3. pisoteando cenizas blusas de niñas serafines descalzos. Los poetas
jazmines lunas ni putas coloradas. Como dioses de mierda solo se
Ellos corren detrás de las palabras pero apuestan sus yugulares
ellos. (…) Los poetas jóvenes no lloran no tienen tiempo para
jóvenes no quieren ganar nada ni creen que haya un cielo para
dan con una piedra cada día en la cabeza. Fernando Artieda
AGRADECIMIENTO MUY ESPECIAL A IVAN, Y
COPYCOMSA, QUIEN HACE DE NUESTROS SUEÑOS
FRUSTRADOS UN ESCRITO ALBOROTO DE IDEAS
PAGANAS.
MATASUEÑOS es una publicación de varias mentes y
sentimientos muy muy jóvenes que antes de ser
escritores prolifos son catadores de la vida, simples
testigos de historias y desencuentros. No se tiene una
linea específica de edición, la libertad de sentir y
expresar se palpan. La revista es autogestionada, los
aportes voluntarias también son válidos. La esencia de
estas hojas es abrir espacios y tiempos en las mentes de
las persona sque tengan en sus manos la revista.
5
4. MENÚ DEL DÍA
Don edito, el editorial……………………5 CARICATURIZANDO
Espacios públicos…………………………………20
POEMANDO
En la llenura del exceso…………………7 CUENTEANDO
Buceaba tu recuerdo………………………………8 Estadía forzada………………………………………21
Quién es quién?…………………………………………9 Crónica de un viaje de
Gitana………………………………………………………………10 mentiritas……………………………………………………23
NN…………………………………………………………………………12 Sopa de almejas para el alma……24
Carolina…………………………………………………………13 La agenda secreta…………………………………26
Arrugas lisas / A Gaby con rhon Mujer-Rata……………………………………………………28
/La Bacteria………………………………………………14
Buscando escritores……………………………15 FOTOGRAFIANDO……………………………………………29
Intitulado I / Intitulado II……16
Después de todo………………………………………17
Tal para cual……………………………………………19
5
5. DON EDITO
No se sabe si las disculpas impresas en un papel tengan un calibre
estridente en las emociones de sus invitados. Se puede hacer todo una
retórica en base al santo perdón, pero el tiempo –occidental- perdido
y la emoción de un nuevo horizonte1 no permiten hacerlo.
Pedimos disculpas por la demora de esta segunda publicación2, más que
por mediocridad, no se ha dado por la absoluta emoción que l@s actor@s
de estas hojas ponen en cada una de sus vidas. Las ocupaciones, los
delirios personales, los problemas existenciales han hecho de esta
edición un conglomerado de retrasos. Justificamos nuestras tardanzas
por ser simples personas que sentimos y nos emocionamos, que
respiramos y de los pequeños detalles hacemos una historia de mil
leguas. ASÍ DE SIMPLE, NO SOMOS ROBOTS, SOMOS HUMANOS. Los críticos hablaran
de escasa responsabilidad a la hora de publicar, pero: ¿no es acaso
responsabilidad sentirse bien antes de presentar frágiles trabajos?
Hoy hemos amanecido con las lluvias en nuestras letras listas para
combinarlas en un papel.
Las disculpas también van por no haber explicado, en la primera
publicación, que es lo que Ud. está teniendo en sus manos.
La revista MATASUEÑOS es una combinación de ideas, de sentimientos que
influyen en nuestras mentes y cuerpos. Un Matasueños son las
frustraciones, tristezas, desconsuelos, melancolías, alegrías,
sorpresas, satisfacciones, delirios, las manías, las hipertimias3,
hipomanías4, distimia5... ufff; en fin, todos los estados de ánimo que
1
Se debe advertir, con insistencia, nuestra ferviente devoción a la
construcción de nuevas formas de educar, de culturizar. Pero estos pilares no
solo deben ser creados para personas de conocimientos elevados (al respecto
de los temas que se publican); al contrario, fieles a la libertad de
preparación, creemos oportuno brindar formas y medios de comunicación más
accesibles a TODA la población. He aquí los nuevos horizontes, esta segunda
publicación.
2
Para su conocimiento, la revista MATASUEÑOS tiene como lapso de publicación
tres meses.
3
Exceso de la actividad acompañada habitualmente de cierta euforia.
Afectividad excesiva.
4
Estado afectivo caracterizado por un ánimo persistentemente alzado,
expansivo, hiperactivo y/o irritable
5
Trastorno afectivo de carácter depresivo crónico, caracterizado por la baja
autoestima y aparición de un estado de ánimo melancólico, triste y
apesadumbrado, pero que no cumple con todos los patrones diagnósticos de la
depresión.
5
5
6. no son –o no tienen derecho a ser- escuchadas, leídas, vividas por
todo el entorno, por la “gran maquina”6 que no nos permite cumplir
sueño y anhelos. Son nuestros silencios, lo que nosotros callamos. UN
MATASUEÑOS ES UN REFUGIO ESCRITO.
