LA FMA DE LA TERCERA EDAD
La tercera edad debe transformarse para la FMA en tiempo de oración y de contemplación.
Perder el tiempo con Dios y por Dios:
orar, alabar, dar gracias.
La FMA de la 3ª edad, con su lámpara encendida, se dispone a la espera, a mantenerse despierta, vigilante, atenta, en expectativa, abierta a los grandes horizontes, “aguardando el consuelo de Israel”.
Sor Ana María Porta
Sor Myrian Celeste Benítez
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
La vivencia de los votos en la tercera edad
1.
2. - Es ante todo una mujer con una determinada edad
- Responsable de la etapa que atraviesa
- Con una consistencia ontológica permanente
- Con una identidad que se afirma en cada etapa
La fma de la 3ºedad
3. - Con la consagración
perpetua, Dios la
consagra para sí y la
envía a los jóvenes,
dándole una
identidad místico
eclesial precisa y
definitiva.
- Aferrada en la totalidad de
su persona por la gracia que
la hizo hija de Dios en Jesús.
La fma de la
4. - Jamás deja de ser
aquella persona llamada,
consagrada y enviada, en
especial alianza con el
Dios de su profesión.
- En esta Alianza de
amor ella se
compromete a vivir
fielmente su vocación
en todas las situaciones
de su vida.
La fma de la
5. El tiempo de la tercera edad
aparece bajo el signo de la
profesión significativamente
“perpetua” y por su típica gracia
todo este tiempo ya ha sido
ofrecido y donado a Dios
anticipadamente con todas sus
circunstancias imprevistas.
Por lo tanto
La fma de la
6. -Debe mantenerse despierta.
¡La fecundidad de su vida no se ha agotado!
¡El proyecto de Dios no está cumplido aún!
Debe crecer todavía como
lo señala el salmo:
“En la vejez seguirá dando
frutos” (Sl 91, 15).
La fma de la
7. -“No nos desanimamos, y aunque nuestro hombre
exterior se va desmoronando, el interior se renueva de
día en día” (2 Cor 4,16).
la FMA, ingresando en la
tercera edad recibe un
nuevo llamado para una
nueva conversión y para un
estilo de vida renovado.
La fma de la
8. Lo dice magníficamente el
art. 106 de nuestras
Constituciones:
“La respuesta, siempre
renovada, al don de la
vocación hace que la
ancianidad, a pesar de la
disminución de las energías,
aporte riquezas espirituales
específicas. Este tiempo
precioso… nos puede
transformar en testigos de la
ternura del Dios fiel”.
La fma de la
9. El contexto de la cultura moderna
orienta a organizarse, a producir, y a
consumir...
El contexto de nuestra vocación de religiosas “entregadas a
las obras de apostolado” favorece la formación de una
mentalidad que genera el peligro de dos graves reducciones:
- la persona es reducida a su función.
Es valorada por “su saber hacer”
- vale la eficacia externa visible…
La fma de la
10. Consecuencias: la FMA de la 3ª edad aparece
disminuida, sin eficacia apostólica.
SIN EMBARGO:
- La eficacia es del Espíritu!
- Siempre le queda el Apostolado de la pasión
- Hay otros modos de realizar la misión salesiana
La fma de la
11. La vida espiritual de la FMA de la tercera edad,
consiste en percibir las nuevas llamadas que el
Señor le envía a través de su condición.
LLAMADA A RECIBIR EL DON DE LA SABIDURÍA
momento de crisis dolorosa que debe superar:
la aceptación del desprendimiento
La fma de la
12. La superación está en el abrirse al don de la
sabiduría de Dios que permite juzgar las cosas y los
acontecimientos desde otro punto de vista
La fma de la
13. - La voluntad de
vivir el tiempo
que queda con
calidad, con
entusiasmo
- aceptar la etapa
y aceptarla como
un momento muy
normal de la
Vida.
La tercera edad es el tiempo por excelencia de la
sabiduría, pero para llegar a ella se requiere realizar
dos pasos:
La fma de la
14.
15. Las Hermanas mayores pueden ofrecer a la comunidad
muchos servicios y de tipos muy variados...
El más típico es el de enriquecer el espíritu de familia,
hacer más profunda su unidad.
Constituciones: art. 59… 60… 50… 15…
16. art. 106 “La ancianidad, tiempo de
especial respuesta a Dios”.
- paz profunda,
“riquezas específicas” de la
ancianidad
- sabiduría y oración,
- apertura benévola a las nuevas generaciones,
- signo de los valores perennes
- sostén de la misión de las Hermanas
17.
18. Juan Pablo II en la Christi fidelis
laici: … “continúen su misión
apostólica y misionera”… con
modalidades nuevas...”
La FMA nunca deja de ser salesiana,
animada por la caridad pastoral, impulsada por el celo
del da mihi animas.
19. Las adecuadas a su salud y a la propia situación
comunitaria: modos de apostolado más humilde, sin
responsabilidades de poder, con más calma…
¿Cuáles?
20. Presencia de calidad, intensamente humana y religiosa,
irradiante, aquella que caracteriza propiamente a la
auténtica “asistencia” salesiana.
El apostolado más típico es el de la
PRESENCIA
24. La tercera edad debe transformarse para la FMA
en tiempo de oración y de contemplación.
25. Perder el tiempo con Dios y por Dios:
orar, alabar, dar gracias.
26. Conquista de la
serenidad y la alegría
interior, de la sabiduría
de la vida que la
convierte en “mujer del
buen consejo”.
La FMA anciana
experimenta el misterio de
la iniciativa de Dios, dentro
de la cual se siente
gratuitamente amada y
llamada.
27.
28. La FMA de la 3ª edad, con
su lámpara encendida, se
dispone a la espera, a
mantenerse despierta,
vigilante, atenta, en
expectativa, abierta a los
grandes horizontes,
“aguardando el consuelo
de Israel”.
29. “Olvidado del
pasado y tenso hacia el
futuro corro hacia la
meta para alcanzar el
premio que Dios nos
llama a recibir allá
arriba, en Cristo Jesús”
(Flp 3,13).
30. “Tened las vestiduras puestas y encendidas las lámparas:
pareceos a los que aguardan a que su amo vuelva de la
boda, para cuando llegue, abrirle en cuanto llame.
Dichosos esos criados si el amo al llegar
los encuentra en vela” (Lc 2,35-37).
La ancianidad es el tiempo de la lámpara encendida...
31. - la oración,
- la meditación de la Palabra,
- la palabra de alguna Superiora...,
- la lectura de libros de fuerte espiritualidad,
- sobre todo, la Eucaristía bien celebrada
- la conversación edificante con algún hermano/na,
¿Cuál el aceite para mantenerla tal?
33. - La Obediencia, dejando a Dios que conduzca los
acontecimientos, abandonándose en sus manos
para lo que El disponga, leyendo la historia como
el adviento de Dios.
- La pobreza, en el desapego de tantas cosas del período de plena
actividad y en la aceptación de que Dios vaya retomando poco a
poco aquello que había concedido con tanta generosidad, para
donar otras cosas más profundas... para hacer comprender que Él
es el Único sumo bien...
- La castidad revelando ahora con más claridad que Él es el
supremo Amor, encontrado siempre en la oscuridad fatigosa de la
fe.
¿Cuál la vivencia de los votos de la Hna. de la 3ª Edad?
34.
35. - También ellos pueden iluminar el “atardecer” de nuestra vida con sus
dificultades y debilidades físicas y con el modo con el que acogieron la
maravillosa aurora de la eternidad.
-El “santo de la alegría” y de la “serenidad en el dolor” - terminó su
itinerario terreno a los 73 años de edad.
-No conoció la tercera edad: murió, a sólo 44 años. Su hora final no fue
fácil. Vivió una fuerte tentación y fijando la mirada en la imagen de la
Virgen, concluyó, diciéndose a sí misma: Canta las alabanzas de tu
Madre en la pasión del Señor”.