1. Cerciórate de que los productos alimentarios se cocinen a una temperatura de por lo menos 60ºC. El alimento
caliente también debe mantenerse caliente, así que salvo que la vayas a enfriar de forma inmediata, cerciórate de
que nunca pierda calor. Cuando vuelvas a calentarlo, vuelve a ponerlo a 60 grados y cerciórate de que esté bien
caliente.
Como medida para la prevención de la intoxicación tras el consumo de alimentos fríos, es recomendable acatar
ciertas pautas. Leer artículo completo Poner los alimentos fríos en el refrigerador cuanto antes. Descongelar los
alimentos congelados en la nevera o en el microondas, no en a temperatura entorno. Comprobar de manera
regular la temperatura de la nevera.
Si ha cocinado un almuerzo para llevar o un picnic, debe esmerarse por mantener fría la comida. Ponga los
alimentos fríos en una nevera con hielo o paquetes de gel congelado. Los alimentos fríos deben guardarse a
menos de 5 grados para evitar el crecimiento de bacterias. La carne, las aves y los mariscos pueden ser embalados
mientras todavía están congelados para que continúen fríos a lo largo de más tiempo. Además, puede llevar las
bebidas en una nevera y los alimentos caducos en otra, de forma que los comestibles no estén expuestos a las
temperaturas cálidas cada vez que alguien abra la nevera para coger una bebida.
Cuando hablamos de contaminación cruzada nos referimos a un movimiento físico o la transferencia de bacterias
dañinas de una persona, objeto o lugar a otro. Prevenir la contaminación cruzada es un factor clave en la
reducción de las enfermedades transmitidas por los comestibles.
Recuerda que ningún método es infalible. Las buenas técnicas de higiene y de cocción reducen el número de
microorganismos lo bastante como para que un sistema inmunológico normal pueda encargarse de lo que queda.
Nunca sirvas alimentos cocinados a bajas temperaturas a personas inmunocomprometidas. Como siempre, es
mejor prevenir que curar.