Este documento analiza los conceptos de desarrollo y subdesarrollo contrastándolos con las condiciones de vida de hace dos siglos. Explica que la Revolución Industrial catalizó el aumento de las diferencias entre países, creando un pequeño sector de países desarrollados y un gran sector de países subdesarrollados. Argumenta que la Revolución Industrial fue un proceso global que benefició a los países centrales a costa de los países periféricos, creando una interdependencia entre sus economías. Concluye que el desarrollo y subdesarrollo
1. Osvaldo Sunkel, Pedro Paz; El subdesarrollo latinoamericano y la teoría del desarrollo; México
Siglo XXI
“los conceptos de desarrollo y subdesarrollo”
LOS CONCEPTOS DE DESARROLLO Y SUBDESARROLLO
Esta lectura comienza por hacernos mención de que el hecho que un muy pequeño sector de la
población mundial tenga un nivel de vida elevado y que en contraste con este pequeño sector,
el resto de la población mundial viva en condiciones precarias, es un fenómeno sumamente
reciente.
Nos contrasta principalmente los niveles de vida en la época actúan en comparación con los de
dos siglos atrás; puntualizando que incluso hace apenas dos siglos el nivel de vida medio no se
limitaba a un pequeño sector de la población, pues en ese entonces el sector de la población
que no estaba comprendido en la nobleza, clero o algunos funcionarios se mantenían de
actividades agrícolas, la población no aumentaba demasiado (apenas 0,3 por ciento anual), la
actividad manufacturera era limitada y el transporte se ajustaba a vías acuáticas al no haber
otra alternativa para bienes de gran volumen; un sector muy reducido de la población podía
tener acceso a educación, viajes o bienes de lujo, sin embargo, los niveles de vida de la
población en general eran elevados, situación que en un periodo de 100 años comenzó a
evolucionar pues el ritmo de crecimiento de la población se había elevado, de 0,3 a 0,9 por
ciento anual, en los países en los que estaba en proceso la Revolución Industrial.
Se nos habla también de que, en aproximadamente la primera mitad del siglo XIX, la renta
promedio de un habitante de lo que hoy sería un país “desarrollado” era aproximadamente 50
por ciento mayor que la renta promedio de un habitante de un país hoy “subdesarrollado”. Sin
embargo en la última década, la relación que era 1 a 1.5 se convirtió en 1 a 5 de modo que la
diferencia paso a ser de mínimo un 400 por ciento.
Nos damos cuenta entonces, del contraste que existe de hace dos siglos a la época actual pues
donde antes había un nivel medio de vida general, hoy son solo pocos países tienen un nivel
medio de vida mientras los demás viven en condiciones precarias. Nótese que hablamos de
países enteros, sin embargo creo que es importante mencionar que esto se observa también
dentro de los mismos países pues solo un muy pequeño sector poblacional tiene un nivel medio
de vida mientras la población restante vive en condiciones, como se dijo antes, sumamente
precarias.
Después de hacer la anterior comparativa, se añade un elemento que es identificado como el
principal causante del contraste entre la forma de vida dos siglos atrás y la actual; un claro
catalizador para que el fenómeno que anteriormente comentamos se acentuara
dramáticamente. Este fenómeno es la Revolución Industrial.
Podemos comenzar a hablar de ella definiéndola como “una transformación en la capacidad de
producción y acumulación de la humanidad” contrapunteándola con la forma en que se
cataloga, pues contrario a como suele abordarse, por lo menos en mis años de estudio a como
2. la han abordado mis profesores y yo misma, en esta lectura no solo se ve como un avance en
la producción fabril, sino que lo aborda como una revolución social puesto que vemos sus
efectos en las estructuras institucional, cultural, política y social; otra cosa que cabe destacar
respecto a cómo la lectura aborda este fenómeno, es que no lo ve como casos particulares de
los países que hoy son potencia, si no como un fenómeno global, que incluye y ha incluido
durante toda su evolución a todos los países.
Por poner un ejemplo, vemos que en el ámbito económico se manifiesta en la creación y uso de
nuevos tipos de bienes capital y el desarrollo y aplicación de técnicas y método científico a la
producción; esto, entre otras cosas genera un gran aumento en la producción. Esto socialmente
impacta al notar que en la población se genera un proceso de acumulación.
