2. Pocos son los aspectos de la
historia del Archipiélago de San
Andrés y Providencia tratados
con tanta timidez como éste.
Las medidas de
"colombianización" de las
comunidades nativas por parte
del Estado lograron opacar por
mucho tiempo las tendencias
separatistas que se han
manifestado en estas islas
desde el siglo pasado, poco
después de su reconocimiento
en 1822 como parte integrante
del territorio de la naciente
República, luego de que en un
acto soberano sus habitantes,
de descendencia inglesa,
proclamaron adhesión a la
Constitución de Cúcuta de 1821.
.
El general Gustavo Rojas
Pinilla y sus ministros:
primera visita presidencial al
Archipiélago, noviembre de 1953.
3. En 1923, la penetración
estatal centrada en la
labor de evangelización de
la orden capuchina generó
un mayor descontento,
esta vez por las amenazas
a la integridad cultural. La
implantación de un nuevo
esquema de socialización
basado en la asignación de
valores más acordes con
los del continente, chocó
con las manifestaciones
culturales y la
organización societal de la
población.
Instrumentos de soberanía:
Sellos de correo de 1956 y 1972.
4. El Puerto Libre ha venido
mostrando signos de
agotamiento desde los años 60,
porque además de estimular el
surgimiento de los múltiples
problemas culturales, socio-
económicos y ecológicos de las
islas, no ha sido capaz de
ofrecerles un adecuado
desarrollo. Sus éxitos
económicos se calcularon sin
tener en cuenta la población
nativa y el medio ambiente. Las
circunstancias indican que el
aletargamiento de este modelo
de desarrollo concluirá durante
el actual esquema de apertura
económica.
Himno de San Andrés,
promovido por Guillermo
Newball,
con letra de Eduardo Carranza y
música de Rozo Contreras, 1962.
5. La represión militar contra los
posibles integrantes del grupo,
junto con fallas conceptuales,
como la ausencia de un
proyecto de Estado, y la
presentación de divisiones
internas, llevó al grupo al
fracaso. Sin embargo, la actitud
enérgica de la población nativa
en defensa de sus intereses
nunca cesó. Se destaca que a
finales de los años 70 un grupo
de isleños, a través del Club
Archipiélago Unido, jugó un
papel dinámico en el proceso
político local y no respaldaba la
opción separatista.
Actualmente el grupo SOS
(Sons of the Soil) se sitúa como
único actor social que basa su
discurso en la situación
desfavorable del nativo.
Misioneros católicos en
1927.
Fotografía del periódico
"San Andrés".
6. La desaparición del grupo separatista no implica necesariamente la
terminación de las tendencias separatistas. Una encuesta adelantada en
1987 y 1988 señala que en San Andrés un 42%; de la población
manifiesta una inclinación separatista, mientras que el 58% muestra
preferencia por el statu quo. El 52% "gusta de Colombia" y un 39% se
siente colombiano; el 59% dice que se siente simplemente "isleño".
7. La recurrencia a la posibilidad separatista es reflejo de las circunstancias
históricas que han tenido que vivir los pobladores nativos, estimulada
por la difícil relación con el gobierno central. Esta posibilidad se
presentó en la medida en que los nativos vieron amenazada su
integridad cultural y sintieron el desmejoramiento de su condición
socioeconómica. De todos modos, hoy en día la comunidad raizal no
considera la separación de Colombia como una opción política real. Vale
la pena recordar que el 20 de Julio es las efemérides más importantes de
las islas, y es precisamente allá donde mejor se celebra.
8.
9. Los primeros años del siglo XX fueron intensos y de gran agitación
política; los efectos de la crisis nacional por la guerra civil del fin de
siglo, la pérdida de la provincia de Panamá y la caída de la dictadura
del general Rafael Reyes también se sintieron en la vida institucional y
social del Archipiélago de San Andrés y Providencia. El malestar
creciente de la sociedad isleña contra las autoridades provenientes del
departamento de Bolívar (San Andrés, Providencia y Santa Catalina
conformaban la provincia de Providencia, dependiendo de Cartagena
desde 1887) se sumaba a las dudas expresadas por los funcionarios
colombianos sobre la "identidad nacional" de sus habitantes respecto
al Estado colombiano.
