2. 1. Conversa con él. Descubre su
personalidad, deseos, hábitos y estilo
de vida. Esto te ayudará a definir el
corte.
2. Diagnostica y comenta. Tú tienes el
ojo profesional para encontrar la mejor
solución según sea su cabello, rostro,
cabeza y cuerpo. Identifica qué puede
ser mejor para cada caso y explica los
motivos de tu decisión. Hazlo de manera
positiva, resaltando las ventajas de tu
sugerencia.
Primera fase:
conocimiento y
planificación
3. 3. Aclara las dudas. No solo debes
contarle tus impresiones. Asegúrate de
que entiende tu diagnóstico y la
propuesta.
4. Gesticula. La descripción de tu
propuesta puede ser difícil de entender.
Gesticula con las manos para que el
cliente se haga una idea del estilo de
corte que le propones. Esto ayuda a
crear una imagen visual.
4. Segunda fase:
Puesta en
práctica
5. Despreocupa al cliente. ¿Algo de lo que
le has dicho le preocupaba? Soluciónalo
mostrándole esos detalles a medida que
aparecen durante el corte, para que vea
cómo lo solucionas o cómo puede
resolver las dificultades del peinado en
casa. Así lo tranquilizarás.
6. Antes de peinar, detente y explica.
Muchos clientes no conocen la diferencia
entre el peinado en seco y en húmedo.
Así que, después del corte y antes de
peinar, muestra cómo es ese punto de
transición. Así sabrán cómo manejarse
cuando se arreglen el cabello ellos
mismos en casa.
5. 7. Enséñale a llevar el peinado. El corte
debe ser estético y útil para el cliente. De
poco sirve un peinado perfecto en
peluquería que no se puede conseguir en
casa. Enseña a tu cliente a dominar su
nuevo estilo. Dale las claves para que
pueda peinarse en casa y cuidar su
nueva imagen. Haz que sienta seguridad
y capacidad para tomar las riendas de su
look.
8. Muéstrale la facilidad de dominar su
nuevo peinado. Habla con seguridad y
refuerza la idea de que conseguir ese
peinado en casa no requerirá demasiado
esfuerzo por su parte.
9. Muestra la versatilidad del peinado.
Enseña al cliente qué opciones y
alternativas tiene para conseguir
diferentes looks con ese corte.
10. Probad productos y texturas
diferentes. Encuentra aquel que es más
apropiado para el cliente.