3. Descripción de la ruta
Esta ruta es de complejidad media, debido no tanto a dificultades en el
recorrido, pues sólo encontraremos una bajada con bastante pendiente en
el arroyo Valdezate, y una subida que se realiza parcialmente por una
vereda en el regreso, cuanto a la longitud del mismo (unos 8 km en total).
No nos encontraremos en todo momento sobre el territorio del término
municipal de Navas del Rey, pues hay un tramo que se adentra en tierras
de Colmenar del Arroyo.
En esta ocasión no será necesario demasiado avituallamiento, pero sí es
conveniente llevar agua y, como siempre, un buen calzado y ropa
adecuada a la estación.
Podemos tomar como punto de referencia para salir el cruce de la carretera
de Robledo con la Glorieta del Escorial, en las cercanías del Asador
Castilla, punto que consideraremos el km 0. Desde aquí tomaremos la calle
que conduce al Polideportivo dejando el Colegio a la izquierda y
descenderemos hasta el cruce con la carretera C-501.
Para evitar el peligro al cruzar, pues suele haber bastante tráfico, nos
desviaremos ligeramente a la izquierda y pasaremos por debajo de la
carretera hacia la dehesa. Este pequeño túnel a veces tiene un aspecto
algo desangelado por la presencia de residuos pero es más seguro. Esperamos que el Ayuntamiento se
ocupe de mantenerlo en condiciones con ayuda de los vecinos del municipio.
Una vez en la dehesa, tomaremos un camino
que sale en dirección norte (a la izquierda). Este
camino va siguiendo durante un buen trecho el
cauce de un arroyo que, en años lluviosos, lleva
bastante agua. Delata su presencia la existencia
de abundantes juncos churreros, junto con
mentas y otras plantas de zonas húmedas. En
otoño es frecuente observar cómo tras el verano,
normalmente seco, con las primeras lluvias la
dehesa reverdea y florecen bulbosas como los
crocos. Nos rodea durante este primer tramo, de
unos 900 metros, una zona sensiblemente
degradada por la actividad humana, tanto
agrícola como ganadera. A 700 metros de la
salida, algunos años, en el pasado, podíamos
observar algún cultivo, como el melonar del Tío
Jabato, y algunos chozos fabricados con retama.
Actualmente, tras el vallado de la dehesa, la abundancia de
vacas ha hecho que no se cultive este terreno.
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4. Algo más lejos, hacia el este, se distinguen las primeras matas de cantueso, algunas retamas y encinas en la
zona superior de estas pequeñas lomas.
Hacia el oeste, en lo alto de una pequeña elevación, vemos la torre del Centro de Información de la Comarca
del Río Alberche, construida en los noventa sobre el antiguo depósito de agua del pueblo por la Casa de
Oficios como parte de un complejo que pretendía dotar a Navas del Rey de una capacidad informativa
importante para los visitantes, escolares o no, de la zona suroeste de la Comunidad de Madrid. Detrás de
ella, la Pinarilla y algo más lejos y al norte como telón de fondo, la Cuerda Verduguera con el cerro de
Valderrábanos y la antena.
A 1,100 km aproximadamente del inicio de
nuestro recorrido, salimos de la dehesa por
una puertecita metálica y encontramos un
camino y una valla de piedra de una finca;
en este lugar pisamos tierras de Colmenar
del Arroyo dirigiéndonos hacia el noreste.
Nos acompaña un encinar adehesado, con
retama y pies de encina añosos, donde
abunda la fauna típica de monte: urracas,
palomas torcaces, cogujadas, escandalosos
rabilargos en bandada, conejos, etc. Unos
100 metros más adelante nos topamos con
una puerta, la de la finca de las Umbrías,
que da nombre a esta ruta. Aquí tendremos
que tomar el camino hacia la derecha, o
camino del Tejar, siguiendo la valla que
separa por un espacio breve un olivar, a la
izquierda, y el encinar a la derecha.
A partir de este punto, la vegetación va tomando las riendas y borrando en parte las huellas de la acción
antrópica. El monte se cierra, los ejemplares arbóreos son de mayor porte y aparecen las especies de
matorral con una mayor densidad; esto, junto con el hecho de que nos alejemos paulatinamente de la
carretera, hace que reine el silencio y podamos sentirnos un poco más en equilibrio con la naturaleza. El
camino va ascendiendo lentamente; si somos observadores podremos ver en su lado derecho, orientado al
norte, una cubierta de musgos y pequeñas herbáceas, junto con hermosos ejemplares de enebro de la miera,
conífera que acompaña a la encina en nuestro territorio, algunos rosales silvestres, zarzamora, etc.
El enebro de la miera
Arbusto que normalmente alcanza de 1 a 4 metros,
aunque en tierras de Navas hemos visto ejemplares de
porte arbóreo más altos. El aspecto es variado, desde
redondeado a piramidal, como el de la foto. Sus hojas,
en forma de aguja, nacen en grupos de tres y tienen
dos bandas blancas en la parte superior.
La madera de enebro es de gran calidad pues no se
pudre, lo que hizo que se utilizara para carpintería de
exteriores, aunque también es muy apreciada para
ebanistería, marqueterías, lápices y pequeñas piezas
torneadas, como las pipas.
De la destilación de la madera y raíces se obtiene una
brea, la miera, utilizada antiguamente para sanar llagas
y úlceras, afecciones de piel del ganado y para eliminar
los piojos.
De los frutillos de una especie cercana, el enebro
común, se obtiene la ginebra.
