2. SU HISTORIA
José Eloy Alfaro Delgado (Montecristi, Ecuador, 25 de junio
de 1842 - Quito, Ecuador, 28 de enero de 1912) fue Presidente
de la República del Ecuador en dos ocasiones en períodos que
comprenden entre 1897 a 1901 y 1906 a 1911, general de
División del Ejército del Ecuador desde 1895 y líder de la
revolución liberal ecuatoriana (1895 - 1924). Por su rol central en
las batallas de la revolución y por haber combatido al
conservadorismo por casi 30 años, es conocido como el Viejo
Luchador.
3.
4. SUS PRIMEROS AÑOS
José Eloy Alfaro Delgado nació el 25 de junio de 1842 en la
ciudad ecuatoriana de Montecristi, sus padres fueron Juan Alfaro
González, republicano español natural de Cervera del Río Alhama
(La Rioja) quien llegó a Ecuador en calidad de exiliado político y
María Natividad Delgado López, nacida en Montecristi el 8 de
septiembre de 1808, hija de Rafael de la Cruz Delgado, que fue en
repetidas ocasiones regidor del Cabildo de Montecristi y de María
de la Cruz López, mestiza.
5. LA REVOLUCIÓN
José Eloy recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al concluir esos
estudios, se dedicó a ayudar a su padre en los negocios. Durante su juventud
se identificó con el liberalismo anticlerical, doctrina que se conoció
posteriormente como el liberalismo radical ecuatoriano. Al enterarse el joven
Eloy Alfaro de que Gabriel García Moreno había pedido el protectorado a
Francia, se unió a las filas liberales. A los 22 años de edad empuñó las armas
contra García Moreno, pero tuvo que salir del Ecuador porque la conspiración
urdida por el general Tomás Maldonado había sido sofocada. Corría 1864. Al
año siguiente regresó para combatir junto al general José María Urvina en
Jambelí.
6. Derrotado y perseguido, Alfaro ancló en Panamá, departamento de
Colombia todavía, en donde con su trabajo se labró una fortuna y contrajo
matrimonio con Ana Paredes y Arosemena, panameña de 16 años de edad, a
la que amó fielmente a lo largo de la vida, y con quien tuvo nueve hijos. Sin la
fortaleza de su esposa que sobrellevó con entereza las separaciones y
sobresaltos ocasionados por la interminable lucha militar y política del
esposo, Alfaro no habría podido sembrar lo que sembró. En Panamá conoció
a Juan Montalvo, a quien protegió y financió la edición de algunos de los
inmortales ensayos. Muerto García Moreno en 1875, Alfaro regresó a
Ecuador, luchó por la abolición de la octava carta política conocida como
"Carta Negra" y por la convocatoria de una Convención.
7. SUS DESCENDIENTES
En el viaje en ferrocarril desde Duran hasta Quito que hicimos junto a los descendientes
que murieron en la hoguera barbara con Alfaro conocimos a una familia en particular quien nos
contó una historia sorprendente al decirnos que el General Eloy Alfaro 2 veces Presidente del
Ecuador tuvo un hijo que esta oculto de la historia oficial y de él descienden ellos.
Miguel Alfaro y su hijo Eloy dicen ser descendientes directos del Viejo Luchador ya que el
General Eloy Alfaro Delgado habría tenido un hijo hace 130 años en la población de Urcuquí,
Provincia de Imbabura.
Pero que tan cierta puede ser esta versión ¿pasó Eloy Alfaro por Urcuquí?, y si tuvo otro hijo a
más de los conocidos porque no esta incluido en el relato oficial.
8. ELOY ALFARO osé Eloy Alfaro Delgado (Montecristi, Ecuador, 25 de junio de 1842 - Quito, Ecuador, 28 de
enero de 1912) fue Presidente de la República del Ecuador en dos ocasiones en períodos que
comprenden entre 1897 a 1901 y 1906 a 1911, general de División del Ejército del Ecuador desde
1895 y líder de la revolución liberal ecuatoriana (1895 - 1924). Por su rol central en las batallas de la
revolución y por haber combatido al conservadurismo por casi 30 años, es conocido como el Viejo
Luchador. Alfaro inició su lucha contra los conservado fue hijo de Juan Alfaro González, republicano
español natural de Cervera del Río Alhama (La Roja) quien llegó a Ecuador en calidad de exiliado
político y de María Natividad Delgado López, nacida en Montecristi el 8 de septiembre de 1808, hija
de Rafael de la Cruz Delgado, que varias veces fue el regidor del Cabildo de Montecristi y de María de
la Cruz López, mestiza. Según la tradición, la madre de Eloy Alfaro era propiamente de apellido
Quijije.res católicos desde los años 60 del siglo XIX, pero la fuerzas revolucionarias lo nombraron Jefe
Supremo de las provincias de Manabí y Esmeraldas, durante su rebelión en febrero de 1883, lo cual
duró hasta el 11 de octubre del mismo año, cuando fue organizado un gobierno provisional que
restauró el conservadurismo en el poder de sus grandes opositores.
