El documento describe cómo los profesores deben planificar sus lecciones para promover una sociedad participativa y protagónica que impulse el desarrollo de Venezuela. La planificación ayuda a los educadores a alinear sus metodologías con los objetivos, usar recursos efectivamente, y abordar problemas reales de una manera responsable e innovadora. Los profesores también deben trabajar con la comunidad y promover la participación para vincular la educación con los problemas cotidianos.
1. Posición del profesor frente a la planificación.
Un nuevo paradigma de la política venezolana es lograr una nueva sociedad,
que sea participativa y protagónica que impulse el desarrollo del Estado
catapultando al país como una potencia mundial; de acuerdo con lo anterior
escrito se requiere de sujetos capaces de construir su propia historia, de hombres
nuevos, críticos, participativos, inconformes con la realidad que les oprime y cuyos
aprendizajes sean para ser autor y actor. Es por ello que el docente en su práctica
pedagógica debería tener presente el por qué y para qué se va a formar a un ser
humano.
Es la planificación una herramienta didáctica que ayuda al educador a poder
enmarcar la metodología más acordes en cuanto a los objetivos planteados y con
el mejor uso de los recursos posibles que ayuden a consignar todas y cada una de
las metas descritas en un tempo acorde, donde se puedan dar soluciones a
problemas de la vida diaria, atacando las necesidades primordiales y veraces
previamente evaluadas, de una manera responsable, que evite las trivialidades, y
con el mayor entusiasmo e innovaciones posibles, que ayude al incentivo de la
proactividad y no de la pasividad.
Estas características privilegian la práctica pedagógica en su relación con la
comunidad y la sociedad, porque la educación específicamente no puede actuar
al margen de lo cotidiano, lo que se enseña o se aprende debe estar relacionado
con los problemas de la realidad. Y el docente en su rol de actor favorecería la
participación del mayor número posible de personas que asumen
responsabilidades desde el punto de vista educativo, formativo, con implicación de
deberes y derechos individuales a favor de una mentalidad social y comunitaria.
Para finalizar se describe algunas características que debe tener un docente como
actor de las actividades pedagógicas y comunitarias, basadas en una
planificación:
Disposición para emprender caminos de cambio.
Trabajar en colectivo reconociendo la diversidad de niveles de desarrollo de
sus integrantes.
Ejerce la profesión docente con responsabilidad, compromiso y ética.
Es dinámico, integrador, creador, flexible, objetivo y guía.
Toma decisiones compartidas.
Es un líder transformacional, un negociador, entre otros.
Promueve la innovación.
Con cada una de estas características más las facetas que llevan a cabo una
planificación se puede promover a una mejor educación en nuestro país que
ayude a su vez al Estado a la promoción de un ente participativo y “competitivo”,
con otras naciones desarrolladas. KEVIN ASCANIO C.I: 16.163.072.