Torax normal-Oscar 2024- principios físicos del rx de torax
RETOS DE LA SALUD PUBLICA.pdf
1. &
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Introducción
Aspectos generales
La salud pública en la historia
A través de la historia, la salud pública se
ha caracterizado por la búsqueda de maneras
saludables de convivir en sociedad, prevenir
las enfermedades y asegurar la sobrevida de las
personas.Poresainterrelaciónentredesarrollo
social y búsqueda de salud, la historia de la
saludpúblicasevinculaconlahistoriadelahu-
manidad,ylosavancesensalubridadvanpara-
lelos a eventos históricos, desastres naturales y
guerras, así como al desarrollo cultural, social
y tecnológico. Hoy, la desigualdad social, a
escalatantoglobalcomolatinoamericana,hace
queconvivanlosmismosproblemasdelpasado,
como las infecciones milenarias, con nuevas
amenazas a la salud, que son resultado directo
del desarrollo.
Durante el paleolítico, con la conforma-
ción de clanes unidos por nexos familiares, la
vida en sociedad se tornó fundamental para
la supervivencia. Las primeras agrupaciones
humanas trajeron consigo la convivencia con
enfermedades, la interacción con el medio am-
bienteyconotros gruposhumanosno siempre
amistosos. Las enfermedades y la muerte eran
en gran medida fenómenos sobrenaturales,
y la curación, así como la prevención de las
enfermedades, se basaba en poderes mágicos o
religiosos. Algunas intervenciones con medios
físicos y con hierbas se fueron perfeccionando
mediante el ensayo y el error. El desarrollo
de la agricultura y luego la especialización de
funciones y división del trabajo, permitieron
el asentamiento de comunidades cada vez más
grandes y el crecimiento de pueblos y ciuda-
des. Estos asentamientos humanos facilitaron
el contagio de enfermedades e implicaron
la ejecución de acciones comunitarias para
prevenir epidemias.
Poco a poco la práctica empírica se sis-
tematizó y se inició el registro escrito de las
Retos y nuevas dimensiones
de la salud pública
Capítulo
2
2. Capítulo 2 Retos y nuevas dimensiones de la salud pública 21
intervenciones médicas. Hubo desarrollos en
el saneamiento individual y comunitario en
las culturas de Mesopotamia, China, Egipto,
India, Mesoamérica y Suramérica. En la cul-
tura occidental, se atribuye a Hipócrates haber
documentado la articulación del método de
observación con documentación de la práctica
clínica. La salud se entendió desde entonces
como un estado que tenía causas naturales en
vez de mágicas, y que, por ende, requería otro
tipo de intervenciones.
Vino el período oscuro de la Edad Media,
en el que primó la concepción de la enfer-
medad como un castigo frente al pecado. Las
posesiones demoniacas y la brujería jugaban
un papel importante en las causas de enfer-
medad, mientras que las oraciones y las peni-
tencias eran consideradas como importantes
elementos de la curación. La prevención estaba
en contra de los planes de Dios.
La medicina se aprendía y se practicaba en
los monasterios, que, a su vez, eran un centro
importante de contagio de lepra, sarampión y
viruela. La mortalidad materna era elevada
y más de la mitad de los niños morían antes de
los 5 años. Las cruzadas fueron un importante
intercambio cultural y, también, de enfer-
medades. Las epidemias azotaron a Europa
muchas veces. El descubrimiento de América
fue el detonante de una serie de intercambios
de enfermedades que en el Nuevo Mundo
ocasionarontodaunatragediademográca.La
sílis fue parte del desquite americano. Vino
el Renacimiento con avances en anatomía,
química, microscopía y siología.
Un hito que iniciaría toda una época fue el
desarrollo de las vacunas, que permitió la erra-
dicación de algunos males. Vinieron también
los registros de nacimientos y defunciones,
fundamentales para la demografía y para la
epidemiología.La Sociedad Epidemiológicade
Londres se fundó en 1850. Y fue así como John
Snow, en el rastreo de los casos de cólera en
1854, encontró relación con el abastecimiento
deaguayllegóalaconclusióndecausa-efectode
la enfermedad.