La idea surge en los diálogos que se dan, no en lugares de
intelectuales estilos, sino en los bares y otros lugares, donde el
alma embriaga a las penas.
Está dirigido a todas las personas que deseen leer ideas distintas de
lo que el sistema brinda, deseen leer cosas de personas que escriben
por sentirlo y no por cumplido a las grandes editoriales. Ud. Tiene en
sus manos un compendio de hojas que han sido cargadas de mucha energía
y emoción. Esto no tiene trascendencia económica, pero sí un valor
emocional, muy fuerte.
Las aparentes faltas ortográficas que puedan existir en alguna(s)
hoja(s) las dejamos a la corrección de los amantes al buen léxico7, a
los apasionados –del yugo- de la real academia de las lenguas. Cada
persona que publica tiene la capacidad suficiente para saber lo que
hace, los motivos necesarios por cual crean e inventan nuevas formas
de comunicación. NO EXISTE UNA SOLA FORMA DE COMUNICACIÓN en el lenguaje
escrito a nuestra visión.
Acá, esta ventana, virgen antídoto de pesares, está abierta a todas
las voces que deseen liberar lo que sus malestares y bienestares
provocan en sus seres. La revista pretende abrir todo espacio que
pueda ser impregnado: poemas, cuentos, ensayos, dramaturgia,
fotografía, caricaturas, pinturas. Ud. es la persona que creará con su
imaginación nuevos horizontes. INVITADOS, TODOS, A PARTICIPAR.
El correo está escrito en la segunda hoja, por si no lo
vieron:matasue-o@hotmail.com, si desean mantener un diálogo permanente
o simplemente expresar sus ideas.
Esperamos degusten de cada letra, cada palabra que tienen su sabor,
uno distinto del otro. ¡Salud!
6
La gran máquina es todo este sistema invisible a los ojos que nos incita a
dejar de lado lo hermoso de imaginar e inhalar mundos distintos.
7
Estamos siendo sarcásticos.
5
6
7. POEMANDO
EN LA LLENURA DEL EXCESO
Brindo por el experimento
demoniaco del descontrol,
eso que aquí, desordena tu tiempo,
desflora lo terco,
allana las sonrisas ,de lo ingenuo,
cúpula las noches ,
deteriora los sueños,
que solo escucho decir
que sigue siendo virgen.
Buscare entre el silencio
de un socavo ,
la llenura del tiempo,
la sonrisa de un azar descontrol,
y de diente a diente
el bezo astuto de un vos,
que desequilibre mi tiempo.
Inventara un corazón que
hable de lo vulgar del cielo,
que asfixie el horóscopo
de las dudas,
Y de copa, en copa,
intuiré un frio sin mirada ,
sin resentimiento,
y una suave caricia
en el cristal de la incertidumbre,
porque nada de eso
se ha dicho,
y luego pensare
en el factor común
de la desdicha.
Desnudare el peso de mi corazón,
con la sensación,
apunto de estrangular
los impulsos,
no temeré a nada ni a nadie
porque tú lo has dicho.
-Los sueños que juramos
con que miseria topamos.
Byron N.
5
7
8. BUCEABA TU RECUERDO
En los estratos de la madrugada
Sé que me columpiaba un sinfín de imágenes adentro
Digamos:
… Las cinco pestañas de un adiós…
Y no era la catedral del instinto,
La comunión del jadeo ni el ardiente cirio de tu cuerpo
NO
Ni siquiera la tempestad de tu voz
Ni el violento mástil de destino equivocado
No, no era eso
Era la vida
Que flotaba en tu vientre
Era la negación del niño, del hombre
Porque nos abrimos paso entre la muerte
Y acabó la trayectoria volcánica,
El opio de tu beso
Sé que quise navegar y no pude
Anhelé evadirme del fiasco
De cuerpos ausentes en lupanares
De la sed infinita en olvidos de vino
De peregrinaciones sin sentido
Y no fui capaz de sacudirme la atarraya del ayer
Digamos
…Tú vestida de arena…
Anderson
5
8
9. QUIÉN ES QUIÉN?
Hoy estuve recogiendo mis
escombros,
esos pétalos de luna con espinas,
el simulacro espléndido
del adiós
el impertinente vaivén del
péndulo
flotando entre mis miedos y cenizas.
Hoy estuve contando mis sueños y tus
duendes,
adivinando tu forma de vivir o de apagarte,
si no fuera por las violetas en mi espalda
concluiría que a lo mejor no existes.
Hoy estuve embalsamando tus muertos y los míos,
derramando congoja, confortable cansancio gris,
infinita procesión de
rostros,
dos soledades y cuatro pies.
Hoy intente descifrar amores residuales
sin distancias, horarios, acaparadores de
insomnios,
que aman a ciegas, a
tientas
pechos que siempre tropiezan con tus
manos
otra vez, otra vez y para siempre.
Hoy no hice otra cosa que leerte desde mis
neblinas
pronunciar tu nombre despacito entre suspiros,
recordar, percibir, saborear ese olor
azul
que me vuelve loca de atar y
desatar
olor a canción que me hace
dudar
de quien es quien.
Violetra
5
9
10. GITANA
Gitana
maga ausente…
con una palabra tuya
descifro la calumnia de tus ojos
lijando sobre el follaje verde
de la inhóspita pupila
la desnudez anacrónica
voluntad renegada, crueldad prostituida
de tu silente mirada8
y cual corteza subcutánea
el epidermis-volcán de tu carne
emana el descalabro de la pared
en los escándalos del sexo.
Gitana
maga intemporal…
canción de abril, invierno y muerte
desconozco la exclamación
con la que despiertas en la noche
y ansiosa
tu graciosa pubis
corre sideral al baño de su enojo
zoo-evolución del lamento
en la contemplación invisible del agua.
Gitana
maga humana…
envenenamiento bucal de la poesía
zarandeo la oportunidad
de imprecisarme en tu adentro
como
8
continúa la búsqueda
de la figura onomatopéyica
que interrogue el misterio
que reproduzca el desierto
en el que se escurre el silencio
para instituir la generación de poe-tas
instigadores y sordos
pseudónimos del arte
compositores del caos
enfermos de vida.
5
10
11. rata vandálica de mi pesadilla recurrente
morder los dulces labios
los de la posición obscena
en la descomposición precaria
de nuestros cuerpos.
Gitana
maga terca…
maga espiritual…
maga degolladora del sofisma…
seduzco la ilusión
la voluptuosidad cantábrica
la premonición sinvergüenza
de desgarrarte un gemido
en la flexión musical
de tu músculo ileso
/y mi músculo yeso
desflorar
la atmósfera hostil
de la caricia y el vértigo.
Medardoborva
5
11
12. NN
Perturban mi mente tus recuerdos, son como avispas furiosas
que rodean con un zumbido ensordecedor.
Recuerdo de tus dulces mentiras como la miel,
de las q consciente desee saciarme una y otra vez…
Dos odres que contienen el más amargo y salado de los vinos que
están repletos
A punto de estallar para bañar mis mejillas, pero las contengo,
Mas el dolor inefable del pecho me hace querer vomitar mi supurante
corazón…
Son más bien dos aguijones venenosos tus recuerdos y me pregunto…
Si algún animal viviente fuera capaz de tener una ponzoña más
terrible?...
Que con su ardor penetrando mi carne me hacen desear morir.
Y siento necesidad de flagelarme como lo he hecho otras tantas
veces,
Mi opiáceo predilecto, mi elixir de calma…
De no ser porque prometí no dar de beber vanamente
A la tierra mi sangre, sino hasta honrar el día de mi muerte.
Janio
5
12
13. CAROLINA
A Carolina M.
Te has alejado de mi vida, inconsciente,
No te has llevado tu nombre ni el corazón que heriste,
Te fuiste, para ser lágrima en mi almohada,
Que acompaña a mi alma que se acuesta sola y triste.
Te has alejado de mi vida, y en la mesa ajena, tuya…
El clavel en el florero siente el roce del pergamino roto,
El labio enmudecido, mudo, mudo, ciego…
Y el cuerpo en la alacena, caerá al lecho, mi dolor…
Te has alejado de mi vida, y no has envuelto mi rojo corazón,
Ni has plantado las orugas sobre el brazo del roble,
No has regado las zarzas que florecen en el pecho,
Ni has vertido fuego sobre la copa que me anima…
Te has alejado, pronta, rompiendo las olas del viento,
Cabalgando el potro, por culpa, sumiso y tuerto,
Golpeando con el látigo sus muslos hambrientos,
y con la brida moliendo los labios que te hirieron.
Te has alejado de mi vida, sin saber que lo has hecho,
Sin saber que te amo, sin saber que me amabas,
Sin dormir en mis labios, sin fundirnos los cuerpos,
Sin saber que estoy vivo, porque he muerto de amor…
Leonardo
5
13
14. ARRRUGAS LISAS
No quiero
coincidir en la
sospecha de condena….
Quiero sentir q’
de darte un beso,
quedan curadas
las marcas de mis arrugas falsas.
A GABY CON RHON
Sé que para verte
pendiente el trópiko de caprikornio está,
yo te voy a buscar justo cuando
la cobija se vuelva ciega
de vernos cobijados!
LA BACTERIA
No se recuerda exactamente
a la bacteria
lo que se sabía
es que le
había pasado en los ojos
y le obligaba
A ver!!!
Lo cansadas que estaban sus manos de masturbarle
al esfero…pero un día la bacteria,
se decidió a emigrar
entonces,
Cerró el libro!...
Ukawich
5
14
15. BUSCANDO ESCRITORES
Ando buscando escritores MODERADITOS,
de esos que les gusta escribir bonito y figurar con toditos;
de esos escritores que el ego juegue con la paciencia y penas de otros.
Ando buscando escritores de la cima,
de esos que escriben pa que unos cuantos lo lean
n r v r d m n e
con lo más e t e e a a e t posible;
de esos que utilizan la desgracia de otros como escalones
para cagarse en la cumbre, dentro de sus pantalones.
Ando buscando a esos que se cobijan en el estatuó quo,
que miedo tienen a perder todo lo que la ignominia no les da;
que miedo tienen a darse un rasponcito de confianza con las letras de
otros,
de los que viven con la muerte y el hambre de lado.
¡Vengan!
¡Acérquense!
Les vamos a dar un paseíto con estas
l e t r a s
que son VÓMITO pa su cuerpito.
Mono patín
5
15
16. INTITULADO I
Eres sombra q iracunda merodea x mi mente
atrayendo a los fantasmas de eras pasadas
para vivir y sentir
más reales a mis espejismos
eres la dama que acompaña a los desolados
esa diosa fría y sin corazón nos obliga a huir
de sus hilos de seda embriagantes y deprimentes
y buscar en los mortales el calor
que ella me niega
y entregarte mi ser a ti
aunque tú no lo merezcas.
INTITULADO II
No sucumbiré a las bajezas de mi corazón perverso...
Ni a la debilidad de mi carne que te necesita a gritos...
No me dejare caer mi ser en tus manos egocentristas
No puedo culparte por mi desesperación
si soy yo el que te necesita
no puedo responsabilizarte por no buscarme
si soy víctima de mis debilidades
no son tus culpas sino mis excusas
Solo era un pretexto...
Ahora tengo dos con los cuales engañarme.
Mario Domínguez
5
16
17. DESPUES DE TODO…
-¡Déjame cargar con el peso
de tu dulce defecto!
Ese es el grito de mi corazón
enfermo de amor.
Tras de mi memoria
una visión
prolongada es tu sombra,
una sensibilidad
ingenua.
Pero quien entiende
de amor ,
Si solo entiendo de dudas
y paradojas
de la vida y la muerte,
pero sin embargo
te pienso,
En la necedad de una tuerca
en la cordura del infiel,
en el trago amargo
de hoy,
en el desnudo de la soledad,
en el escupitajo
de mi Cáncer, que ya basta de Trópico,
en el jardín
de los despojados,
Pero sin embargo te pienso,
¿Para qué más?
5
17
18. si tu corazón ya no cae
en la filosofía
de mi interior,
pero ya verás:
Me quedare sin sueño,
concebiré nuevos
delirios,
brotarán mis afectos,
brindaré junto
a los pájaros ebrios,
enfrentaré el astuto silencio,
desfloraré
la síntesis del amor,
brindaré con excesos dañinos
para el corazón,
¡Entonces! seré el poeta
que cargo con la fiebre de tus
mentiras,
encontraré el sentido sin locura,
y sin embargo dices que de dolor
no sé nada.
Después de todo ¿Quién lo sabe?
Byron N.
5
18
19. TAL PARA CUAL
Vos único glóbulo en mi sangre,
yo existiendo sólo en tus arterias,
vos sembrándome besos y mariposas,
yo dibujándote esferas y rayas,
vos pantera azul,
yo inuit con frío,
vos colilla de tabaco con ansías,
yo migaja de pan con ganas,
vos rojo celuloide palpitante,
yo violeta cuento incompleto,
vos conejo sacando magos de su sombrero,
yo robabotones jugando rayuela
vos subeybaja en equilibrio
yo columpio mirador de estrellas,
vos, silencio,
yo, lágrima;
…los dos empapados
bailando
bajo la misma lluvia.
Violetra
5
19
21. CUENTEANDO
ESTADÍA FORZADA.
…
4:00 pm.
Las palomas tuercen sus alas sobre la roca colonial de la iglesia.
El aliento nevado del Illimani penetra expectante a través de la
sagrada edificación; testimonio de llanto y esperanza, incredulidad
y abandono, contemplación y miseria.
Sobre los equipajes sucios de estancias recíprocas –desordenados y mudos-
continuamos observándolas: son estas aves la simbiosis de dos mundos. Por
un lado, su nido hojarasca se guarda en letales estructuraciones de
infamia, en este sepulto de sombras e incienso que ha sabido guarecernos
del temor en avenidas sitiadas por hermanos lejanos. Y por otro, la
sedimentación vegetal de la carne: el maíz, juguetillo de niñas robustas,
va dibujando leves perspectivas cromáticas con insinuaciones de suerte,
para que sus garras escuálidas definan conocimientos de asombro;
alimentadas así, con maizales de estiércol.
La tarde desprende ese calor en el frío que chamusca la piel, hasta forzar
al sudor a explotar en los rostros.
Frívola resulta la eyaculación en la altura del cansancio, más aún, cuando
la permanencia en un sitio calcina los recuerdos en fuga, llevándolos al
manantial de evocaciones dipsómanas, desmembraciones de eros.
La roca española de negrísimos tiempos, en estas latitudes, es apóstata.
Este no es mi país, pero una tierra fraternal como esta me embriagó desde
niño. Como cuando en Cuzco, entre conversaciones acerca de Arguedas, la
roja sustancia en la que murmura la vida, besó la huella del tránsito
trecho y apresurado.
…
2:17 pm.
- ¡Llámale!, ¿no le dijiste que íbamos a llegar a la una de la tarde?
- Sí, pero esperemos un rato. Busquemos donde sentarnos
– contesté impetuoso. La noche anterior fue una masacre
terrible: a pesar de encontrarme embalsamado en mentol, la fiebre me
arrojó a su capricho travieso.
La enfermedad prolonga los descansos forzados.
- Bueno. Vamos para acá – me dijo mientras caminaba hacia el interior
de la terminal de autobuses.
Fue así como llegamos a la Paz. Acumulando expectativas, analizándolo todo,
buscando los símbolos que supieran transportarnos a Quito: hermanar dos
realidades urbanas para naufragar la nostalgia. Es decir, los animales
humanos muchas de las veces sepultamos la rabia del retorno por estupidez-
destemplanza. Un llanto funesto carcome los sentidos, la vestimenta huye de
sus formas, baladíes circunstancias galopan arrogantes en la crin de las
horas, la mugre que yace entre los dedos de los pies nos pide a gritos un
beso francés para domesticar el hedor de su burla.
¿Cuántas cosas?, ¿cuántas conjeturas insólitas?
Dos personas precipitan su ruta para la concatenación del romance. Viajar
por amor: socializar en el trato común lo que cada uno conoce del otro,
aunque ninguno lo admita.
…
5:28 pm.
5
21
22. - ¡Qué mierdááá! ¡Chúgcha! La man dijo que ya iba a llegar hace media
hora – vocifero de pronto, como esos personajes violentos que dan ambiente
a los tramas homosexuales de Almodóvar.
- Pero ¿qué te dijo exactamente?... ¡Dame el número, yo voy a
llamarla! – dice serena Mónica mientras acomoda su cabeza en mis piernas.
Sus labios hambrientos abortan mil ilusiones; al tiempo que, sus pestañas
arbustas vigilan la escena caótica de arriba: en el cielo, las nubes bailan
en parloteos gaseosos la ceremonia fatal, donde el crepúsculo saluda con su
desprecio climático nuestra llegada.
- No te preocupes. Esperemos un poco. Además, me muero de hambre, si
desde Copacabana no comemos – la gente que pasa con rosarios entre sus
chismes nos observa con una conmiseración defraudante - Date cuenta que a
esta gente ni siquiera lástima damos.
Al frente de la Iglesia de San Francisco un escenario se crea. Por cientos,
personas de todas las tallas y clases, salen de sus oficinas, de sus
lastimeras posiciones de usufructo o explotación: ¿por qué los centros de
las capitales latinoamericanas se esfuerzan en reproducir la urgencia vital
del conformismo y el gasto?, ¿no nos hartamos, acaso, de pretender encajar
en el mundo?
Por lo menos, los disparos de los carabineros aún permanecen. Una protesta
desconocida ruge aforismos. El Estado repudia las conspiraciones de sueños:
las despiertan con estruendos humeantes –las bombas sacuden la longevidad
del cariño, matan los abrazos, asesinan la ternura-. Luego, les muerden los
pies hasta hacerlos gritar en sus lágrimas: el llanto trasciende la
frontera entre lo normal y lo insólito, entre la clandestinidad y lo
permitido; se riega fecundo en la sexualidad de la lucha, porque un llanto
forzado premedita la destrucción de todo orden posible –las lacrimógenas
velan en la oscuridad de su uso, incendian la pólvora-.
- ¿Y ahora?... ¿qué hacemos? – me pregunta intranquila.
Sus manos reposan en las mías, transpiramos aromas de asfixia, como cuando
en el sexo los amantes rebuscan todas las cavidades posibles.
- Vamos a dormir en la iglesia.
Se levanta. Yo la imito. Recogemos nuestras mochilas. Bebo el éxtasis del
ambiente, la beso. Me pongo en camino, ambos lo hacemos. Las palomas vuelan
histéricas por sobre nuestras estelas descoloridas por la estadía forzada,
porque dos señoras muy elegantes ni siquiera se preguntan si existen pero
se creen con el derecho de pisotearlas, al tiempo que entramos a dormitar
incoherencias en un templo cualquiera.
Medardoborva
5
22
23. CRÓNICA DE UN VIAJE DE MENTIRITAS
Justo cuando te estabas
perdiendo en el olvido y
en esas lagrimas secas que
derrame con tu presencia,
después de dos semanas de
tu oportuna partida,
empezó este viaje. Yo
nunca decidí hacerlo. No
sabía cuál era la razón,
pero era muy poderosa
para actuar sin consultarme.
Amaneciendo y distinguidamente somnolienta comenzó el atractivo viaje
hacia qué se yo.
Mis únicas armas fueron la caja de crayones de mi mamá, con la que enseña a
sus niños a dibujar su propio mundo, y esa imagen que dejaste colgada que
compraste por lástima. De manera intuitiva las transporte a mi lado pero
aún desconocía el motivo.
Uno puede encontrar más en el vacío de lo que se imagina. El crayón se
dirigió a rodar libremente sobre la espalda de ese atardecer patético.
Nada de esto me era familiar, luego vi un sombrero y mi rostro bajo el. Me
puso un vestido con un jardín encima, mis brazos estaban extendidos como
queriendo abrazar algo que estaba por madurar. A mis espaldas un florero
con una sola flor color sol que se estaba desojando, ya casi no quedaba
nada de ella. Esto se tornó más confuso cuando todo alrededor enrojeció o
tal vez enfureció. Luego apareciste tú como el monstro que siempre evitaste
ser: nariz verde, sin pupilas, con unos ofensivos dientes puntiagudos y con
esa boca determinantemente grande que de un solo bocado acabarías con mi
nación. Pero tus rizos me llenaron de nostalgia. Sólo cuando sentí tu
respiración supe que tus motivos no eran buenos y entendí las misión de mis
brazos extendidos. Tenía que proteger esa flor de tu monstruoso ser. Esa
frágil flor que no era nada más que lo bueno que quedaba de mí, lo que no
alcanzaste a conocer y no se contamino con tus miedos. Mi apariencia sonaba
intimidante y poderosa, pero la tuya era escalofriante.
Ya terminado el viaje solo sentí más firmeza en mis decisiones. Desde
dentro siempre gritaba: aléjate, aléjate, aléjate de él. Por fuera era una
sorda más.
De todas formas gracias por convertirte en esa serie de fracasos por los
que todos debemos pasar para aprender. Ahora me asumo y asumo, a pesar de
todo, lo que maldita sea viví a tu lado y me dejo con más saberes que la
escuela. Gracias por divertirte con mi vida. Eres la transparencia no
soportada por adultos. Buen viaje rey de los mariscos. Espero te hagan
ceviche cualquier día de estos.
Atte. La puta que te pario.
Tamara
5
23
24. SOPA DE ALMEJAS PARA EL ALMA
En la esquina de mi casa hace unos años una pareja acaudalada un comedor,
muy pintoresco pequeño, que te trasladaba a la playa con solo entrar. Los
platillos exóticos los preparaba Aurelina, una mujer que a pesar de su edad
no perdía ese sabor y alegría característica de los costeños.
Un día viernes, peleé fuertemente con mi esposo, teníamos muchos problemas.
Pero esta vez toqué fondo, me lanzó uno de los jarrones encima y me rompió
la ceja, sangré demasiado, al verme corrió hasta la cochera para escapar en
su automóvil.
Me senté a llorar en el suelo por unos minutos, luego me dirigí al baño a
pegarme una cura en la frente, no soportaba quedarme en casa. Corrí con
desesperación hasta la esquina, respiré agitada mientras me llevé las manos
al rostro para cubrir mis lágrimas.
Aurelina estaba de salida, mientras esperaba un taxi para ir a su casa, me
observó acercándose sonriendo. Estiró su mano oscura llevando un pañuelo
blanco hasta mi cara, lo tomé y me limpié la cara.
Me invitó a pasar al restaurante, me senté en una de las mesas. Pasaron
veinte minutos, estaba de vuelta con un plato de sopa caliente, una sopa
que jamás había probado, tomé la cuchara revolviendo el plato. En ella se
hallaban unos crustáceos de color crema.
¿Qué son? Le pregunté… almejas me respondió con aquella majestuosa sonrisa
blanca. Tomé mi primera cucharada con algo de desconfianza del sabor, mas
fue en vano. Tomar aquella gloriosa sopa fue lo mejor que me podía haber
pasado en mis últimos tormentosos ocho años, cada cucharada llevada a mi
boca, me hacía olvidar con dulzura el golpe aquel que me dio Gonzalo. El
nudo en mi garganta y la desesperación.
Mi mente se aclaró, de repente tenía una lucidez envidiable. Cerré mis ojos
mientras masticaba aquellos crustáceos deliciosos, una briza marina sacudió
mi cabello entregándome consigo la paz interior que necesitaba.
Al terminar, abracé a Aurelina le agradecí por aquella divina sopa bajada
del cielo que me devolvió mi juventud.
Le conté con tranquilidad mi problema, mientras ella no paraba de sonreír,
me dijo que tenía que alejarme de ese demonio pasional, que solo me traía
problemas… que retomara mi vida, me llenó de ganas de vivir, volviera a
ejercer mi trabajo de diseñadora de interiores.
Volví a casa tarareando en el mar la vida es más sabrosa, armé mis maletas
no quise llevarme nada que no hubiese comprado yo, incluido el auto, dejé
una carta para Gonzalo, donde le decía que regresaba a casa de mi tía
Franciscana hasta conseguir un empleo, que obviamente estaba de más decirle
que quería el divorcio, en cuanto pudiera contratar un abogado se acababa
este circo que un día montamos.
5
24
25. Pasaron seis meses y conseguí trabajo en una empresa, donde diseñaban
apartamentos para la playa, ganaba lo suficiente como para irme de la casa
de mi tía. Alquilé un departamento cómodo, gracias a esa racha de suerte me
divorcié de Gonzalo. ¿Cómo no agradecerle a Aurelina aquella negra hermosa
que me dio el elixir de la felicidad? Me dirigí a mi antigua barrio para
ir hasta donde Aurelina, quería darle un abrazo fuerte, con unos chocolates
con miel que de seguro le encantarían.
Al llegar el restaurante estaba cerrado, y el letrero superior había sido
quitado. Me asombré, pero nunca imaginaría algo como lo que me contó el
vendedor de periódicos. Aurelina fue echada como perro por los jefes, sin
una liquidación como era lo justo. Le pregunté a aquel amable vendedor,
donde podría localizarla, cortó un pedazo de servilleta para anotar una
dirección. Tomé un taxi, que luego de una hora de trayecto me llevó a la
realidad de una mujer luchadora.
La paupérrima situación en la que se hallaba esa divina mujer, me conmovió
hasta las lágrimas, su esposo tenía cáncer renal, por lo que se encontraba
postrado en una cama dentro de su pequeña casucha de manera, me recibió con
una sonrisa a pesar de todo. Me contó que le habían expulsado del trabajo
por pedir un aumento, porque los medicamentos de su esposo eran cada vez
más caros, no aceptaron darle el aumento pero si la echaron. Me dijo que
habían contratado a otra mujer más joven, pero no les había ido bien por lo
que serraron. Necesitaba ayudar a aquella mujer de alguna manera.
Empecé a contar su historia en mi empresa, hasta que al fin una pareja de
Alemanes, amantes de la gastronomía costeña quisieron conocerla, habían
comprado uno de los departamentos que yo había decorado. Pues bien llevé a
Aurelina a una cena que prepararon los alemanes para las dos. Meses después
la contrataron dándole también un seguro de vida.
Me sentí tan bien, apenas sentí que había contribuido con aquella fuerte
señora, que con una sopa me alivio las penas, me dio una patada para
cambiar mi vida frustrada a una vida de éxito.
Gracias Aurelina por aquella sopa de almejas para el alma.
Donshka
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26. LA AGENDA SECRETA
Llego a casa y no hay nadie. Mamá nunca sale a menos que le duela mucho. Me
preocupo, pero luego me pongo optimista, porque yo soy así. Además me ha
dejado la comida lista.
Papá está de viaje y mi hermano Alfonso no llega hasta las cinco. Enciendo
el televisor mientras trabaja el microondas, entonces me doy cuenta de que
alguien ha visto el video. Lo primero que aparece es esa imagen. Apagaron
el televisor después de pausarlo. Inmediatamente corro a mi lugar secreto,
sabiendo que no lo pudieron sacar de otro sitio.
Extraigo el disco del reproductor, cruzó el corredor, pasan por mis ojos
todas las habitaciones de la casa, para encerrarme en la mía, tumbarme en
la cama. Fue mamá, pienso, ha visto esas imágenes y se acabó el mundo. No
puedo controlarme, nunca había sentido tanta vergüenza. Pienso en huir, en
un frasco de desinfectante. Por primera vez no puedo ser optimista. He sido
descubierta.
Entonces escucho la puerta de calle, el choque de las llaves y unos pasos
en la cocina, la voz de mamá llamándome. Me paso el puño de la blusa por la
nariz y los ojos. Otra vez me pongo en marcha. Me tiemblan las rodillas.
Espero ver su rostro desencajado, sus pupilas llenas de rencor. Voy hasta
la tercera puerta a la derecha y ahí está, sosteniendo la figura de unos
conejos.
Qué te pasa, me dice y se pone de pie, por qué estás llorando. ¿Pasó algo
malo? Llamó tu tía Ruth para contarme un notición, no pensé que te pondrías
así.
Me llevo una cucharada a la boca y asiento, ella se ríe, tanto que se
atranca y empieza a toser. Miro a los conejos en el centro de la mesa y
entro en pánico. Que llamó me cuenta mamá, habla de la nieve y de papá
friolento.
Siento rabia, me lamento que no busqué un mejor sitio, en el patio, fuera
de la casa, en una fosa al pie de un árbol.
Se lo dirá, eso es seguro. Algún rato lo sabrán los vecinos, mis amigas y
la ciudad entera. Aunque sabe que mamá enfermará, me delatará y ya no podré
vivir en esta casa. Intento organizar las ideas, pero no hay
justificativos, cualquier cosa que pueda alegar queda de inmediato anulada.
Ella se ha puesto a bordar en su cuarto. Una zanahoria marca las cuatro.
Escucho además el sonido de una radio a lo lejos, pasos en la calle.
Algunos se aproximan, se detienen, pero siguen de largo.
