La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria transmitida por la picadura de mosquitos flebótomos que afecta principalmente a perros y humanos. El documento describe la historia, agente causal, ciclo de vida del vector, formas clínicas, diagnóstico y vigilancia de la enfermedad. Se recomienda fortalecer la vigilancia epidemiológica, control vectorial y comunicación de riesgo debido a la presencia del vector en Uruguay y expansión de la enfermedad en países vecinos.
2. Breve historia
Siglo XV
y XVI
Período Inca - Se menciona el riesgo de los trabajadores agrícolas que
regresaban de los Andes con lesiones en la piel, atribuidas a la
“enfermedad del valle” o “enfermedad de los Andes”
Posteriormente se comenzó a llamar “lepra blanca”.
Médicos Indios aplicaron el término “kala azar” (fiebre negra).
1901
William Leishman y Charles Donovan describieron el agente de
la Leishmaniasis visceral en un soldado inglés y en un niño hindú
respectivamente.
1903
Ross creó el género Leishmania, denominando Leishmania
donovani al agente etiológico del kala azar indio.
1908
En Túnez, los investigadores Nicolle & Comte demostraron por
primera vez el parásito en perros, sugiriendo el posible papel de
estos animales como reservorios.
1913
Mignone realizó el primer diagnóstico de LV (kala azar) en
América del Sur, en Paraguay, en un paciente que había contraído
probablemente la enfermedad en el estado de Mato Grosso, Brasil.
3. Impacto de la enfermedad
Se estima que ocurren 2 millones de casos nuevos al año en
todo el mundo.
1,5 millones corresponden a leishmaniasis cutánea y
aproximadamente 500.000 a leishmaniasis visceral.
Se estima que el número de personas infectada sobrepasa
los 12 millones.
Los datos subestiman la realidad por:
Gran parte de los datos se obtienen a partir de detección
pasiva
Numerosos casos no son diagnosticados.
Existen gran cantidad de personas asintomáticas.
La leishmaniasis es de declaración obligatoria en solo
32 países de los 88 endémicos.
4. La Leishmaniasis es una zoonosis causada por un
protozoo del orden Tripanosomatida, familia
Trypanosomatidae, género Leishmania, que afecta,
principalmente al perro y al hombre.
5. Ciclo de vida del vector
Se transmite por la picadura de hembras
de mosquitos chupadores de sangre
pertenecientes a la familia Psychodidae
(géneros Phlebotomus y Lutzomyia
longipalpis) Las Lutzomyia son más
pequeñas que otros mosquitos, midiendo
de 2 - 4 mm.
El período de vida en la naturaleza
varía de 40 a 50 días. Las hembras
producen cientos de huevos al cabo de
haber ingerido sangre.
Vuelan sólo unas pocas centenas de
metros (como lo haría un volador
saltante) y solo pican en áreas
descubiertas y sin ropa
6. Los huevos son depositados en lugares oscuros y húmedos,
como debajo de rocas o material biológico en descomposición
y alcanzan la etapa de adulta entre los 30 y 60 días
Su hábitat son las zonas forestales, aunque pueden adaptarse
a ambientes modificados, incluyendo áreas peridomiciliares
humanas
Sólo las hembras se alimentan de sangre, al cabo de unos 2
días de emerger de la pupa, por una picadura indolora y
nocturna, mientras que los machos se alimentan del néctar de
las flores
La leishmaniasis puede ser transmitida a otros mamíferos
como los cánidos, roedores y murciélagos.
7. FORMAS CLÍNICAS DE
PRESENTACIÓN
Período de incubación - 10 días a 24 meses (en
promedio de 2 a 6 meses) luego de la picadura
del vector, aunque se registran tiempos
superiores de hasta varios años.
8. Leishmaniasis Cutánea
Caracterizada por la presencia de úlceras únicas o
múltiples en piel
En la fase aguda hay gran concentración de parásitos en
los bordes de la lesión, disminuyendo en la crónica
Las lesiones iniciales, únicas o en pequeño número,
tienen forma de cráter y se diseminan por la migración
de macrófagos parasitados
La linfangitis y la linfoadenopatía son frecuentes
Suele ocurrir en sujetos inmunodeprimidos y se
caracteriza por un curso crónico y progresivo
9. Leishmaniasis Visceral
La leishmaniasis visceral es una zoonosis grave,
potencialmente fatal, que aparece en forma
epidémica, tanto en zonas urbanas como rurales.
