El documento discute la importancia de la perspectiva del otro y la inclusión en la educación. Argumenta que las escuelas deben desarrollar la capacidad de los estudiantes de ver el mundo desde la perspectiva de aquellos que son diferentes y que la sociedad suele marginar. También destaca la necesidad de que los maestros promuevan el pensamiento empático y la solidaridad con los demás en lugar de tratar de diagnosticar o excluir a los estudiantes. Finalmente, enfatiza la importancia de enseñar a los estudiantes que "ESTA
Necesidades Educativas Especiales: La escuela como oportunidad para la inclusión
1. Necesidades Educativas Especiales
Leidy Katherine Cárdenas
20142187012
La educación como una oportunidad
“La escuela puede desarrollar la capacidad del alumno de ver el mundo desde la
perspectiva del otro, en especial de aquellas personas que la sociedad suele repensar
como objetos o seres inferiores.” (Nussbaum 2010)
Con esta cita de Martha Nussbaum, en la cual ella afirma que la escuela tiene la
posibilidad de generar otros discursos en relación con el otro. Empezare mi escrito en el
cual quiero mostrar un poco lo que se nos ha construido como una sociedad con discursos
de desigualdad y como al tomar conciencia de ese otro, de ese extraño, de ese que no es
mi yo, se puede revindicar las relaciones dentro de la escuelas, las aulas de clase y aún
más importante revindicar mi papel como futura docente.
Estamos en un momento de la sociedad donde se dan discursos de igualdad, diversidad,
multiculturalidad, interculturalidad, inclusión. Pero esto no ha trascendido más allá de
discursos e implementaciones a favor de políticas públicas donde no se tiene en cuenta a
ese otro u otros que están en juego, ya que estas aparecen solo en respuesta a una sociedad
globalizada, en donde el control, poder y economía prevalecen por encima de la mayoría
y dan respuesta a unos pocos. Además de las políticas y la crisis en la educación se ha
dejado de la lado la visibilizaciòn de los seres humanos como sujetos sintientes, ya que el
egocentrismo de cada individuo ha crecido tanto que lo realmente primordial son mis
intereses, esto ha traído como consecuencia grandes rasgos de discriminación dentro de
nuestro país, donde si el otro no aporta a lo que yo deseo o se sale de lo estipulado no
pertenece a ese grupo de favorecidos. Todo esto se ve reflejado dentro de la sociedad la
cual empieza a generar discursos como la “normalidad” que está establecida por el
promedio aceptado según la época y la cotidianidad que se esté viviendo como grupo
social.
Ahora vamos a ir más allá, no solamente existe una discriminación a partir de grupos
grandes, sino yo mismo empiezo discriminando, la sociedad ha colonizado nuestro
pensamiento, generando con ello una visión del mundo individual, un mundo que gire en
2. torno a mi mismidad, en el cual se ve un egocentrismo colectivo y la imagen del mundo
es como yo lo veo y creo que es. Al creer que el mundo es de esta manera y se establecen
parámetros aceptados dentro de la comunidad, el distinto, los distintos dejan de ser parte
de esta y empiezan a estar en una lucha contra la sociedad que los quiere bajo cualquier
modo de la manera establecida y esto también lo duplico yo como sujeto individual,
provocando en mí, un miedo, preocupación, susto a lo diferente y así mismo dejo de
reconocer al otro.
Lo anteriormente mencionado hace parte de las construcciones sociales que hacemos
incluso desde casa, esto nos hace actuar y posicionarnos en el mundo de cierta manera y
con una mirada del otro. Ahora, bien veremos como la educación y el papel de docentes
puede aportar un grano de arena a estas diferencias/monstruosidades vistas en el otro y
no en mi misma.
Empezare con el hecho de que para generar un cambio, debo yo primero haber cambiado,
para esto se requiere un reconocimiento del otro, debo reconocer a ese como una
representación de mí misma, dejando de lado los miedos a la diferencia que pueda
encontrar, ya que ese otro puede ser producto de un alter ego que no se modificara si no
me pongo en el papel de ese. Además de reconocer lo debo aceptar esto será muy
importante para las diferencias que pueda hallar en él y para dar una vuelta a la mismidad
y la visión del mundo desde mis deseos. Esto me hace recordar al Alienista quien por no
reconocerse y reconocer a los demás y sus diferencias, se creía con la autoridad de generar
un diagnostico en torno a la personalidad de cada sujeto, lo que muchas veces olvidamos
es que podríamos ser el Alienista o alguno de los internos en la casa verde, porque todos
tenemos miedos, a todos nos da pena, todos podemos llegar a ser egocéntricos o
indecisos, sin necesidad de perder mi lugar como un ser humano.
Partiendo del hecho de que ya he empezado por mi propio cambio, ya podría tener el
valor de aportar ese pequeño grano de arena dentro de la escuela. Necesitamos de una
escuela donde los niños y niñas acepten las diferencias, donde la “anormalidad” del otro
no genere miedos, sino por el contrario herramientas para generar un respeto y valor de
cada sujeto dentro del aula de clase. Es en cierto modo gratificante decir que podemos
hallar en varias lecturas ejemplos de este respeto en el aula y el cambio que puede generar
en el desarrollo pleno de cada sujeto, mencionare en este caso el síndrome de Tourrette y
como fue tratado por dos personajes que lograron desenvolverse en la sociedad y cumplir
3. sus sueños. La vida de un cirujano nos narra cómo un hombre con tics a raíz del síndrome
de Tourrette logro ser un cirujano, padre, esposo y amigo, su síndrome no le impidió
estudiar y lograr lo propuesto para su vida, esto me pone a pensar qué hubiera sido si la
escuela lo hubieran condenado al rechazo o aislamiento, por el desconocimiento a lo
extraño, si en las escuelas y en la universidad que estuvo nunca lo hubieran aceptado por
salir de la “normalidad” propuesta por la comunidad. En segundo lugar y aún más
impactante para mí por el ejercicio que tiene este personaje como docente, Brad, es un
chico también con síndrome de Tourrette que fue discriminado en muchas escuelas como
el raro, el payaso, el ruidoso, el fastidioso para la clase pero qué hubiera sido de este paso
por la escuela sin el discurso del coordinador que dio a los niños a conocer lo que le
sucedía a su compañero y no solo conocer, sino aceptar y ayudar con su paso por este
lugar. Estos ejemplos son pequeños granos de arena que han ayudado a la transformación
de la visión en determinados lugares de estas personas que sus “diferencias” son más
notables o se salen de lo “normal” establecido.
Es momento que en la escuela hallan más seres humanos, sintientes, en el lugar del otro,
en la visión del otro, en la reivindicación de las relaciones que se ejercen allí, no es
momento de que los docentes sean entes con el poder de diagnosticar, de tratar de distintos
a los alumnos, de excluir a los niños, sino por el contario debemos ser docentes que
motiven el “pensamiento empático” como lo menciona Nussbaum (2010), la solidaridad
con el otro, ver el mundo desde la perspectiva de los demás y ser un sujeto activo y
participativo con este mismo. Es momento de decirme a mí misma y a los demás “ESTA
BIEN SER DIFERENTE”
Bibliografía
- Nussbaum. M (2010) “Sin fines de lucro Por qué la democracia necesita de las
humanidades” Editorial Katz, Buenos Aires
- Skliar C ¿Y si el otro no estuviera ahí? Notas para una pedagogía (improbable) de
la diferencia.
- Machado. J El alienista
- Sacks. O Alucinaciones
- Sacks. O Un antropólogo en marte