La ternura maternal, que es un sentimento inefable, intui cuando el tiempo pasa velozmente y la crianza que llegó a su término está impedida de nascer. El valor energético de la madre eleva sus fuerzas para hacer soportable esta adversidad y su paciencia la mantiene viva.

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VIOLENCIA OBSTÉTRICA EN EL BRASIL
La tortura obstétrica en mujeres madres brasileras
La ternura maternal, que es un
sentimento inefable,
intui cuando el tiempo pasa
velozmente y la crianza que
llegó a su término está
impedida de nascer.
El valor energético de la madre
eleva sus fuerzas para hacer
soportable esta adversidad y su
paciencia la mantiene viva.

3. Medicina Kallawaya Inovadora Andina
Luqiqamam Tink’u
el valor energético para uso propio
Las relaciones entre las grandes emanaciones
de las fuerzas eléctricas vibratórias y los
movimientos magnéticos universais (electroíman)
Mallku Chanez

4. ORIGEN DE UNA PARTERA DIPLOMADA
La práctica empírica es un buen estímulo para una
aprimorada formación académica
Experiencias prácticas de una partera curiosa hasta graduarse
partera diplomada por la Universidad de San Paulo, USP
• Mi abuela se inicio como partera curiosa cuando una vecina amiga estava
comenzando a dar a luz. Ella se encontrava solita, sin nadie que pudierá ayudarla y
entenderla. Mi abuela, escuchando sus gemidos y percibiendo las necesidades de la amiga,
fue corriendo ayudarla. Así, una partera curiosa iniciava su práctica. A partir desa
experiencia, ella tomó su grande decisión de continuar siempre ayudando a las mujeres a
dar a luz y comenzarón a llamarla para asistir a las futuras madres.
Las parteras curiosas, como mi abuela, nunca alcanzarón ningún aprendizaje teórico,
nínguna orientación. Aprendierón apenas con una constante y expresiva práctica. Se
baseando en esas experiencias, desenvolvierón su percepción através de la intuición y del
instinto. Hasta la descubierta de ese potencial individual, ellas se donavan para suplir
algunas de las necesidades de las futuras madres. Se questionando unas a las otras, las
parteras curiosas fuerón sumando conocimientos rudimentares valiosos y através de estes
proseguian elaborando sus propias técnicas.

5. “Yo recibi suficiente sabiduría, y toda esa suma de experiencias tengo en mí sangre. La
herencia dejada por mi abuela, yo lo siento, aún está muy viva dentro de mi, principalmente, la de
ser partera curiosa. Ser curiosa, observadora, fue el alicerce para mi formación empírica y más
tarde para mi formación académica”.
- La hegemonia médica masculina interferia y intervenia en el parto:
En esa época, algunos casales de clase média alta ya buscavan “los grandes nombres”,
querian solamente los médicos hombres. La partera apenas se quedava cuidando de la gestante
hasta ella dar el señal de “trabajo de parto”. El médico llegava y tomava cuenta de todo, venia
para hacer el parto, o mejor, para “interferir y intervenir en el parto”. El venia para hacer
episiotomia en el períneo y tirar violentamente la crianza. Era tremendamente lamentable, mas
era hecho así.
- Los médicos usurpavan el trabajo de las parteras
Poco a poco, las parteras fuerón dejando de realizar los partos. Ellas pasarón a
acompañar las gestantes, dando orientaciones hasta un determinado momento. La peor parte de la
tarea era de las parteras graduadas. Obviamente, existian algunas parteras que no “controlavan” el
parto, solamente se quedavan distrayendo a la gestante hasta la hora de llegar el doctor.
- El “doctor” usurpava el trabajo de las parteras
El “doctor” era aquel que se apoderava y usurpava el trabajo de las parteras. El pegava
todo listo, se intrometia manipulando, controlando y interfiriendo en el parto. Eso ya sucedia con la
mayoria de las mujeres ricas en aquel tiempo; hoy, ni se hable. Ese tipo de conducta médica acabó
se generalizando.