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5. Aproximadamente en el km 1,750 del recorrido,
encontraremos una bifurcación con una señalización
de Coto de caza, punto en el que tomaremos el
camino de la izquierda, que asciende en dirección
norte. Comienza aquí quizá el tramo más bonito del
paseo, con un encinar bastante denso, en el que
apreciamos nuevas especies como las siemprevivas,
los tomillos o la cornicabra, que en otoño se cubre de
frutillos rojos.
Durante casi medio kilómetro pasearemos en este
ambiente, encontrándonos en ocasiones grandes
bolos de granito, litología básica en esta zona,
colonizados por musgos y líquenes y rodeados a
veces por coros de encinas jóvenes.
Pronto llegamos a un bosquete de ailantos
y a un cruce. El camino que sale a nuestra
izquierda conduce a la Casa de la Umbría.
Tomaremos el de la derecha, iniciando un
suave descenso que nos abrirá los ojos a
la panorámica de la Almenara, en el
término de Robledo de Chavela. Si nos
queremos detener un rato, y es primavera,
podremos aprovechar para coger
espárragos trigueros, muy abundantes en
esta zona entre las chaparras. Si nos
hemos decidido por hacer el recorrido en
otro momento del año, podremos
conformarnos con respirar los perfumes
que las plantas aromáticas –romero,
cantueso o tomillo- desprenden y, si
tenemos suerte, con observar conejos,
algún jabalí o sus huellas, y también algún
ave rapaz, sobre todo águilas y milanos.
El bosquete de ailantos
El ailanto es un árbol originario de China que en
la península Ibérica se ha asilvestrado en la mitad
sur y este, tanto que se le llega a considerar una
“mala hierba”.
Normalmente se ve en las cunetas de las
carreteras, acequias y otros lugares donde pueda
encontrar algo más de agua.
Llama la atención su presencia en un encinar,
como aquí en las Umbrías, donde, sin duda, debe
haber llegado gracias al ser humano.
Durante el descenso, reaparecen los usos agrícolas y ganaderos, cuya primera señal es la presencia de
pastos y de encinar abierto, frente al uso cinegético del tramo anterior. Aproximadamente hacia el km 3,400
del recorrido encontraremos un cruce, el de la vía pecuaria que seguiremos a nuestra izquierda hasta llegar
al arroyo de Valdezate. Si continuáramos en sentido opuesto, esta misma vía nos conduciría a Colmenar del
Arroyo, llegando directamente al tentadero. Esto supondría una alternativa, pues desde dicho pueblo
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6. podemos regresar a Navas del Rey por el camino del Tejar y la pista del Canal de Isabel II. Esta es la ruta
que los “corredores” del pueblo denominan “de la hora” pues ese es el tiempo que tardan en completar el
recorrido (unos 14 km).
Estos últimos kilómetros coinciden con la Senda de Navalmoral,
incluida en el programa de Sendas de la Comunidad de Madrid
hace un par de años, de modo que encontraremos en nuestro
caminar algunas balizas y paneles informativos, por ejemplo
sobre la fauna anfibia de la zona.
Si hemos hecho el recorrido a pie y sin
prisa, habremos tardado cerca de una
hora en llegar a este punto, en el cual
iniciamos el descenso a Valdezate, viendo
ya delante de nosotros la dehesa de
Fuenteanguila y las antenas de la
Estación de Seguimiento Espacial de
Robledo de Chavela, y como telón de
fondo, la Almenara (1259 m), que se alza
desde esta posición majestuosa
mostrándonos su vertiente sur. A nuestra derecha, dejamos una valla que impide el paso por el antiguo
camino que unía Navas con Robledo, pasando por la ermita de Navahonda, que alberga a la Virgen de la que
encontraremos devotos en los tres pueblos colindantes. Con la ayuda de unos prismáticos podremos
distinguirla fácilmente si miramos hacia el norte, en las faldas de la Almenara. También otro camino nos
conduciría a las Minas de Nuestro Padre Jesús, hoy en día abandonadas.
La bajada se hace poco a poco más pronunciada, y el
camino empeora, por lo que si vamos en bicicleta
habremos de tomar precauciones. Hacia el km 4,750 del
recorrido estaremos ya en el arroyo Valdezate, una zona
mucho más húmeda, donde veremos el típico bosque de
ribera con sauces, fresnos, majuelos, vid silvestre, rusco,
nueza o espárrago de caña, también recogido como
comestible, etc. En esta zona más húmeda es frecuente
que nos encontremos con vacas que recorren la vía
pecuaria y bajan al arroyo en busca de agua fresca.
Siguiendo el arroyo llegaremos al puente de piedra de la
carretera M-512, punto que constituye el km 5,5 del
recorrido.
A partir de aquí volveremos ya al término municipal de Navas, regresando, tras cruzar la C-501, por la vereda
que conduce a la pista de la Pinarilla y la carretera de Robledo. Este último tramo tiene unos 2,5 km.
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7. Mª José Morales
Francisco Navarro
Bibliografía.
• CHINERY, M. (1988) Guía de los insectos de Europa. E. Omega. Barcelona.
• GALÁN CELA, P., R. GAMARRA & J. I. GARCÍA (1998) Árboles y arbustos de la Península Ibérica e
Islas Baleares. Ed. Jaguar. Madrid.
• SÁNCHEZ PEÑA, G. (1998) Entre Guadarrama y Gredos. Recorridos por el Suroeste madrileño. Ed.
Los libros de la Catarata. Madrid.
• SAUER, F. (1982) Aves terrestres. Ed. Blume. Barcelona.
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