SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 15
Descargar para leer sin conexión
Convivencia -nosotros y los otros-
violencia y escuela1
Bienvenidos/as a la segunda clase, en un primer momento desarrollaremos aquí la
temática de la convivencia y la relación con los otros en la escuela. Luego
abordaremos la relación entre violencia y medios de comunicación, para finalizar
con el desarrollo de una perspectiva socioeducativa acerca de las violencias en la
escuela, posicionándonos en una postura alternativa frente a las visiones
estigmatizantes, de patologización y criminalización de las infancias y juventudes.
Aprendiendo a vivir juntos
Convivir significa vivir junto con otros, y esto sin duda, supone tensiones dado que
no todas las personas pensamos, sentimos y actuamos de la misma manera ni
tenemos los mismos intereses. En la escuela, estas tensiones pueden manifestarse
de modos diversos y entre diferentes actores. Habitar un espacio y un tiempo
común bajo la condición de la obligatoriedad escolar no es tarea fácil y constituye
uno de los desafíos principales de los adultos en la potenciación de los procesos de
socialización y subjetivación escolar.
Por lo general, existe una tendencia a considerar a los conflictos de forma negativa,
como una distorsión, algo que perjudica o afecta el normal funcionamiento de las
cosas. Desde la perspectiva asumida en esta clase se concibe a la conflictividad
como una dimensión inherente a la vida social. Los conflictos siempre forman parte
de las relaciones entre las personas, son inherentes al vínculo con los otros. Esto
implica que ni su evitación ni su eliminación resultan estrategias adecuadas para
resolverlos. Se trata, entonces, de abordad los conflictos desde una mirada
pedagógica que, en el marco del respeto y concreción de los derechos, favorezca el
aprendizaje y el enriquecimiento mutuo de docentes y estudiantes.
Convivir es hacer y pensar con el otro y no a pesar del otro, y esto implica poder
aceptar distintos puntos de vista, opiniones y formas de vida aunque no estemos de
acuerdo con ellas. No sólo se trata de reconocer las diferencias sino de respetarlas
y enriquecernos a partir de ellas. Tal vez, una de las mayores riquezas que ofrece
la escuela pública es la posibilidad de un encuentro abierto y plural.
A veces se habla de educar en la diversidad como si se tratara de una cuestión de
tolerancia, de enseñar a soportar a los otros. Consideramos que el desafío de la
escuela es ir más allá de eso ya que, como sostiene Silvia Bleichmar2
, la tolerancia
supone una suerte de resignación (“me resigno a que haya otros que no son como
yo”, “los acepto”) pero en realidad el asunto no es el resignarnos “porque no nos
queda otra”, sino aceptar porque creemos que la diversidad es parte del mundo y lo
vemos como algo valioso que amplía nuestro universo simbólico. Frente a esto es
importante que desde la escuela podamos promover modos de convivencia que
reconozcan y respeten la pluralidad.
Sugerimos mirar los siguientes cortos de Canal Encuentro del
Programa “Vivir Juntos”
Estos videos son parte de las actividades desarrolladas por el proyecto Aprender
a Vivir Juntos. Aquí, los niños, las niñas y adolescentes hablan acerca de temas
como el amor y las diferentes creencias religiosas. Sus opiniones se comunican
en un ámbito de respeto y convivencia.
La discriminación:
Disponible en: www.youtube.com/watch?v=vBgYLhEhxqg
La identidad:
Disponible en: www.youtube.com/watch?v=03kAWDYVNfw
Nosotros y los otros: procesos de estigmatización social
Uno de los aspectos que es necesario abordar cuando se plantea el tema de la
convivencia es el de la “relación con el otro”y, a partir de ahí, ir desentrañando
quién es ese otro, cómo se lo piensa, qué lugar se le otorga. Desde que nacemos
pertenecemos a diferentes grupos sociales: la familia, los amigos, los hinchas de un
club, el barrio, la ciudad, nuestro país, nuestra región, etc.
Mientras crecemos, vamos tomando conciencia de esas pertenencias a través de la
forma en que nos vestimos, los comportamientos que consideramos adecuados, los
valores a los que adherimos, es decir, vamos conformando nuestra identidad
personal (yo soy… a mí me gusta… yo opino que…) y, también, nuestra identidad
social en relación con los múltiples grupos a los que pertenecemos.
Entendemos que no es posible pensar al sujeto individual despojado del contexto
histórico y social en el que se haya inserto.
Afirmamos que la identidad, tanto la individual como la colectiva, es un proceso de
construcción social, ya que ni las personas ni los grupos existimos aislados. No hay
individuos sin sociedad ni sociedad sin individuos. Somos individuos en sociedad y
nos constituimos en las relaciones con los otros. Es a partir de la identificación con
otros que podemos identificar un “nosotros”.
Ahora bien, suele suceder que para pertenecer a un “nosotros” nos diferenciamos
de “ellos”. La construcción social de esta diferenciación no necesita realizarse como
una relación de antagonismo. Y sin embargo en nuestras sociedades, en las que
constantemente se estimula la competencia, abundan los ejemplos en los que, con
el argumento (o la excusa) de afirmar una identidad determinada, el otro es
construido como enemigo.
Richard Sennett3
plantea que en las sociedades capitalistas atravesadas por
procesos de desigualdad y exclusión social, es muy difícil expresar sentimientos
de respeto hacia los demás. Para el autor, las desigualdades étnicas y de clase
constituyen uno de los mayores obstáculos en las expresiones de respeto mutuo.
Podemos sumarles las desigualdades de género.
Gran parte de la tarea que nos toca desde la escuela consiste en ampliar las
oportunidades para construir respeto y reconocimiento hacia el otro. Cuando se
discrimina, la otra persona es colocada en un plano de inferioridad y se le hace
saber, más o menos explícitamente, que no es digna de nuestro acercamiento o
consideración. Se la destituye de la categoría de semejante, se la deshumaniza.
De hecho, en la vida social y en la vida escolar, este Otro, visto como extraño,
diferente en relación a un supuesto patrón de normalidad, suele estar
estigmatizado y subalternizado, es decir, visto como un individuo o grupo inferior.
Tal como afirma Carina Kaplan4
, es preciso tener en cuenta que todos nosotros
vamos fabricando una idea acerca de nosotros mismos a partir de cómo nos ven los
demás. Somos como somos pero también como somos percibidos y nominados por
los otros. Fabricamos una idea, una imagen y una auto-valoración en base a la
mirada que los otros nos devuelven.
En el cuento“El Indigno”de Jorge Luis Borges un personaje afirma que: “todos nos
parecemos a la imagen que tienen de nosotros. Yo sentía el desprecio de la gente y
yo me despreciaba también".
Nos preguntamos entonces: ¿quiénes son esos otros significativos que nos
constituyen?
Silvia Bleichmar afirma que en un contexto en donde el individualismo se ha vuelto
extremo y el otro es visto como un medio o un obstáculo para la propia acción, es
fundamental reflexionar sobre el principio del semejante. Alertando sobre el recorte
que las sociedades imponen respecto de la noción de semejante: “Que un jerarca
nazi sintiera culpa en caso de que sus hijos se vieran sometidos a condiciones
penosas no quiere decir que tuviera ese mismo sentimiento respecto de los niños
encerrados en los campos de concentración (…).”5
El contexto del ejemplo citado
por Bleichmar remite a un momento previo a la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (instrumento internacional con rango constitucional en nuestro
país) y es ese marco el que define hoy cuál es el recorte de la noción de semejante:
incluye sin discriminación alguna a todos los seres humanos.
Sin embargo, no pecando de ingenuos, sabemos que generalmente las sociedades
marchan en los hechos muy por detrás de los principios que reconocen y a los que
les dan fuerza de ley. Y que es un trabajo consciente y cotidiano de sus miembros
promover que esos principios tengan plena vigencia en la realidad. La propia
Declaración Universal de los Derechos Humanos menciona que mediante la
enseñanza y la educaciónse deben promover el respeto a estos derechos, su
reconocimiento y aplicación universales y efectivos6
.
Se hace necesario entonces, reflexionar sobre los prejuicios, los estereotipos y los
etiquetamientos como formas a partir de las cuales se refuerza la discriminación, y
se fabrica una imagen inferiorizada/desvalorizada sobre los otros.
En nuestras sociedades el exacerbamiento de estos prejuicios y estereotipos,
favorece los miedos y temores de quedar excluido. Un ejemplo de ello lo constituye
el caso de los/as jóvenes estudiantes, los cuales manifiestan entre sus miedos más
significativos el temor de ser discriminados o excluidos por su lugar de residencia,
la ropa que usan, la apariencia física y/o el color de piel. Estos atributos,
demarcarían distinciones entre un nosotros -incluidos, establecidos, aceptados- y
un ellos -excluidos, forasteros, rechazados7
.
Ser parte del grupo o quedar por fuera es una cuestión vertebradora del tipo de
vínculos que establecen entre sí los estudiantes. A partir de estas consideraciones
podemos empezar a preguntarnos acerca de las clasificaciones y jerarquías que se
establecen en los grupos de estudiantes como así también preguntarnos por cuáles
son las clasificaciones y jerarquías que se establecen a través de la propuesta que
la escuela hace a sus estudiantes. ¿Pueden ser todos y cada uno de ellos valorados
en su singularidad a partir de su participación en la clase y en la escuela?, ¿se
generan espacios de debate y diálogo acerca de las diferentes formas de
discriminación?
Violencias y Escuela
En esta Videoconferencia dictada en el marco del Observatorio de
Violencias en la Escuela del Ministerio de Educación de la Nación, Carina Kaplan
reflexiona sobre las relaciones entre violencias y escuelas desde una perspectiva
sociopolítica y sociocultural. Intentando ayudar a deconstruir las condiciones y
experiencias institucionales, vinculares y pedagógicas que hacen que la escuela
sea un espacio de pacificación y diálogo que contrasta con la violencia que se
percibe y que existe en la sociedad8
. Veamos qué nos dice:
Primera Parte: www.youtube.com/watch?v=rvXD_FZI948
Segunda Parte: www.youtube.com/watch?v=ktmpjZwsB4Y
Quizás la característica más evidente del fenómeno de la violencia en las escuelas
sea su mediatización. En el discurso de ciertos medios de comunicación predomina
una visión criminalizante y judicializante sobre los estudiantes en la cual se asocian
de manera unilineal violencia y delito, y donde las respuestas que -más o menos
explícitamente- aparecen como necesarias son las llamadas “mano dura” y
“tolerancia cero”.
Al respecto cabe preguntarnos acerca del origen del término “violencia escolar”
¿De dónde proviene?
El término se origina en el campo de las fuerzas de seguridad, por lo tanto no es un
término propio del campo educativo, pedagógico o escolar. El mismo estaría
vinculado con la criminalística y su mayor exponente es la política de Tolerancia
cero, la cual, termina siendo resignificada y adaptada al espacio escolar
estadounidense bajo el lema seguridad en las escuelas. Esta política proclama, a
grandes rasgos, que todo acto de transgresión o agresión, sin importar su
relatividad, sea castigado de raíz, severamente. En este aspecto y haciendo una
pequeña digresión, los invitamos a pensar en qué otros aspectos las políticas y
prácticas educativas suelen “importar”, sin demasiada mirada crítica, términos y
perspectivas ajenas al mundo educativo, encarnándolas rápidamente en su
lenguaje como si fueran propias.
Una de las creencias que sostiene este tipo de perspectivas como la de Tolerancia
cero es que si un niño transgrede desde muy pequeño y no es castigado a tiempo,
esa conducta puede ser la génesis de futuras transgresiones más graves. Es decir,
una pequeña transgresión en la escuela puede ser el germen de un acto delictivo a
futuro, Según el sociólogo francés Loïc Wacquant, estudioso de la desigualdad y las
violencias urbanas, y crítico de la Tolerancia cero, el supuesto de esta política es
que “(…) si se lucha paso a paso contra los pequeños desórdenes cotidianos se
logra hacer retroceder las grandes patologías criminales”9
.
¿Por qué es importante reflexionar acerca las concepciones de la comúnmente
(mal llamada) violencia escolar y sus connotaciones penalizantes?
Consideramos que es necesario asumir una perspectiva crítica acerca de la mirada
criminalizante en la escuela, para intervenir desde el prisma pedagógico ante
situaciones conflictivas en la vida escolar y eventuales episodios de violencia.
Siguiendo los aportes de Eugenio Zaffaroni digamos que “lo punitivo se comporta
de modo excluyente, porque no solo no resuelve el conflicto, sino que también
impide o dificulta su combinación con otros modelos que lo resuelvan”. La escuela
tiene la obligación de generar las condiciones para que otros modos de resolución
de la conflictividad tengan lugar10
.
La mirada penalizante sobre una situación conflictiva excluye la
intervención pedagógica
“El poder punitivo redujo a la persona con el hueso roto a un mero dato, porque no
toma parte en la decisión punitiva del conflicto. Más aún: debe mostrar su hueso
roto y si no lo hace el poder punitivo la amenaza como testigo remiso y puede
llevarla por la fuerza a mostrar lo que el agresor le hizo. La característica del poder
punitivo es, pues, la confiscación de la víctima, o sea, que es un modelo que no
resuelve el conflicto, porque una de las partes (el lesionado) está, por definición,
excluida de la decisión. Lo punitivo no resuelve el conflicto sino que lo cuelga, como
una prenda que se saca del lavarropas y se tiende en la soga hasta que se seque.