10. "El 20 de Julio en
Providencia"
Oleo de Gustavo Restrepo, 85 x
149 cm., 1991.
El 28 de diciembre de 1911, decenas de habitantes del Archipiélago suscribieron
un memorial dirigido al presidente de la República titulado "Manifestación de
los habitantes del Archipiélago de San Andrés y Providencia", en el que
denunciaban la indiferencia y ausencia de medidas benéficas por parte del
gobierno departamental, y solicitaban que se adelantaran gestiones para que el
territorio insular regresara a la administración del gobierno nacional. Aunque
se proclamaban "colombianos de corazón", denunciaban la ineficacia del
"fomento de la colombianización" por parte de Cartagena y el deterioro de los
caminos, abandono de la bahía a las arenas, deficiencia de la instrucción,
desconocimiento del castellano, aislamiento del resto del país y ausencia de
participación isleña en los cargos públicos de las Islas.
11. El 4 de enero de 1912, de nuevo, los habitantes se dirigieron al
presidente Restrepo rechazando los manejos de las rentas producidas
por el Archipiélago por parte de las autoridades, quienes proyectaban
una imagen de pobreza de su región y no invertían los ingresos por
impuestos en el bienestar insular. Para ellos, "todo gobierno está basado
en la reciprocidad", y frente a tal cúmulo de atropellos, amenazaban con
verse obligados a liberarse de esa opresión. A mediados de mayo, el
ministro de Gobierno Pedro María Carreño reconoció la justicia de las
protestas, y prometió tramitar ante el Congreso de la República la
creación de la Intendencia.
12. La Avenida 20 de
Julio,
de San Andrés, en 1918.
Para enfrentar las amenazas internas y externas. Guerrero presentaba una línea de
acción política que respondía a su concepto de "identidad nacional. Patria,
colombianidad": enviar una guarnición militar o un cuerpo de policía, establecer una
misión católica colombiana, fundar escuelas con maestros competentes y bilingües, pero
que enseñaran el castellano, y un inspector escolar. Igualmente, responder a las reformas
fiscales y de comunicaciones solicitadas y al "buen gobierno" por medio de la creación de
la Intendencia. Así, concluía, "nuestra religión, nuestro idioma, nuestras costumbre
serán las de ellos".
Finalmente, el gobierno y el Congreso crearon la Intendencia Nacional de San Andrés y
Providencia por medio de la ley 52 de octubre 26 de 1912; fue inaugurada el 22 de enero
de 1913 con la posesión del primer intendente, el continental Gonzalo Pérez. Contaba el
Archipiélago con 5058 habitantes (3124 en San Andrés y 1934 en Providencia), estaba
conformado por una comunidad de agricultores, pescadores y comerciantes,
mayoritariamente protestantes (bautistas desde 1847), y con ricos recursos naturales y se
especializaba en la producción y exportación de cocos.
13. En este contexto de 1917, por ejemplo, el gobierno colombiano respondió a la
preocupación del intendente Manuel Leal sobre la presencia militar norteamericana en
las islas Mangles y en la costa de Mosquitos, enviando 126 soldados con artillería y
ametralladoras para defender la soberanía del Archipiélago y evitar un "segundo
Panamá". Los funcionarios juzgaron con dureza la indiferencia de los isleños a la
presencia militar y a su desconocimiento del diferendo con Nicaragua, atribuyéndolo
todo a su presunto sentimiento pro-estadounidense sobre la base de su idioma, religión
y tradición. El capellán del Ejército, el claretiano José Criado, lamentaba que la mayoría
de los habitantes estuvieran alejados de la "verdadera religión", recordaba el odio de las
sectas protestantes al catolicismo, y advertía sobre la cercanía de los "yanquis";
recomendó al gobierno central fortalecer la misión católica, y entregar los empleos
públicos sólo a católicos.
