Revista Estudiantil de la Carrera de Contaduría Pública de la Universidad May...
Desgravacion del sector agropecuario de mexico en el nafta
1. ESCUELA BANCARIA Y COMERCIAL
TRATADOS COMERCIALES INTERNACIONALES 1
DESGRAVACIÓN DEL SECTOR AGROPECUARIO DE MEXICO EN EL NAFTA
POR: AILYN PAOLA CORONA BERNAL
2. En las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hace
20 años, uno de los sectores que presentó mayor complejidad fue el agropecuario por su
sensibilidad económica y política, así como por las grandes asimetrías con Estados
Unidos y Canadá en dimensión, competitividad natural en algunos productos, orientación
exportadora y, también, en los subsidios a los productores de esos países. A ello se
sumaban los riesgos fitozoosanitarios que involucraba su comercio y la oposición de
múltiples grupos de interés en los tres países. Ello derivó en que ese sector tuviera
periodos largos (10 años) y extra-largos (15 años) de desgravación arancelaria,
incremento gradual de las cuotas de importación y medidas específicas de acceso a
mercados; de hecho, la apertura total en el marco del TLCAN se registró hasta 2008,
cuando México abrió por completo las importaciones de maíz, frijol, leche y azúcar.
El TLCAN propició que se redefiniera el esquema de apoyos y subsidios al campo, que
prevaleció hasta principios de los noventa, y que se desmontara el obsoleto y corrupto
sistema de comercialización de productos básicos que operaba a través de Conasupo. En
el primer caso, se instrumentó Procampo como esquema de apoyos directos al ingreso
del productor, que implicó homologarlo con los vigentes en otros países y sustituyó los
subsidios vía precios (de garantía) y al costo de los insumos, los cuales introducían
severas distorsiones en las decisiones de producción. En el segundo, el aparato comercial
implicaba que sólo entre 20 y 30 centavos de cada peso llegaran al productor; el resto se
quedaba entre intermediarios y burócratas. Si bien actualmente el esquema de subsidios
y apoyos (hoy llamados “incentivos”) tiene muchas deficiencias, no hay duda de que es
menos ineficiente e injusto que hace 20 años.
En el ámbito comercial, México sigue registrando déficit en la balanza agroalimentaria, del
orden de 3 a 4 mil millones de dólares anuales, como consecuencia de importaciones
recurrentes de granos (maíz amarillo, sorgo) y oleaginosas (soya) que complementan la
demanda nacional, pero que constituyen un insumo esencial para la producción y la
exportación de cárnicos y de ganado en pie; es decir, productos de mayor valor agregado.
En este ámbito, la apertura permitió el acceso a insumos competitivos para la producción
nacional. También se han realizado compras coyunturales al exterior por reducciones de
la oferta nacional, sobre todo por condiciones climatológicas y sanitarias adversas
(heladas en maíz, sequías en frijol, pollo y huevo por influenza, etc.) o porque la
producción es estructural o estacionalmente insuficiente, como la de trigos panificables y
3. leche, con evidentes beneficios para los consumidores. En otros casos, como el azúcar, la
apertura ha permitido colocar excedentes que de otra manera se habrían traducido en
menores precios para industriales y productores de caña, por sobreoferta en el mercado
nacional.
En los últimos 20 años las exportaciones de frutas y hortalizas han registrado un
crecimiento exponencial: de más de 8 por ciento por año las primeras y de más de 5 por
ciento las segundas. En productos como el aguacate, pepino, tomate rojo y pimientos
México es el primer abastecedor del mercado de EU y Canadá y se ubica entre los cinco
primeros de berries, fresa, papaya, melón, plátano, mango, limón y sandía. El caso del
tomate es ilustrativo por su competitividad, lo que incluso propició amenazas de una
demanda (infundada) de prácticas comerciales desleales por parte de productores
estadounidenses.
No se trata de minimizar los impactos negativos del TLCAN en el sector agropecuario que
los hay, como en la producción de oleaginosas y de porcinos. Hay que reconocer que
nuestros socios comerciales también lo han aprovechado; sin embargo, su impacto neto
ha sido favorable y se ha traducido en mayor productividad, competitividad y
complementariedad para las cadenas de valor del sector. Habrá que reforzar esas
tendencias y aprovechar otras oportunidades comerciales.
BIBLIOGRAFIA.
Mariano Ruiz Funes . (2014). Sector agropecuario: 20 años de TLCAN.
8/mar/16, de el financiero
Sitio web: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/sector-agropecuario-20-
anos-de.html