El documento habla sobre cómo la fe conduce a la acción y el movimiento. Cita varios ejemplos bíblicos de hombres que tuvieron gran fe y lograron grandes obras como Abel que ofreció sacrificios, Noé que construyó el arca, Abraham que viajó y se reprodujo, y Moisés que liberó a Israel. Concluye que el hombre sin fe no ofrece, construye, viaja, se reproduce o sacrifica.