Durante el siglo XVIII, los hospitales eran
lugares de hacinamiento en donde las enfer-
medades setransmitían por la conglomeración
y, también, por la falta de aseo de las monjas y
religiosas que trabajan en ellos. Bajo la inuen-
cia de Florence Nightingale y John Howard, se
inició la reforma hospitalaria en Inglaterra, y
en 1840 el médico húngaro Semmelweis postu-
ló que la muerte de las pacientes en puerperio
se debía a contaminación transmitida por las
manos de los médicos que realizaban autopsias
antes de la atención de los partos. Pasaron unos
años antes de que Lister, en 1860, postulara la
teoría de la antisepsia.
En Francia, Louis Pasteur planteó eviden-
cia cientíca para la ya existente teoría de los
gérmenes. En 1854 demostró la fermentación
anaeróbica y entre 1856 y 1860 demostró el
proceso de “pasteurización”, en el cual demos-
tró que al hervir el vino antes de embotellarlo,
se prevenía la contaminación con ciertos gér-
menes que lo deterioraban posteriormente.
Además de esto, Pasteur desarrolló vacunas
contra el cólera y la rabia. En 1882, Robert
Koch demostró la transmisión de las enfer-
medades infecciosas mediante la inoculación
de microorganismos y adaptó los postulados
de causa de enfermedades, además de esto,
cultivó el bacilo de la tuberculosis.
La guerra contra las enfermedades infec-
ciosas ha sido el común denominador en la
historia siguiente a estos postulados. En 1955,
Jonas Salk creó la vacuna inactivada para
la poliomielitis y en 1961, Albert Sabin creó la
vacuna con microorganismos vivos atenuados.
En 1909, Paul Erlich fue galardonado con el
premio Nobel por describir la arsfenamina
como tratamiento para la sílis. Las enfer-
medades infecciosas han evolucionado de
manera más rápida que la creación de nuevos
antibióticos, además, la infección por el virus
del VIH y las enfermedades reemergentes,
requerirán en un futuro nuevas estrategias
para su prevención.
Después del control de las enfermedades
infecciosas, la atención pudo centrarse en nue-
vos problemas de salud pública, como la salud
maternoinfantil y la nutrición. En 1893 se crea-
ron centros para evitar la diarrea en mujeres
gestantes en Nueva York y con esto reducir
su mortalidad. Además, en 1900 se describió
el beriberi como enfermedad carencial en las
prisiones de India Oriental. La iodización de la
sal se volvió una práctica común en numerosos
países, junto con la forticación mineral del
pan y la leche.
3. Sección 1 Conceptos y modelos
22
Las guerras han sido un importante campo
para el desarrollo de la salud pública. En 1859,
durante la batalla de Solferino, Jean Henri
Dunant organizó voluntarios para socorrer
a más de 38.000 heridos consecuencia de la
batalla. Su trabajo llevó a la primera Gran
Convención de Ginebra para el tratamiento de
los heridos de guerra y a la creación del Co-
mité Internacional de la Cruz Roja. Durante
la Primera Guerra Mundial, la inuenza causó
un gran porcentaje de muertes. Durante la
Segunda Guerra Mundial, antibióticos como
las sulfas y la recién descubierta penicilina
disminuyeron la mortalidad de los heridos.
En la posguerra viene el “baby boom” y los
grandes cambios demográficos que serían
la semilla de la transición epidemiológica,
y la epidemia de enfermedades crónicas no
transmisibles.
La salud pública de hoy enfrenta una com-
binación de problemas viejos, muchos de ellos
vigorizados, y problemas nuevos, que en am-
bos casos requieren estrategias innovadoras.
Mortalidad materna
Hay retos en salud que han estado vigentes
desde la primera organización como sociedad;
la mortalidad materna es uno de ellos. Según
la OMS, cada día en el mundo mueren 830
mujeres por complicaciones relacionadas con
el embarazo y el parto. La mortalidad materna
está directamente relacionada con la inequi-
dad. La distribución en el mundo reeja la
diferencia en el acceso a servicios de salud y a
la amplia brecha social: el 99 % de las muertes
ocurren en países en desarrollo, en entornos
de pobreza, o en guerra y crisis humanitaria.
Según datos de 2015, la tasa en países en de-
sarrollo fue de 239 por 100.000 nacidos vivos,
mientras que en los países desarrollados fue
de 12 por 100.000, de las cuales, las adolescen-
tes menores de 15 años de edad son quienes
suman más datos a esta estadística. Además,
las mujeres de los países en desarrollo tienen
más embarazos que las mujeres de los países
desarrollados; sinembargo, el riesgo de muerte
relacionada con la maternidad a lo largo de
la vida es considerablemente más elevado en
países en desarrollo (1 en 180) que en los países
desarrollados (1 en 4.900).
