El estudio examinó las preferencias musicales de 414 personas que escucharon 10 pistas de diferentes estilos de metal. Los participantes completaron pruebas de personalidad y escalas de agrado musical. Los resultados mostraron que las composiciones más extremas con riffs y voces intensas fueron más agradables para personas con actitudes negativas hacia la autoridad, baja autoestima, necesidad de singularidad y falta de religiosidad. Además, la mayoría de estas personas fueron hombres.
2. En aquella oportunidad, vimos algunos de
los curiosos y complejos procesos
cerebrales que se desarrollan en el cerebro
de los músicos durante la improvisación, te
conté que quien escribe también es músico
(y de metal extremo), pero ahora, también
soy un oyente más y... ¿qué hay de los
oyentes? Más precisamente, ¿qué hay de
quienes disfrutamos de esos estilos
musicales tan peculiares como el heavy
metal en sus tantas formas y expresiones?
¿Existen tantas diferencias como se alardea?
¿Qué sucede con los estereotipos?
Una nueva investigación
intenta dilucidar todas estas
interrogantes; acompáñame
para meternos en la cabeza
de un headbanger y conocer
algunas curiosidades sobre
la psicología de los
metaleros...
3. Metalheads: La influencia de la personalidad y las diferencias
individuales en la preferencia por el Heavy Metal es el título
bajo el cual, el mes pasado, fueron publicados en APA
(American Psychological Association) los resultados del estudio
a cargo del psicólogo Viren Swami y un grupo de
investigadores de la Universidad de Westminster, en Londres,
Inglaterra.
4. Un total de 414 personas participaron en el estudio, 219 mujeres y 195 hombres;
todos ellos británicos, quienes se sometieron a una sesión de escucha de 10 pistas
musicales de diferentes estilos de metal contemporáneo extremo (desde heavy
metal a metalcore, thrash, death, black, etc.), con una escala de 7 puntos que iba
de “extremo desagrado” a “extremo agrado”.
Una vez culminaron, los participantes también completaron pruebas del modelo
de los cinco grandes de personalidad, el cual revela las actitudes de cada
individuo frente a la autoridad y sus máximas figuras, la autoestima, las
necesidades de singularidad y la religiosidad
5. Los resultados fueron muy claros y demostraron que las composiciones más extremas, con los
riffs de guitarra más “pesados”, de ritmos complejos y tiempos fuera de lo común, con bruscos
cambios a pasajes intenso y melódicos, así como cantos caracterizadas por “gritos, chillidos y
gruñidos”, eran de más agrado para quienes marcaban un claro pasaje a lo que en psicología se
conoce como la apertura a la experiencia. En otros términos, el gusto por estas características
musicales coincidía con las actitudes más negativas y de rechazo hacia la autoridad, la baja
autoestima, una mayor necesidad de singularidad y un fuerte desapego por la religiosidad.
Además, tampoco sorprendió que la mayoría de los participantes bajo estos términos fueran
hombres.