1. ¿Oye loco, y tú por quién vas a
votar?
Javier Jiménez
4º curso
Según el artículo 62, numeral segundo, de la actual Constitución, los jóvenes a partir de los 16
años, si lo desean, van a poder votar en las próximas elecciones de presidente, alcaldes,
asambleístas, prefectos, concejales y concejeros, máximas dignidades del país. Pero, ¿quiénes
son los llamados jóvenes? Se pudieran definir como un grupo tantas veces criticado por sus
modas y costumbres, que ahora comienza a dar su voto en una elección popular.
Son cerca de 300 mil ecuatorianos de 16 y 17 años, hombres y mujeres estudiantes de los
diferentes colegios del país. La mayoría son de quinto y sexto curso, aunque hay algunos de
cuarto, jóvenes inexpertos aún sin culminar los estudios. Por eso, la gran “interrogante” es si
nosotros, con falta de experiencia política, estamos preparados para ir a las urnas este 26 de
abril.
Uno de los principales argumentos que tenía la oposición en la Asamblea Constituyente, donde
este artículo fue aprobado, por supuesto con mayoría oficialista, es si es que los jóvenes
poseían la capacidad de dar un voto responsable, ya que nosotros no tenemos mayor interés
en la política y conocemos sólo ciertas palabras y frases mágicas: derecha, izquierda,
revolución, cambio, partidocracia, pelucones, neoliberales, socialismo del siglo XXI, no a la
deuda externa, no al plan Colombia. Para votar responsablemente, hay que profundizar más, a
nosotros no se nos da ninguna orientación, sólo unas simples charlas para aprender cómo
rayar un papel, pero no para decidir el destino de una nación que muchos piensan que va de
mal en peor. Otro argumento que sostiene la oposición es que a la juventud, por falta de
conocimiento y experiencia, se le convence con mucha facilidad; por eso los candidatos han
renovado sus campañas políticas para tratar de conquistarnos con propuestas que no
siempre son reales, sino pura demagogia.
Con fuerte oposición se creó este artículo discutido por unos, aplaudidos por otros. Basado en
los hechos antes presentados, saco como conclusión que fue un error de la Asamblea permitir
que chicos que no son ni bachilleres de la República, vayan a votar por el destino de un país.
Es deber de los colegios, familias y amigos unirse para prepararse y escoger la mejor opción
política, para evitar cometer errores como otras veces. Dejo en sus manos la decisión, ¡tú
haces el cambio, vota bien!