Imaginemos que un niño rompe a patadas un vidrio en la escuela. La dirección
puede llamar al padre del niño para que pague el vidrio, puede enviarlo al
psicopedagogo para ver qué le pasa, también puede sentarse a conversar con él
para averiguar si algo le hace mal y lo irrita. Son tres formas de modelos no
punitivos: reparador, terapéutico y conciliatorio. Pueden aplicarse los tres
modelos, porque no se excluyen. En cambio, si el director decide que la rotura
del vidrio afecta su autoridad y aplica el modelo punitivo expulsando al niño,
ninguno de los otros puede aplicarse. Es claro que el director, al expulsar al niño,
refuerza su autoridad vertical sobre la comunidad escolar”.
Zaffaroni, “La cuestión Criminal”, Suplemento Especial, Página 12, Junio 2011.
Disponible
en: www.pagina12.com.ar/especiales/archivo/zaffaroni_cuestion_criminal/1-
Consultado en Septiembre de 2014.
No se afirma aquí que en la escuela no se debe sancionar, sino que hacemos
hincapié en el aspecto pedagógico de la sanción educativa, la escuela ser
comprendida como un punto de partida que posibilita la reparación y el crecimiento
y no como un punto de llegada que clausura las chances de rehacer y mejorar lo
hecho. La sanción educativa nos permite construir escenarios escolares de justicia y
de legitimación de las normas y acuerdos escolares de convivencia.
Violencia y medios de comunicación
Si observamos los medios de comunicación vemos que toman algunos
acontecimientos escolares, los catalogan como violencia en las escuelas y los
vuelven noticias periodísticas, apoyándose en la conmoción, el escándalo y la
repercusión de los mismos en la sociedad.
Cabe destacar que no todos los acontecimientos son tomados como insumos por los
medios de comunicación y convertidos en noticia. Esto nos ayudará a interpretar y
describir las noticias que aparecen catalogadas como “violencia escolar” en los
medios de comunicación.
Aquí les es recomendamos leer el paper presentado por Sebastián
Urquiza en las II Jornadas Internacionales “Sociedades Contemporáneas,
Subjetividad y Educación” organizadas por la Facultad de Filosofía y Letras y
CTERA, Abril 2014.
¿Por qué no nos parece adecuado hablar de “violencia escolar”? Hace un tiempo
que comenzamos a acostumbrarnos a leer en los diarios, ver en internet y en la
televisión hechos de violencia bajo el epígrafe “violencia escolar”. Los hechos se
van presentando como casos sobredimensionados y espectacularizados donde las
escuelas se muestran como lugares inseguros, los niños/jóvenes como violentos y
los adultos como impotentes. No hay nada nuevo en la violencia en, de, y hacia la
escuela, lo que si hay es mayor visibilidad. Con un celular se puede filmar todo,
subirlo a YouTube y ponerlo a disposición de la TV, que lo pasa 15 veces
sobredimensionando y espectacularizando dicha situación, y en muchos casos
vulnerando derechos y estigmatizando a los niños/as y adolescentes. Los medios
son parte de nuestro medio ambiente, pero vivimos en una sociedad que en parte
ha construido un miedo ambiente y es interesante que la escuela se constituya en
un filtro cognitivo, para que los niños/as y adolescentes puedan transformarse o
dejar de ser espectadores pasivos y constituirse en ciudadano.
Se hace entonces necesario detenernos a reflexionar sobre la mirada social que se
construye en torno a la violencia en las escuelas y los discursos y figuras que
circulan sobre el mundo escolar. Nos preguntamos: ¿Qué imágenes sobre el niño y
el joven prevalecen? ¿Qué visión predomina sobre la institución, los alumnos/as, los
directivos, los docentes, preceptores, etc?
Al construir las noticias sobre violencia en las escuelas, se observa que ciertos
medios de comunicación lo hacen a través de etiquetamientos, rótulos o metáforas
que reducen el fenómeno, lo descontextualizan y lo simplifican. Esta operación
desliza la mirada hacia sentidos estigmatizantes en torno a la escuela y sus actores.
¿De qué forma se produce este deslizamiento de sentidos? En el sitio
web http://jovenesyeducacion.com.ar podemos acceder a ciertas claves para
interrogarnos y entender los mecanismos de ocultamiento ante una noticia
periodística referida a situaciones de violencia en las escuelas.
- ¿Se intenta captar nuestra atención por medio de títulos impactantes
tales como “violencia escolar”? Al adjetivar la violencia como escolar (o infantil
o juvenil), la presenta como intrínseca a la escuela, a los niños o jóvenes, cuando
no lo es. La violencia es siempre relacional, socialmente construida e
históricamente situada y refiere a una multiplicidad de fenómenos y
representaciones sociales.
- ¿Se equipara conflicto con violencia? En realidad, sostenemos que el no
reconocimiento del conflicto genera las condiciones para los actos de violencia.
- ¿Se emplea el término bullying desde un enfoque patologizante? Esta
nominación, tiende a individualizar el conflicto, atribuyendo el problema de las
violencias en la escuela a ciertos rasgos de personalidad del alumno, o incluso a un
gen de la violencia, sin dar cuenta de las relaciones que se establecen en cada
institución, del contexto social en donde se encuentran los alumnos.
- ¿El “mal comportamiento” de un alumno se descontextualiza? Por lo que
termina siendo explicado como carencias morales, mentales y de valores del sujeto
o su familia.
- ¿Los hechos se van exhibiendo como casos espectaculares? Sabemos que
de ser así, lentamente pasan a conformar “un prontuario de las infancias y
juventudes” de nuestros tiempos.
- Lo excepcional (los hechos de violencia) ¿es percibido como la
norma? Dejando además a la escuela bajo un manto de sospecha sobre su eficacia
en el control de estas situaciones.
- ¿Se reitera el uso de metáforas que vinculan los hechos descriptos con
cierto peligro o amenaza? Estas metáforas que sostiene la existencia de, por
ejemplo, una “ola” o “epidemia” de violencias en las escuelas que tiñe todo el
cotidiano escolar, o se representa a la escuela como un campo de batalla.
- ¿Prevalece un enfoque criminológico que asocia mecánicamente violencia
a delito? Esto conlleva, desde esta mirada, la existencia de un gen o predisposición
innata para la violencia.
- ¿En qué sección del diario aparece la noticia? Frecuentemente estas noticias
aparecen en la sección referida al ámbito policial (y no educativo).
- ¿Se utiliza un lenguaje penal? El lenguaje penal utilizado cataloga a los
estudiantes, sobre todo a aquellos atravesados por las condiciones materiales y
simbólicas de la desigualdad social, como “delincuentes”, “matones”, “menores”,
“rateritos”.
- ¿Se judicializa la infancia y la juventud?: la judicialización consiste en dar un
tratamiento criminológico a ciertos comportamientos sociales que, si bien son
transgresiones a las normas y códigos de con-vivencia (vivir con otros; vivir junto a
otros y otras), siempre son interpretados como faltas graves ante la ley, tomando
como referencia la letra del código penal. La judicialización de la infancia y la
juventud es un concepto que se desprende como consecuencia de las prácticas del
sistema legal (punitivo- represivo) de menores. Es por esto una categoría histórica.
- ¿Se hace una distinción entre niños (sujetos de derechos) y menores
(objetos de tutela)? La categoría “menor” se forja en un circuito de nominación y
tutela que determina que esos sujetos queden inhibidos en su acceso a otros
territorios de la sociedad y la cultura. En cambio, al hablar de niños, niñas,
adolescentes y jóvenes nos situamos en otro paradigma que es el de la doctrina de
la protección integral.
Como menciona Bourdieu, el periodismo cuenta con una posición privilegiada en la
lucha simbólica por el hacer ver y el hacer creer y es “entre todos los productores
de discursos quién dispone de los medios más potentes para hacerlo circular e
imponerlos”11
. En nuestro caso, tal como sostiene Zaffaroni12
, "la criminología
mediática crea la realidad de un grupo de personas decentes, frente a una masa de
criminales, identificado a través de estereotipos, que configuran un "ellos". Un ellos
separado del resto de la sociedad, por ser un conjunto de diferentes y de malos".
Para reflexionar acerca de aquellas prácticas solidarias, de reconocimiento y
respeto hacia el otro:
Sugerimos mirar el video “Violeta”:
Disponible en: vimeo.com/48159331
 Realizado por: Unidad de Producción Audiovisual - Ministerio de Educación de la Nación
Argentina
 Dirección: Alejandro Vagnenkos
 Realización: Andrés Habegger
 Actúan: Violeta Cappaso, 4to año 2011 E.M.E.M. Nº1 D.E. 14 "FEDERICO GARCÍA LORCA"
 Asistente de dirección: María Cabrejas
 Cámara: Diego Camats
 Sonido: Gustavo Agustinho
 Producción: Gisela Giordano, Lucía Horovitz
 Montaje: Emiliano Serra
 Gráfica: Mariano Fernández Russo, Lucía Horovitz
La violencia en su dimensión relacional
Llegado a este punto, se hace imprescindible abandonar de una vez la costumbre
de adjetivar la violencia como escolar (o infantil / juvenil) porque esta no es
intrínseca a la escuela ni a los niños o jóvenes. La violencia es siempre relacional,
socialmente construida y refiere a una multiplicidad de fenómenos y
representaciones sociales.
Una mirada pedagógica acerca de la violencia requiere asumir un posicionamiento
crítico frente aquellas posturas que colocan a la escuela como un campo de batalla,
como un lugar de impotencia que pierde legitimidad para hacer frente a los
diversos acontecimientos que pueden irrumpir en su cotidiano. Muchas veces estas
miradas colocan a los niños, niñas y adolescentes como violentos “por naturaleza”
y a los adultos (docentes, directivos, preceptores, orientadores) en un lugar de
imposibilidad, de incapacidad para mediar en las modalidades de construcción de
los vínculos en la escuela.
Se propone, entonces, considerar al fenómeno de la violencia como una
construcción socio-histórica y cultural.
Por lo general, cualquiera de nosotros identifica con claridad la violencia con la
agresión física; sin embargo, cotidianamente se producen situaciones que no son
percibidas como violentas aunque sí lo son. Como venimos señalando, las
relaciones de humillación, la discriminación por origen social, por características
físicas, por identidades de género, por religión, por ser inmigrante de determinado
país, conforman un tipo de violencia, a veces silenciosa pero tan hiriente como la
agresión física, que el sociólogo Pierre Bourdieu13
definió como violencia simbólica.
La violencia simbólica se produce sin un palo que resuene pero con un duro golpe a
las subjetividades.
La violencia como lugar de reconocimiento
Como sostiene el sociólogo alemán Norbert Elias, los cambios sociales producen
modificaciones en las costumbres humanas, lo que implica una transformación en
las estructuras y hábitos psíquicos14
.
Las transformaciones estructurales de las sociedades en que vivimos nos llevan a
interrogarnos sobre los procesos y experiencias por medio de los cuales, vamos
consolidando nuestra identidad, construyendo nuestra autoestima, edificando una
mirada acerca de nosotros y de los demás.
Una pregunta que nos puede resultar útil para pensar en los estudiantes, sus
vínculos y la dinámica de los grupos escolares, es la pregunta por las modalidades
de construir respeto en la escuela. Como señala Richard Sennett15
el respeto
constituye un aspecto fundamental de la experiencia social e individual de las
personas. La vivencia de respeto no puede pensarse por fuera de la relación social
porque las personas necesitamos de la confirmación de los otros para sentirnos
respetados. Niños/as y jóvenes necesitan tener un lugar en el propio grupo de
compañeros. El hecho de ser o no respetado y reconocido por parte de sus pares
tiene fuerte incidencia en la manera en que establecen sus vínculos dentro de la
escuela.
En muchas ocasiones puede suceder que frente a la búsqueda de ser y sentirse
reconocidos y respetados, los/as chicos/as recurran a la violencia como modalidad
de conseguir reconocimiento. En muchos casos la violencia de los /as estudiantes
actúa como una señal para ser mirados, identificados, visibilizados, como un modo
de autoafirmación16
. Las violencias se vinculan, entonces, con las formas
particulares de las experiencias y trayectorias educativas.
Otro aspecto que puede brindarnos una explicación acerca de las situaciones de
violencia en la escuela, es aquel que la vincula como el emergente de la ausencia
de sentido en la vida. Este sinsentido sin dudas puede ponerse en cuestión en la
escuela, en los proyectos educativos que posibilitan pensar en un por-venir, en un
futuro junto con otros, en la revalorización de la autoestima y del “ser para otros”.
Es por ello que enfatizamos el lugar potencial de la escuela como transformadora
de los sinsentidos sociales, donde el adulto se encuentra una posición privilegiada
para alojar mirar y co-construir otros modos de reconocimiento y (auto)respeto,
alternativos a la violencia.
Relaciones entre pares: una mirada crítica acerca del bullying17
Cabe destacar que en los últimos tiempos, ha cobrado mucha relevancia, sobre
todo a través de los medios de comunicación, el fenómeno de acoso u
hostigamiento entre pares en la escuela, más conocido como Bullying18
. El
fenómeno del acoso entre pares existe y es importante ser conscientes de ello para
poder abordarlo. No se trata de desconocer su importancia, ni mucho menos su
ocurrencia, sino de formular algunos cuestionamientos a ciertas formas en que se
lo ha enfocado y, fundamentalmente, de aportar elementos que contribuyan a la
construcción de un enfoque alternativo.
Las perspectivas que refieren al bullying, generalmente, adoptan una explicación de
la problemática de la violencia centrada en la existencia de individuos patológicos
(sujetos violentos y sujetos pasibles de ser victimizados o víctimas en potencia).
Desde estos análisis se establecen posiciones fijas en la escena del acoso:
“victimarios o acosadores”, “víctimas o acosados”, y se explica el lugar que cada
niño o joven ocupa en esta escena a través de ciertos atributos personales. Para
ello, definen “perfiles" tanto de los victimarios como de las víctimas, llegando
incluso a distinguir entre el perfil de la “víctima pasiva o sumisa” y el de la “víctima
provocadora”. Sostenemos que es necesario cuestionar la definición de perfiles ya
que estos constituyen la base para etiquetamientos que se transforman luego en
veredictos escolares y “destinos inexorables”19
.
Al establecer tipologías pre-establecidas (previas a la interacción con el otro), éstas
fijan una identidad para cada sujeto a partir de un rol o de una posición que este
asume en una determinada situación de la vida escolar. Y al igual que cualquier
otro etiquetamiento, los perfiles constituyen la base para la formulación de
predicciones para el futuro de los sujetos, actuando así como “profecías
autocumplidas”.
Para reflexionar en nuestras instituciones
Eugenia y Gabriela alumnas de 7mo grado mientras esperan que la maestra
entre al aula, discuten por un problema entre ellas, mientras la maestra está
ingresando al aula, escucha que Gabriela dice: “¡¡¡basta Eugenia!!! me tenés
cansada sos una puta y ya te lo dije varias veces no me jodas más a mí, conmigo
no te metas o te la vas a ver mal” Eugenia con los ojos rojos sale corriendo de
aula.
Pensemos juntos:
¿Qué podría hacer la docente? ¿Cómo podemos intervenir pedagógicamente en
esta situación? ¿Qué estrategias pueden favorecer la tramitación del conflicto,
disminuyendo la tensión?
Dan Olweus20
, un referente de este paradigma del bullying, sostiene que quienes
han sido “victimarios” con frecuencia incurren en delitos en su vida adulta mientras
que las “víctimas” pueden llegar a episodios de suicidio ulteriores. Apelando a estos
mismos argumentos, es importante también cuestionar el uso de categorías
dicotómicas provenientes de la criminología clásica, más propias del delito y del
derecho penal, cuando son aplicadas a problemas de convivencia entre pares.
Mucho más todavía cuando se trata de sujetos que están en pleno proceso de
formación, como es el caso de niños y jóvenes.
El uso de términos tales como víctima-victimario, acosador-acosado, bully, -en su
traducción literal los toreadores o bulls, los toros -, lejos de ser inocuo, resulta una
práctica estigmatizante hacia los sujetos. Desde la escuela, como así también desde
cualquier otro proyecto que se precie de educativo, resulta fundamental sostener
una mirada que no estigmatice a los alumnos. De lo contrario, se estarían
desconociendo las posibilidades de transformación de la educación en la
construcción de subjetividades individuales y colectivas.
Revisar los enfoques no es sólo un problema teórico. Todo enfoque tiene su
incidencia en el modo de abordaje de un problema y en las soluciones que propone.
Por cierto, esas concepciones han dado lugar a soluciones simplistas, que centraron
el problema en características inherentes a ciertos sujetos desconociendo la
compleja trama de relaciones en la que el acoso –como forma de interacción–
acontece.
La adopción del enfoque relacional para la explicación de cualquier forma de
violencia, entre ellas el acoso entre pares, significa reconocer que una
manifestación de violencia tiene lugar no por las características de las personas
involucradas o por circunstancias individuales, sino fundamentalmente por las
interacciones entre los sujetos. Estas, a su vez, no se producen en el vacío sino en
un determinado contexto. Los comportamientos que establecen las personas tienen
relación directa con ese contexto en que ocurren las interacciones.
Si los comportamientos son situacionales, entonces no necesariamente se
conforman como identidades fijas. Esto quiere decir que un niño puede actuar de
modo violento en una situación pero no significa que sea violento.
(Cuadernillo Acoso entre pares: orientación para actuar desde la escuela. Buenos
Aires: Ministerio de Educación de la Nación, 2014. p. 21)
Debemos preguntarnos entonces, no por las características que hacen que un
sujeto sea violento sino por las condiciones relacionales que promueven que
determinados sujetos o grupos se comporten de modo violento, y el contexto en
que esa manifestación ocurre.
Nadie “es violento” sino que, en todo caso “está violento” bajo determinadas
circunstancias, que deberán ser parte inexorable del análisis de ese
comportamiento para poder intervenir pedagógicamente.
Hablaríamos entonces de contextos facilitadores de violencia. No de casos de
“alumnos violentos” sino de expresiones y relaciones violentas en ciertas dinámicas
de poder. Pondríamos el foco en los vínculos sociales en la escuela y no tanto en
casos individuales.
Por este motivo, es que la Guía Federal de Orientaciones, prefiere hablar de roles
y no de perfiles. Mientras que los perfiles son fijos, y se definen en relación con la
supuesta esencia de la persona, los roles son contingentes, es decir, no tienen por
qué ser necesariamente "así", pueden ser de ese modo, pero también de otro. Y ahí
es donde se abre el abanico de posibilidades para la intervención educativa.
La Guía Federal de Orientaciones, frente a determinada situación de
conflicto recomienda:
La inclusión de la variable temporal ("en este momento", "se presenta
actualmente", etcétera) relativizar las conductas evitando su cristalización (no:
"Sos desobediente", sino: "Estás desobediente". O sea: "Hoy estás... así" y no
"Sos... así"); lo que permite intervenir a fin de ayudar a la alumna o el alumno a
modificar sus conductas.
Ampliar los márgenes de comprensión de los conflictos y las violencias
conlleva necesariamente a los integrantes de la institución a repreguntarse
acerca de sus prácticas.
Las estadísticas indican que los porcentajes de episodios violentos en la escuela
disminuyen cuando hay presencia de un adulto. Esto habla de la enorme
importancia de la intervención de los adultos en las escenas escolares (Kornblit y
otros, 2007). El relevamiento realizado a estudiantes de 2°y 5° año de nivel
secundario desde el Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas del
Ministerio de Educación de la Nación indica que a mayor intervención docente,
menor percepción de haber sufrido o haber sido testigo de situaciones de violencia.
Si bien un alto porcentaje de los estudiantes afirman que los docentes intervienen
(el 50 % de los chicos reportan que los docentes lo hacen frecuentemente, el 41 %
que lo hacen “a veces” y el 8 %, “nunca o casi nunca”), es necesario otorgar a las
escuelas y a sus docentes, herramientas para que no se encuentren solos a la hora
de decidir cómo intervenir.
Desde esta perspectiva, es necesario que la escuela pueda abordar las situaciones
de violencia o específicamente de acoso para pensar y definir sus propias prácticas
de construcción de espacios de convivencia democráticos.
Para reflexionar en nuestras instituciones
Veamos esta escena:
Miguel sufre constantemente las bromas y burlas de sus compañeros de escuela.
Un día, uno de ellos comenzó a cantar –delante de todos– una canción que había
inventado, en la cual se burlaba de los anteojos y de la baja estatura de Miguel.
Al darse cuenta, la maestra que estaba a cargo del aula interrumpió la canción
diciéndole al niño que la cantaba: “Disculpame, te recuerdo que cuando el
docente da clases el alumno no pueden cantar”.
Pensemos:
¿Sobre qué aspecto de la situación intervino el docente? ¿Cómo abordó la
problemática referida a las burlas? ¿Qué intervención pedagógica tendería a
resolver la problemática?
La escuela como posibilidad: ¿Qué puede hacer la escuela?
Si se tiene en cuenta que la violencia es resultado de modos de vincularse, la
escuela no puede limitarse a intervenir sólo ante los episodios en que ésta emerge.
Su objeto es más amplio: los vínculos o los lazos sociales. La escuela constituye
una oportunidad para que niños y jóvenes transiten por la experiencia de vivir junto
a otros, para que ensayen vínculos democráticos, pluralistas, basados en el respeto
mutuo.
Como venimos trabajando en las clases, la concepción que propone este curso se
aleja de soluciones que se sustentan en la desconfianza entre unos y otros, en la
noción del otro como fuente de peligro, como potencial enemigo, ya que, estas
miradas, lejos de resolver el problema, lo agravan. Por ello, apostamos al
fortalecimiento del lazo social, a la promoción de la noción del otro como
semejante, es decir, como alguien diferente de uno mismo pero con idénticos
derechos.
Nos preguntamos entonces por las posibilidades que cotidianamente genera la
escuela para la ampliación de horizontes de los estudiantes: ser mirados de otra
manera, poder pensarse junto a otros construyendo proyectos colectivos, por
ejemplo.
La escuela es uno de los espacios sociales, que puede revertir destinos que parecen
inexorablemente sentenciados al fracaso o la marginalización.
“La escuela sirve para defenderse fuera, saber cómo hablar, saber tratar
con otros, tener paciencia. Esta escuela para mí…es la mejor familia que
me ha tocado, me ha ayudado a salir adelante en muchísimas cosas (...), la
mejor familia que me toco, es esta escuela…”
(Fragmento de una entrevista tomada a estudiante alumno de 20 años, quien dejó
la escuela secundaria a los 15 años, tuvo que trabajar para mantener a su familia y
luego retomo en la misma escuela pero en el turno noche para poder finalizar sus
estudios)
La escuela, en tanto que institución pública, tiene un papel central a la hora de
hacer valer los derechos de los niños y las niñas y los jóvenes. Desde esta
perspectiva, es necesario que la escuela pueda abordar las situaciones de violencia
para pensar y establecer sus propias prácticas de construcción de espacios de
convivencia democráticos.
Veamos ahora este material audiovisual: “Iguales de diferentes: los
cuerpos”
Pensemos:
 ¿qué sucede con la discriminación en nuestra escuela?
 ¿cómo podríamos intervenir?
Sugerimos la lectura del Texto “Acoso entre pares: orientación para actuar
desde la escuela”. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación, 2014.
Bibliografía
 Bleichmar, Silvia: La subjetividad en riesgo, Topía Editorial, Buenos Aires,
2005.
 Bleichmar, Silvia: La construcción de legalidades como principio educativo,
transcripción de la videoconferencia organizada por el Observatorio Nacional
de Violencia en las Escuelas el 26 de Agosto de 2006. En “Cátedra Abierta.
Aportes para pensar la violencia en la escuela”, 2008
 Borges, Jorge Luis : EL informe de Brodie, Emece Editores, Buenos Aires,
1995
 Bourdieu, Pierre: Qué significa hablar, Akal, Madrid, 2001.
 Bourdieu, Pierre: El sentido práctico, Buenos Aires, Siglo XXI ,2007.
 Elias, Norbert: El proceso de la civilización. Investigaciones Sociogenéticas y
psicogenéticas, Fondo de Cultura Económico, Madrid, 1983.
 Kaplan, Carina, V: Buenos y malos alumnos. Descripciones que predicen,
Aique, Buenos Aires, 1992.
 Kaplan, C. V.: Talentos, dones e inteligencias, El fracaso escolar no es un
destino. Buenos Aires, Colihue, 2008.
 Kaplan, Carina, V: Violencias en Plural. Sociología de las violencias en la
escuela. Buenos Aires, Miño y Dávila, 2006.
 Kaplan, Carina, V: Violencia escolar bajo sospecha,Miño y Dávila, Buenos
Aires, 2009.
 Kaplan, Carina, V: La humillación como emoción en la experiencia escolar.
Una lectura desde la perspectiva de Norbert Elías. En Kaplan y Orce
(Coords), Poder prácticas sociales y procesos civilizador. Los usos de Norbert
Elías, Noveduc, Buenos Aires, 2009.
 Kaplan, Carina, V: Violencia en las escuelas. Investigaciones, resultados y
políticas de abordaje y prevención. Simposio Francia-Argentina. Documento
de Trabajo Observatorio de Violencia en las escuelas. Ministerio de
Educación de la Nación, Buenos Aires, 2009
 Kaplan, Carina, V: Jóvenes en turbulencia. Miradas críticas contra la
criminalización de los estudiantes. En Propuesta Educativa N°35, FLACSO,
2011, p.95-103.
 Kaplan, Carina, V: El miedo a morir joven. Meditaciones de los estudiantes
sobre la condición humana. En
 Kaplan, Carina V. (Dir) Culturas estudiantiles. Sociología de los vínculos en
la escuela. Miño y Dávila, Buenos Aires, 2013.
 Sennett, Richard. El respeto. Sobre la dignidad del hombre en un mundo de
desigualdad. Anagrama, Barcelona, 2003.
 Wacquant, Loic: Las cárceles de la miseria. Manantial, Buenos Aires, 2000.
 Zafaroni, E“La cuestión Criminal”, Suplemento Especial, Página 12, Junio
2011. Disponible
en: http://www.pagina12.com.ar/especiales/archivo/zaffaroni_cuestion_cri
minal/1-)
 Jóvenes y Educación. Miradas alternativas (sitio web con recursos para
trabajar sobre la temática de la violencia.
En: http://jovenes.esy.es/miradasalternativas/index.php, consultado en
septiembre 2014.
Lecturas sugeridas
 Ministerio de Educación de la Nación (2008): Cátedra abierta: aportes para
pensar la violencia en las escuelas. - 1ª ed. - Buenos Aires. Disponible
en: http://www.me.gov.ar/construccion/pdf_observatorio/catedra.pdf,
consultado en septiembre de 2014.
 Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaria de Equidad y Calidad
Educativa (2011): Cátedra abierta, aportes para pensar la violencia en las
escuelas 2: ciclo de videoconferencias. 1a ed. - Buenos Aires: Ministerio de
Educación de la Nación, 2011. Disponible
en: http://www.me.gov.ar/construccion/pdf_observatorio/catedra2.pdf ,
consultado en septiembre 2014.
 Provincia de Buenos Aires- Dirección General de Cultura y Educación-
Subsecretaría de Educación (2012): Guía de Orientación para la
Intervención en Situaciones Conflictivas en el Escenario Escolar, disponible
en: https://normasprovinciales.files.wordpress.com/2012/12/1-cc-01-2012-
guia-para-conflictos-escolares.pdf, consultado en septiembre de 2014.
Notas al pie clase 02

