Son de los nuestros, estúpido.

Son de los
nuestros,
estúpido

José María Olayo julio 2011 olayo.blogspot.com

DEPORTE Y DISCAPACIDAD

Una conversación acerca de...

… los nuestros, de esas personas
que llamamos coloquial y torticeramente
“discapacitadas” sin que se nos caiga
la cara de vergüenza.



Hay que ser muy torpes y estúpidos para
tropezar siempre en la misma piedra y
cometer los mismos errores lustro tras lustro....



… pensar y dar por hecho que aquellos que
son denominados “minusválidos” son de otra
categoría, de otro nivel o de otro planeta...



… sin caer en la cuenta de que al hacerlo,
confirmamos nuestra propia inmadurez
y la falta total de coherencia al no
valorar las diversas capacidades
que todos los humanos mostramos.



Ya no cuela hablar de ignorancia porque los
nuevos avances en el ámbito de la psicología
y la clínica no dejan lugar a la duda: todos
los seres humanos somos diversos y,
como tales, sujetos a unas necesidades y
expectativas distintas, personales, singulares...



Ya no es posible seguir hurtando oportunidades
a personas por el simple hecho de que no
son como las demás - las “normales”-, y
frenar sus expectativas al amparo de no
se sabe qué principios éticos del pasado...



Esos “subnormales”, “discapacitados”,
“deficientes”, “anormales”, “minusválidos”,
“idiotas” del pasado son personas como
tu y como yo, con sus limitaciones y
capacidades, como tu y como yo...



… con necesidades y expectativas,
como tu y yo, con miedos y dudas,
angustias y utopías, como tu y como yo.



Te pongas como te pongas, son de los nuestros,
pertenecen a nuestra especie, comparten códigos
genéticos, necesitan la comunicación como el
comer, y precisan ayudas para crecer en la vida...



… necesitan como tu y como yo
vivir la vida en constante flujo de
sensaciones y vivencias, experiencias
y emociones, desde ti hacia los demás
y desde los demás hacia ti...



… son de carne y hueso, como tu y como yo,
aunque a algunos les falten huesos o músculos o
les sobre algún cromosoma: son humanos como
tu y yo y tienen derecho a la dignidad y a la identidad.



Hay que ser estúpido para no ver
la realidad, no aceptar las diferencias
y jerarquizar las capacidades en
función de prejuicios y ombliguismos...



… negar la evidencia y establecer criterios
de normalidad y anormalidad en base a
una ética social degradante y lamentable...



… asignar etiquetas a las personas como si fueran
perchas, determinar quién sí y quién no tiene
derecho al trabajo, a la escuela, a los afectos...



Hay que ser estúpido para ver “discapacitados”
donde solo hay personas, pensar que
estos “tontitos” carecen de juicio y sentimientos...



¿Quién decide que una persona es
“tontita”, “discapacitada” o “deficiente”?



Solo un estúpido es incapaz de ver personas
como nosotros que desean vivir en estado
de flujo, para incrementar la generosidad
y aplicar el lema hoy por ti, mañana por mi ...



… desarrollar el talento y la pasión por
las cosas que desean hacer, vivir la vida,
también, desde los párpados hacia fuera...



… tener sueños y cumplirlos, madurar sin
dejar huecos, estar a la altura de uno mismo,
llegar a ser un buen ejemplo de sí mismo...



… vivir las emociones de forma emocionada,
hilvanar afectos, sentirse parte del grupo,
ensanchar las caricias, expandir el futuro.



Son de los nuestros, estúpido: como tu y como
yo necesitan esquivar los miedos y apartar las
dudas, utilizar los afectos como munición habitual...



… evadir la nostalgia, mudar la piel del miedo,
intercambiar emociones, saber exactamente
cuándo es huida y cuándo regreso...



… son de los nuestros y por eso mismo los
necesitamos y nos necesitan, para vivir juntos y
sabernos justos y honestos con nosotros mismos...



… poder mirarnos a la cara sin bajar la mirada
ni sentir remordimientos; no es fácil vivir
desde la sensación de abandono social...



… sentirse un bicho raro y no figurar en la
agenda de nadie, sentir que molestas cuando
estás, y no ser “alguien” cuando no estás...



Son de los nuestros, sin duda; no hay
más que ver cómo acarician con la mirada,
abrazan con los gestos y los guiños, te
hacen sentir parte de ellos mismos...



... buscan, como tu y como yo, un espacio y un
tiempo entre los demás, necesitan adaptarse
a un medio hostil y escasamente accesible,
vivir el latido que hace posible el encuentro...



… para no vivir en constante amenaza, en
el territorio del todo o del nada, allí donde
es mejor cerrar los ojos para no ver, bajo
el yugo de las contradicciones y los miedos.



Son de los nuestros y eso nos hace más grandes
y mejor personas; somos un equipo y solo juntos
unos con otros podemos navegar hacia la libertad
real y la justicia omnímoda y absoluta...



… sentirnos orgullos respetando las diferencias,
hacer de la imaginación un motor de arranque,
no dar nada por sentado y sentarnos juntos
en cualquier esquina para intercambiar ideas...



… tener motivaciones y expandirlas, buscar
el riesgo y asumirlo, conquistar derechos
y merecerlos, controlar la incertidumbre ...



… proponer nuevas metas y lucharlas
todas, cerrar los ojos a veces para poder
ver, abrazar compromisos y saltar
por encima de los lugares comunes...



Son de los nuestros, estúpido; necesitan, como
nosotros, ampliar el perímetro de su experiencia,
y superar la sensación de que no hay un ahí...



… ser un quién y alguien para alguien, parte de un
todo, trazar metas comunes, desafíos compartidos,
esfuerzos colectivos, ser parte de la manada...



… diseñar juntos un entorno accesible y
habitable, donde poder cumplir iniciativas,
responder a las exigencias, desarrollar los
talentos propios y beneficiarse de los ajenos...



… para aprender a reaccionar, compartir,
buscar y provocar oportunidades,
querer y amar, abrazar y besar, aprovechar
al máximo las propias competencias...



… albergar la esperanza, desnudar la ambigüedad
de la razón, saber que en la cima siempre hay sitio
para todos, provocar risas y reírte de ti mismo...



… descubrir el valor del optimismo, aprender
de los errores, asumir el protagonismo no
ejercido, abandonar la zona de confort
que te aleja de los demás y de ti mismo...



… afrontar el poder del ahora, alinearse en el
equipo de los vivos y emprendedores para
ser no el más listo, sino el más atrevido...



… para vivir cada noche como si fuera
la última y cada día como si fuera el
primero, cultivar el sentido del humor
y abandonar el cobijo de tu sombra.



Son de los nuestros, estúpido, y es por eso
por lo que podemos llamarnos PERSONAS.


Son de los nuestros, estúpido.

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