El Arte Paleocristiano se refiere al arte desarrollado por las primeras comunidades cristianas entre los siglos II y III, cuando eran perseguidas por el Imperio Romano. A partir del año 311 d.C., con el Edicto de Milán, el cristianismo dejó de ser perseguido y el arte cristiano pasó de ser sencillo a adquirir monumentalidad, plasmándose en mosaicos, domus ecclesiae, cementerios y arquitectura eclesiástica.