14.
15. Fuerte de La Libertad en la isla
de Vieja Providencia, 1822.
Mapoteca 4 N 359-A. Archivo general
de la Nación, Bogotá.
El 23 de junio de 1822, los miembros del cabildo de Providencia firmaron la
adhesión a la Constitución de Cúcuta; el 21 de julio siguiente lo hicieron los
miembros del cabildo de San Andrés, y poco después los habitantes de San
Luis de Mangle. Los sectores dirigentes y propietarios del Archipiélago
reconocían así su incorporación a la Gran Colombia, como participantes de
una nueva experiencia postcolonial. Ese mismo año, las cinco islas
principales se convirtieron en el Sexto Cantón de la provincia de Cartagena.
Se recogía la herencia administrativa colonial inaugurada por real cédula de
noviembre de 1803, por la cual el Archipiélago y la costa de Mosquita fueron
segregados de la capitanía de Guatemala y colocados bajo control
administrativo, jurídico y eclesiástico del virreinato de Nueva Granada.
16. Durante los últimos años del siglo XVIII, el Archipiélago se movió entre la sujeción
nominal a Guatemala (que llegó a nombrar, en 1795, como gobernador de las islas al
irlandés Tomás 0'Neille, católico e intérprete que participaba en las comisiones de
expulsión de los ingleses y quien debía preparar la defensa de la costa de Mosquita) y
la proximidad con la Nueva Granada. Desde 1788, el Archipiélago había comenzado
a tener relaciones económicas y jurídicas más estrechas con el territorio
neogranadino y en ese año, por ejemplo, el virrey y arzobispo Antonio Caballero y
Góngora concedió licencia de comercio con Cartagena a los habitantes de las islas
con el fin de que pudieran vender sus productos a los continentales. El virreinato
también trató de hacer cumplir los acuerdos metropolitanos de 1786, enviando las
comisiones de Juan Gastelú en 1789 y de Tomás de Ramery en 1793; ésta última
tenía como propósito, en el marco de las negociaciones con las familias inglesas de
las islas, reconocer su geografía, los productos y recursos naturales y su población.
17. El Archipiélago en mapa trazado
a partir de un reconocimiento
británico de 1834,
publicado en Washington, 1902
Mapoteca 2, 1-10 Archivo General de
la Nación.
Carabela aparejada como
nave, muy común en el
Caribe durante el siglo XVI.
Ilustración del manual de
navegación de G. Brouscon,
1548.
18. Louis Aury.
Dibujo de Sergio Trujillo
Magnenat
Luis Aury, simpatizante de la causa criolla, navegó y combatió en el Caribe
con los pabellones de Chile y del Río de La Plata, y fue aliado de los patriotas
granadinos y venezolanos en las luchas libradas hasta 1821. Providencia se
convirtió en su sede política y militar, hasta su muerte el 30 de agosto de ese
año. Las islas fueron un importante enlace en las operaciones insurgentes en
el Darién y el Atrato, y contra los puertos atlánticos granadinos donde
operaba un escocés aliado de las tropas granadinas llamado Gregor
McGregor. A su vez, estas operaciones se enlazaban con las adelantadas por
los ingleses en las costas del Pacífico, bajo el mando de lord Thomas
Cochrane.
19. Antes de su muerte, Aury había recibido la orden de
Simón Bolívar de abandonar las islas; el tiempo que
siguió hasta junio de 1822 el Archipiélago estuvo
gobernado por oficiales de Aury: Juan Bautista Faiquere
y Severo Courtois. Estos recibieron la visita del enviado
oficial desde la Gran Colombia, Luis Peru de Lacroix,
quien consiguió las adhesiones de los propietarios y
dirigentes isleños. Ese 23 de junio de 1822, una nueva
bandera era izada en el fuerte La Libertad, en Santa
Catalina: la bandera colombiana.