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Grado noveno segundo período taller autonomía y familia
Grado noveno segundo período  taller autonomía y familiaGrado noveno segundo período  taller autonomía y familia
Grado noveno segundo período taller autonomía y familialydugo
 
Violencia Escolar y Bullying ccesa007
Violencia Escolar y Bullying  ccesa007Violencia Escolar y Bullying  ccesa007
Violencia Escolar y Bullying ccesa007Demetrio Ccesa Rayme
 
Conflicto Escolar y Convivencia Saludable en la escuela ccesa007
Conflicto Escolar y Convivencia Saludable en la escuela  ccesa007Conflicto Escolar y Convivencia Saludable en la escuela  ccesa007
Conflicto Escolar y Convivencia Saludable en la escuela ccesa007Demetrio Ccesa Rayme
 
Taller segundo período grado séptimo las limitaciones de las familias
Taller segundo período grado séptimo las limitaciones de las familiasTaller segundo período grado séptimo las limitaciones de las familias
Taller segundo período grado séptimo las limitaciones de las familiaslydugo
 
Modelo de redacción de marco teórico
Modelo de redacción de marco teórico   Modelo de redacción de marco teórico
Modelo de redacción de marco teórico Alain Castro Alfaro
 
Los conflictos de generación ensayo
Los conflictos de generación ensayoLos conflictos de generación ensayo
Los conflictos de generación ensayoMCMurray
 
Escritores de la libertad
Escritores de la libertadEscritores de la libertad
Escritores de la libertadsabrinasastre
 
Los conflictos generacionales
Los conflictos           generacionalesLos conflictos           generacionales
Los conflictos generacionalesBrenda Rodriguez
 
Cuadernos de neuropedagogía y neurociencias
Cuadernos de neuropedagogía y neurocienciasCuadernos de neuropedagogía y neurociencias
Cuadernos de neuropedagogía y neurocienciasIeshú Ehrlichmann
 
Que es amistad." Practica semana 16-20 de junio"
Que es amistad." Practica semana 16-20 de junio"Que es amistad." Practica semana 16-20 de junio"
Que es amistad." Practica semana 16-20 de junio"Angel Ramon
 

La actualidad más candente (17)

Grado noveno segundo período taller autonomía y familia
Grado noveno segundo período  taller autonomía y familiaGrado noveno segundo período  taller autonomía y familia
Grado noveno segundo período taller autonomía y familia
 
Violencia Escolar y Bullying ccesa007
Violencia Escolar y Bullying  ccesa007Violencia Escolar y Bullying  ccesa007
Violencia Escolar y Bullying ccesa007
 
Educación especial
Educación especial Educación especial
Educación especial
 
Amistad
AmistadAmistad
Amistad
 
Conflicto Escolar y Convivencia Saludable en la escuela ccesa007
Conflicto Escolar y Convivencia Saludable en la escuela  ccesa007Conflicto Escolar y Convivencia Saludable en la escuela  ccesa007
Conflicto Escolar y Convivencia Saludable en la escuela ccesa007
 
Taller segundo período grado séptimo las limitaciones de las familias
Taller segundo período grado séptimo las limitaciones de las familiasTaller segundo período grado séptimo las limitaciones de las familias
Taller segundo período grado séptimo las limitaciones de las familias
 
Modelo de redacción de marco teórico
Modelo de redacción de marco teórico   Modelo de redacción de marco teórico
Modelo de redacción de marco teórico
 
Kaplan Buenos y Malos alumnos
Kaplan Buenos y Malos alumnosKaplan Buenos y Malos alumnos
Kaplan Buenos y Malos alumnos
 
Los conflictos de generación ensayo
Los conflictos de generación ensayoLos conflictos de generación ensayo
Los conflictos de generación ensayo
 
Escritores de la libertad
Escritores de la libertadEscritores de la libertad
Escritores de la libertad
 
Los conflictos generacionales
Los conflictos           generacionalesLos conflictos           generacionales
Los conflictos generacionales
 
Etica y valores
Etica y valoresEtica y valores
Etica y valores
 
Bullying
BullyingBullying
Bullying
 
Convivencia escolar
Convivencia escolarConvivencia escolar
Convivencia escolar
 
Cuadernos de neuropedagogía y neurociencias
Cuadernos de neuropedagogía y neurocienciasCuadernos de neuropedagogía y neurociencias
Cuadernos de neuropedagogía y neurociencias
 
Seminario Práctica Inicial II
Seminario Práctica Inicial IISeminario Práctica Inicial II
Seminario Práctica Inicial II
 
Que es amistad." Practica semana 16-20 de junio"
Que es amistad." Practica semana 16-20 de junio"Que es amistad." Practica semana 16-20 de junio"
Que es amistad." Practica semana 16-20 de junio"
 

Similar a Clase 2 2015_sem_guía_federal (1)

Violencia intrafamiliar
Violencia intrafamiliarViolencia intrafamiliar
Violencia intrafamiliarSAIFRA
 
Planeando tu vida sesion 11
Planeando tu vida sesion 11Planeando tu vida sesion 11
Planeando tu vida sesion 11ANAUTZ
 
Escuelas protectoras y protegidas 23 agosto 2011
Escuelas protectoras y protegidas 23 agosto 2011Escuelas protectoras y protegidas 23 agosto 2011
Escuelas protectoras y protegidas 23 agosto 2011diego arbelaez
 
ESCUELAS PROTECTORAS Y PROTEGIDAS Educación Biocentrica - Fundación Escuela C...
ESCUELAS PROTECTORAS Y PROTEGIDAS Educación Biocentrica - Fundación Escuela C...ESCUELAS PROTECTORAS Y PROTEGIDAS Educación Biocentrica - Fundación Escuela C...
ESCUELAS PROTECTORAS Y PROTEGIDAS Educación Biocentrica - Fundación Escuela C...biodanzacolombia
 
