Queridas semillas,
Reciban este hermoso mensaje para el alma.
Deseamos con todo el corazón, la Jardinera reciba muchos pensamientos de amor.
El Grupo de La Jardinera
2. ¡Buenos días mis semillas! buenas noticias, haber si habéis preparado bien vuestro jardín, vuestro terreno, una parcela de la montaña donde habéis ido muchas veces a visitar, puede ser alrededor de un árbol, coger una semillas y plantarlas, sean las que sean.
3. La historia de hoy empieza así: Érase una vez un rey que vivía en un palacio precioso y decidió tener el parque más bonito del mundo
4. y para ello hizo venir toda clase de árboles, flores, a cual más bella, una vez que habían plantado era hermosísimo y todos los reinos, reyes, reinas, duques y princesas venían a visitarlo,
5. los grandes pintores venían a pintar los cuadros más bellos, los más imaginativos, con coloridos que parecían que venían del cielo, los poetas al contemplar tanta hermosura estaban inspirados y escribían libros
6. y uno de los lados más bonitos venían chicos y chicas, esas doncellas tan lindas y sus príncipes que declaraban su amor y hacían paseos románticos, era el amor y la belleza.
7. Un día nuestro Rey se levantó y vio que los árboles habían caído muertos, que las flores estaban secas y todo aquel bello jardín estaba muerto.
8. El Rey no comprendió y entonces dijo ¡qué desolación! ¿qué ha pasado? Se acercó a los árboles y al roble o “encina” le preguntó ¿qué te ha pasado?
9. Mi señor rey quería ser tan alto como el pino, tan alto y poder ver y dominar el bosque y el jardín, viendo que no podía ser tan alto dije, no valgo para nada me dejo morir;
10. el pino y tu pino que eres tan alto ¿qué te ha pasado? Y contestó, contemplé la vid (la viña) y al ver que no podía dar las uvas como la vid me dejé morir.
11. Y a ti “vid” (viñas) ¿qué pasó? Contemplé un rosal y solamente doy uvas, pero yo quería dar la belleza del rosal; los rosales me contestaron “queríamos dar frutos como los mangos, los aguacates, como esas frutas buenas” nos dejamos morir ;
12. así les fue preguntando a todos, al ciprés le dijo, tu tan digno que tu copa de árbol siempre contempla el cielo, dijo “sí, pero yo quería ser como un roble y dar su fruto, las bellotas, porque de ahí se alimentan muchos animales y en la antigüedad en el Medioevo, el pueblo y por eso me dejé morir” .
13. El rey estaba desesperado y fue a consultar a un sabio. Preguntó al sabio ¿qué debo de hacer?
14. Ven conmigo, me subió a la montaña más alta y dijo, siéntate, contempla de aquí y dijo, ¿tu ves las nubes que se parecen, son iguales? No.
15. ¿Ves todas las especies de árboles son iguales? No. Mira en el prado, ¿las vacas son del mismo color? No.
16. Y has visto las flores, son diferentes, cada río, cada torrente, cada mar es diferente ¿por qué no miras con los ojos de tu corazón?
17. Que son igual que los humanos, cualidades de los que dan frutas es una riqueza, el cedro es estéril no da frutos pero contempla a Dios; las flores, las más bellas, sólo dan flores y aromas pero tienen espinas y dañan;
18. pero que tal los mangos y las frutas, ofrecen al hombre su amor, generosidad y su corazón porque cuando la comen continúa su vida dentro de ellos,
19. ¡así somos los hombres, así es la humanidad! No quieren ver la riqueza que tienen dentro, las cualidades que poseen,
20. la fuerza que tienen y sobre todo esa dignidad y ese amor propio tan grande y ¿sabes por qué?
21. Hombre vanidoso, porque no ayudas a tu pueblo, habla a tu pueblo y les dices “hombres generosos, trabajadores que siempre habéis trabajado para los reyes, para los castillos, para las guerras y sin ser carpinteros, habéis hecho mi castillo,
22. sin ser albañiles, habéis levantado los muros de defensa, sin conocer habéis buscado a poceros, que con un rama de avellano o de olmo han encontrado agua que es el mejor tesoro;
23.
24. te das cuenta que es el jardín más bello de Dios, que es el jardín más grande de nuestro planeta: el hombre .”
25. Los hombres se olvidan que antes que nosotros, en la Tierra, ellos ya vivían, ellos han luchado, y siempre fue en armonía,
26. es el hombre que tala el árbol, es el hombre que no aprecia la esencia de rosa, de las flores y es la VANIDAD de la humanidad que sólo lo hace por la belleza y no por el corazón, o por esa esencia tan profunda que lleva dentro el alma
27. ¿cómo ves desde aquí ahora el valle, las montañas? No me atrevo a mirarte, sólo estoy mirando la pobreza de mi pueblo, mi orgullo, mi prepotencia, mis celos, mis enojos y sobre todo MI VANIDAD,
28. no tengo humildad porque sólo hice mi jardín para hacer ver mi VANIDAD y que yo tenía más que los otros, olvidé que muchos de los niños están muriendo porque no tienen para comer, es lo único que estoy viendo.
29. Sin levantar la mirada el rey bajó de rodillas la montaña, cuando llegó a su castillo, dio la orden “que abran las arcas, que abran los silos, que abran las puertas del trigo, del arroz, de las legumbres, que vacíen todos los armarios de ropa”
30. y los llevó al pueblo y fue distribuyendo; la gente humilde y otros menos humildes lo miraban y tenían miedo, porque pensaron “nunca ha sido así el rey, qué querrá a cambio” y se escondían.
31. El rey tuvo que llamar puerta a puerta y les dijo “no tengáis miedo, no os ocultéis, soy el peor enemigo de vosotros, a partir de hoy se os invitará al castillo,
32. a partir de hoy participaréis de las fiestas porque me habéis mostrado que vosotros tenéis corazón y me amáis y me respetáis.
33. El vivir toda la miseria que tengo es vuestra y vuestro es el valor y Dios sólo ama a vosotros y hasta ahora sólo creía que era yo el más grande y me he dado cuenta que siempre me he alejado del camino de la Luz, tomarlo con mucha prudencia”, lo aceptaron.
34.
35. y las mujeres dijeron “para nuestras hijas para darles el dote, la herencia para mañana” y guardaron todo, con prudencia.
36. Tuvieron manjares, comidas, eran tan felices que dijeron “si hasta ahora hemos dado lo máximo de nosotros, ahora daremos más, porque Dios nos ha recompensado” se pusieron de rodillas, bajaron la cabeza, juntaron las manos y dieron Gracias a Dios,
37. aquel día fue la fiesta más grande de ese pueblo, porque comieron con saciedad.
38.
39. Cuando entró en el jardín, fue andando y dijo “quiero ir a mi banco preferido” y de ahí bajó la cabeza y dijo “todo lo tengo bien merecido, que me costaba abrir mi corazón y amar a mi gente,
40. qué costaba saber si lloraban mis obreros o si mis soldados habían abandonado a sus madres por mí,
41. cuando me harté de llorar, me levanté y contemplé el sol, brillaba más que nunca, calentaba más que nunca y dije, algo va mal en mi cabeza, ¿qué me pasa?
42. Y oí una música y quería saber de dónde era. Todo el jardín estaba vivo y la música eran los pinos que con el viento y la brisa, iban dando palmaditas ¡esa era la música!
43. Que de nuevo las rosas, las flores emitían su perfume, la encina o roble al moverse de alegría, sus bellotas caían y en el río que pasaba hacía ¡clickclop, clikclop!
44. Era la música más bella de mi vida, las uvas las miré y ya estaban maduras ¡eran miel! Y eran tan felices y generosos y comprendí que cuanto menos tienes más rico eres,
45. que cuando abres tu corazón más amor recibes y cuando ayudas a los otros, esa generosidad es la Corona Divina que te ponen pero no en tu cabeza sino en tu corazón y tu ALMA regocija de alegría.
46. Me quedé sin palabras, me quedé mudo y así duró muchos años de felicidad y nunca más faltó nada a mi pueblo porque ese jardín, después de tantos siglos, continúa vivo y hermoso como nadie ha visto”.
47. ¡Ese jardín eres tú! ¡Ese jardín son ellos! ¡Ese jardín he comprendido, que también puedo ser yo!