El documento resume la evolución de la escultura griega clásica desde sus orígenes hasta el periodo helenístico. Describe las características estilísticas de los principales escultores como Fidias, Policleto, Praxíteles, Escopas y Lisipo, haciendo hincapié en su tratamiento anatómico y expresivo del cuerpo humano. También analiza obras emblemáticas como el Doríforo, la Afrodita de Cnido y el Laocoonte.
2. › Unida a la arquitectura: acróteras, metopas, frisos, tímpanos, cariátides… La
decoración se adapta al marco arquitectónico en el que se inserta: la altura de los
personajes se adaptaba a la forma triangular del frontón p.ejem.
8. El peinado, colocado
mediante grandes
tirabuzones en pisos,
según la tradición egipcia.
Enmarca la cara triangular
de ojos almendrados y
sonrisa arcaica.
9. Dos tipos de vestido: peplo
de lana pesado y grueso.
El jitón, túnica larga de fino
lino que permite adivinar
las formas del cuerpo.
Abundantes pliegues.
12. › Con Policleto aparece la utilización de un módulo
aritmético, el canon, de modo que la altura de la figura es
de siete cabezas, el rostro está dividido en tres partes
iguales que corresponden a la frente, la nariz y la distancia
desde ésta al mentón.
Estudio anatómico perfecto pero
idealizado a través de la
proporcionalidad y la geometría:
Cabeza esférica, arco torácico y
pliegues inguinales son
semicircunferencias con centro
en el ombligo.
Doríforo
13. Praxíteles fue el
escultor de la gracia
en los cuerpos,
sobre todo
femeninos. Ejemplo
destacado: La
Afrodita de Cnido.
Marca la
feminidad, la gracia
y fragilidad: evita la
rigidez, formas y
posiciones suaves
con prolongadas
curvas, (curvas
praxitelianas)
Se aleja de la
solemnidad de
Fidias o del
equilibrio de
Policleto: las curvas
transmiten
sensación de
abandono y
languidez.
14. Scopas.
› Su obra refleja una concepción dinámica en el ritmo compositivo.
Vivacidad de los pliegues de los vestidos, torsión de los cuerpos.
› Rostros con mirada profunda e intensa expresión dramática. Reflejan
sentimientos de tragedia, dolor, violencia…
Ménade danzante
15. Lisipo.
› Canon estilizado
› Retratos sin idealizar
› Distintos puntos de vista, huye de la frontalidad.
APOXIOMENO
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19. Fidias no sólo fue escultor, sino también supervisor de las obras de la
Acrópolis hasta la muerte de su amigo Pericles.
El friso reproduce en bajo relieve la procesión de las Panateneas que tenía
lugar en Atenas cada cuatro años en honor a la diosa Atenea.
El friso redaba la parte exterior de la cella del Partenón y estaba
policromado. Los bloques de mármol estaban ligeramente inclinados hacia
delante para conseguir que les llegara la luz de abajo; con el mismo
objetivo, el relieve de la zona alta es más profundo que el resto de la
superficie.
Representa una procesión que arranca en el ángulo suroeste y se bifurca.
En el punto de arranque se origina una cabalgata que ocupará un 70% del
friso. Precediendo a ésta se inicia el cortejo a pie, compuesto por ancianos
portadores de ramas, músicos, portadores de hidrias, (vasijas de agua)
conductores de ganado que será sacrificado etc.
Las dos alas del desfile desembocan en el lado oriental, en la fachada del
templo. E las esquinas aparecen las doncellas ataviadas con peplos y los
héroes de Atenas. Todos ellos llevan el peplo para Atenea.
Sin ser observadas, las divinidades olímpicas contemplan la escena
sentadas en escabeles, excepto Zeus, sobre un trono. Son de una escala
mayor que los hombres.
20. Los vestidos se ajustan a los cuerpos de las doncellas y muestran una caída
admirable.
Para evitar la monotonía del desfile, Fidias colocó escenas cotidianas y
anecdóticas, (caballos encabritados, joven atándose sandalia…).
Este friso sólo era una parte del conjunto iconográfico del templo destinado a
proclamar la gloria de Atenas y Atenea, su divinidad protectora. Es una
exaltación al poder de Atenas. En los frontones estaban los dioses, en las
metopas, más abajo, a los héroes, y en el friso, todavía más cercana, los
humanos.
La procesión que entregaba el peplo a la diosa iba acompañado de
concursos y juegos.
A pesar de que existen diferencias en el estilo en diversas partes del friso, todas
son de estilo clásico y se achacan a que Fidias necesitó la ayuda de los
miembros de su taller. Sin embargo esa unidad se debe a la dirección de Fidias.
