Este documento describe la historia de una familia llamada Santiago que vivía en el pueblo de Chametla, Sinaloa entre los años 750-1299 d.C. La familia se mudó de lugar debido al cambio climático. La abuelita de la familia enfermó y les pidió antes de morir que pusieran sus huesos dentro de una olla de barro junto con su comida favorita, lo cual hicieron después de su muerte en 1290.

1. Escuela Normal Experimental de El Fuerte
“Prof. Miguel Castillo Cruz”
Extensión Mazatlán
Ciclo Escolar 2017-2018
Asignatura
Optativo: Conocimiento de la Entidad.
Contenido
La muerte tiene un lugar.
Urna Funeraria del Sur de Sinaloa.
Lugar
Museo Arqueológico de Mazatlán
Alumna
Flores Zatarain Kimberly Citlalic.
.
5to. Semestre Grupo “C”
Titular de la Asignatura
María Isabel Ramírez Ochoa
Mazatlán, Sinaloa a Enero del 2017.

2. Había una vez en el pueblo de Chametla en el estado de Sinaloa,
en el año 750-1299 d.c. Vivía una familia la cual se apeidaban
Santiago, ellos desde muy temprano se iban a la presa, con
grandes tinajas para trasladar agua de ese lugar, hacia su choza.
Hubo un tiempo, donde el cambio climático era tan fuerte, que tuvieron que
cambiarse y buscar un lugar donde estuvieran fuera de peligro.
La familia era tan maravillosa, que nunca se querían despegar uno de otros, en esa
época, María con una edad de 19 años, estaba enamorada de un muchacho de
pueblo.
Las cosas se dieron, y se hicieron novios; pero no esperaban el horror que
sucedería, la situación dio un giro de 360 grados, al parecer la abuelita Santiago
estaba muy enferma, quedándole poco tiempo de vida.
Todos muy tristes y desolados, pensaban en hacer algo, para que el poco tiempo
de vida que tenía la abuelita, pudieran hacer que se sintiera bien. Pero pensaban,
una y otra vez, dándose cuenta que no se les ocurría nada.
Al paso del tiempo, la viejecita reunió a toda su familia diciéndoles,
-Cuando yo me muera, quiero que dentro de una olla de barro, introduzcan mis
huesos y alrededor pongan mi comida favorita-.
Todos asustados, llorando, aceptaron la propuesta.
Y así fue, la ancianita murió en el año 1290, haciéndose su voluntad al pie
de la letra, tal cual como ella lo pidió.
La muerte tiene un lugar