La mayoría de las muertes son evitables,
pero las barreras más infranqueables son las
diferencias en nivel educativo y el acceso al
sistema de salud, para recibir atención prena-
tal, atención médica del parto y apoyo durante
las primeras semanas del puerperio. Además
de las hemorragias graves (especialmente en
el posparto), las infecciones graves (como la
endometritis posparto) y la hipertensión gesta-
cional, los abortos peligrosos constituyen otra
causa evitable, si se promoviera el acceso a la
contracepción y servicios que realicen abortos
seguros. El vínculo más difícil de romper es
el de la mortalidad materna y la pobreza, un
problema que no parece tener solución a cor-
to plazo, y que excede las capacidades de los
sistemas de salud. Aumentar la cobertura de
atenciónprimaria,comolaeducaciónensalud,
la anticoncepción y la atención de embarazo y
parto son estrategias esenciales.
Mortalidad infantil
Se estima que la mortalidad infantil, para
2016, se presentará en más de cinco millones
de niños antes de los 5 años, la mayoría por
causas prevenibles o fácilmente tratables. Las
primeras causas de mortalidad siguen siendo
las enfermedades infecciosas, como neumonía,
malaria y diarrea, así como complicaciones
relacionadas con el parto, como prematurez
o asxia perinatal (estas dos relacionadas con
inadecuados controles prenatales). La mitad de
las muertes perinatales suceden en las primeras
24horasposterioresalpartoysealcanzael75%
durante la primerasemana devida. Despuésde
la época perinatal y hasta los 5 años, la mayor
causa de muerte es la neumonía, seguida de
otras enfermedades infecciosas, como diarrea
y malaria. Más de la mitad de las muertes en
niños menores de 5 años son prevenibles (con
adecuados controles médicos, saneamiento y
nutrición adecuada) y las enfermedades son
tratables (por ejemplo, con el consumo de sales
de rehidratación).
Paraalgunasafeccionesqueaportanlamayor
carga (como la neumonía y la diarrea) existen
vacunas que pueden evitar la enfermedad o las
complicaciones.Además,segúnlaOMS,hastael
45%delosniñosquefallecen,tienenladesnutri-
ción como factor contribuyente a la muerte.
4. Capítulo 2 Retos y nuevas dimensiones de la salud pública 23
A pesar de estas cifras, también se debe re-
calcar que en losúltimosaños ha descendido la
tendencia de la muerte infantil. Según la OMS,
entre 1990 y 2016 la mortalidad en menores de
5 años disminuyó en el 56 %. A medida que las
muertes asociadas a problemas del embarazo
y parto y las inmunoprevenibles disminuyen,
los retos pasan a ser las anomalías congénitas,
las alteraciones en el desarrollo, las lesiones de
causa externa y las enfermedades crónicas no
transmisibles (muchas de ellas asociadas, en
esta edad, con problemas nutricionales, entre
ellos la creciente obesidad).
Nutrición
La nutrición es un pilar fundamental en la
vida humana, de ella dependen el desarrollo
y la salud individual y colectiva. Aunque la
desnutrición (y el bajo peso al nacer) sigue
ocupando un espacio importante, el “éxito” de
la producción industrial de alimentos, unido a
otros factores como el estilo de vida sedentario,
han agudizado otro problema: el sobrepeso
y la obesidad. Este aumento global del peso
corporal, en todas las edades, congura un
complicado panorama, dado que se constituye
en un factor de riesgo más para muchas enfer-
medadescrónicasnotransmisibles,comolaen-
fermedad cardio y cerebrovascular, la diabetes,
algunas formas de cáncer, la apnea del sueño,
la depresión, y otras más. Según la OMS, desde
1975 la obesidad se ha triplicado a nivel mun-
dial. En 2016, el 39 % de las personas adultas
tenían sobrepeso y el 13 % eran obesos.
