2. Juan Downey
Juan Downey (Santiago de Chile 1940 – Nueva York, 1993) Estudió arquitectura en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Al terminar sus estudios se
trasladó a París donde vivió por un período de tres años. Durante su estancia
en Europa conoció a artistas como Eugenio Tellez, Roberto Matta, Vassilakis
Takis y Julio Le Parc. En 1965 fue invitado por la Organization of American
States a exponer su obra en Washington, ciudad en la que residió un par de
años para, finalmente, instalarse de manera permanente en la ciudad de
Nueva York donde vivió hasta su muerte en 1993.
Su obra abarca distintos medios como dibujo, pintura, escultura, instalación y
performance y es considerado un precursor del video y del empleo de nuevas
tecnologías dentro del arte. Su producción artística está estrechamente
relacionada con la cibernética y el concepto de retroalimentación. Gran parte
de sus obras involucraban la participación activa del espectador y exploraban
la concepción del universo como un sistema de energías invisibles interconectadas.
3. Juan Downey fue una figura pionera del videoarte en un momento en el que
el medio comenzaba a ser utilizado por los artistas, para quienes tenía un
enorme potencial; la inmediatez de su transmisión, los circuitos cerrados y
sus diversas posibilidades de edición y retroalimentación eran características
que se prestaban para múltiples experimentos no sólo de imagen sino de
percepción y comunicación.
Formado en el campo de la arquitectura, la experiencia topológica de la
retroalimentación llevó a Downey a concebir arquitecturas desmaterializadas
y ecológicas a través de dibujos de proyectos para edificios y ciudades que
promovían el flujo de energías entre la naturaleza y el espacio construido.
Una de las obras icónicas de este artista es la instalación Video Trans Americas, con base en el concepto de retroalimentación. En 1973 emprendió un
viaje que lo llevaría de Nueva York a México, Guatemala, Perú, Bolivia y Chile,
donde filmó en video las culturas autóctonas, a las cuales les mostraba los
distintos registros que realizó. A raíz de este viaje, el artista decidió irse a vivir
a la selva amazónica venezolana, entre los indios Yanomami, produciendo
uno de los cuerpos de trabajo más singulares de la época. Con estas obras,
fundamentales en su producción, Downey se posicionó a sí mismo como un
“comunicador cultural y un antropólogo estético activador, cuyo medio de
expresión visual es el video.”
4. La obra de Juan Downey (Santiago de Chile, 1940 – Nueva York, 1993) se
despliega a través de un amplio espectro de prácticas y medios: dibujo,
instalación, video, pintura. Asimismo, aborda una serie de temas complejos y
pertinentes en su momento acerca de la utilización de las nuevas tecnologías
en el arte y las implicaciones que esto tendría en cuanto a su alcance y
significación en un contexto más allá del espacio del museo.
La exposición Juan Downey. Una utopía de la comunicación que se presenta
en el Museo Tamayo reúne una serie de obras que abarca la mayor parte de
sus cuerpos de trabajo, articulados bajo el signo de la retroalimentación
como aspecto estructural y constante a lo largo de su trayectoria.
5. Con energía más allá de estos muros
Luego de su estadía de varios años en París,
a inicios de los sesenta, donde conoció a
Julio Le Parc y otros miembros del Groupe
de Recherche d’Art Visuel (G.R.A.V.), Downey
se interesó por el intercambio de energías y
nociones de participación relativas a la
particular visión de lo cinético, promovida
por grupos como el G.R.A.V., Zero, así como
la revista Robho de Jean Clay. Al llegar a
Washington D.C. en 1965 Downey comenzó
a trabajar con estas ideas y desarrolló diversas propuestas escultóricas que integraban
circuitos y máquinas electrónicas, a las que
añadió un interés profundo por las energías
invisibles del espectro electromagnético
como ondas de radio, vibraciones producidas por la radiación, entre otras, que modulaban el funcionamiento de estas obras.
6. En 1973 Downey realizó el video-performance titulado Plato Now (Platón,
ahora) en el que nueve participantes meditaban frente a un muro desde el
cual cámaras de video filmaban sus rostros. En el espacio oscurecido,
iluminado sólo por una fuente de luz distante, los participantes que meditaban como los prisioneros de la caverna de Platón sólo podían ver las
sombras de los espectadores y éstos sólo veían sus rostros a través de los
monitores. Los participantes al llegar a un estado contemplativo producían
ondas alfa que modificaban la señal transmitida por los monitores alternando los rostros de los personajes en meditación por un audio de citas del
texto de Platón, leídas por Juan Downey.
8. La noción y construcción de America
Latina al interior de las Redes
Medida: 0.70x0.70 m
9. Juan Downey, detalle de fotografía documental de Videodances, 1974. Videoperformance realizado en el Byrd Hoffmann School, 147 Spring Street, Nueva
York.
Medida: 1x2 m