.html



http://www.laopinioncoruna.es/estaticos/domingo/20080518/domingo.html



http://www.elmundo.es/encuentros/invitados/2004/10/1253/



http://www.20minutos.es/noticia/313110/0/javier/bardem/imprescindible/



http://www.abc.es/hemeroteca/historico-16-11-2003/abc/Sociedad/los-cuidados-a-enfermos-terminales-una-asignatura-pendiente-en-espa%C3%B1a_220606.html



http://www.xornal.com/artigo/2009/06/16/sociedad/galicia-garante-dereito-morte-digna-lexisla-andalucia/2009061600295671394.html



Cartas desde el infierno es una compilación
de poemas y cuentos escritos desde el afecto
hacia las personas que Ramón más quería...



... tiene como eje central el nítido e
inequívoco deseo de morir y poder
liberar de una vez por todas una
“cabeza viva en un cuerpo muerto” ...



'Cartas desde el infierno'

"Había mar de fondo. Hacía resaca en la costa.
Estaba de pie al borde del pozo natural
que formaban las rocas de la playa ...




… Después del choque me quedé en el fondo,
como un muñeco de trapo. Los brazos
y las piernas colgaban hacia abajo.
El cuerpo comenzó a ascender hacia
la superficie. Despacio, muy despacio.
Yo intentaba moverlos, pero ellos
seguían inermes, como si nunca
me hubiesen pertenecido ...




… Entre tocar el fondo y llegar a la superficie
pasaron treinta segundos … si hubiese intuido
la vida que me esperaba, habría inspirado
la tantas veces acariciada agua de la mar ...




… ¿No sientes nada? Ésa fue la primera vez
que comencé a ver a los seres humanos
desde abajo. Me metieron en un coche y
me llevaron al circuito médico y continué
viendo como fantasmas las caras de las personas.
Desde abajo. Desde la camilla. Desde la cama ...




… Ahí es donde empecé a contemplar el mundo
desde el infierno. Parece que siempre veía a la
gente allá arriba... Uno quiere levantarse,
ponerse a su altura, en el lugar que había
abandonado unas horas antes. Y tomas
conciencia de que eso nunca jamás podrá ser ...




… Después de tres meses de deambular
por entre los vericuetos de la ciencia,
buscando el equilibrio perdido, pasa
el tiempo y tomas conciencia de que
no puedes encontrarlo. Nunca jamás.
Ni puedes morirte, ni volver atrás".



Hasta siempre, Ramón,
nos quedan tus ideas,
tu lucha y superación.
Nos encontramos en el
mar, subidos a tu ola
de dignidad.


Mar adentro,
mar adentro.

Mar adentro,
mar adentro.

Y en la ingravidez del fondo
donde se cumplen los sueños
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo.


Mar adentro,
mar adentro.

Un beso enciende la vida
con un relámpago y un trueno
y en una metamorfosis
mi cuerpo no es ya mi cuerpo,
es como penetrar al centro
del universo.


Mar adentro,
mar adentro.

El abrazo más pueril
y el más puro de los besos
hasta vernos reducidos
en un único deseo.


Mar adentro,
mar adentro.

Tu mirada y mi mirada
como un eco repitiendo,
sin palabras
'más adentro', 'más adentro'
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.


Mar adentro,
mar adentro.

Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.


Ramón sampedro

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