1ro Programación Anual D.P.C.C planificación anual del área para el desarroll...
El número e
1. El número e es un número irracional pues tiene infinitas cifras decimales no periódicas. Se lo suele
llamar el número de Euler por ser su inventor el matemático Leonhard Euler.
El número es muy importante por ser la base para las funciones exponenciales, y por ello se ha sugerido
que Euler llamara e por significar "exponencial".
e es también la base de los logaritmos naturales o neperianos (inventados por John Napier).
El número e tiene numerosas aplicaciones en todas las ramas de la ciencia, la economía, etc. Un ejemplo
es el siguiente:
El número e en la Naturaleza.
La tasa de natalidad y mortalidad de cualquier especie animal o vegetal en condiciones naturales de
equilibrio suelen permanecer estables. Por eso, como si de una tasa de interés financiero se tratara, las
poblaciones tienden a crecer de acuerdo con un modelo que incluye el número e en su formulación:
Donde N población inicial, r coeficiente de crecimiento y t el tiempo en años.
El numero e
La constante matemática e es uno de los más importantes números reales.1 Se relaciona con muchos
interesantes resultados. Por ejemplo, la derivada de la función exponencial f(x) = ex es esa misma
función. El logaritmo en base e se llama logaritmo natural o neperiano.
El número e, conocido a veces como número de Euler o constante de Napier, fue reconocido y utilizado
por primera vez por el matemático escocés John Napier, quien introdujo el concepto de logaritmo en el
cálculo matemático.
Está considerado el número por excelencia del cálculo, así como π lo es de la geometría e i del análisis
complejo. El simple hecho de que la función ex coincida con su derivada hace que la función exponencial
se encuentre frecuentemente en el resultado de ecuaciones diferenciales sencillas. Como consecuencia
de esto, describe el comportamiento de acontecimientos físicos regidos por leyes sencillas, como
pueden ser la velocidad de vaciado de un depósito de agua, el giro de una veleta frente a una ráfaga de
viento, el movimiento del sistema de amortiguación de un automóvil o el cimbreo de un edificio
metálico en caso de terremoto. De la misma manera, aparece en muchos otros campos de la ciencia y la
técnica, describiendo fenómenos eléctricos y electrónicos (descarga de un condensador, amplificación
de corrientes en transistores BJT, etc.), biológicos (crecimiento de células, etc.), químicos (concentración
de iones, periodos de semidesintegración, etc.), y muchos más