1. Cómo organizar tu horario, por Paola Karina Fagill
Puede parecer un tanto redundante, ya que en alguna parte hablé sobre cómo organizar tu
trabajo. No hablo aquí, sin embargo, del trabajo sino de todas las actividades en general. En la
sociedad moderna, muchas veces comenzamos a trabajar cuando aún no hemos terminado de
estudiar o trabajamos y volvemos a estudiar de pronto, un día, y está bien. O trabajamos y
estudiamos y nos casamos y de pronto –siempre de pronto- nos acompaña una nueva personita.
Y está bien por que así es la vida, es el ciclo de la vida. Sin embargo, cargar con tantas cosas a
la vez se nos hace, con mucha frecuencia, difícil y estresante.
Lo primero que hacer es ser realistas y establecer prioridades. Nadie está obligada ni obligado a
ser una supermujer o un superhombre. Podemos posponer algún proyecto, dejarlo para después
para poder realizar otro u otros con más efectividad y, posteriormente, darle a ese proyecto la
atención y la energía que se merece.
Recuerda siempre que, si realizas muchas actividades, es importante llevar una vida sana. Una
alimentación equilibrada, respetar las horas de sueño, algo de actividad física. No siempre es
fácil.
Supongamos que haces horario de oficina, de 8 a 6, y que después de la oficina te vas a estudiar
hasta cerca de las 10, ¿qué puedes hacer?
Para empezar, evalúate, ¿es absolutamente necesario e imprescindible que realices las 2
actividades? Si vives con tus padres y ellos te apoyan, ¿no te convendría bajar un cambio y
concentrarte en el estudio? Lo harás mejor, por un lado, y te reincorporarás al mercado laboral
con una mejor preparación, tendrás tiempo para hacer ejercicio y cuidar tu salud…
Pero supongamos que no puedes darte ese lujo, que tienes que hacer las 2 cosas. ¿Qué puedes
hacer para no cansarte demasiado? Organizarte.
Organiza tu labor en la oficina, a fin de poder terminar antes y que te quede tiempo para
estudiar.
Evita el estrés y el malhumor. Procura llevarte bien con todos tus compañeros. Haz ejercicios de
relajación. Estira n poco las piernas, descansa los ojos.
Aliméntate bien y, para hacer ejercicio, puedes empezar, por ejemplo, por ir a pie o en bicicleta
a la oficina y al estudio. Más adelante, cuando te sientas con más “pilas”, puedes empezar a
hacer ejercicio 3 veces por semana. Dos días de entre semana y uno del fin de semana (sábado,
por ejemplo).
Pronto verás que te sientes mejor y que poco a poco vas alcanzando tus metas.