El sobrepeso se suma a otro problema
nutricional milenario: la desnutrición infantil,
asociada a una gran proporción de muertes in-
fantiles,asícomoapobredesarrollocognitivoy
avariasenfermedadescrónicas.Muchasvecesla
desnutriciónseasociaaanemia,queafectaaun
importante número de niños en edad escolar, a
mujeres gestantes y a adultos mayores. Aproxi-
madamente 2.000 millones de personas en el
mundo tienen deciencia de micronutrientes,
comovitaminaA,yodo,hierroyzinc,lascuales
estáncorrelacionadasconlapobrezaylafaltade
ingesta de frutas, verduras, productos animales
o alimentos enriquecidos. A pesar de los es-
fuerzos realizados, las poblaciones vulnerables
siguen siendo las mismas sensibles a otro tipo
de peligros, como los niños menores de 5 años,
las mujeres embarazadas y lactantes.
Las intervenciones que se requieren para
enfrentar esta amplia gama de trastornos nutri-
cionales imponen retos, puesto que requieren
incluir a la poderosa industria multinacional de
losalimentosybebidas,yaseadandoincentivos,
aplicando impuestos o interviniendo con otras
medidasjurídicasqueincidansobrelasconduc-
tas sociales.
Enfermedades transmisibles
Las enfermedades transmisibles han sido
siempre un punto clave para la dinámica
poblacional. Las vacunas y los antibióticos,
junto con otras medidas de salubridad pública,
como el acceso a agua potable, llevaron a una
dramática reducción de su incidencia. Sin
embargo, muchas de esas enfermedades del
pasado siguenafectandoa grandespoblaciones
de países en desarrollo.
En el 2000, con el planteamiento de los Ob-
jetivos del Milenio y posteriormente en 2015
con los subsecuentes Objetivos del Desarrollo
Sostenible, se plantearon nuevas estrategias
para afrontar este problema. Aunque las
enfermedades transmisibles han convivido
con el hombre desde el inicio de los tiempos,
el cambio epidemiológico, la relación con la
pobreza y el aumento de la brecha social y el
advenimiento de cepas de microorganismos
resistentes plantean nuevos problemas.
Después de la neumonía y la diarrea, el
VIH/sida se ha posicionado como la causa
de mortalidad más común en países en desa-
rrollo, especialmente en el grupo de pacientes
entre 15 y 59 años de edad. Después de la
implementación de los Objetivos del Milenio,
la cifra de nuevas infecciones anuales bajó
de 3,1 millones en el 2000 a 2,0 millones en
el 2014, según la OMS. Con la llegada de la
terapia antirretroviral de alta actividad, las
muertes relacionadas con VIH/sida han dis-
minuido, pero las personas que viven cróni-
camente con la enfermedad han aumentado,
lo cual plantea un nuevo reto epidemiológico:
mayor carga de la enfermedad, sobre todo
por la relación con el incremento de la carga
epidemiológica de otras enfermedades, como
tuberculosis.
5. Sección 1 Conceptos y modelos
24
Sobre la tuberculosis, la incidencia global
cayó en una tasa de 1,5 % por año entre 2000 y
2014. Además, la mortalidad disminuyó en el
47% entre 1900 y 2015. Sin embargo, el nuevo
reto frente a esta enfermedad se presenta por
la aparición de nuevas cepas de micobacterias
resistentes a los medicamentos de segunda
línea, las cepas de tuberculosis fuertemente
resistentes y, últimamente, las cepastotalmente
resistentes, que en el momento se consideran
intratables y que aumentan la carga y el gasto
en enfermedad de manera considerable.
La malaria es otro de los problemas a los
que se sigue enfrentando la sociedad, a pesar
de años de lucha. En 2016, según la OMS, hubo
un aumento de 5 millones de casos con respec-
to a 2015; el 90 % de ellos y de las muertes aso-
ciadas ocurren en África. En los últimos años,
la carga de enfermedad ha aumentado por el
aumento de la resistencia a los antimaláricos
y a los fumigantes contra los vectores.
Con la amplia distribución geográca del
, surgen nuevas epidemias de arbovirosis,
como la chikungunya y el zika, al tiempo que se
recrudece el dengue. Hay ya evidencia de que
el cambio climático podrá agravar esta proble-
mática.
