3. Descripción de la ruta
Esta es una de las rutas cortas alrededor del pueblo muy agradable para hacerla a pie, ya que el último tramo
se endurece si se elige la bici de montaña, al convertirse el camino en rodadas y después en una simple
vereda que a veces se pierde.
Se puede iniciar en la Placituela del Cuartel, subiendo
por la carretera de Robledo hasta que se acaban las
edificaciones. Son unos 700 metros antes de cruzar
una barrera de color verde que nos indica el
comienzo de la Pinarilla. Al este podremos ver la torre
que, construida por la Escuela Taller Dehesa Real,
entre 1998 y 1999, constituye el núcleo fundamental
de lo que será el Centro de Información de la
Comarca del Río Alberche, que tendrá la
infraestructura y el personal necesario para
desarrollar una labor informativa, interpretativa y
formativa que impulse el desarrollo local y de la zona
Oeste de Madrid.
La Pinarilla es una masa forestal repoblada por Icona hace
décadas con múltiples especies de coníferas como pinos
(resinero y piñonero), cipreses, cedros, arizónicas, salpicada de
autóctonas como la encina, que aquí presenta escasa altura,
rosa silvestre, retama y juncos allí donde descienden las aguas
de arroyada procedentes de las lluvias y de la fuente de la
Salud.
El sotobosque de esta pinada está formado fundamentalmente
por cantueso y siempreviva amarilla, acompañados de tomillo y
algunas jaras pringosas. Esta gran diversidad vegetal hace de
este enclave un punto extraordinario para que los alumnos/as y los aficionados a la naturaleza desarrollen
actividades de identificación de especies vegetales, ayudándose de guías de campo y claves.
El 6 de mayo de 2008, la entonces consejera de Medio Ambiente
de la Comunidad de Madrid, Dª Beatriz Elorriaga, inauguró un
monumento roqueño que representa el esfuerzo de todos por
conservar esta pinada, al tiempo que presentaba el Primillar en la
Dehesa Boyal.
La pista que
atraviesa la
Pinarilla tiene
casi un
kilómetro y
resulta espe-
cialmente agradable en los atardeceres estivales cuando la
sombra de los árboles nos protege de los últimos rayos del
sol, y las aromáticas llenan con sus fragancias el atardecer.
No es raro encontrar colgadas en los pinos casas para
pájaros, ya muy deterioradas, que fueron colocadas hace
años por el Ayuntamiento y la Casa de Oficios. Picapinos,
carboneros, urracas, petirrojos, y con suerte oropéndolas,
son visibles en esta zona. En el suelo encontraremos
numerosas piñas raídas hasta su eje central por traviesas y
huidizas ardillas.
Mª José Morales, Francisco Navarro y Pilar Hernández | Ruta G1-1: El Pinar Página 3
4. La Pinarilla: Un Bosque de Bosques
Cipreses en la zona baja de la Cedros en el comienzo de la pista. Arizónicas, próximas a la pista en
Pinarilla, en la pista que Están presentes las dos especies, el bosquetes y también combinadas
conduce a Pozo Nuevo. cedro del Himalaya, el cedro del Atlas, con otros árboles
Cedrus atlántica, y el cedro del Líbano,
Cedrus libani, este último con acículas
de color verde más brillante
La mayor parte de los pinos Sin duda los mejor adaptados a nuestro Por la vereda que rodea Cerro
presentes en la Pinarilla en su territorio, con su color verde brillante, Monje nos encontramos con un
tramo inicial son resineros y no copa en forma de sombrilla y grandes bosque mediterráneo, mixto, de
hace mucho podíamos piñas que ardillas, ratones y algunos encinas y pino piñonero
encontrar en el suelo tiestos pájaros aprovechan como alimento. acompañado de enebros,
de los utilizados para recoger retamas, romero, cantueso,
la resina. torvisco, etc.
Mª José Morales, Francisco Navarro y Pilar Hernández | Ruta G1-1: El Pinar Página 4
5. A 1,6 km aproximadamente de iniciar el recorrido
tomaremos un camino que asciende a la izquierda
rodeando la parte más alta del cerro del Monje. A nuestra
izquierda dejaremos la Pinarilla en la zona donde se
concentra un mayor número de ejemplares de pino
piñonero, y a nuestra derecha, hacia el norte, podremos
disfrutar con las vistas del valle del arroyo de Valdezate,
cerrado por las Machotas, la cuerda Verduguera y la
Almenara, de oeste a norte. Aquí la vegetación es abierta y
está formada por retama, cantueso y tomillo,
fundamentalmente. Desde este punto alto también
podremos observar las antenas de la Estación de
Seguimiento Espacial de la NASA-INTA, en tierras de
Robledo de Chavela.
Tras un breve alto comenzaremos a descender por el
mismo camino, que poco a poco se va viendo invadido por
el matorral, convirtiéndose primero en unas rodadas, y
más tarde en una vereda. Así, dirigiéndonos hacia el
oeste, frente a Gredos, cruzaremos un reguero enseguida,
y encontraremos chaparras en rodales, con algunos pies
de romero, y allí donde la humedad se mantiene mejor por
estar en umbría, veremos el suelo tapizado de musgos y
líquenes. Es frecuente encontrar en este tramo, a partir
del kilómetro 2 del recorrido aproximadamente, pinos de
escasa altura (entre 1 y 2 metros) algo descuidados en su
forma, pues las ramas más bajas no han sido podadas,
apareciendo como arbustos si se observan desde lejos.
