El documento argumenta que las escuelas no pueden ignorar la incorporación de las tecnologías de la información debido a que el desarrollo tecnológico forma parte integral de la cultura humana en la actualidad. Además, señala que las nuevas tecnologías han pasado a ser un problema educativo, un desafío y una oportunidad que afectan a la sociedad, más allá de las decisiones de los educadores. Finalmente, concluye que aunque la tecnología transforma las prácticas sociales, los cambios que genera no implican