Una semilla cayó entre las rocas y no podía salir. Un pájaro escuchó a la semilla triste y le contó a la madre tierra. La madre tierra llamó al sol y a la lluvia para ayudar a la semilla. Con la lluvia cayendo y la fuerza del sol y el agua, la semilla germinó en la tierra fértil y creció hasta convertirse en un hermoso girasol.