La educación tiene dos objetivos principales: transmitir conocimientos fundamentales y enseñar a pensar de manera autónoma y distinguir puntos de vista. Hoy se necesitan estudiantes flexibles, autónomos y responsables capaces de responder a problemas con conocimientos cívicos, económicos y conciencia global. Para ello, los estudiantes necesitan desarrollar habilidades como pensar críticamente, manejar información, tomar decisiones y resolver problemas reales.