Las hormigas viajan en grandes grupos, construyen nidos y sueltan feromonas para dejar pistas de olor que les ayudan a encontrar el camino de regreso mientras se dan a la búsqueda de alimento, cuidan sus crías y se aparean, demostrando ser lo suficientemente inteligentes a pesar de que algunos de sus comportamientos como caminar hacia atrás todavía están por descubrirse.