1. IV I
V
4.5 Manifestaciones individuales de la personalidad.
4.5.1 Ansiedad.
Es un estado emocional negativo formado por sensaciones de nerviosismo,
preocupación y aprensión.
Es importante saber que la ansiedad tiene dos componentes; un componente de
pensamiento llamado ansiedad cognitiva (por ejemplo, la preocupación) y otro
componente somático, relacionado con el grado de activación física.
Es un estado emocional que genera una situación de alerta, donde hay un
aumento de la percepción.
La ansiedad (del latín anxietas, 'angustia, aflicción') es una respuesta emocional o
conjunto de respuestas que engloba: aspectos subjetivos o cognitivos de carácter
displacentero, aspectos corporales o fisiológicos caracterizados por un alto grado
de activación del sistema periférico, aspectos observables o motores que suelen
implicar comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos.
Características:
a) Síntomas físicos:
Taquicardia
Sudoración
Nerviosismo
Tensión muscular
Agitación e inquietud psicomotrices
Temblores
Mareos
Sudoración
Vértigo
2. IV I
Vb) Síntomas psicológicos:
Sensación de inseguridad.
Irritabilidad.
Aprehensión.
Preocupación.
Sentimientos de minusvalía o inferioridad.
Incapacidad de afrontar diferentes situaciones.
Sentirse amenazado, como anticipando eventuales peligros.
Indecisión.
Apatía, pérdida de interés, anhedonia.
Humor variable a lo largo del día.
Pérdida de la objetividad y de la capacidad para pensar con lucidez.
Humor depresivo.
4.5.2 Miedos.
El miedo es una emoción normal y universal, necesaria y adaptativa que todos
experimentamos cuando nos enfrentamos a determinados estímulos tanto reales
como imaginarios, los niños a lo largo de su desarrollo sufrirán y experimentarán
numerosos miedos: a la separación, a los extraños, a los ruidos fuertes, a la
oscuridad, a quedarse solos, a los animales, al colegio y así podríamos continuar
con un muy largo etc. La mayoría serán pasajeros y no representarán ningún
problema, irán apareciendo y desapareciendo en función de la edad y del
desarrollo psiconeurológico.
Estos miedos, a través del aprendizaje, resultarán muy útiles en muchas
ocasiones pues les podrán ayudar a enfrentarse de forma adecuada y adaptativa a
situaciones difíciles, complicadas, peligrosas o amenazantes que puedan surgir a
lo largo de su vida y su función fundamental será protegerles de posibles daños
3. IV I
Vgenerando emociones que formarán parte de su continua evolución y desarrollo (el
niño no debe tener miedo a los toboganes por ej., pero sí debe ser prudente al
bajarlos y jugar en ellos). Por tanto, no sólo será normal sino también necesario
que los niños experimenten miedos específicos y concretos ante situaciones,
objetos y pensamientos que impliquen peligro o amenaza real, evitando así correr
potenciales riesgos innecesarios que puedan poner en peligro su vida, su salud o
su bienestar físico o psicológico, pero sin que en ningún momento éstos sean lo
suficientemente importantes como para alterar de forma significativa su vida o su
desarrollo cognitivo o emocional.
4.5.3 Depresión.
La depresión (del latín depressio, que significa «opresión», «encogimiento» o
«abatimiento») es un trastorno del estado de ánimo, ya sea desde el punto de
vista de la psicología o desde el punto de vista de la psiquiatría, pero siempre
dentro del ámbito de la psicopatología. Según el modelo médico, la psiquiatría la
describe como un trastorno del estado de ánimo y su síntoma habitual es un
estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente.
Puede afectar la manera en que te sientes sobre ti mismo y sobre los demás. Si
no se somete a tratamiento, puede afectar el trabajo, la familia, los hábitos del
comer, el dormir y la vida en general. Quien sufra de depresión tiene sentimientos
de desesperanza y desesperación que pueden llegar a obstaculizarle muchos
aspectos de la vida y afectarle actividades de las que antes disfrutaba.
¿Qué causa la depresión?
No existe una causa única conocida de la depresión. Más bien, esta parece ser el
resultado de una combinación de factores genéticos, bioquímicos, y psicológicos.
Investigaciones indican que las enfermedades depresivas son trastornos del
cerebro.
4. IV I
VLas tecnologías para obtener imágenes del cerebro, tales como las imágenes por
resonancia magnética, han demostrado que el cerebro de las personas con
depresión luce diferente del de quienes no la padecen. Las áreas del cerebro
responsables de la regulación del ánimo, pensamiento, apetito, y comportamiento
parecen no funcionar con normalidad. Además, hay importantes
neurotransmisores, sustancias químicas que las células del cerebro utilizan para
comunicarse, que parecen no estar en equilibrio, Pero estas imágenes no revelan
las causas de la depresión.
Investigaciones indican que las enfermedades depresivas son trastornos del
cerebro. Algunos tipos de depresión tienden a transmitirse de generación en
generación, lo que sugiere una relación genética. Sin embargo, la depresión
también puede presentarse en personas sin antecedentes familiares de depresión.
La investigación genética indica que el riesgo de desarrollar depresión es
consecuencia de la influencia de múltiples genes que actúan junto con factores
ambientales u otros.
Además, los traumas, la pérdida de un ser querido, una relación dificultosa, o
cualquier situación estresante puede provocar un episodio de depresión. Episodios
de depresión subsiguientes pueden ocurrir con o sin una provocación evidente.
SINTOMAS
• Persistente tristeza y pesimismo.
• Sentimientos de culpa, de desvalido o de desesperanza.
• Pérdida de interés o de placer en las actividades normales, inclusive las
relaciones sexuales.
5. IV I
V• Dificultad para concentrarse y dificultades con la memoria.