Es zona donde anida el rabilargo, de bonitos colores
azules y escandaloso canto, que veremos volar en bandadas, de un árbol a otro, a nuestro paso.
El picapinos
Antes de empezar la primavera, los picapinos escogen una rama
con un sonido adecuado para realizar su típico tamborileo, que les
sirve para marcar el territorio y para atraer a la hembra. Si
escuchamos atentos oremos 12-18 golpes que se repiten a
intervalos de 2 a 3 minutos.
Estos pájaros construyen sus nidos en un tronco a alturas
variables entre 2 y 5 metros sobre el suelo, haciendo un agujero
de entrada redondo de unos 5 cm de diámetro.
No es difícil encontrar alguno en nuestro recorrido.
El rabilargo
Es el más pequeño de los córvidos europeos. Presenta tonos
grisáceos en el dorso, alas azuladas como su larguísima cola y vientre
blancuzco. Capirote negro muy visible que le hace parecer
enmascarado. Vive en los bosques mediterráneos y de coníferas en
latitudes medias en la Península.
Suelen usar el sistema defensivo flock, que consiste en la agrupación
de un número elevado de individuos con intención de oponer la masa
del bando a la acción de los predadores. Sus nidos son de menos
sofisticación que los del resto de los córvidos debido a que confían en
la defensa comunal para la seguridad de sus colonias.
Mª José Morales, Francisco Navarro y Pilar Hernández | Ruta G1-1: El Pinar Página 5
6. Pronto la vereda se hace difícil de seguir, por lo que habremos
de procurar no abandonar la curva de nivel, es decir,
mantenernos si es posible a la misma altura, mientras vamos
rodeando la vertiente norte del cerro del Monje. El romero, los
enebros, las chaparras, y los pinos son los dueños del lugar,
junto con algunas retamas, torviscos y cantuesos. A veces
encontramos rocas que nos invitan a sentarnos y dejarnos
invadir por los aromas y las preciosas vistas sobre el valle y las
cumbres del alto de la Parada y cuerda Verduguera. Con suerte
podremos observar y escuchar a las aves que pueblan este
encinar-pinar, aunque, por desgracia, los fines de semana suele
oírse también el tráfico de la carretera C-501.
Cuando llevemos recorridos cerca de 3 km veremos hacia el
oeste un camino que conduce a la finca que se conoce como La Jimena, hoy día abandonada, pero que tuvo
su importancia durante la guerra civil como hospital. A partir de aquí desaparece poco a poco la anterior
densidad de vegetación arbustiva, transformándose el paisaje en un pinar casi puro, con pinos piñoneros de
bastante edad, en cuyo sotobosque crecen en los otoños lluviosos gran cantidad de setas como lepiotas,
níscalos, rúsulas o boletos.
Las setas
Los hongos no sólo tienen valor gastronómico, como es el caso del níscalo el boleto, sino también un gran
valor ecológico, pues contribuyen a reciclar la materia orgánica manteniendo la vida del bosque.
Son cada vez más numerosas las personas que se adentran en los pinares durante el otoño en busca de
setas. Para todos ellos unas recomendaciones:
- Aunque son muchas las especies comestibles, recolecta sólo aquellas que conozcas bien para evitar
intoxicaciones.
- Corta con navaja el pie de la seta de modo que no dañes la parte subterránea.
- Lleva las setas en cesta de mimbre con las láminas hacia abajo, así dejarás esporas que aseguren la
supervivencia de la especie.
- No arranques ni destruyas las setas por capricho, recuerda que están cumpliendo un papel
importante en el ecosistema.
Níscalos Lepiotas Rúsulas
Es aquí donde nos topamos con la valla que bordea todo el
terreno de la Jimena, dividida en dos partes por el camino que
baja a la carretera. Habremos de seguir la valla hacia nuestra
derecha hasta el camino y después dirigirnos al sur para llegar a
la entrada principal.
En unos 100 m alcanzaremos el camino que nos llevará al punto
de partida en 1 km aproximadamente. Pasaremos en este último
tramo por varias tenadas de ganado ovino y caprino, por lo que
no es extraño que encontremos mastines en la zona. Son
pacíficos mientras no nos acerquemos demasiado a los rebaños.
Mª José Morales, Francisco Navarro y Pilar Hernández | Ruta G1-1: El Pinar Página 6
7. Algo más adelante, dejaremos a nuestra derecha el depósito de agua y siempre descendiendo llegaremos a
la Placituela.
Mª José Morales
Francisco Navarro
Pilar Hernández
Bibliografía.
• GALÁN CELA, P., R. GAMARRA & J. I. GARCÍA (1998) Árboles y arbustos de la Península Ibérica e
Islas Baleares. Ed. Jaguar. Madrid.
• MORALES, M. J. & F. NAVARRO. (2003) En Ruta: G1-1: El Pinar.
Caser@s nº 1. Agosto-2003. Excmo. Ayto. Navas del Rey.
• SAUER, F. (1982) Aves terrestres. Ed. Blume. Barcelona.
Mª José Morales, Francisco Navarro y Pilar Hernández | Ruta G1-1: El Pinar Página 7