A pesar del bajorrelieve, hay sensación de profundidad por los diversos planos.
También la policromía y el añadido de piezas metálicas contribuían a crear esa
sensación.
El estilo se caracteriza por la perfección técnica el modelado de las figuras:
airosidad de los vestidos, perfección de las anatomías…
Hay una perfección anatómica y abundan las telas que caen con naturalidad
y confieren a la figura un gran volumen y movimiento, destacando la técnica
de los paños mojados. Además, a pesar de la gran cantidad de figuras, (360
personas, 220 animales, 10 carros…), todas ellas están individualizadas, ya sea
por sus actitudes, distinciones físicas o por el tratamiento de la ropa. Sin
embargo no recurrieron a los gestos demasiado marcados, mantuvieron la
expresión serena del estilo clásico.
Se alcanza el ideal de belleza clásico, sereno, equilibrado, armónico e
idealizado.
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28. Es la imagen idealizada de un joven atleta que camina con
la lanza al hombro.
La cabeza, ladeada hacia la derecha, muestra una
cabello muy trabajado y un rostro sereno. El torso se inscribe
en un gran rectángulo y los pectorales y las ingles aparecen
exagerados con rígidas líneas curvas, (cierto arcaismo).
Los brazos aparecen despegados del cuerpo. La mano
derecha permanece abierta mientras el brazo izquierdo se
dobla y cierra la mano para coger la lanza.
La actitud de marcha no quita para que haya equilibrio
entre los miembros tensos y los distendidos: el brazo
derecho cuelga relajado mientras la pierna sostiene el peso
del cuerpo; el brazo izquierdo está rígido y la pierna,
flexionada. Este equilibrio compensado entre las diversas
partes del cuerpo se denomina contraposto, y otorga un
equilibrio dinámico.
29. Esta estatua se aproximaba al sistema de proporciones ideales
del cuerpo humano, (el cuerpo, 7 cabezas, y la cara 3 partes
iguales) y por ello la utilizó como ejemplo en el tratado que
escribió sobre el tema (Canon)
Las matemáticas desempeñaban un papel decisivo en la
representación de la simetría, basada en un conocimiento
riguroso del cuerpo humano. Esto explica la importancia de la
diartrosis, la articulación de los miembros o partes en el
conjunto.
Las figuras de Policleto eran más anchas y robustas que las de
Fidias y pasaron de moda rápidamente. Lo que permaneció
fue el canon, presente en muchas obras de Praxíteles, Lisipo y
en el Renacimiento en el David de Miguel Ángel, Donatello…
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31. Origen: copia romana, probablemente de un bronce griego.
Según los mitos griegos eran sólo dos las figuras muertas por las
serpientes. En ésta aparecen tres porque el poeta Virgilio, en la
Eneida, incluyó a dos hijos de Laocoonte.
Laocoonte, sacerdote troyano advierte de que no se fíen del
caballo dejado por los griegos. Los dioses envían serpientes para
matarlo.
Exploración de la emoción humana: el pathos, la reacción
dramática, la pasión y el sufrimiento es lo que se representa.
Gesto desesperado y agónico de la figura central. Rostros muy
expresivos, (boca entreabierta, ojos rehundidos, ceño fruncido,
agitación del cabello a base de trépano. Se rompe con la
serenidad y el equilibrio. Canon desproporcionado de los hijos que
hace que se centre la mirada en el padre.
Los cuerpos superan la expresión del rostro: se retuercen ante el
suplicio. El dinamismo es la otra característica principal. Hay
teatralidad en los difíciles escorzos de los cuerpos.
Las figuras se organizan a partir de la pirámide de las tres cabezas
de los personajes. También diagonal que cruza desde la parte
superior izq.
32. Movimiento reforzado por el dinamismo de las serpientes
que sirven de nexo de unión entre las figuras.
Sensación de tensión en los cuerpos.
Perfección anatómica aunque exagerada, dada la edad
de las figuras.
La tensión del cuerpo del padre contrasta con el cuerpo
inerte de la figura izq. y con la mirada interrogante del hijo
mayor, que no acierta a comprender lo que pasa.
El trazado curvilíneo, su dinamismo, la tensión y la expresión
de que todo esfuerzo iba a resultar inútil, convierten a la
escultura en la representación del héroe griego poseedor
de un alma noble.
Quizá reflejo de una nueva forma de pensamiento de la
época: los dioses castigan a quienes no cumplen su
voluntad. Hay por tanto una desconfianza ante las
divinidades y cierto pesimismo por lo imprevisible de la
fatalidad.
Esta escultura tendrá una influencia extraordinaria en Miguel
Ángel y su terribilità y en el Barroco.