1. Laura Cecilia Perea Cortés
México, 23 de noviembre del 2013
Educación Popular en México
“Nadie libera a nadie, nadie se libera solo.
Los seres humanos se liberan en comunión”
(Freire, Paulo, 2005 )
Concebimos la Educación Popular como un enfoque de educación alternativo
dirigido hacia la promoción del cambio social, esta no promueve la estabilidad
social, sino dirige su acción hacia la organización de actividades que contribuyan a
la liberación y la transformación.
El propósito central de este paradigma se vincula con la necesidad de que el
proceso de cambio sea asumido por el pueblo. En consecuencia, uno de los
esfuerzos más relevantes es el de la educación de los grupos populares que son
potencialmente capaces de actuar como agentes conscientes del proceso de
cambio social.
No debemos confundir a la educación popular con aquella educación que se lleva
a cabo dentro de centros educativos populares o sociales, los cuales son dirigidos
y administrados por el sistema, cuya principal población a atender es la población
de escasos recursos y/o parte de la población marginada. No basta con que los
destinatarios principales de estos centros sean de clases populares, si no que esta
labor conlleva algo más.
La educación popular nos refiere a romper con el estilo educativo del capitalismo,
ese sistema que únicamente se dedica a reproducir hombres y mujeres
adaptables a la sociedad sin transformarla, sin funcionar como agentes de cambio,
así mismo, debe entenderse como un aporte a las luchas y organizaciones
populares, como una herramienta fundamental que forma parte de esas luchas
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2. con la cual se trata de potenciar lo que la vida diaria y las batallas que día a día
nos enseñan.
Los objetivos principales de la educación popular son generar que más y más
personas estén en condiciones de pensar y desarrollar estrategias orientadas al
triunfo del proyecto popular, y que las luchas y organizaciones populares sean
más efectivas y democráticas.
La educación popular es una práctica social que actúa sobre la subjetividad
popular y más que un proceso de transmisión de conocimientos debe verse como
un fortalecimiento de la cultura y raíces de los pueblos. Rescatemos el hecho de
que no es una teorización con conceptos referentes, sino que precisamente, su
origen se llevo a cabo gracias a los movimientos sociales populares, es decir, no
es una estructura de doctrinas previamente elaboradas; sino es un pensamiento
autónomo que se construye y se reconstruye a partir de la teoría y de la acción.
Retomando la cita del inicio de Paulo Freire, un gran educador brasileño, nos
muestra en algunos de sus libros como la educación popular es el principal agente
de cambio para una sociedad. En cada uno de estos nos presenta características
de una educación liberadora, la cual considero es el principal agente que influyó
para el desarrollo de la educación popular.
En el libro “Pedagogía del oprimido”, publicación que causo gran polémica y dio
inicio a la educación popular, Freire sustenta una pedagogía en la que los
individuos aprendan a cultivarse a través de situaciones de la vida cotidiana. En
ningún momento se trata de una pedagogía para el oprimido, por el contrario, de
él, en la cual el sujeto debe construir su realidad a través de las circunstancias
que le va generando el devenir cotidiano. Con esto Freire nos dice que “la
Pedagogía del Oprimido, deja de ser del oprimido, y pasa a ser la pedagogía de
los hombres en proceso de permanente liberación.” (Freire, Paulo, 2005 )
En el libro “Pedagogía de la esperanza”, Freire pone de manifiesto la necesidad de
la utopía y de la esperanza, a pesar de que el mundo en el que vivimos no se les
considere como elementos útiles. En este texto defiende que la educación debe
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3. tratar de descubrir la verdad a través de la educación; la educación es política y se
defiende de los ataques recibidos por su politización, poniendo al descubierto la
falsa neutralidad de sus críticos. Freire nos habla de la esperanza como una
necesidad ontológica, lo que nos mueve, lo que nos marca una dirección, sin
embargo, dice que aunque la esperanza es necesaria no es suficiente para
transformar la realidad. Así mismo, habla de la desesperanza con la cual hace una
descripción indicando que esta nos anula y para vencerla hay que analizar el por
qué de esa desesperanza.
Uniendo la postura de Freire de una escuela democrática y liberadora, como lo
demuestra en su libro “Cartas a quien pretende enseñar”, junto con el concepto de
educación popular podemos concluir con que la educación popular en México si se
encuentra vigente en nuestros días, pero desafortunadamente no en todo el país,
sino en comunidades las cuales debido a su contexto y necesidades han sabido
desarrollar su propio sistema educativo, un ejemplo es el estado de Chiapas,
estado que creó la “Universidad de la Tierra” universidad creada de acuerdo al
contexto y necesidades de la población, todo esto se logro y se llevo a cabo sin
pertenecer al sistema educativo nacional.
Esto es un gran logro y un gran merito que debe de ser reconocido, y no
solamente eso, si no debe ser replicado en cada comunidad, generar educación
popular para cada uno de los contextos que alberga nuestro país; la cual le
permitirá al sujeto crear escenarios de debate constantes en donde se configuren
y se reconfiguren a los sujetos, en la medida que la clase popular, ya sean los
trabajadores o sin trabajo, los indígenas, los campesinos y la clase subalterna,
sean
ellos
mismos los
que
piensen
y proyecten
acciones educativas
transformadoras en espacios de formación y de acción política para un cambio
social favorable.
No olvidemos que la Educación Popular o liberadora, se caracteriza por ser un
espacio de diálogo, de encuentro y reflexión; por lo cual la considero como el
único agente de cambio en la sociedad y como el único agente para el progreso
de este país.
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4. Bibliografía
Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. Trad. por Jorge Mellado. 2a. ed.
México, Siglo XXI, 2005.
Freire, Paulo. Pedagogía de la esperanza. Editorial Siglo XXI, México,
2005.
Freire, Paulo (1976) “Cartas a quien pretende enseñar” (10ª Edición)
Editorial Siglo XXI editores. Decima edición en español, 2005.
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