La visceralización puede darse luego de la inoculación
cutánea . Los elementos clínicos y paraclínicos mas
frecuentes son:
Leishmaniasis humana
10. La L.V. tiene varias formas clínicas de presentación:
Asintomática: no presenta sintomatología, solo se diagnostica
por la presencia de serología positiva.
Oligosintomática: frecuente en áreas endémicas. Cuadro de
Síndrome Febril Prolongado acompañado de síntomas
inespecíficos como adinamia, tos seca, diarrea y leve
agrandamiento del hígado y del bazo.
Sintomática Aguda: fiebre alta, agrandamiento del hígado y
del bazo.
Clásica o kala-azar : fiebre persistente y ondulante. Hepatoesplenomegalia masiva. Adenopatías generalizadas. Signos de
sangrado. Anorexia. Pérdida de peso. Caquexia. Debilidad
progresiva. Edema y ascitis. Piel grisácea, reseca, escamosa. Pelo
adelgazado.
11. Definición operativa de la OMS de L.V.
Un caso de leishmaniasis visceral es una persona con signos
clínicos (principalmente fiebre irregular prolongada,
esplenomegalia y pérdida de peso) con confirmación serológica
o confirmación parasitológica (cuando sea factible) del
diagnóstico.
En las zonas donde el paludismo es endémico,
se debe sospechar leishmaniasis visceral si la
fiebre dura más de dos semanas y el paciente
no responde a medicamentos antipalúdicos
(suponiendo que se haya considerado también
la posibilidad de que se trate del paludismo
fármacorresistente).
12. .
La mayor prevalencia de la L.V. se encuentra en áreas tropicales y
subtropicales, especialmente en Bangladesh, Brasil, India, Nepal y Sudán
14. Argentina - Leishmaniasis visceral
La transmisión de leishmaniasis visceral, humana y
canina, se ha registrado en Misiones y Corrientes,
mientras que en Santiago del Estero hubo casos de
leishmaniasis visceral humana, y en Formosa sólo
leishmaniasis visceral canina.
Sin embargo, el vector se encuentra en dispersión activa
a partir de focos de transmisión autóctona en
Argentina.
Fuente: Leishmaniasis visceral. Guía para el equipo de salud.
Marzo 2010
15. Leishmaniasis canina
En general la incidencia en perros es superior
a la de las personas
La proporción de perros infectados
asintomáticos es variable entre distintos focos.
16. Período de incubación: 2 – 12 meses
Síntomas clínicos cutáneos en el
80% de los animales enfermos:
alopecía, endurecimiento de la piel, pelo
fino, sin brillo, descamación, úlceras,
nódulos, pústulas.
Adenomegalias (70%)
Fiebre, apatía, adelgazamiento, atrofia
muscular (40%).
Síntomas renales (glomerulonefritis),
lesiones oculares (inflamación de los
párpados, conjuntivitis, queratitis seca,
uveítis, celulitos orbitaria). Hepatoesplenomegalia, cojeras, diarrea,
sangrado por la nariz, curvatura y rotura
de las uñas (onicogrifosis) fiebre,
ictericia, tos.
17. Diagnóstico en caninos
Observación del parásito (punciones de
médula ósea o de ganglio linfático).
Biopsias de piel.
Cultivos de parásitos.
Detección de anticuerpos anti-leishmania
circulante (ELISA, IFI, TAD, WB).
Detección de ADN del parásito.
