Este documento describe las teorías de varios filósofos antiguos como los sofistas, Sócrates, Aristóteles y las ideas que defendían sobre la ética y la moral. Los sofistas defendían el relativismo, escepticismo y convencionalismo. Sócrates creía que la virtud del hombre era procurar un alma buena y perfecta. Aristóteles consideraba que la felicidad consistía en equilibrar la virtud, la contemplación y los bienes externos.
3. Los Sofistas
Los sofistas realmente no crearon escuela ni defendieron una doctrina común. La mayor
parte de la información disponible sobre los sofistas es indirecta y fragmentaria. De sus
obras, que debieron ser numerosas, se conservan algunos textos no siempre sencillos
de interpretar. Hay entre ellos ciertas coincidencias:
• RELATIVISMO
(en su análisis del conocimiento)
• ESCEPTICISMO
(en su análisis del conocimiento)
• CONVENCIONALISMO
(en su análisis de la moral y el derecho)
4. Relativismo
Considera que la verdad depende o está en relación con
el sujeto, persona o grupo que la formula. El relativismo
mantiene que existen muchas verdades acerca de las
cosas, al menos tantas como personas creen tener un
conocimiento de ellas.
El relativismo se opone al
objetivismo que mantiene la
idea de que la verdad es
independiente de las
personas o grupos que la
piensan o formulan.
5. El Relativismo de Protágoras
La esencia del relativismo se expresa en la siguiente afirmación de
Protágoras: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las que
son en tanto que son y de las que no son en tanto que no son.”
Interpretaciones
Con el término “hombre” Con el término “hombre” se
se refiere al individuo. refiere al ser humano en general
Relativismo radical: cada Relativismo social: la verdad viene
hombre tiene su verdad. determinada socialmente.
6. Escepticismo
Mantiene que no es posible
adquirir el conocimiento.
Cabe ser escéptico de un modo radical o aceptar
el escepticismo respecto de ciertas regiones de
la realidad.
Por ejemplo, se puede ser escéptico en temas de religión
(agnóstico) y sin embargo creer en la posibilidad del
conocimiento del mundo físico.
7. La contraposición entre Naturalismo y
Convencionalismo
Para los sofistas las normas morales provienen del pacto o
acuerdo entre los hombres. La mayoría de los sofistas defendían
el convencionalismo moral y jurídico.
Naturalismo Convencionalismo
•La moral y el derecho se •La moral y el derecho nacen
fundamentan en la naturaleza del pacto entre los hombres o
racional del hombre. de la voluntad caprichosa de
algunos.
•Los principios esenciales de
la moral y el derecho son •Cada grupo tiene sus normas
iguales en todas las culturas. morales y jurídicas.
•Estos principios no cambian. •Dichas normas están siempre
cambiando.
9. SÓCRATES
¿Cuál es la naturaleza y la realidad última del
hombre? ¿Cuál es la esencia del hombre? Son
las preguntas que trata de responder Sócrates.
Sócrates entiende por alma nuestra razón y la
sede de nuestra actividad pensante y ética.
En pocas palabras: el alma es para Sócrates el
yo consciente, es decir, la conciencia y la
personalidad intelectual y moral.
10. SÓCRATES
Sócrates consideró que la tarea suprema que le
había sido encomendada por Dios era la de
enseñar a los hombres el cuidado de la propia
alma.
“A lo largo de mi caminar no
hago otra cosa que
persuadiros, a jóvenes y
viejos, de que no es el
cuerpo de lo que debéis
preocuparos ni de las
riquezas ni de ninguna otra
cosa, antes y más que del
alma, para que ésta se
convierta en óptima y
virtuosísima.”
11. SÓCRATES
La virtud del hombre debe ser procurar que su
alma sea buena y perfecta.
Los verdaderos valores no son aquellos que
están ligados a las cosas exteriores, como la
riqueza, el poder o la fama, y tampoco aquellos
que están ligados al cuerpo, como la vida, la
fuerza física, la salud o la belleza, sino
exclusivamente los valores del alma que se
hallan todos incluidos en el conocimiento.
15. La felicidad
La ética de Aristóteles, es, en primer lugar, una
ética de la felicidad... pero también es una ética de
la virtud ya que ésta es el medio por excelencia
para alcanzar la felicidad.
Aristóteles afirma que la actividad más propia del
hombre y la que mayor felicidad le proporciona es
la contemplación teórica: es decir, la sabiduría.
Entonces, la felicidad consiste en equilibrar virtud,
contemplación y bienes exteriores.
16. La virtud
Para Aristóteles, la virtud será la capacidad y la
aptitud del alma para comportarse de un modo
determinado:
"No basta que la acción tenga un carácter
determinado para que la conducta sea justa o
buena; es preciso también…
… que el hombre actúe de un modo determinado
ante todo, que actúe a sabiendas;
… que proceda en razón de una decisión
consciente y que prefiera esa acción por si misma;
… que actúe desde una posición firme e
inquebrantable."
17. La virtud
La virtud entonces, se adquiere a través del
ejercicio y el hábito.
Es decir, que para que un hombre se haga justo,
es necesario que practique la justicia.
Aristóteles considera que nadie se hace justo
por "naturaleza" (aunque exista una
predisposición natural) ni tampoco resulta
suficiente la enseñanza.
18. El término medio
Para Aristóteles, la virtud consiste en un término
medio, lo cual no significa mediocridad sino un
equilibrio entre los vicios de los extremos. El
hombre prudente sabrá elegir el justo medio.
Por ejemplo:
Tomemos la virtud de la valentía. Para Aristóteles
no es valiente quien no tiene ningún miedo sino
quien, aún consciente del riesgo y embargado por
el temor, es capaz de obrar correctamente.
El "valor" es un justo medio entre la "temeridad"
y el "miedo".
20. Santo Tomás: la felicidad
Como en la tradición griega y cristiana, también
para santo Tomás la teoría de la felicidad
constituye el fin y la conclusión de la ética.
Santo Tomás utiliza también la terminología
aristotélica de la felicidad y propone que la
suprema felicidad del hombre se logra mediante la
contemplación de Dios.
21. Santo Tomás: la felicidad
Santo Tomás declara que la esencia de la felicidad
consiste en los actos “intelectuales", porque sólo
a través del entendimiento se nos hace presente el
fin supremo de toda nuestra vida, y además la
más noble facultad del hombre es el
entendimiento.
Pero mientras en
Aristóteles esa felicidad
suma se acaba y completa
en esta presente vida,
santo Tomás la traslada,
como cristiano, a la otra
vida del más allá.
22. Santo Tomás: virtudes intelectuales
HÁBITOSO BUENAS DISPOSICIONES DEL ENTENDIMIENTO,
CONSECUENCIA DEL EJERCICIO Y LA INSTRUCCIÓN, Y
GRACIAS A LAS CUALES EL ENTENDIMIENTO PUEDE
REALIZAR EL FIN QUE LE ES PROPIO: EL CONOCIMIENTO.
El conocimiento puede ser de dos tipos:
I. Conocimiento Teórico - Su objetivo es la
contemplación de la verdad.
II. Conocimiento Práctico - Tiene como objetivo la
dirección de la conducta, para que con ella
podamos producir todo tipo de artefactos útiles
o bellos
alcancemos la vida buena y feliz.
23. Santo Tomás: virtudes intelectuales
I. Conocimiento Teórico - Sus
virtudes son:
La inteligencia o hábito para
contemplar de los primeros
principios.
La ciencia o hábito para
poseer las conclusiones a
partir del razonamiento.
La sabiduría o hábito para
poseer los principios más
universales y de las primeras
causas.
24. Santo Tomás: virtudes intelectuales
II. Conocimiento práctico - Sus virtudes son:
El arte: virtud intelectual dirigida a la producción de
artefactos, ya sea externos (la caza, la pesca, la
agricultura, la arquitectura, la medicina, ...), o internos
(gramática, retórica y dialéctica o lógica, aritmética,
geometría, astronomía y música).
La prudencia: saber lo que debemos hacer en cada
caso. La posición de esta virtud es ambigua pues en
cierto sentido es una virtud intelectual (es un hábito
que perfecciona el entendimiento), pero en otro es una
virtud moral, pues se refiere precisamente a los
asuntos morales.
25. Santo Tomás: las virtudes morales
HÁBITOS DEL ALMA QUE SE ADQUIEREN CON EL EJERCICIO
Y LA REPETICIÓN Y QUE LA HABILITAN PARA LA
REALIZACIÓN DE LA VIDA BUENA.
Mediante estas virtudes nuestras facultades se
inclinan hacia lo conveniente y conforme al juicio
de la razón. La repetición de los actos provoca en
nosotros la aparición de hábitos o disposiciones
estables gracias a los cuales nuestra alma puede
obrar en determinada dirección con facilidad.
Cuando éstos hábitos nos predisponen
adecuadamente para el cumplimiento del bien
reciben el nombre de virtudes y en caso contrario
de vicios.
26. Santo Tomás: las virtudes morales
I. Virtud que perfecciona la voluntad:
la justicia; consiste en el hábito de
dar a cada uno lo que le corresponde.
II. Virtudes que perfeccionan otras
facultades: Fortaleza: Nos ayuda a
hacer el bien aunque alguna otra cosa
nos dañe o amenace dañarnos y nos
dificulte la acción buena.
Templanza: Nos ayuda a seguir
queriendo el bien propuesto por la
razón a pesar de la atracción que
podamos tener hacia un bien sensible
contrario; nos permite hacer el bien
aunque una cosa nos guste o no nos
guste.
27. Santo Tomás: las virtudes morales
Es común llamar “virtudes cardinales” a las cuatro
virtudes fundamentales de la vida moral: prudencia,
justicia, fortaleza y templanza.
A estas virtudes “naturales”
Santo Tomás añade otras
“sobrenaturales” o
teologales: fe (creer en Dios
y en su palabra revelada),
esperanza (confiar en la
gracia de Dios para la
realización de nuestra felicidad en la vida eterna) y
caridad (amar a Dios sobre todas las cosas y a los
demás como a nosotros mismos por amor de Dios).
Son infundidas en nosotros por Dios.
29. Kant: La Conciencia Moral
La conciencia moral ordena de modo absoluto, nos
dice: "debo ser amable porque es mi deber tratar
bien a la gente" y no importa lo que me cueste, el
mandato de la conciencia no está condicionado por
las circunstancias.
Puede suceder que uno no cumpla con su deber,
pero eso no le quita autoridad al mandato absoluto.
El deber no supone conveniencias, satisfacciones o
estrategias, es un fin en sí mismo.
La conciencia moral es entonces la conciencia de
una exigencia absoluta que no se explica desde el
punto de vista de los fenómenos de la naturaleza.
En la naturaleza no hay deber sino tan solo suceder,
una piedra no "debe" caer, simplemente, "cae".
30. Kant: El Valor Moral
El valor moral de una acción, entonces, depende
de la intención que la impulsa.
Que la acción se realice o no, es moralmente
irrelevante: si me arrojo al mar para salvar a un
desconocido a punto de ahogarse, y no lo salvo,
mi fracaso no vuelve a mi acto no valioso.
Si esta buena voluntad existiera en estado puro,
obedecería a la ley moral dictada por la razón.
31. Kant: El Valor Moral
Que una acción sea impulsada por un sentimiento
no la hace moral, mucho menos si lo es por
autointerés. Y actuar por obediencia a una
autoridad externa tampoco es moral. Si una
acción puede ser calificada de moralmente buena,
lo es en tanto y en cuanto es realizada por deber.
32. Kant: El Imperativo Categórico
MANDATO CON CARÁCTER UNIVERSAL Y NECESARIO:
PRESCRIBE UNA ACCIÓN COMO BUENA DE FORMA
INCONDICIONADA, MANDA ALGO POR LA PROPIA
BONDAD DE LA ACCIÓN, INDEPENDIENTEMENTE DE LO
QUE CON ELLA SE PUEDA CONSEGUIR.
DECLARA LA ACCIÓN OBJETIVAMENTE NECESARIA EN
SÍ, SIN REFERENCIA A NINGÚN OTRO PROPÓSITO.
PARA KANT SÓLO ESTE TIPO DE IMPERATIVO ES
PROPIAMENTE UN IMPERATIVO DE LA MORALIDAD.
33. Kant: El Imperativo Categórico
“Obra de tal manera que tus actos puedan ser una
ley universal.”
De esta forma, obraremos moralmente solo
cuando podamos desear que nuestro deseo sea
válido para todos.
Supongamos que debo devolver un libro a la
biblioteca recibido en préstamo. Pero dado que lo
necesito un par de días todavía, decido llevarlo la
semana siguiente. “De cualquier manera”, pienso
yo, “si devuelvo el libro un par de días más tarde,
no pasa nada”.
En efecto, todos alguna vez hemos razonado de
este modo.
34. Kant: El Imperativo Categórico
Sin embargo, en ese escenario, Kant me objetaría,
“¿acaso usted querría que su máxima, que es
subjetiva, pueda valer como ley universal?
Hagamos la prueba: “Si todos aquellos que deben
devolver un libro a la biblioteca no lo hacen en
tiempo, ¿qué sucedería?”
Fácil es darse cuenta de que el servicio de
préstamos de la biblioteca se resentiría y hasta
volvería imposible su continuidad.
35. Kant: El Imperativo Categórico
Por lo tanto, mi máxima subjetiva –resultante de mi
elección personal– debe poder ser universal; en
otras palabras, yo debo poder querer que ella valga
como ley necesaria, y en este caso no puedo
quererlo.
Porque por lo dicho, en cuanto pretendo
universalizarla, la máxima se vuelve auto-
contradictoria, se destruye a sí misma.
37. Viktor E. Frankl
1905, 26 de marzo: Nacimiento de Viktor Emil Frankl en Viena,
precedido por Walter y seguido por Stella.
1914, 28 de julio: Empieza la Primera Guerra Mundial.
1916: Primeros estudios y bachillerato.
1918, 11 de noviembre: Termina la Primera Guerra Mundial.
38. Viktor E. Frankl
1921: A los 16 años de edad, comienza la correspondencia con
Sigmund Freud.
1924: A los 19 años, ingresa en la Facultad de Medicina de la
Universidad de Viena. Preocupado por los estragos de la Primera
Guerra Mundial entre los jóvenes, escribe una columna permanente en
el diario vienés Der Tag.
Primer encuentro personal con Sigmund Freud.
1925: Organiza los Centros de Consulta para los jóvenes afectados por
la Primera Guerra Mundial (suicidios, fuga de hogares, depresiones).
1930: Se gradúa como médico en la Universidad de Viena. Pasa a
trabajar en la sección de Neurología del Hospital de Viena.
1938: Anexión de Austria por Alemania: Comienza el hostigamiento a
la comunidad judía de Viena.
1939: El día 1 de septiembre comienza la Segunda Gue-rra Mundial.
Es nombrado Director de la clínica neurológica dependiente del
Rothschild Hospital de Viena, patrocinada por la comunidad judía.
39. Viktor E. Frankl
1941: Matrimonio con Tilly Grosser, el 17 de diciembre.
1942, Septiembre: Deportado a los campos de concentración, donde
mueren su esposa, sus padres y su hermano Walter.
1945, 27 de abril: Las tropas aliadas liberan el campo de
concentración de Dachau.
En noviembre reconstruye el manuscrito perdido en Auschwitz y
conservado después en dos docenas de pedacitos de papel con
notas taquigráficas: Aerztliche Seelsorge (literalmente, El médico y el
pastor de almas; traducido al castellano como Psicoanálisis y
existencialismo).
