1. TÉCNICAS DE EVALUACIÓN CUANTITATIVA
CARACTERÍSTICAS DE LAS PRUEBAS O EXÁMENES
Una buena evaluación en la escuela es aquella que se deriva de varias fuentes de información
sobre el desempeño del alumno (exámenes, reportes, presentaciones orales, desarrollo de
proyectos, investigaciones de laboratorio, de campo y documentales, etc.). Los juicios deben
hacerse sobre un conocimiento más amplio de la actividad educativa.
En realidad, el profesor puede recurrir a distintas técnicas y medios, sin embargo, los
exámenes constituyen la forma más tradicional de llevar a cabo la evaluación escolar. Son los
instrumentos de medida del aprendizaje más utilizados.
Muchas de las técnicas de evaluación resultan complicadas y poco prácticas, requieren
adaptaciones al contexto y materiales de cierto costo, por lo que tradicionalmente el profesor
acude a las pruebas o exámenes que él mismo elabora. Al mismo tiempo, algunos expertos
consideran que los exámenes aportan al profesor índices de rendimiento mejor estructurados,
de manera que constituyen el fundamento primordial de las apreciaciones del aprendizaje.
Los exámenes se pueden dividir en dos grandes grupos: los estandarizados (validados
estadísticamente y aplicados a grandes poblaciones) y los elaborados por profesores (no
estandarizados, elaborados ad hoc) que son los más comunes en el ambiente de toda
institución educativa.
Bartolomé (1993) enumera varias razones que justifican la práctica habitual de los exámenes
en la escuela.
a. Es necesario obtener medidas que nos ayuden a calificar a los alumnos que han cursado
una determinada asignatura.
b. El examen garantiza que todos los alumnos son medidos de la misma manera. Sea buena
o mala es una medida igual para todos.
c. Comparativamente, el examen es una forma rápida, cómoda y económica de obtener
mucha información en un corto período de tiempo.
d. El examen es la forma de evaluación que el alumno toma más en serio, el resultado es
crucial.
Características de una buena prueba:
Hay coherencia entre el tipo de prueba y el tipo de contenidos que se desean evaluar.
Explora amplia y equilibradamente los contenidos de un programa de enseñanza.
Permite la expresión llana y concreta del aprendizaje que se desea evaluar.
Se relaciona directamente con las experiencias de aprendizaje practicadas y las
circunstancias de la enseñanza.
Dirige sus reactivos a la medición de lo esencial y no se enfoca en la información
secundaria.
Es de fácil administración y calificación.
Busca en todo momento la objetividad, aún en reactivos abiertos, para los cuales se
acompañan de criterios objetivos.
Favorece la justicia al calificar al ofrecer múltiples oportunidades y formas de
demostrar (por el alumno) y apreciar (por el profesor) la cantidad y calidad del
aprendizaje.