SESION DE PERSONAL SOCIAL. La convivencia en familia 22-04-24 -.doc
¿Es bueno aprender de memoria?
1. Padres e hijos
¿Es bueno aprender
de memoria?
Comprender lo que se estudia, poner en práctica lo aprendido y añadirle creatividad
son claves para el éxito en el aprendizaje de nuestros hijos. por MACARENA ORTE
La memoria
Siempre tiene que formar
partedeltrabajoydeldesarro-
llo intelectual de nuestros hi-
jos. “Lo que no tiene sentido
ni es eficaz es que traten de
sustituir la comprensión de lo
que están estudiando utilizan-
do únicamente la memoria”,
señala Jerónimo García Ugar-
te, coautor del libro 5 llaves
para educar en el S. XXI. Tam-
poco es bueno que la mayor
parte del trabajo que deben
realizar en el colegio o en casa
(deberes) esté dirigido a un
aprendizaje de memoria.
“En pleno desarrollo de las
tecnologías de la información
ylacomunicaciónresultapoco
práctico, por ejemplo, dedicar
mucho tiempo a memorizar
todas las ciudades europeas”,
opina García Ugarte.
Comprender, eso
es lo importante
A la hora de ponerse a estu-
diar, nuestroshijosdebentener
en cuenta tres puntos: que la
información que manejan sea
rigurosa, que comprendan lo
que estudian y que sepan apli-
carlo a la realidad. En el ejem-
plo de las ciudades europeas,
apuntaelexperto,“lorealmen-
teimportante,ademásdesaber
localizar la información, es
comprender lo que significa
Europa, la estructura de la
Unión, o simplemente ser ca-
paz de diseñar el itinerario
para ir de una ciudad a otra”.
“Es más: cuando nuestros
hijos se enfrenten al mercado
laboral”, señala, “lo que se les
vaapediresqueapliquenunos
contenidos teóricos a la solu-
ción de un problema práctico
y,sobretodo,queseancapaces
de crear un nuevo modo de
afrontarlarealidad a partir de
dichos contenidos”.
Cómo ayudarles
La labor principal de los
padres debe ser la de acom-
pañar, nunca la de sustituir.
“Acompañar aconsejando,
ayudándoles a superar sus
debilidades y a potenciar sus
fortalezas. Resolver sus dudas
y escuchar cómo exponen un
tema puede resultar muy útil
para nuestros hijos”.
Elproblemacomienzacuan-
do los padres, en ocasiones
casi sin darse cuenta, empie-
zan a asumir la responsabili-
dad de las tareas de sus hijos:
les resumen los temas, les ha-
cen los trabajos, etc. ¡Los sus-
tituyen! Ante esta situación, lo
más normal es que nuestros
hijos se acostumbren y poco a
poco vayan delegando más
trabajoylaresponsabilidadde
sus resultados en los padres.
Al reemplazarlos, en lugar
de acompañarlos y orientarlos
les vamos restando autonomía
y con ello responsabilidad.
Aprender a
estudiar: simplificar
Existen muchas técnicas de
estudio pero, en opinión del
experto, al final todos los mé-
todos se reducen a lo mismo:
preparar los contenidos para
comprenderlos mejor y, desde
la comprensión, tratar progre-
sivamentedeirmemorizándo-
los o ejercitándolos.
En el momento de ponerse
a estudiar, lo primero siempre
tiene que ser la simplificación
de la información: discernir
lo que es realmente importan-
te y realizar un esquema (ma-
pas conceptuales).
“A partir de ahí, hay que ir
repasando esos esquemas,
completándolos cada vez con
más contenidos, hasta que de
un modo natural y progresivo
se alcance la comprensión
total del asunto”. n
DIFERENCIAR POREDADES
La edad solo influye para
asignar el tiempo que un niño
debe dedicar al estudio y para
que el carácter de la materia sea
más lúdico en los niños más
pequeños. Sin embargo, el
profesor de Filosofía y
Psicología y especialista en
educación Jerónimo García
Ugarte señala: “Más que una
diferencia por edades, la forma
de estudiar varía según la
materia que tengamos delante”.
Cuando hablamos de
contenidos más teóricos como
la historia, la comprensión y la
memoria adquieren un mayor
protagonismo. Por el contrario,
cuando tenemos que resolver
problemas de matemáticas
o física, a la comprensión
y a la memoria hay que añadir la
habilidad para solucionarlos,
que se obtiene exclusivamente
practicando. Y si a la
comprensión, la memoria y la
práctica sumamos la
creatividad de nuestros hijos,
mejorará su rendimiento,
apunta el especialista.