Transición en salud
El cambio de la pirámide poblacional va
ocurriendo de manera más acelerada en los
paísesendesarrollo,locual,ademásdelcambio
epidemiológicoqueimplica,generaotrosretos,
comoeldelnanciamientodelasalud,conuna
menor proporción de trabajadores haciendo
aportes a salud y a pensiones. Los sistemas de
atención en salud, basados en grandes hospi-
tales universitarios, altamente especializados,
que fueron efectivos para tratar enfermedades
agudas, no parecen diseñados para hacer pro-
moción y prevención ni para atender pacientes
crónicos con múltiples comorbilidades.
Los más beneficiados con la transición
epidemiológica han sido los niños y las muje-
res en edad fértil. Por un lado, la disminución
de la mortalidad materna ha aumentado la
longevidad en ellas, añadiendo a la carga de
enfermedades crónicas no transmisibles y a
la discapacidad. Asociado a esto, la reducción
drástica de la mortalidad infantil implica una
lactancia prolongada y un alargamiento de
los periodos intergenésicos con una posterior
disminución total de la natalidad.
Según el Banco Mundial, el 84% de la po-
blación vive en países en desarrollo, en donde
se encuentra el 90 % de la carga de enfermedad,
pero únicamente el 12 % del gasto en salud. La
actualtransiciónensaludestáteniendoytendrá
cambios en el tipo y la cantidad de servicios
que demandan estas poblaciones. Además de la
luchacontralasenfermedadestransmisiblesque
realizanlospaísesdebajosingresos,sehanincre-
mentado los factores de riesgo y la prevalencia
de enfermedades crónicas no transmisibles. El
cambiodemográcoimplica,entonces,unnuevo
reto para la salud pública actual en la medida en
que se deben adaptar lossistemasde salud a este
nuevo patrón demográco y de enfermedad.
Retos de la era digital
Aunque la inequidad y las dicultades para
el acceso a la salud aún son una realidad, los
métodos digitales pueden contribuir para el
inicio de una “epidemiología virtual” y prome-
ten ser una manera de aumentar la efectividad
de la recolección de datos, y de responder a
eventosensalud pública.Con la epidemiología
digital se persigue el mismo objetivo que con
la epidemiología tradicional: medir y describir
las enfermedades y sus determinantes. Sin em-
bargo, con la epidemiología digital, se plantea
una nueva fuente de información que son las
plataformas basadas en el usuario, como inter-
net, redes sociales e incluso aplicaciones telefó-
nicas. Antes de la tecnología digital, los datos
individualesdebíanserrecolectadosdemanera
manual. Esto conllevaba varias dicultades.
Las disparidades sociales y en el acceso a la
salud entre los diferentes países, e incluso entre
las mismas zonas de un país, hacen que la reco-
lección de datos no sea homogénea. Además, se
necesita personal entrenado para la recolección
yconfrecuenciaprocesosdispendiosos.Lapro-
puestadelaeradigitalconsisteenrealizaranálisis
sobre información que provenga directamente
del sujeto, lo cual podría ser factible incluso en
personas con poco acceso a centros de salud.
Uno de los retos será generar estrategias de re-
colecciónyanálisisdeinformaciónquevayande
acuerdo al nuevo desarrollo en tecnologías.
6. Capítulo 2 Retos y nuevas dimensiones de la salud pública 25
Globalización
Aunque la cooperación internacional ha
contribuido a la mejoría de los principales
indicadores en salud, la globalización también
ha aumentado la brecha económica entre los
países. Esto quiere decir que, en este momento,
existen países con privación económica, alie-
naciones culturales y cambios étnicos de gran
magnitud. La integración social y económica
ha sucedido de manera acelerada en las últimas
décadas, y uno de los efectos que se puede ver
directamente relacionado conla globalización,
es la expansión de enfermedades contagiosas
y de vectores. Los vuelos internacionales e
intercontinentales, igual que el transporte
dentro de los países, han hecho que el contagio
tome una dimensión más amplia y más difícil
de contener.
La globalización plantea otros muchos
retos. Con la ampliación de los mercados y la
apertura del comercio, se espera un aumento
de la disponibilidad de sustancias que han
sido relacionadas con enfermedad, como el
tabaco, y se plantea la dicultad del control
del comercio de medicamentos. Además de
esto, con la facilidad para la migración y la
creciente violencia en diferentes lugares, se
espera un cambio de patrón de enfermedades
en los países que reciben a los inmigrantes,
además de un mayor gasto en salud secun-
dario a las dicultades durante la migración
propiamente dichas. La migración plantea,
además, el problema de la xenofobia y del
proteccionismo, lo cual puede llevar a un
acceso inequitativo en salud. Con el creciente
acceso a la modicación y recepción de in-
formación en salud, otro de los retos que se
plantean con la globalización es el de cómo
hacer llegar información en salud verídica y
de calidad a la población general sobre deci-
siones adecuadas en salud.