Destruir la evidencia. Algo que debí haber hecho hace mucho, desde el
primer día. Negarlo todo. Nadie dudará de mí, nadie lo creerá. Voy hasta la
cómoda, abro el cajón. Me veo reflejada y tengo una cara terrible. En el
escritorio están las tijeras. Luego tomo uno de los lápices. Lo aproximo al
disco, rozo con su filo la mejilla de mi reflejo, pero no puedo hacerlo.
Alfonso ha llegado, lo escucho conversar con mamá en el comedor, pero es
como si no estuvieran solos.
Todavía hay esperanza, pienso, todavía puedo rogar, ponerme de rodillas e
implorar misericordia. Escucho los pasos de mamá que se encierran en el
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27. baño. Miro mis cosas y se me ocurre que quizá sea buena idea empezar a
recogerlas en una bolsa. Salgo despacio y voy hasta la cocina. Alfonso lee
un diario y yo no digo nada. Levanta la vista, me sonríe y lanza un guiño.
Permanezco en la puerta mirándolo, esperando.
¿Puedes creer que se case?, me dice y sigue leyendo.
De pronto se escucha un grito, Alfonso se para y corre al baño. Rápido,
llama al taxi, me dice. Tomo el teléfono y lo llamo. Alfonso regaña a mamá,
ella se apoya en su hombro y jadea, ambos se dirigen a la puerta de calle.
Ya afuera, Alfonso me dice que llame a papá y que cualquier cosa me
telefonea desde el hospital, luego cierra la puerta.
Me siento a la mesa y apoyo los brazos, recuesto la cabeza sobre ellos y
miro a la pareja de conejos. El uno está vestido de frac y lleva un enorme
sombrero, a la otra le cubre el rostro un velo de donde sobresalen las
orejas y lleva entre los brazos un ramo de flores.
En una inesperada revelación alguien entra a la cocina, no me volteo pero
siento su presencia a pocos pasos de la silla, camina a mi derecha y apaga
el microondas. Antes de regresar a verlo, de mis labios brota, como si
fuera la última, la que un día fue mi primera palabra: papá.
Aníbal Castillo
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28. MUJER-RATA
A la rapidez de una sombra ke desaparece a la vista entró en el gran salón
esa mujer, no distinguí su rostro pero su figura perfecta me obligó a
mirarla, un destello amarillo se esconde entre saludos y sonrisas, entre
gente disfrazada de gala en una recepción, donde mi novia y yo éramos
invitados de mala gana, nórdica de 2 metros se aproxima a la mesa central,
una mesa larga ke se pierde de lado a lado del salón, llena de comida y
alcohol, la gente bailaba y comía en su derredor.
En el centro exacto de la mesa estábamos mi novia Priscila y yo,
escuchábamos Gerardo Moran con los oídos tapados de aire por tanto volumen,
mis ojos se perdían buscándola entre la gente cuando Priscila sentada al
lado mío, ayudada por la gravedad, el sueño y el alcohol, casi hace de cama
el piso con un resbalón de su codo, al sentir su cuerpo caer la tome por la
cadera y la cabeza, mis ojos saltaron del susto y ella los agarró en el
aire, me los puso con un beso y me dijo estoy bien, movió algunos platos y
se recostó en la mesa.
Entonces sucedió: si miras tanto tiempo a alguien akella persona se da
cuenta; allí estaba esa mujer, erguida, inmensa, su vestido amarillo como
su cabello, sus ojos negros clavados en los míos no me dejaron decir nada,
tomó el tiempo de mi primer parpadeo para sentarse en menos de un segundo y
no dejaba de verme, en el abrir y cerrar de mis ojos se movía para comer
tan rápido ke era casi invisible, su rostro era redondo con los ojos
grandes y dientes salidos, oídos y pómulos también muy grandes con un lindo
color rojo, marcando un kemado o un mal makillado, sus manos las colocaba
simétricas debajo de sus senos con los dedos estirados hacia la mesa y un
extraño tic en el labio superior ke lo movía constantemente de derecha a
izkierda.
Me fascinó su presencia y esplendor, su columna completamente recta, mejor
ke la mayoría de humanos, kería verla comer, verla como se movía en akel
segundo de oscuridad, pero como???, empecé a parpadear rápido y más rápido,
en esa corta tiniebla podía ver sus movimientos, vi como tomaba la comida
con las dos manos y la engullía en menos de un segundo.
Los parpadeos se volvieron imparables
La penumbra me selló los ojos
Solo sentía la mano de mi novia sujetando la mía, un frio desolador abrazó
mi cuerpo y de nuevo estaba allí, en el gran salón como me gustaba llamar a
mi lindo basurero.
Enderezada, manchado ahora de mostaza todo su pelaje. Akella rata me miraba
desde el otro lado del Machángara, entre periódicos y cartones toké el
hombro de mi novia a mi derecha y le dije: mira Priscila, esa rata parece
una mujer.
Francisco Bedoya
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