40. Viktor E. Frankl
Navidad: Contrata a tres secretarias y dicta, entre lágrimas --durante
nueve días--, el libro Un psicólogo en un campo de concentración;
traducido al castellano como El hombre en busca de sentido).
1947, 18 de julio: Contrae matrimonio con Eleonor Katharina Schwindt
(Elly).
1949: Doctorado en Filosofía (su segundo doctorado), con su tesis La
presencia ignorada de Dios.
1950: Concurre como representante de Austria al I Congreso Mundial
de Psiquiatría, donde sus dos conferencias provocan una excelente
sensación.
1952: Radio Austria le contrata para hablar sobre psicología durante
dos años.
1955: Es nombrado profesor principal de la Universidad de Viena.
41. Viktor E. Frankl
1957: Viaja a Estados Unidos por primera vez. A partir de entonces, es
relator en 19 universidades americanas y en 75 asociaciones
científicas.
1961: Es nombrado profesor de la Universidad de Harvard.
A partir de 1970, es nombrado Doctor Honoris Causa en 29
universidades de todo el mundo.
1981: Se le otorga la más alta condecoración austríaca (Orden del
Mérito).
1982.:Presidente de la Sociedad Médica de Psicoterapia de Viena.
1997, 2 de septiembre: Fallece Viktor Emil Frankl en Viena, a los 92
años de edad.
42. ¿Qué es la Logoterapia?
El término "Logos", acuñado por Heráclito
de Efeso en el siglo VI A.C. es utilizado por
el Dr. Viktor Emil Frankl como Sentido; por
lo tanto, la Logoterapia es un método
psicoterapéutico orientado a descubrir el
sentido de la vida para cada persona.
43. ¿Qué es la Logoterapia?
La Logoterapia es reconocida
a nivel mundial como la
Tercera Escuela Vienesa de
Psicoterapia, entendiendo
como la primera al
Psicoanálisis de Sigmund
Freud y como la segunda a la
Psicología Individual de
Alfred Adler.
44. ¿Qué es la Logoterapia?
La Logoterapia detecta los síntomas de
Vacío Existencial y despierta en el ser
humano, la responsabilidad ante sí mismo,
ante los demás y ante la vida.
Invita a hacernos conscientes de nuestra
libertad de elegir y asumirla
responsablemente, por ello es un camino
hacía el crecimiento personal.
45. ¿Qué es la Logoterapia?
El Dr. Frankl concluyó "...llegué a
comprender que lo primordial es estar
siempre dirigido o apuntado hacia algo o
alguien distinto de uno mismo: hacia un
sentido que cumplir u otro ser humano que
encontrar, una causa a la cual servir o una
persona a la cual amar ".
47. “Ética existencialista”
En filosofía las discusiones sobre la libertad y la
responsabilidad, pueden llevar al tema de la ética
(las teorías filosóficas de la moral), incluido el
discurso sobre los deberes y obligaciones (lo que
se debe hacer).
Sin embargo, la principal obra existencialista de
Sartre, “El Ser y la Nada”, no pretende ser una
ética, sino una ontología (una "teoría del ser").
En otras palabras, es una descripción de lo que es
y no de lo que debería ser.
(Nota: EL SER Y LA NADA terminaba con el anuncio de un libro sobre
moral que nunca publicó.)
48. “Ética existencialista”
Para Sartre «No hay ninguna moral general, no
hay signos en el mundo. Los individuos están
desamparados en la pura contingencia.»
49. “Ética existencialista”
En la medida en que “Dios no existe” y no hay
nada garantizado (ni transcendencia. ni valores
eternos, ni respeto humano)... «en consecuencia
el hombre está abandonado, porque no
encuentra ni en sí ni fuera de sí una posibilidad
de aferrarse. No encuentra ni siquiera excusas.»