Una mejor convivencia para todos
Una mejor convivencia para todosUna mejor convivencia para todos
Una mejor convivencia para todosdayana26015
 
Una mejor convivencia para todos
Una mejor convivencia para todosUna mejor convivencia para todos
Una mejor convivencia para todosDayana26013
 
Informe climas sociales toxicos y climas sociales nutritivos
Informe climas sociales toxicos y climas sociales nutritivosInforme climas sociales toxicos y climas sociales nutritivos
Informe climas sociales toxicos y climas sociales nutritivosmanueloyarzun
 
Estrategias prevencion fracaso
Estrategias prevencion fracasoEstrategias prevencion fracaso
Estrategias prevencion fracasoGEMMA DesOrienta
 
La identidad sexual y de género como fenómeno de integración social y política
La identidad sexual y de género como fenómeno de integración social y políticaLa identidad sexual y de género como fenómeno de integración social y política
La identidad sexual y de género como fenómeno de integración social y políticaRaúl Olmedo Burgos
 
8. Educar en relacion hacia la convivencia y el respeto
8. Educar en relacion hacia la convivencia y el respeto8. Educar en relacion hacia la convivencia y el respeto
8. Educar en relacion hacia la convivencia y el respetoJAQUI NARVAEZ
 

Similar a Clase 2 2015_sem_guía_federal (1) (20)

La educación como una oportunidad
La educación como una oportunidad La educación como una oportunidad
La educación como una oportunidad
 
Violencia intrafamiliar
Violencia intrafamiliarViolencia intrafamiliar
Violencia intrafamiliar
 
Análisis unidad didáctica
Análisis unidad didáctica Análisis unidad didáctica
Análisis unidad didáctica
 
Planeando tu vida sesion 11
Planeando tu vida sesion 11Planeando tu vida sesion 11
Planeando tu vida sesion 11
 
EL RESPETO.
EL RESPETO.EL RESPETO.
EL RESPETO.
 
Elogio a la dificultad
Elogio a la dificultadElogio a la dificultad
Elogio a la dificultad
 
Lectura1
Lectura1Lectura1
Lectura1
 
Lectura1
Lectura1Lectura1
Lectura1
 
Tolerancia y-solidaridad-cinco
Tolerancia y-solidaridad-cincoTolerancia y-solidaridad-cinco
Tolerancia y-solidaridad-cinco
 
Escuelas protectoras y protegidas 23 agosto 2011
Escuelas protectoras y protegidas 23 agosto 2011Escuelas protectoras y protegidas 23 agosto 2011
Escuelas protectoras y protegidas 23 agosto 2011
 
ESCUELAS PROTECTORAS Y PROTEGIDAS Educación Biocentrica - Fundación Escuela C...
ESCUELAS PROTECTORAS Y PROTEGIDAS Educación Biocentrica - Fundación Escuela C...ESCUELAS PROTECTORAS Y PROTEGIDAS Educación Biocentrica - Fundación Escuela C...
ESCUELAS PROTECTORAS Y PROTEGIDAS Educación Biocentrica - Fundación Escuela C...
 
Una mejor convivencia para todos
Una mejor convivencia para todosUna mejor convivencia para todos
Una mejor convivencia para todos
 
Una mejor convivencia para todos
Una mejor convivencia para todosUna mejor convivencia para todos
Una mejor convivencia para todos
 
Identidad social
Identidad socialIdentidad social
Identidad social
 
Mediacion en la escuela
Mediacion en la escuelaMediacion en la escuela
Mediacion en la escuela
 
Informe climas sociales toxicos y climas sociales nutritivos
Informe climas sociales toxicos y climas sociales nutritivosInforme climas sociales toxicos y climas sociales nutritivos
Informe climas sociales toxicos y climas sociales nutritivos
 
Estrategias prevencion fracaso
Estrategias prevencion fracasoEstrategias prevencion fracaso
Estrategias prevencion fracaso
 
La identidad sexual y de género como fenómeno de integración social y política
La identidad sexual y de género como fenómeno de integración social y políticaLa identidad sexual y de género como fenómeno de integración social y política
La identidad sexual y de género como fenómeno de integración social y política
 
Expo 8
Expo 8Expo 8
Expo 8
 
8. Educar en relacion hacia la convivencia y el respeto
8. Educar en relacion hacia la convivencia y el respeto8. Educar en relacion hacia la convivencia y el respeto
8. Educar en relacion hacia la convivencia y el respeto
 

Último

Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en VenezuelaMovimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuelacocuyelquemao
 
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamicaFactores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamicaFlor Idalia Espinoza Ortega
 
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.pptDE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.pptELENA GALLARDO PAÚLS
 
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdadLecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdadAlejandrino Halire Ccahuana
 
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docxCeciliaGuerreroGonza1
 
EXPECTATIVAS vs PERSPECTIVA en la vida.
EXPECTATIVAS vs PERSPECTIVA  en la vida.EXPECTATIVAS vs PERSPECTIVA  en la vida.
EXPECTATIVAS vs PERSPECTIVA en la vida.DaluiMonasterio
 
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...JAVIER SOLIS NOYOLA
 
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grandeMAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grandeMarjorie Burga
 
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxdanalikcruz2000
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxlclcarmen
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosCesarFernandez937857
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxOscarEduardoSanchezC
 
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdfgimenanahuel
 
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscala unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscaeliseo91
 
Identificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PCIdentificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PCCesarFernandez937857
 
RETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxRETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxAna Fernandez
 

Último (20)

Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en VenezuelaMovimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
Movimientos Precursores de La Independencia en Venezuela
 
Razonamiento Matemático 1. Deta del año 2020
Razonamiento Matemático 1. Deta del año 2020Razonamiento Matemático 1. Deta del año 2020
Razonamiento Matemático 1. Deta del año 2020
 
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamicaFactores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
 
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.pptDE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
 
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdadLecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
 
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
6° SEM30 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
 
EXPECTATIVAS vs PERSPECTIVA en la vida.
EXPECTATIVAS vs PERSPECTIVA  en la vida.EXPECTATIVAS vs PERSPECTIVA  en la vida.
EXPECTATIVAS vs PERSPECTIVA en la vida.
 
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
 
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grandeMAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
 
La Trampa De La Felicidad. Russ-Harris.pdf
La Trampa De La Felicidad. Russ-Harris.pdfLa Trampa De La Felicidad. Russ-Harris.pdf
La Trampa De La Felicidad. Russ-Harris.pdf
 
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
 
Power Point: "Defendamos la verdad".pptx
Power Point: "Defendamos la verdad".pptxPower Point: "Defendamos la verdad".pptx
Power Point: "Defendamos la verdad".pptx
 
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos BásicosInformatica Generalidades - Conceptos Básicos
Informatica Generalidades - Conceptos Básicos
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
 
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
30-de-abril-plebiscito-1902_240420_104511.pdf
 
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fiscala unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
la unidad de s sesion edussssssssssssssscacio fisca
 
Identificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PCIdentificación de componentes Hardware del PC
Identificación de componentes Hardware del PC
 
RETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docxRETO MES DE ABRIL .............................docx
RETO MES DE ABRIL .............................docx
 
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia GeneralRepaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
Repaso Pruebas CRECE PR 2024. Ciencia General
 

Clase 2 2015_sem_guía_federal (1)

