El documento describe la aparición de un ángel a unos pastores que cuidaban sus rebaños por la noche cerca de Belén, anunciándoles el nacimiento de Jesús. Los pastores eran personas humildes despreciadas por los religiosos de la época. Fueron los primeros en recibir la noticia del nacimiento del Mesías y en ir a ver al recién nacido Jesús en un pesebre. El documento también reflexiona sobre la importancia de no ver a Jesús solo como un bebé, sino reconocerlo como el futuro Rey y Salvador.
1. Los Pastores y Los Ángeles: por Jorge Romero Díaz www.slideshare.net/jorgeromerodiaz3
Los Pastores y los Ángeles
Y había pastores en aquella región posando a campo abierto, guardando por turnos la
vigilia de la noche sobre sus rebaños. Y un ángel del Señor se presentó ante ellos, y la
gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: ¡No
temáis! pues he aquí os doy buenas nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo:
¡Hoy os nació en la ciudad de David un Salvador, que es el Mesías, el Señor! Y esto os
será la señal: Hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Y
repentinamente, junto con aquel ángel, apareció una multitud del ejército celestial
alabando a Dios, y diciendo: ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz entre los
hombres de su elección!°
(Lucas 2:8-14 Biblia Textual3)
° ¿Concluye acaso el himno angélico con la palabra eydokia = buena voluntad, o con eydokias = complacencia,
elección? El genitivo eydokias, tiene el respaldo indubitable de los mss. más antiguos y fieles al Original. eydokia
puede diferir de eydokias sólo por la presencia de un minúsculo signo de puntuación llamado sigma lunar (más
pequeña que un simple punto). Antes del descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto, a menudo era discutible si
acaso la expresión los hombres de su buena voluntad, constituía una extraña -si no imposible- expresión hebrea. Sin
embargo, ahora que similares enunciados del hebreo han aparecido en varios himnos de Qumram, la cláusula puede
aceptarse como una genuina composición semítica.
Turner N.,en “A Grammar of New Testament Greek. Tomo 3.” dice; “esta frase indica: entre los hombres a
quienes se aplica la generosa aprobación de Dios; está claro que el genitivo es la lectura correcta: hombres
del buen agrado de Dios, es decir, sus escogidos.» (Ver Efe_1:5).
El ganado menor -contrariamente al ganado mayor- pasaba todo el tiempo, de día y de noche, en los pastos
desde la fiesta de pascua hasta las primeras lluvias de otoño, por la noche se llevaba a los animales a apriscos
o majadas para que estuvieran protegidos contra los ladrones y contra las bestias feroces. Del cuidado y
protección del ganado se encargaban los pastores, que se hacían cabañas con ramas para protegerse contra la
intemperie y para el reposo nocturno.
Es maravilloso que los primeros a los que Dios comunicó la buena noticia fueron unos sencillos pastores. El
oficio de pastor era muy común entre los judíos. Los pastores se ocupaban de cuidar las ovejas de los ladrones
y los animales salvajes, las cabras y el ganado; era un negocio humilde pero honroso. Los más religiosos de
aquellos tiempos despreciaban a los pastores porque no podían cumplir todos los detalles de la ley ceremonial
establecidos por ellos en el Talmud; no se podían lavar las manos meticulosamente, ni observar todos los otros
preceptos y reglas. Ellos (los pastores) tenían que atender a las necesidades de los rebaños, así es que los
religiosos los despreciaban. Fueron hombres sencillos que estaban trabajando en el campo los primeros que
recibieron el mensaje de Dios.
Es probable que estos fueran los pastores que se encargaban de cuidar de los rebaños de los que se escogían los
sacrificios del templo, en donde se ofrecía en sacrificio a Dios un cordero sin mancha ni defecto todos los días
por la mañana y otro por la tarde. Para proveer los corderos perfectos para estos sacrificios, las autoridades del
templo tenían sus rebaños particulares, y sabemos que los sacaban a pastar en los alrededores de Belén.
Es hermoso pensar que los pastores que cuidaban de los corderos que se sacrificaban en el templo fueron los
primeros en ver al Cordero de Dios que había venido a quitar los pecados del mundo. Es sorprendente que esto
sea narrado por un gentil (Lucas) que escribe para otros gentiles, mientras Mateo, que lo hace para judíos,
menciona a los sabios (magos) –probablemente gentiles- del Oriente.