1. En Inglaterra, entre 1814-16, tras el fin de las
guerras napoleónicas, había un conflicto por los
impuestos y restricciones a la importación de
granos.
Esta situación favorecía a los terratenientes en
detrimento de los capitalistas.
Entonces, David Ricardo analizó los factores que
incidieron en la distribución de los ingresos
entre las tres clases sociales.
2. Terratenientes: son los dueños de la tierra y
reciben una renta, que utilizan para comprar
bienes de lujo.
Arrendatarios (capitalistas): aportan el capital y
reciben una retribución, que es la ganancia que le
queda luego de pagar salarios y rentas. Son los
únicos que ahorran y reinvierten sus ganancias.
Trabajadores: reciben un salario como retribución
a su trabajo y lo utilizan para comprar bienes
esenciales para su supervivencia.
3. La renta es la parte del producto de la tierra que se paga
al terrateniente por el uso de las energías originarias e indestructibles
del suelo. Por lo tanto está vinculada con la fertilidad del mismo.
Esta surge por las diferenciales de
productividad entre la última unidad
productiva y las demás.
Por esto es que los propietarios de
tierras más fértiles son los más
beneficiados.
4. Las tierras tienen diferentes grados de fertilidad y por lo tanto
de productividad.
A medida que se van incorporando más tierras, cada vez son
menos fértiles. El precio del trigo que rige en el mercado es el
de la última unidad de tierra, es decir el que tuvo más costos de
producción en relación a la cantidad producida. Por esto, los
precios del grano aumentan.
Entonces, los dueños de las tierras fértiles obtienen una renta
extraordinaria debido a una mayor demanda y una
incorporación de tierras menos fértiles. Sus tierras tienen
menos costos de producción.
5. Según la ley de rendimientos decrecientes, al incorporar nuevas tierras
(que son menos fértiles) a la producción, cada unidad de tierra
incorporada tendrá una menor productividad.
La presión poblacional aumenta la demanda provocando la
incorporación de tierras “marginales” con una menor fertilidad.
Es decir que con una igual cantidad de capital y trabajo aplicadas a
estas nuevas tierras, se obtendrá una productividad menor a las
anteriores.
6. De continuar la incorporación de tierras, la renta del
terrateniente crecerá y, junto con los salarios de los
trabajadores, se repartirán todo el producto total. Entonces,
la ganancia del capitalista será nula. A este punto
culminante David Ricardo lo denomina estado estacionario.
Este debe impedirse, según Ricardo, porque allí cesa el
proceso de acumulación del capital. Para eso propone
quitar las restricciones a la importación de granos para
bajar su precio y así evitar que se sigan incorporando
tierras infértiles. Otra forma sería incorporar mejoras
tecnológicas aumentando la productividad de las tierras.
Esto retrasaría la marcha hacia el estado estacionario.
7. Según esta ley, los países deben especializarse en lo que sean más
eficientes e intercambiar su producción con otros países.
Está en contra de las medidas proteccionistas, que producirían
daños a los países.
Ningún país debe quedarse fuera de la división internacional del
trabajo bajo el libre comercio, ya que al menos se le debe permitir
producir aquello para lo que es menos malo.
Entonces, todos los países se beneficiarían del comercio
internacional produciendo aquello en lo que tengan una ventaja
comparativa.