  • 1. Convivencia -nosotros y los otros- violencia y escuela1 Bienvenidos/as a la segunda clase, en un primer momento desarrollaremos aquí la temática de la convivencia y la relación con los otros en la escuela. Luego abordaremos la relación entre violencia y medios de comunicación, para finalizar con el desarrollo de una perspectiva socioeducativa acerca de las violencias en la escuela, posicionándonos en una postura alternativa frente a las visiones estigmatizantes, de patologización y criminalización de las infancias y juventudes. Aprendiendo a vivir juntos Convivir significa vivir junto con otros, y esto sin duda, supone tensiones dado que no todas las personas pensamos, sentimos y actuamos de la misma manera ni tenemos los mismos intereses. En la escuela, estas tensiones pueden manifestarse de modos diversos y entre diferentes actores. Habitar un espacio y un tiempo común bajo la condición de la obligatoriedad escolar no es tarea fácil y constituye uno de los desafíos principales de los adultos en la potenciación de los procesos de socialización y subjetivación escolar. Por lo general, existe una tendencia a considerar a los conflictos de forma negativa, como una distorsión, algo que perjudica o afecta el normal funcionamiento de las cosas. Desde la perspectiva asumida en esta clase se concibe a la conflictividad como una dimensión inherente a la vida social. Los conflictos siempre forman parte de las relaciones entre las personas, son inherentes al vínculo con los otros. Esto implica que ni su evitación ni su eliminación resultan estrategias adecuadas para resolverlos. Se trata, entonces, de abordad los conflictos desde una mirada pedagógica que, en el marco del respeto y concreción de los derechos, favorezca el aprendizaje y el enriquecimiento mutuo de docentes y estudiantes. Convivir es hacer y pensar con el otro y no a pesar del otro, y esto implica poder aceptar distintos puntos de vista, opiniones y formas de vida aunque no estemos de acuerdo con ellas. No sólo se trata de reconocer las diferencias sino de respetarlas y enriquecernos a partir de ellas. Tal vez, una de las mayores riquezas que ofrece la escuela pública es la posibilidad de un encuentro abierto y plural. A veces se habla de educar en la diversidad como si se tratara de una cuestión de tolerancia, de enseñar a soportar a los otros. Consideramos que el desafío de la escuela es ir más allá de eso ya que, como sostiene Silvia Bleichmar2 , la tolerancia supone una suerte de resignación (“me resigno a que haya otros que no son como yo”, “los acepto”) pero en realidad el asunto no es el resignarnos “porque no nos queda otra”, sino aceptar porque creemos que la diversidad es parte del mundo y lo vemos como algo valioso que amplía nuestro universo simbólico. Frente a esto es importante que desde la escuela podamos promover modos de convivencia que reconozcan y respeten la pluralidad.
  • 2. Sugerimos mirar los siguientes cortos de Canal Encuentro del Programa “Vivir Juntos” Estos videos son parte de las actividades desarrolladas por el proyecto Aprender a Vivir Juntos. Aquí, los niños, las niñas y adolescentes hablan acerca de temas como el amor y las diferentes creencias religiosas. Sus opiniones se comunican en un ámbito de respeto y convivencia. La discriminación: Disponible en: www.youtube.com/watch?v=vBgYLhEhxqg La identidad: Disponible en: www.youtube.com/watch?v=03kAWDYVNfw Nosotros y los otros: procesos de estigmatización social Uno de los aspectos que es necesario abordar cuando se plantea el tema de la convivencia es el de la “relación con el otro”y, a partir de ahí, ir desentrañando quién es ese otro, cómo se lo piensa, qué lugar se le otorga. Desde que nacemos pertenecemos a diferentes grupos sociales: la familia, los amigos, los hinchas de un club, el barrio, la ciudad, nuestro país, nuestra región, etc. Mientras crecemos, vamos tomando conciencia de esas pertenencias a través de la forma en que nos vestimos, los comportamientos que consideramos adecuados, los valores a los que adherimos, es decir, vamos conformando nuestra identidad personal (yo soy… a mí me gusta… yo opino que…) y, también, nuestra identidad social en relación con los múltiples grupos a los que pertenecemos. Entendemos que no es posible pensar al sujeto individual despojado del contexto histórico y social en el que se haya inserto. Afirmamos que la identidad, tanto la individual como la colectiva, es un proceso de construcción social, ya que ni las personas ni los grupos existimos aislados. No hay individuos sin sociedad ni sociedad sin individuos. Somos individuos en sociedad y nos constituimos en las relaciones con los otros. Es a partir de la identificación con otros que podemos identificar un “nosotros”. Ahora bien, suele suceder que para pertenecer a un “nosotros” nos diferenciamos de “ellos”. La construcción social de esta diferenciación no necesita realizarse como una relación de antagonismo. Y sin embargo en nuestras sociedades, en las que constantemente se estimula la competencia, abundan los ejemplos en los que, con el argumento (o la excusa) de afirmar una identidad determinada, el otro es construido como enemigo. Richard Sennett3 plantea que en las sociedades capitalistas atravesadas por procesos de desigualdad y exclusión social, es muy difícil expresar sentimientos
  • 3. de respeto hacia los demás. Para el autor, las desigualdades étnicas y de clase constituyen uno de los mayores obstáculos en las expresiones de respeto mutuo. Podemos sumarles las desigualdades de género. Gran parte de la tarea que nos toca desde la escuela consiste en ampliar las oportunidades para construir respeto y reconocimiento hacia el otro. Cuando se discrimina, la otra persona es colocada en un plano de inferioridad y se le hace saber, más o menos explícitamente, que no es digna de nuestro acercamiento o consideración. Se la destituye de la categoría de semejante, se la deshumaniza. De hecho, en la vida social y en la vida escolar, este Otro, visto como extraño, diferente en relación a un supuesto patrón de normalidad, suele estar estigmatizado y subalternizado, es decir, visto como un individuo o grupo inferior. Tal como afirma Carina Kaplan4 , es preciso tener en cuenta que todos nosotros vamos fabricando una idea acerca de nosotros mismos a partir de cómo nos ven los demás. Somos como somos pero también como somos percibidos y nominados por los otros. Fabricamos una idea, una imagen y una auto-valoración en base a la mirada que los otros nos devuelven. En el cuento“El Indigno”de Jorge Luis Borges un personaje afirma que: “todos nos parecemos a la imagen que tienen de nosotros. Yo sentía el desprecio de la gente y yo me despreciaba también". Nos preguntamos entonces: ¿quiénes son esos otros significativos que nos constituyen? Silvia Bleichmar afirma que en un contexto en donde el individualismo se ha vuelto extremo y el otro es visto como un medio o un obstáculo para la propia acción, es fundamental reflexionar sobre el principio del semejante. Alertando sobre el recorte que las sociedades imponen respecto de la noción de semejante: “Que un jerarca nazi sintiera culpa en caso de que sus hijos se vieran sometidos a condiciones penosas no quiere decir que tuviera ese mismo sentimiento respecto de los niños encerrados en los campos de concentración (…).”5 El contexto del ejemplo citado por Bleichmar remite a un momento previo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos (instrumento internacional con rango constitucional en nuestro país) y es ese marco el que define hoy cuál es el recorte de la noción de semejante: incluye sin discriminación alguna a todos los seres humanos. Sin embargo, no pecando de ingenuos, sabemos que generalmente las sociedades marchan en los hechos muy por detrás de los principios que reconocen y a los que les dan fuerza de ley. Y que es un trabajo consciente y cotidiano de sus miembros promover que esos principios tengan plena vigencia en la realidad. La propia Declaración Universal de los Derechos Humanos menciona que mediante la enseñanza y la educaciónse deben promover el respeto a estos derechos, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos6 . Se hace necesario entonces, reflexionar sobre los prejuicios, los estereotipos y los etiquetamientos como formas a partir de las cuales se refuerza la discriminación, y se fabrica una imagen inferiorizada/desvalorizada sobre los otros. En nuestras sociedades el exacerbamiento de estos prejuicios y estereotipos, favorece los miedos y temores de quedar excluido. Un ejemplo de ello lo constituye el caso de los/as jóvenes estudiantes, los cuales manifiestan entre sus miedos más significativos el temor de ser discriminados o excluidos por su lugar de residencia, la ropa que usan, la apariencia física y/o el color de piel. Estos atributos,
  • 4. demarcarían distinciones entre un nosotros -incluidos, establecidos, aceptados- y un ellos -excluidos, forasteros, rechazados7 . Ser parte del grupo o quedar por fuera es una cuestión vertebradora del tipo de vínculos que establecen entre sí los estudiantes. A partir de estas consideraciones podemos empezar a preguntarnos acerca de las clasificaciones y jerarquías que se establecen en los grupos de estudiantes como así también preguntarnos por cuáles son las clasificaciones y jerarquías que se establecen a través de la propuesta que la escuela hace a sus estudiantes. ¿Pueden ser todos y cada uno de ellos valorados en su singularidad a partir de su participación en la clase y en la escuela?, ¿se generan espacios de debate y diálogo acerca de las diferentes formas de discriminación? Violencias y Escuela En esta Videoconferencia dictada en el marco del Observatorio de Violencias en la Escuela del Ministerio de Educación de la Nación, Carina Kaplan reflexiona sobre las relaciones entre violencias y escuelas desde una perspectiva sociopolítica y sociocultural. Intentando ayudar a deconstruir las condiciones y experiencias institucionales, vinculares y pedagógicas que hacen que la escuela sea un espacio de pacificación y diálogo que contrasta con la violencia que se percibe y que existe en la sociedad8 . Veamos qué nos dice: Primera Parte: www.youtube.com/watch?v=rvXD_FZI948 Segunda Parte: www.youtube.com/watch?v=ktmpjZwsB4Y Quizás la característica más evidente del fenómeno de la violencia en las escuelas sea su mediatización. En el discurso de ciertos medios de comunicación predomina una visión criminalizante y judicializante sobre los estudiantes en la cual se asocian de manera unilineal violencia y delito, y donde las respuestas que -más o menos explícitamente- aparecen como necesarias son las llamadas “mano dura” y “tolerancia cero”. Al respecto cabe preguntarnos acerca del origen del término “violencia escolar” ¿De dónde proviene? El término se origina en el campo de las fuerzas de seguridad, por lo tanto no es un término propio del campo educativo, pedagógico o escolar. El mismo estaría vinculado con la criminalística y su mayor exponente es la política de Tolerancia cero, la cual, termina siendo resignificada y adaptada al espacio escolar estadounidense bajo el lema seguridad en las escuelas. Esta política proclama, a grandes rasgos, que todo acto de transgresión o agresión, sin importar su relatividad, sea castigado de raíz, severamente. En este aspecto y haciendo una pequeña digresión, los invitamos a pensar en qué otros aspectos las políticas y prácticas educativas suelen “importar”, sin demasiada mirada crítica, términos y
  • 5. perspectivas ajenas al mundo educativo, encarnándolas rápidamente en su lenguaje como si fueran propias. Una de las creencias que sostiene este tipo de perspectivas como la de Tolerancia cero es que si un niño transgrede desde muy pequeño y no es castigado a tiempo, esa conducta puede ser la génesis de futuras transgresiones más graves. Es decir, una pequeña transgresión en la escuela puede ser el germen de un acto delictivo a futuro, Según el sociólogo francés Loïc Wacquant, estudioso de la desigualdad y las violencias urbanas, y crítico de la Tolerancia cero, el supuesto de esta política es que “(…) si se lucha paso a paso contra los pequeños desórdenes cotidianos se logra hacer retroceder las grandes patologías criminales”9 . ¿Por qué es importante reflexionar acerca las concepciones de la comúnmente (mal llamada) violencia escolar y sus connotaciones penalizantes? Consideramos que es necesario asumir una perspectiva crítica acerca de la mirada criminalizante en la escuela, para intervenir desde el prisma pedagógico ante situaciones conflictivas en la vida escolar y eventuales episodios de violencia. Siguiendo los aportes de Eugenio Zaffaroni digamos que “lo punitivo se comporta de modo excluyente, porque no solo no resuelve el conflicto, sino que también impide o dificulta su combinación con otros modelos que lo resuelvan”. La escuela tiene la obligación de generar las condiciones para que otros modos de resolución de la conflictividad tengan lugar10 . La mirada penalizante sobre una situación conflictiva excluye la intervención pedagógica “El poder punitivo redujo a la persona con el hueso roto a un mero dato, porque no toma parte en la decisión punitiva del conflicto. Más aún: debe mostrar su hueso roto y si no lo hace el poder punitivo la amenaza como testigo remiso y puede llevarla por la fuerza a mostrar lo que el agresor le hizo. La característica del poder punitivo es, pues, la confiscación de la víctima, o sea, que es un modelo que no resuelve el conflicto, porque una de las partes (el lesionado) está, por definición, excluida de la decisión. Lo punitivo no resuelve el conflicto sino que lo cuelga, como una prenda que se saca del lavarropas y se tiende en la soga hasta que se seque. Imaginemos que un niño rompe a patadas un vidrio en la escuela. La dirección puede llamar al padre del niño para que pague el vidrio, puede enviarlo al psicopedagogo para ver qué le pasa, también puede sentarse a conversar con él para averiguar si algo le hace mal y lo irrita. Son tres formas de modelos no punitivos: reparador, terapéutico y conciliatorio. Pueden aplicarse los tres modelos, porque no se excluyen. En cambio, si el director decide que la rotura del vidrio afecta su autoridad y aplica el modelo punitivo expulsando al niño, ninguno de los otros puede aplicarse. Es claro que el director, al expulsar al niño, refuerza su autoridad vertical sobre la comunidad escolar”. Zaffaroni, “La cuestión Criminal”, Suplemento Especial, Página 12, Junio 2011. Disponible en: www.pagina12.com.ar/especiales/archivo/zaffaroni_cuestion_criminal/1- Consultado en Septiembre de 2014.