• Empeoramiento de enfermedades crónicas que coexisten, como la diabetes.
• Cambios en los hábitos del dormir (insomnio o dormir demasiado)
• Cambios en los hábitos del comer (subir o bajar de peso sin planearlo)
• Cansancio y falta de energía
• Ansiedad, agitación, e irritabilidad
• Pensamientos de suicidio o muerte
• El hablar lentamente; movimientos lentos
• Dolor de cabeza, dolor de estómago y problemas digestivos
La distimia es una forma más moderada de depresión, pero los síntomas pueden
durar más, a veces años. Las personas que padecen de la distimia pueden
funcionar normalmente, pero siempre están descontentas. También es común que
experimenten depresión severa y que se alternen, a lo cual se le llama doble
depresión.
4.5.4 Inseguridad.
Falta de confianza en sí mismo, ya sean habilidades, destrezas y/o
conocimientos.
6. IV I
VCaracterísticas:
•No saber decidir
•Timidez
•Dudas frecuentes respecto a familia, trabajo, amigos, pareja
•Sentimiento de inferioridad
•Pesimismo
•Ausencia de criterio propio y baja capacidad reflexiva y crítica.
Tendencia a la soledad, al escape y al aislamiento.
Consecuencias:
La persona que se siente insegura:
•Busca la aprobación de los demás
•Tiene dificultad para tener amigos y buenas relaciones interpersonales.
•Puede sufrir de depresión u otros trastornos psicopatológicos (anorexia,
esquizofrenia, psicosis)
•Puede padecer una falta de sentido por la vida: no hay sueños ni metas,
resentimiento y deseos de venganzas.
4.5.5 Dependencia.
Termino que se utiliza para mencionar la subordinación de un poder mayor de un
sujeto que no está en condiciones de valerse por sí mismo.
CAUSAS:
•Las personas dependientes han tenido a menudo padres que les han protegido
demasiado, subrayando más los peligros derivados de sus decisiones que los
beneficios.
•La sobreprotección de los padres ha fomentado comportamientos pasivos. A
menudo la única fuente de estimulación en el medio ha sido la madre. Estas
personas han desarrollado un apego inseguro a la madre, lo que les lleva a sentir
más ansiedad al separarse de ella.
•No han tenido satisfacción suficiente o han tenido demasiada satisfacción en la
7. IV I
Vfase oral.
•Respondiendo a frustraciones y gratificaciones excesivas en la niñez, han
desarrollado un carácter oral pasivo.
•Los patrones de figuras protectoras que ha introyectado la persona dependiente
le conducen a la elección de compañeros protectores y a la dependencia hacia
cualquier figura protectora, más que hacia figuras concretas de apego.
CARACTERISTICAS:
•Baja autoestima. La autoestima es la valoración que hacemos sobre nosotros
mismos. Se forma con las experiencias que tenemos a lo largo de la vida. Cuando
esta valoración es negativa, podemos decir que tenemos baja autoestima. Las
personas emocionalmente dependientes tienen una baja autoestima.
•Necesidad excesiva de aprobación. Muchas personas sienten la necesidad de
ser aprobados constantemente por los demás y si esto no ocurre lo perciben
como algo negativo. Lo que los demás piensen influirá de forma decisiva en cómo
se van a percibir a sí mismos. Si los demás aprueban sus conductas y
pensamientos se sentirán bien, pero si no lo hacen, lo percibirán como algo muy
negativo.
•Miedo al abandono. Las personas con miedo al abandono creen que si los
demás deciden terminar con las relaciones (amistad, pareja, etc.) no encontrarán
a nadie que pueda sustituirlos.
•Anteponen las necesidades de los demás a las suyas propias. Estas personas no
expresan opiniones personales contrarias al resto, ni reclaman o exigen sus
derechos. Simplemente se dejan guiar por lo que creen que se espera de ellos
para poder conseguir el cariño que tanto necesitan.
8. IV I
V4.5.6 Identidad.
La identidad es el sentimiento de mismidad personal, o sea el conjunto de
cualidades esenciales que distinguen una persona de otra. Lo individual y único,
hace a una persona y crece con ella, porque cada cambio en la vida hay que
incorporarlo a esa identidad para lograr la adaptación.
La identidad tiene incorporados los roles y cada rol que se pierde o se gana la
modifica. Perder el trabajo no es lo único que se sufre, porque también se pierde
la identidad de ser una persona con trabajo. Cada cambio en la vida modifica la
actitud vital y la persona comienza a comportarse de manera diferente. Los
cambios en la conducta son la punta del iceberg, porque también internamente
esa nueva circunstancia no deseada o esperada puede alterar los tejidos y los
órganos; porque cada pensamiento es también una molécula. Para poder ayudar a
alguien que tiene un problema hay que llegar a conocer las causas originales que
llevaron a esa persona a cambiar su actitud mental y también su biología.
Cada persona responde de una manera diferente frente a los estímulos que se le
presentan y tiene una determinada actitud frente a las contingencias. Por esta
razón es necesario, además de atender el problema puntual que la perturba,
conocer cuál es su forma habitual de vivir las experiencias. Captar la individualidad
de una persona es descubrir su dinámica vital, cuál es su característica única,
intransferible y singular que hace de ella alguien diferente. Esa peculiaridad la
hace vivir su vida a su manera y también cuando se enferme lo hará a su modo.
Porque no hay enfermedades sino enfermos. Los problemas de identidad
alcanzan el sistema inmunológico y una identidad lábil expresa esa condición
también con el cuerpo. La falta de firmeza en las convicciones también se
manifiesta. Con la forma de pararnos, de dar la mano, con el volumen de nuestra
voz, o la marcha nos identificamos. Un cambio de actitud y de comportamiento
modifica la identidad y los cambios en la identidad modifican la conducta.