1. INTRODUCCIÓN
La Edad Media está dividida en dos grandes períodos: la Alta Edad Media (siglos V-X) y la
Baja Edad Media (siglos XI-XV). Con la caída de Roma, se impuso el cristianismo lo que produjo
un cambio ideológico, político y cultural por lo que la Iglesia adquirió gran poder.
La influencia del cristianismo se aprecia en el concepto de enfermedad ya que ésta es
entendida como un castigo divino. Por esto los médicos combinaban remedios naturales con
consejos morales para aliviar la enfermedad ya que la relacionaban con la impureza o el
pecado. Así, no había un avance en el ámbito sanitario. No se podía avanzar o desarrollar
nuevos conocimientos dado que la Iglesia consideraba que ya se sabía todo y que el único fin
hacia el que avanzar era hacer más entendibles los textos. Los eclesiásticos, los que estudiaban
el ámbito sanitario, aceptaban las normas de la Iglesia y no veían necesidad de nuevas
investigaciones. Los usos y costumbres religiosos permanecieron en los hospitales durante
siglos. Pero con el paso del tiempo, empezó a decaer la enfermería monástica con la apertura
de la Universidad de Salerno en el siglo XII.
Por otra parte, atendiendo a la demografía hubo grandes pérdidas debidas a guerras,
epidemias, hambre, desastres… A mediados del S. VI, en Occidente se inició el brote de la
peste episódica hasta mediados del siglo VIII. También produjo un fuerte impacto la malaria,
enfermedad endémica.
La gente enfermaba por el hacinamiento, la mala alimentación y la falta higiene. Esta
última debida otra vez a la influencia del cristianismo puesto que la higiene era sinónimo de
peligros morales y de pecado y se asociaba con el culto al cuerpo, mentalidad rechazada por la
Iglesia al considerarla pagana.
En las cruzadas tenía importancia la enfermería. Los enfermeros cuidaban a los
enfermos y heridos de guerra y disponían de hospitales de campaña. La orden de los
hospitalarios de San Juan de Jerusalén auxiliaba a los peregrinos que acudían a las cruzadas y
eran víctima de contagios.
Elementos funcionales de cuidados de salud
El parto
Las mujeres se encargan de paliar las pérdidas de población por guerras y en menos
casos por epidemias. Debido a la alta mortalidad infantil, se necesitaba especial cuidado en el
2. momento del parto. Aparecieron así las nodrizas que luego se dedicaban a instruir y educar a
los niños.
Las esclavas a parte de realizar las tareas domésticas y cuidaban enfermos y heridos.
Tortula fue una partera y comadrona muy importante que escribió una obra de
obstetricia y ginecología Trotula major. Margery Cobbe asistió a la reina Elizabeth, era la
comadrona real.
A los partos sólo asistían las mujeres pero si había algún problema, las comadronas
estaban obligadas a avisar a los cirujanos barberos. Estos extraían al niño con instrumentos
quirúrgicos como ganchos y perforadores. Cuando moría la madre, se realizaban cesáreas. Si
no había ningún cirujano la comadrona se encargaría de realizarla.
Las viudas estaban autorizadas por la Iglesia para asistir a los partos y cuidar a los
enfermos.
Sólo las mujeres muy pobres daban el pecho a sus hijos. En el resto de casos, las
nodrizas eran las encargadas de ello.
Otros cuidadores de la salud
Atendiendo a la salud, los barberos colocaban emplastos y curas y practicaban sangrías
o flebotomías que es toda evacuación de sangre provocada por el arte en las clases altas.
El maestro sangrador aplicaba ventosas, daba masajes, reducía dislocaciones y