  • 6. No se afirma aquí que en la escuela no se debe sancionar, sino que hacemos hincapié en el aspecto pedagógico de la sanción educativa, la escuela ser comprendida como un punto de partida que posibilita la reparación y el crecimiento y no como un punto de llegada que clausura las chances de rehacer y mejorar lo hecho. La sanción educativa nos permite construir escenarios escolares de justicia y de legitimación de las normas y acuerdos escolares de convivencia. Violencia y medios de comunicación Si observamos los medios de comunicación vemos que toman algunos acontecimientos escolares, los catalogan como violencia en las escuelas y los vuelven noticias periodísticas, apoyándose en la conmoción, el escándalo y la repercusión de los mismos en la sociedad. Cabe destacar que no todos los acontecimientos son tomados como insumos por los medios de comunicación y convertidos en noticia. Esto nos ayudará a interpretar y describir las noticias que aparecen catalogadas como “violencia escolar” en los medios de comunicación. Aquí les es recomendamos leer el paper presentado por Sebastián Urquiza en las II Jornadas Internacionales “Sociedades Contemporáneas, Subjetividad y Educación” organizadas por la Facultad de Filosofía y Letras y CTERA, Abril 2014. ¿Por qué no nos parece adecuado hablar de “violencia escolar”? Hace un tiempo que comenzamos a acostumbrarnos a leer en los diarios, ver en internet y en la televisión hechos de violencia bajo el epígrafe “violencia escolar”. Los hechos se van presentando como casos sobredimensionados y espectacularizados donde las escuelas se muestran como lugares inseguros, los niños/jóvenes como violentos y los adultos como impotentes. No hay nada nuevo en la violencia en, de, y hacia la escuela, lo que si hay es mayor visibilidad. Con un celular se puede filmar todo, subirlo a YouTube y ponerlo a disposición de la TV, que lo pasa 15 veces sobredimensionando y espectacularizando dicha situación, y en muchos casos vulnerando derechos y estigmatizando a los niños/as y adolescentes. Los medios son parte de nuestro medio ambiente, pero vivimos en una sociedad que en parte ha construido un miedo ambiente y es interesante que la escuela se constituya en un filtro cognitivo, para que los niños/as y adolescentes puedan transformarse o dejar de ser espectadores pasivos y constituirse en ciudadano. Se hace entonces necesario detenernos a reflexionar sobre la mirada social que se construye en torno a la violencia en las escuelas y los discursos y figuras que circulan sobre el mundo escolar. Nos preguntamos: ¿Qué imágenes sobre el niño y el joven prevalecen? ¿Qué visión predomina sobre la institución, los alumnos/as, los directivos, los docentes, preceptores, etc? Al construir las noticias sobre violencia en las escuelas, se observa que ciertos medios de comunicación lo hacen a través de etiquetamientos, rótulos o metáforas que reducen el fenómeno, lo descontextualizan y lo simplifican. Esta operación desliza la mirada hacia sentidos estigmatizantes en torno a la escuela y sus actores.
  • 7. ¿De qué forma se produce este deslizamiento de sentidos? En el sitio web http://jovenesyeducacion.com.ar podemos acceder a ciertas claves para interrogarnos y entender los mecanismos de ocultamiento ante una noticia periodística referida a situaciones de violencia en las escuelas. - ¿Se intenta captar nuestra atención por medio de títulos impactantes tales como “violencia escolar”? Al adjetivar la violencia como escolar (o infantil o juvenil), la presenta como intrínseca a la escuela, a los niños o jóvenes, cuando no lo es. La violencia es siempre relacional, socialmente construida e históricamente situada y refiere a una multiplicidad de fenómenos y representaciones sociales. - ¿Se equipara conflicto con violencia? En realidad, sostenemos que el no reconocimiento del conflicto genera las condiciones para los actos de violencia. - ¿Se emplea el término bullying desde un enfoque patologizante? Esta nominación, tiende a individualizar el conflicto, atribuyendo el problema de las violencias en la escuela a ciertos rasgos de personalidad del alumno, o incluso a un gen de la violencia, sin dar cuenta de las relaciones que se establecen en cada institución, del contexto social en donde se encuentran los alumnos. - ¿El “mal comportamiento” de un alumno se descontextualiza? Por lo que termina siendo explicado como carencias morales, mentales y de valores del sujeto o su familia. - ¿Los hechos se van exhibiendo como casos espectaculares? Sabemos que de ser así, lentamente pasan a conformar “un prontuario de las infancias y juventudes” de nuestros tiempos. - Lo excepcional (los hechos de violencia) ¿es percibido como la norma? Dejando además a la escuela bajo un manto de sospecha sobre su eficacia en el control de estas situaciones. - ¿Se reitera el uso de metáforas que vinculan los hechos descriptos con cierto peligro o amenaza? Estas metáforas que sostiene la existencia de, por ejemplo, una “ola” o “epidemia” de violencias en las escuelas que tiñe todo el cotidiano escolar, o se representa a la escuela como un campo de batalla. - ¿Prevalece un enfoque criminológico que asocia mecánicamente violencia a delito? Esto conlleva, desde esta mirada, la existencia de un gen o predisposición innata para la violencia. - ¿En qué sección del diario aparece la noticia? Frecuentemente estas noticias aparecen en la sección referida al ámbito policial (y no educativo). - ¿Se utiliza un lenguaje penal? El lenguaje penal utilizado cataloga a los estudiantes, sobre todo a aquellos atravesados por las condiciones materiales y simbólicas de la desigualdad social, como “delincuentes”, “matones”, “menores”, “rateritos”. - ¿Se judicializa la infancia y la juventud?: la judicialización consiste en dar un tratamiento criminológico a ciertos comportamientos sociales que, si bien son transgresiones a las normas y códigos de con-vivencia (vivir con otros; vivir junto a otros y otras), siempre son interpretados como faltas graves ante la ley, tomando
  • 8. como referencia la letra del código penal. La judicialización de la infancia y la juventud es un concepto que se desprende como consecuencia de las prácticas del sistema legal (punitivo- represivo) de menores. Es por esto una categoría histórica. - ¿Se hace una distinción entre niños (sujetos de derechos) y menores (objetos de tutela)? La categoría “menor” se forja en un circuito de nominación y tutela que determina que esos sujetos queden inhibidos en su acceso a otros territorios de la sociedad y la cultura. En cambio, al hablar de niños, niñas, adolescentes y jóvenes nos situamos en otro paradigma que es el de la doctrina de la protección integral. Como menciona Bourdieu, el periodismo cuenta con una posición privilegiada en la lucha simbólica por el hacer ver y el hacer creer y es “entre todos los productores de discursos quién dispone de los medios más potentes para hacerlo circular e imponerlos”11 . En nuestro caso, tal como sostiene Zaffaroni12 , "la criminología mediática crea la realidad de un grupo de personas decentes, frente a una masa de criminales, identificado a través de estereotipos, que configuran un "ellos". Un ellos separado del resto de la sociedad, por ser un conjunto de diferentes y de malos". Para reflexionar acerca de aquellas prácticas solidarias, de reconocimiento y respeto hacia el otro: Sugerimos mirar el video “Violeta”: Disponible en: vimeo.com/48159331  Realizado por: Unidad de Producción Audiovisual - Ministerio de Educación de la Nación Argentina  Dirección: Alejandro Vagnenkos  Realización: Andrés Habegger  Actúan: Violeta Cappaso, 4to año 2011 E.M.E.M. Nº1 D.E. 14 "FEDERICO GARCÍA LORCA"  Asistente de dirección: María Cabrejas  Cámara: Diego Camats  Sonido: Gustavo Agustinho  Producción: Gisela Giordano, Lucía Horovitz  Montaje: Emiliano Serra  Gráfica: Mariano Fernández Russo, Lucía Horovitz La violencia en su dimensión relacional Llegado a este punto, se hace imprescindible abandonar de una vez la costumbre de adjetivar la violencia como escolar (o infantil / juvenil) porque esta no es intrínseca a la escuela ni a los niños o jóvenes. La violencia es siempre relacional, socialmente construida y refiere a una multiplicidad de fenómenos y representaciones sociales. Una mirada pedagógica acerca de la violencia requiere asumir un posicionamiento crítico frente aquellas posturas que colocan a la escuela como un campo de batalla,
  • 9. como un lugar de impotencia que pierde legitimidad para hacer frente a los diversos acontecimientos que pueden irrumpir en su cotidiano. Muchas veces estas miradas colocan a los niños, niñas y adolescentes como violentos “por naturaleza” y a los adultos (docentes, directivos, preceptores, orientadores) en un lugar de imposibilidad, de incapacidad para mediar en las modalidades de construcción de los vínculos en la escuela. Se propone, entonces, considerar al fenómeno de la violencia como una construcción socio-histórica y cultural. Por lo general, cualquiera de nosotros identifica con claridad la violencia con la agresión física; sin embargo, cotidianamente se producen situaciones que no son percibidas como violentas aunque sí lo son. Como venimos señalando, las relaciones de humillación, la discriminación por origen social, por características físicas, por identidades de género, por religión, por ser inmigrante de determinado país, conforman un tipo de violencia, a veces silenciosa pero tan hiriente como la agresión física, que el sociólogo Pierre Bourdieu13 definió como violencia simbólica. La violencia simbólica se produce sin un palo que resuene pero con un duro golpe a las subjetividades. La violencia como lugar de reconocimiento Como sostiene el sociólogo alemán Norbert Elias, los cambios sociales producen modificaciones en las costumbres humanas, lo que implica una transformación en las estructuras y hábitos psíquicos14 . Las transformaciones estructurales de las sociedades en que vivimos nos llevan a interrogarnos sobre los procesos y experiencias por medio de los cuales, vamos consolidando nuestra identidad, construyendo nuestra autoestima, edificando una mirada acerca de nosotros y de los demás. Una pregunta que nos puede resultar útil para pensar en los estudiantes, sus vínculos y la dinámica de los grupos escolares, es la pregunta por las modalidades de construir respeto en la escuela. Como señala Richard Sennett15 el respeto constituye un aspecto fundamental de la experiencia social e individual de las personas. La vivencia de respeto no puede pensarse por fuera de la relación social porque las personas necesitamos de la confirmación de los otros para sentirnos respetados. Niños/as y jóvenes necesitan tener un lugar en el propio grupo de compañeros. El hecho de ser o no respetado y reconocido por parte de sus pares tiene fuerte incidencia en la manera en que establecen sus vínculos dentro de la escuela. En muchas ocasiones puede suceder que frente a la búsqueda de ser y sentirse reconocidos y respetados, los/as chicos/as recurran a la violencia como modalidad de conseguir reconocimiento. En muchos casos la violencia de los /as estudiantes actúa como una señal para ser mirados, identificados, visibilizados, como un modo de autoafirmación16 . Las violencias se vinculan, entonces, con las formas particulares de las experiencias y trayectorias educativas. Otro aspecto que puede brindarnos una explicación acerca de las situaciones de violencia en la escuela, es aquel que la vincula como el emergente de la ausencia de sentido en la vida. Este sinsentido sin dudas puede ponerse en cuestión en la
  • 10. escuela, en los proyectos educativos que posibilitan pensar en un por-venir, en un futuro junto con otros, en la revalorización de la autoestima y del “ser para otros”. Es por ello que enfatizamos el lugar potencial de la escuela como transformadora de los sinsentidos sociales, donde el adulto se encuentra una posición privilegiada para alojar mirar y co-construir otros modos de reconocimiento y (auto)respeto, alternativos a la violencia. Relaciones entre pares: una mirada crítica acerca del bullying17 Cabe destacar que en los últimos tiempos, ha cobrado mucha relevancia, sobre todo a través de los medios de comunicación, el fenómeno de acoso u hostigamiento entre pares en la escuela, más conocido como Bullying18 . El fenómeno del acoso entre pares existe y es importante ser conscientes de ello para poder abordarlo. No se trata de desconocer su importancia, ni mucho menos su ocurrencia, sino de formular algunos cuestionamientos a ciertas formas en que se lo ha enfocado y, fundamentalmente, de aportar elementos que contribuyan a la construcción de un enfoque alternativo. Las perspectivas que refieren al bullying, generalmente, adoptan una explicación de la problemática de la violencia centrada en la existencia de individuos patológicos (sujetos violentos y sujetos pasibles de ser victimizados o víctimas en potencia). Desde estos análisis se establecen posiciones fijas en la escena del acoso: “victimarios o acosadores”, “víctimas o acosados”, y se explica el lugar que cada niño o joven ocupa en esta escena a través de ciertos atributos personales. Para ello, definen “perfiles" tanto de los victimarios como de las víctimas, llegando incluso a distinguir entre el perfil de la “víctima pasiva o sumisa” y el de la “víctima provocadora”. Sostenemos que es necesario cuestionar la definición de perfiles ya que estos constituyen la base para etiquetamientos que se transforman luego en veredictos escolares y “destinos inexorables”19 . Al establecer tipologías pre-establecidas (previas a la interacción con el otro), éstas fijan una identidad para cada sujeto a partir de un rol o de una posición que este asume en una determinada situación de la vida escolar. Y al igual que cualquier otro etiquetamiento, los perfiles constituyen la base para la formulación de predicciones para el futuro de los sujetos, actuando así como “profecías autocumplidas”. Para reflexionar en nuestras instituciones Eugenia y Gabriela alumnas de 7mo grado mientras esperan que la maestra entre al aula, discuten por un problema entre ellas, mientras la maestra está ingresando al aula, escucha que Gabriela dice: “¡¡¡basta Eugenia!!! me tenés cansada sos una puta y ya te lo dije varias veces no me jodas más a mí, conmigo no te metas o te la vas a ver mal” Eugenia con los ojos rojos sale corriendo de aula.