18. Vigilancia epidemiológica – Leishmaniasis canina)
Caso sospechoso: todo perro proveniente de área endémica o donde
esté ocurriendo un brote, con manifestaciones clínicas compatibles
con la enfermedad:
fiebre irregular
Apatía
Pérdida de peso y del apetito
descamación furfurácea
úlceras de piel, hocico, orejas y extremidades
conjuntivitis
paresia del tren posterior
heces sanguinolentas
crecimiento exagerado de las uñas
(Fuente: Encuentro sobre vigilancia, prevención y control de leishmaniosis
visceral en el Cono Sur de Sudamérica, setiembre 2009)
19. Leishmaniasis en Uruguay: Descripción de un caso
clínico en canino y su diagnóstico histopatológico
El caso ocurrió en agosto de 2000 y fue publicado en abril de 2009. En
las conclusiones los autores afirmaron que “Si bien no hay reportes a
la fecha de esta enfermedad en nuestro país, considerando las lesiones
que presentaba el animal, los hallazgos citológicos e histopatológicos, y
la presencia del vector en dicha zona (“mosca de los arenales”)
podemos concluir que estamos frente a una Leishmaniasis cutánea en
perro. No habiendo diagnóstico de esta enfermedad en Medicina
Veterinaria ni comunicación de sospecha en Medicina Humana,
teniendo en cuenta la presencia del vector y los posibles reservorios en
nuestro país creímos oportunos comunicar este caso clínico”
Pacheco da Silva, José P. : Dr. Dto. de Patología – Facultad de Veterinaria –
Uruguay | Arredondo, Carolina : Dpto de Patología - Facultad de Veterinaria –
Uruguay | Dr. Tricca, Guillermo : Dpto de Pequeños Animales – Facultad de
Veterinaria – Uruguay | Dra. Pedrana, Graciela: Dpto de Histología – Facultad
de Veterinaria – Uruguay)
REDVET. Revista electrónica de Veterinaria. ISSN: 1695-7504 2009 Vol. 10, Nº 4
20. Vigilancia entomológica
Presencia o ausencia del vector
Delimitación de áreas vulnerables y de riesgo
Distribución espacial de Lutzomya longipalpis
Caracterizar y delimitar áreas de transmisión
autóctona de leishmaniasis humana/canina
Monitorear efectividad de los insecticidas.
21. Resumen de las recomendaciones del
Encuentro sobre vigilancia, prevención y control de
leishmaniasis visceral en el Cono Sur de Sudamérica.
Setiembre 2009
Desarrollo de mecanismos de vigilancia, control y prevención
teniendo en cuenta el comportamiento epidemiológico de la
enfermedad.
Desarrollar políticas para alentar la tenencia “responsable y
saludable” de mascotas.
Ejecución de acciones locales, focalizadas en las áreas de mayor
riesgo para el control del vector.
Intensificar las acciones de vigilancia y control, elaborar
estrategias que permitan el desarrollo de acciones conjuntas
entre los países de la región.
22. Establecer acciones conjuntas entre países destinadas al control
del tránsito de caninos y otras mascotas.
Capacitación y especialización de los recursos humanos,
educación a la población y estandarización de los sistemas de
información.
Establecer una estrategia de comunicación para instalar el tema
en la opinión pública desde la óptica de la salud.
Continuar promoviendo la colaboración intersectorial y entre
países, el intercambio de información relevante y de cooperación
técnica con los Ministerios de Salud y los Servicios Veterinarios,
alentando la cooperación entre ellos.
23. COMUNICACIÓN DE RIESGO
EN LA LEISHMANIASIS
La leshmaniasis es una enfermedad que no existe en el
Uruguay, ni en perros ni en humanos, y eso hace que no
haya percepción del riesgo, tanto por la población como
por los profesionales de la salud.
Pero se ha comprobado la aparición del flebótomo
Lutzomyia longipalpis, en la región noroeste del
país
Y además la enfermedad en humanos y animales, se ha
ido extendiendo en Brasil y Argentina, aproximándose
peligrosamente a las fronteras del Uruguay.
Debemos utilizar la estrategia de la COMUNICACIÓN
DE RIESGO
24. COMUNICACIÓN DE RIESGO:
La comunicación de riesgo en la Leishmaniasis tiene
tres variantes según se refiera a:
1 – La enfermedad en los seres humanos
2 – La enfermedad en los perros
3 – La presencia del flebótomo
COMUNICACIÓN DE RIESGO:
Aunque la enfermedad en perros y humanos no existe
en el Uruguay, la presencia del vector y la amenaza
que significa el desplazamiento de la enfermedad en
los países vecinos, nos pone en una situación de riesgo
potencial.
25. COMUNICACIÓN DE RIESGO
en Leishmaniasis
Debe estar dirigida específicamente a:
A. A los profesionales de la salud humana
B. A los profesionales de la salud animal
Focalizando en las zonas de frontera en
peligro, y donde se haya detectado la
presencia del flebótomo
Enfatizando aspectos epidemiológicos, así
como de diagnóstico y tratamiento de la
enfermedad
26. La vigilancia epidemiológica es
fundamental para determinar el
impacto de la enfermedad , evaluar
los esfuerzos de control de la
transmisión y la detección de las
epidemias.
27. AGRADECEMOS LA COLABORACIÓN DEL
DEPARTAMENTO DE VIGILANCIA DE SALUD
DIVISIÓN EPIDEMIOLOGÍA
MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA