El proceso de fabricación de microchips requiere 1,500 pasos y estrictas medidas de seguridad e higiene. Se utiliza silicio de alta pureza cortado en obleas y pulido para eliminar marcas. Luego se imprimen diseños miniaturizados de circuitos capa a capa mediante fotolitografía y se colocan componentes como transistores. El aire de la fábrica debe ser 1,000 veces más limpio que en un quirófano para evitar defectos, y los microchips pueden contener hasta 1,000 millones de transistores