  • 11. Pensemos juntos: ¿Qué podría hacer la docente? ¿Cómo podemos intervenir pedagógicamente en esta situación? ¿Qué estrategias pueden favorecer la tramitación del conflicto, disminuyendo la tensión? Dan Olweus20 , un referente de este paradigma del bullying, sostiene que quienes han sido “victimarios” con frecuencia incurren en delitos en su vida adulta mientras que las “víctimas” pueden llegar a episodios de suicidio ulteriores. Apelando a estos mismos argumentos, es importante también cuestionar el uso de categorías dicotómicas provenientes de la criminología clásica, más propias del delito y del derecho penal, cuando son aplicadas a problemas de convivencia entre pares. Mucho más todavía cuando se trata de sujetos que están en pleno proceso de formación, como es el caso de niños y jóvenes. El uso de términos tales como víctima-victimario, acosador-acosado, bully, -en su traducción literal los toreadores o bulls, los toros -, lejos de ser inocuo, resulta una práctica estigmatizante hacia los sujetos. Desde la escuela, como así también desde cualquier otro proyecto que se precie de educativo, resulta fundamental sostener una mirada que no estigmatice a los alumnos. De lo contrario, se estarían desconociendo las posibilidades de transformación de la educación en la construcción de subjetividades individuales y colectivas. Revisar los enfoques no es sólo un problema teórico. Todo enfoque tiene su incidencia en el modo de abordaje de un problema y en las soluciones que propone. Por cierto, esas concepciones han dado lugar a soluciones simplistas, que centraron el problema en características inherentes a ciertos sujetos desconociendo la compleja trama de relaciones en la que el acoso –como forma de interacción– acontece. La adopción del enfoque relacional para la explicación de cualquier forma de violencia, entre ellas el acoso entre pares, significa reconocer que una manifestación de violencia tiene lugar no por las características de las personas involucradas o por circunstancias individuales, sino fundamentalmente por las interacciones entre los sujetos. Estas, a su vez, no se producen en el vacío sino en un determinado contexto. Los comportamientos que establecen las personas tienen relación directa con ese contexto en que ocurren las interacciones. Si los comportamientos son situacionales, entonces no necesariamente se conforman como identidades fijas. Esto quiere decir que un niño puede actuar de modo violento en una situación pero no significa que sea violento. (Cuadernillo Acoso entre pares: orientación para actuar desde la escuela. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación, 2014. p. 21) Debemos preguntarnos entonces, no por las características que hacen que un sujeto sea violento sino por las condiciones relacionales que promueven que determinados sujetos o grupos se comporten de modo violento, y el contexto en que esa manifestación ocurre.
  • 12. Nadie “es violento” sino que, en todo caso “está violento” bajo determinadas circunstancias, que deberán ser parte inexorable del análisis de ese comportamiento para poder intervenir pedagógicamente. Hablaríamos entonces de contextos facilitadores de violencia. No de casos de “alumnos violentos” sino de expresiones y relaciones violentas en ciertas dinámicas de poder. Pondríamos el foco en los vínculos sociales en la escuela y no tanto en casos individuales. Por este motivo, es que la Guía Federal de Orientaciones, prefiere hablar de roles y no de perfiles. Mientras que los perfiles son fijos, y se definen en relación con la supuesta esencia de la persona, los roles son contingentes, es decir, no tienen por qué ser necesariamente "así", pueden ser de ese modo, pero también de otro. Y ahí es donde se abre el abanico de posibilidades para la intervención educativa. La Guía Federal de Orientaciones, frente a determinada situación de conflicto recomienda: La inclusión de la variable temporal ("en este momento", "se presenta actualmente", etcétera) relativizar las conductas evitando su cristalización (no: "Sos desobediente", sino: "Estás desobediente". O sea: "Hoy estás... así" y no "Sos... así"); lo que permite intervenir a fin de ayudar a la alumna o el alumno a modificar sus conductas. Ampliar los márgenes de comprensión de los conflictos y las violencias conlleva necesariamente a los integrantes de la institución a repreguntarse acerca de sus prácticas. Las estadísticas indican que los porcentajes de episodios violentos en la escuela disminuyen cuando hay presencia de un adulto. Esto habla de la enorme importancia de la intervención de los adultos en las escenas escolares (Kornblit y otros, 2007). El relevamiento realizado a estudiantes de 2°y 5° año de nivel secundario desde el Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas del Ministerio de Educación de la Nación indica que a mayor intervención docente, menor percepción de haber sufrido o haber sido testigo de situaciones de violencia. Si bien un alto porcentaje de los estudiantes afirman que los docentes intervienen (el 50 % de los chicos reportan que los docentes lo hacen frecuentemente, el 41 % que lo hacen “a veces” y el 8 %, “nunca o casi nunca”), es necesario otorgar a las escuelas y a sus docentes, herramientas para que no se encuentren solos a la hora de decidir cómo intervenir. Desde esta perspectiva, es necesario que la escuela pueda abordar las situaciones de violencia o específicamente de acoso para pensar y definir sus propias prácticas de construcción de espacios de convivencia democráticos. Para reflexionar en nuestras instituciones Veamos esta escena: Miguel sufre constantemente las bromas y burlas de sus compañeros de escuela. Un día, uno de ellos comenzó a cantar –delante de todos– una canción que había inventado, en la cual se burlaba de los anteojos y de la baja estatura de Miguel.
  • 13. Al darse cuenta, la maestra que estaba a cargo del aula interrumpió la canción diciéndole al niño que la cantaba: “Disculpame, te recuerdo que cuando el docente da clases el alumno no pueden cantar”. Pensemos: ¿Sobre qué aspecto de la situación intervino el docente? ¿Cómo abordó la problemática referida a las burlas? ¿Qué intervención pedagógica tendería a resolver la problemática? La escuela como posibilidad: ¿Qué puede hacer la escuela? Si se tiene en cuenta que la violencia es resultado de modos de vincularse, la escuela no puede limitarse a intervenir sólo ante los episodios en que ésta emerge. Su objeto es más amplio: los vínculos o los lazos sociales. La escuela constituye una oportunidad para que niños y jóvenes transiten por la experiencia de vivir junto a otros, para que ensayen vínculos democráticos, pluralistas, basados en el respeto mutuo. Como venimos trabajando en las clases, la concepción que propone este curso se aleja de soluciones que se sustentan en la desconfianza entre unos y otros, en la noción del otro como fuente de peligro, como potencial enemigo, ya que, estas miradas, lejos de resolver el problema, lo agravan. Por ello, apostamos al fortalecimiento del lazo social, a la promoción de la noción del otro como semejante, es decir, como alguien diferente de uno mismo pero con idénticos derechos. Nos preguntamos entonces por las posibilidades que cotidianamente genera la escuela para la ampliación de horizontes de los estudiantes: ser mirados de otra manera, poder pensarse junto a otros construyendo proyectos colectivos, por ejemplo. La escuela es uno de los espacios sociales, que puede revertir destinos que parecen inexorablemente sentenciados al fracaso o la marginalización. “La escuela sirve para defenderse fuera, saber cómo hablar, saber tratar con otros, tener paciencia. Esta escuela para mí…es la mejor familia que me ha tocado, me ha ayudado a salir adelante en muchísimas cosas (...), la mejor familia que me toco, es esta escuela…” (Fragmento de una entrevista tomada a estudiante alumno de 20 años, quien dejó la escuela secundaria a los 15 años, tuvo que trabajar para mantener a su familia y luego retomo en la misma escuela pero en el turno noche para poder finalizar sus estudios) La escuela, en tanto que institución pública, tiene un papel central a la hora de hacer valer los derechos de los niños y las niñas y los jóvenes. Desde esta
  • 14. perspectiva, es necesario que la escuela pueda abordar las situaciones de violencia para pensar y establecer sus propias prácticas de construcción de espacios de convivencia democráticos. Veamos ahora este material audiovisual: “Iguales de diferentes: los cuerpos” Pensemos:  ¿qué sucede con la discriminación en nuestra escuela?  ¿cómo podríamos intervenir? Sugerimos la lectura del Texto “Acoso entre pares: orientación para actuar desde la escuela”. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación, 2014. Bibliografía  Bleichmar, Silvia: La subjetividad en riesgo, Topía Editorial, Buenos Aires, 2005.  Bleichmar, Silvia: La construcción de legalidades como principio educativo, transcripción de la videoconferencia organizada por el Observatorio Nacional de Violencia en las Escuelas el 26 de Agosto de 2006. En “Cátedra Abierta. Aportes para pensar la violencia en la escuela”, 2008  Borges, Jorge Luis : EL informe de Brodie, Emece Editores, Buenos Aires, 1995  Bourdieu, Pierre: Qué significa hablar, Akal, Madrid, 2001.  Bourdieu, Pierre: El sentido práctico, Buenos Aires, Siglo XXI ,2007.  Elias, Norbert: El proceso de la civilización. Investigaciones Sociogenéticas y psicogenéticas, Fondo de Cultura Económico, Madrid, 1983.  Kaplan, Carina, V: Buenos y malos alumnos. Descripciones que predicen, Aique, Buenos Aires, 1992.  Kaplan, C. V.: Talentos, dones e inteligencias, El fracaso escolar no es un destino. Buenos Aires, Colihue, 2008.  Kaplan, Carina, V: Violencias en Plural. Sociología de las violencias en la escuela. Buenos Aires, Miño y Dávila, 2006.
  • 15.  Kaplan, Carina, V: Violencia escolar bajo sospecha,Miño y Dávila, Buenos Aires, 2009.  Kaplan, Carina, V: La humillación como emoción en la experiencia escolar. Una lectura desde la perspectiva de Norbert Elías. En Kaplan y Orce (Coords), Poder prácticas sociales y procesos civilizador. Los usos de Norbert Elías, Noveduc, Buenos Aires, 2009.  Kaplan, Carina, V: Violencia en las escuelas. Investigaciones, resultados y políticas de abordaje y prevención. Simposio Francia-Argentina. Documento de Trabajo Observatorio de Violencia en las escuelas. Ministerio de Educación de la Nación, Buenos Aires, 2009  Kaplan, Carina, V: Jóvenes en turbulencia. Miradas críticas contra la criminalización de los estudiantes. En Propuesta Educativa N°35, FLACSO, 2011, p.95-103.  Kaplan, Carina, V: El miedo a morir joven. Meditaciones de los estudiantes sobre la condición humana. En  Kaplan, Carina V. (Dir) Culturas estudiantiles. Sociología de los vínculos en la escuela. Miño y Dávila, Buenos Aires, 2013.  Sennett, Richard. El respeto. Sobre la dignidad del hombre en un mundo de desigualdad. Anagrama, Barcelona, 2003.  Wacquant, Loic: Las cárceles de la miseria. Manantial, Buenos Aires, 2000.  Zafaroni, E“La cuestión Criminal”, Suplemento Especial, Página 12, Junio 2011. Disponible en: http://www.pagina12.com.ar/especiales/archivo/zaffaroni_cuestion_cri minal/1-)  Jóvenes y Educación. Miradas alternativas (sitio web con recursos para trabajar sobre la temática de la violencia. En: http://jovenes.esy.es/miradasalternativas/index.php, consultado en septiembre 2014. Lecturas sugeridas  Ministerio de Educación de la Nación (2008): Cátedra abierta: aportes para pensar la violencia en las escuelas. - 1ª ed. - Buenos Aires. Disponible en: http://www.me.gov.ar/construccion/pdf_observatorio/catedra.pdf, consultado en septiembre de 2014.  Ministerio de Educación de la Nación. Subsecretaria de Equidad y Calidad Educativa (2011): Cátedra abierta, aportes para pensar la violencia en las escuelas 2: ciclo de videoconferencias. 1a ed. - Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación, 2011. Disponible en: http://www.me.gov.ar/construccion/pdf_observatorio/catedra2.pdf , consultado en septiembre 2014.  Provincia de Buenos Aires- Dirección General de Cultura y Educación- Subsecretaría de Educación (2012): Guía de Orientación para la Intervención en Situaciones Conflictivas en el Escenario Escolar, disponible en: https://normasprovinciales.files.wordpress.com/2012/12/1-cc-01-2012- guia-para-conflictos-escolares.pdf, consultado en septiembre de 2014. Notas al pie clase 02