51. Antoine de Saint-Exupéry
Fue el tercero de los cinco hijos de una familia de la
aristocracia (su padre tenía el título de vizconde). Vivió una
infancia feliz en las propiedades familiares, aunque perdió a
su padre a la edad de cuatro años.
Estuvo muy ligado a su madre, cuya sensibilidad y cultura lo
marcaron profundamente, y con la que mantuvo una
voluminosa correspondencia durante toda su vida.
52. Antoine de Saint-Exupéry
Fue educado en escuelas Jesuitas y más tarde, estudió en la
Universidad de Friburgo, Suiza. Obsesionado con la aviación
desde muy temprana edad, cumplió el servicio militar en las
Fuerzas Aéreas francesas en 1921.
Presionado por la que entonces era su prometida, dejó la
aviación dedicándose a otros oficios menos peligrosos, entre
ellos periodista, y descubre una nueva pasión: la escritura.
1929 1931 1942
53. El Principito
El 6 de Abril de 1943, publicó su obra maestra El Principito.
En ella, Saint-Exupéry hace referencia a la experiencia que
vivió el 30 de Diciembre de 1935 cuando tuvo que hacer un
aterrizaje forzoso en el desierto del Sahara, mientras viajaba
con Andre Prevot de Paris a Saigón.
Ambos sobrevivieron al aterrizaje pero
sufrieron las inclemencias del desierto
durante cuatro días, hasta que un
beduino en camello los descubrió,
salvándoles la vida.
Durante este tiempo y debido a la
rápida deshidratación que sufrieron
experimentaron alucinaciones
visuales, auditivas e incluso dejaron
de sudar.
55. Antoine de Saint-Exupéry: el aviador
Después de conseguir ser readmitido en el ejército en año
1943 se incorpora a las tropas de la Francia Libre. El 31 de
julio de 1944 el comandante Saint-Exupéry, antes de despegar
desde Corcega en una misión de reconocimiento, dejó escrito
en su mesa de trabajo: "Si me derriban no extrañaré nada. El
hormiguero del futuro me asusta y odio su virtud robótica. Yo
nací para jardinero. Me despido, Antoine de Saint-Exupéry".
Nunca regresó. Se especuló con la posibilidad de que hubiese
sido abatido por un caza enemigo o que hubiese tenido una
falla mecánica.
56. Antoine de Saint-Exupéry: sus ideas
En su vida y obra, el sentido del deber cobra particular
importancia, sentido al que obedeció al pelear en la guerra.
Deseaba pelear, más no matar; deseaba ayudar a recuperar a
Francia de las manos enemigas que se habían metido en ella,
pero sin destruir.
Saint-Exupéry era un humanista que empleó indistintamente a
la aviación y a la literatura como sus medios de expresión,
realización personal y cumplimiento de su deber.
En una carta fechada en 1943
escribió: “No me importa si
muero en la guerra... pero si
regreso vivo. ¿qué es lo que voy
a decir a la humanidad?”
57. El Principito: lecciones de ética humanista
En un pasaje de este libro, el zorro se expresa del siguiente
modo: "Los hombres han olvidado esta verdad. Pero tú no
debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has
domesticado.“
Se trata de una forma muy clara de expresar el principio ético
de la responsabilidad.
58. El Principito: lecciones de ética humanista
El autor pone de relieve
valores espirituales y
simples contra los
materiales e inútiles.
Personajes y sitios
solitarios, nos dan la idea
de la inmensa soledad de
los seres: nos llama la
atención sobre la falta de
comunicación;
comunicación que se logra
a través de la amistad, la
comprensión, el amor...
59. El Principito: lecciones de ética humanista
En nuestro mundo
acelerado y tecnificado,
nosotros, la sociedad,
estamos más preocupados
por las apariencias que por
la sustancia, la esencia.
Nos hace pensar sobre la
imperiosa y urgente
necesidad de profundizar,
porque, como dice el
Principito: “Los ojos están
ciegos. Es necesario buscar
en el corazón."