Cambio climático
Desde lostiempos de Hipócrateses bien co-
nocidoqueelclimayelmedioambienteafectan
lasaludhumana.Ademásdeloscambiossiopa-
tológicos secundarios a temperaturas extremas
o a diferentes grados de humedad, el clima y los
desastres naturales inciden sobre las cosechas y
sobre los vectores, y son facilitadores de despla-
zamientos, de conictos y de epidemias. Desde
la industrialización y debido a las emisiones
globales de CO , la temperatura ha aumentado
2
0,6 °C desde 1860 y hay evidencia de que las
tormentas han sido más comunes. Los modelos
predicen que para 2100, la temperatura global
habrá aumentado entre 1,8 y 4,0 °C y los mares
habrán aumentado su nivel de 0,18 a 0,59 m. Se
proyectaaumentodelamorbilidadylasmuertes
por oleadas de calor, cambios en la distribución
de los vectores, cambios en el agua que podrían
llevar a contaminación de la comida, así como
aumentodelapoluciónquepodríarelacionarse
con alergias y enfermedades respiratorias. Se
espera que cambios en los patrones deparásitos
y plagas que atacan la agricultura, los animales
y los bosques afecten la composición de los
ecosistemas y la manera en la que los estilos de
vida humanos se apoyan en ellos.
Según la OMS, en 2030 el riesgo de diarrea
habrá aumentado un 10 % con respecto al
actual. Otros cambios previstos incluyen un
aumento del 5% del cáncer de piel, secundario
aldañoenlacapadeozono,especialmentepara
poblaciones que viven en latitudes medias y
altas.Lasprediccionessobreelimpactoensalud
delcambioclimáticoestánllenasdeincertidum-
bre, que en parte se explican por la novedad del
tema.Esunáreaquevaarequerirmásinvestiga-
ción tanto de la magnitud del cambio como de
las posibles intervenciones. Nuevamente, aquí
se va a requerir colaboración internacional, y
proveniente de muchas disciplinas y sectores.
La salud pública se encuentra en un momento de encrucijadas. Por un lado,se sigue enfrentando a muchos
de los mismos problemas del pasado, pero con nuevos enfoques. Dentro de estos retos se encuentra la mortali-
dad maternoinfantil,que sigue siendo inaceptablemente alta,en especial por causas prevenibles.Su distribución
geográfica corresponde a países en desarrollo y responde además a inequidad social, a violencia y dificultades
Resumen
7. Sección 1 Conceptos y modelos
26
Alkema L, Chou D, Hogan D, Zhang S, Moller A,
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ciosas,en especial las que aportan importante carga de enfermedad,como malaria,tuberculosis y recientemente
VIH/sida.Aunque la lucha contra la malaria y la tuberculosis no es nueva, la resistencia a los pesticidas por parte
del vector de la malaria y las cepas resistentes de la tuberculosis plantean un nuevo reto epidemiológico.
Con respecto a la nutrición y los estilos de vida, este es un momento de “doble carga” de la enfermedad,
puesto que la desnutrición sigue haciendo un aporte importante, pero, además, está la epidemia creciente de
sobrepeso y obesidad.
Otros grandes retos están dados por la transición en salud, la globalización, el cambio climático y la digi-
talización de la información. Ese rápido cambio epidemiológico nos hará priorizar discapacidades y comorbili-
dades de curso crónico,lo que obliga a replantear los sistemas de salud y la inversión en esta.La globalización,
además de favorecer la transmisión de enfermedades infecciosas, genera dificultades nuevas en políticas de
mercadeo, migración y violencia. Los efectos del cambio climático están llenos de incertidumbre, pero incluso
los escenarios menos dramáticos son preocupantes. Por otro lado, la digitalización y el acceso a la información
pueden proveer mecanismos de intervención novedosos, asequibles en muchos rincones de difícil acceso. En
cualquiera de los muchos frentes de la salud pública actual y futura se requieren nuevos paradigmas, nuevas
estrategias y nuevos vínculos que agrupen múltiples disciplinas y muchos sectores sociales.