Es muy importante tener en cuenta la Revolución Industrial como un proceso global, pues
necesariamente los efectos de esta en un país influyen en los demás, de modo que podemos
tener en cuenta que hay una relación entre el desarrollo de algunos países y el rezago de otros.
Podemos entender por lo tanto que la Revolución Industrial se desarrolló en un sistema
económico y político mundial, y que fue contribuida por generación y extracción de excedentes,
apertura de mercados y aprovechamiento de recursos naturales y humanos en las áreas
periféricas, provocando de esta forma que las economías y sociedades de las áreas periféricas
se adaptaran estructural e institucionalmente a las necesidades del proceso de Revolución
Industrial que el “centro” requeria.
Es en este punto donde se comienza a observar que la periferia de un área, área que es la que
hoy se denomina como desarrollada, debe adaptarse a las necesidades de esa misma área
contribuyendo al desarrollo de la misma y proporcionalmente a su rezago. Esto nos da un
panorama diferente pues al verlo de esta forma entendemos que la Revolución industrial no
solo se llevó a cabo en los países hoy “desarrollados”, sin embargo como se comentó
anteriormente, la dinámica se llevó como países “centro” que desarrollaron un sistema
socioeconómico capaz de generar y sustentar un crecimiento dinámico; y países periféricos
dependientes de este centro y por lo tanto las estructuras de ambos están sumamente
relacionadas y por lo tanto su posterior evolución también lo estaría.
A pesar que la Revolución Industrial comenzó a desarrollarse aproximadamente a mediados del
siglo XVIII, sus manifestaciones no comenzaron a notarse claramente sino hasta el siglo XIX, y
es durante este periodo donde se comienzan a producir algunas transformaciones en los
niveles social, jurídico e institucional, así como transformaciones agrícolas que fueron
necesarias para dicho proceso.
Posteriormente, de mediados del siglo XX a la época actual podemos observar su efecto más
sobresaliente en Europa noroccidental y Estados Unidos de América, siendo sumamente
relevante pues con forme se va expandiendo la economía industrial moderna en los países
originarios de la Revolución Industrial, más se va abriendo y creando una economía
internacional más integrada en la que se van sumando cada vez más los países
“subdesarrollados”; de este modo, dichos países se sumarian al proceso de desarrollo e
industrialización, recibiendo por lo tanto aportaciones tecnológicas y productivas, tomando en
3. cuenta que en media en que estos mismos países periféricos desarrollan actividades de
exportación de forma importante, pueden alterar su estructura productiva así como ir
conformando las características de su comercio exterior influyendo sobre la estructura
sociopolítica, pudiendo incluso determinar en cierto grado las políticas económicas y sociales;
de modo que, como antes se dijo, el desarrollo de los países industrializados y el subdesarrollo
de los países periféricos son piezas de un funcionamiento global, y la relación mencionada
entre ambos, nos ofrece diversos resultados.
Hay que notar que hay diversas palabras clave que durante la lectura no dejan de mencionarse
y esto es porque son sumamente necesarias para comprenderla; la palabra global es una de
ellas pues la intención de la lectura es abordar el fenómeno de la Revolución Industrial como
una interacción de economías internas en un sistema económico internacional, de modo que
para hablar de desarrollo o subdesarrollo, es preciso hablar de su contraparte.
La lectura nos invita a analizar en base al contexto histórico y cuestionar las teorías que hasta
la fecha se nos han dado acerca de este fenómeno.
Por último, nos explica y habla del desarrollo, comenzando por tachar de insostenible la
creencia de que este se presenta de forma unilineal y continua, asumiendo que para esto se
pase de etapas tradicionales y primitivas a etapas modernas y avanzadas. Fundamentando su
comentario en el hecho de que este fenómeno es simultaneo de propagación y evolución de la
economía capitalista moderna; mencionando que esta produce distintos resultados según el
medio en que se desarrolle.
Concluye por reiterar que el desarrollo no puede verse dentro una economía cerrada y como un
fenómeno meramente nacional pues las relaciones económicas internacionales fungen como el
elemento capital que puede explicar la conformación de economías periféricas y la posibilidad
de que cada una de estas pueda evolucionar a un sistema industrial dinámico y moderno.