9. ENCUENTRO CON LA
HISTORIA Por esa época y bajo inspiración del Gral. José María Urbina, organizó sus primeras
guerrillas para combatir al gobierno, e intervino en el movimiento revolucionario de mayo de
1865, en Guayaquil, que culminó con el triunfo gobiernista cuyas fuerzas,. Dirigidas
personalmente por García Moreno, derrotaron en Jambelí a los revolucionarios poniéndolos en
fuga.
Alfaro logró escapar a Panamá donde estableció su residencia y en 1872 contrajo
matrimonio con la Srta. Ana Paredes y Arosemena. Durante su permanencia en Centroamérica
se dedicó nuevamente a las actividades comerciales importando y promocionando los
sombreros de paja toquilla elaborados en Manabí, los que gracias a su esfuerzo lograron fama
internacional, aunque fueron conocidos como «Sombreros de Panamá». Pudo así acumular una
gran fortuna que puso a disposición de la causa revolucionaria. Por esa época protegió y apoyó
-eficaz y económicamente-, al notable escritor y filósofo ambateño Juan Montalvo, publicando
en Panamá la primera edición de su célebre obra «Las Catilinarias»
10. PRIMER GOBIERNO
La primera medida fue exonerar a los indios del pago de la contribución territorial y del
trabajo subsidiario, y gobernar con todos los sectores del liberalismo. La segunda, aplacar a la
Iglesia: escribió al papa León XIII para presentarse y le pidió que canonizara a la quiteña
Mariana de Jesús Paredes y Flores. El Papa le contestó con paternal bondad, pero la Iglesia local
no estaba dispuesta a la paz. "Rechace el Señor a los espíritus infernales (del liberalismo)",
arengaba el huido obispo de Manabí, que dirigió una invasión desde Colombia, mientras el
desterrado obispo de Loja lo hacía desde el Perú. Los conservadores se sublevaban en el norte,
en el centro y en el sur de la Sierra. Los predicadores incitaban a la guerra santa. Hubo abusos y
desmanes: el coronel Manuel Antonio Franco, el hombre duro de Alfaro, expulsó a los
capuchinos de Ibarra. Las tropas liberales asaltaron el Palacio Arzobispal de Quito, quemaron la
biblioteca y el archivo, injuriaron al arzobispo González y Calisto, paladín de la cruzada
antiliberal, e hicieron la parodia de fusilarlo si no gritaba "!Viva Alfaro!".
11. El arzobispo respondió dulcemente que "¡Viva hasta que muera!". Se persiguió a
los hermanos de la Salle, a los padres salesianos y redentoristas y se apresó a algunos
sacerdotes y religiosos, sobre todo, a los dominicos. Y expulsó de la misión del Napo
a los jesuitas, "destruyendo con un sólo mandato sacrificios, beneficio y costos
sostenidos durante muchas décadas, interrumpiendo así... la defensa del territorio
oriental", como señala el historiador Luis Robalino Dávila. El coronel Antonio Vega
Muñoz al mando de fuerzas conservadoras tomó Cuenca el 5 de julio. Cuenca estaba
sicológica y militarmente preparada para resistir. Por las noches, indios, sirvientes,
patrones y sacerdotes salían en procesión de antorchas cantando la letanía: "Del
indio Alfaro, líbranos, Señor". El propio Alfáro tuvo que tomar la ciudad al mando
de un poderoso ejército. La campaña duró dos meses. Se peleó calle por calle y casa
por casa. Cuenca se defendió hasta con agua y aceite hirviendo. El 23 de agosto, la
ciudad se rindió. Hubo 1.250 muertos.
12.
13. SEGUNDA
ADMINISTRACIÓN
El golpe militar de Eloy Alfaro contra el presidente Lizardo García influyó para que los dos
primeros años de la segunda presidencia del Viejo Luchador fueran perturbados por la
oposición de los liberales placistas y de los conservadores. Lo más notable de este segundo
período fue la consolidación del laicismo, la llegada del ferrocarril a Quito y la unión nacional en
torno al conflicto bélico con el Perú. El 9 de diciembre de 1906, el general conservador Antonio
Vega Muñoz levantó a Cuenca contra Alfaro. Vega esperaba refuerzos conservadores de otras
provincias de la Sierra. Fue derrotado por el general liberal Ulpiano Páez en Ayancay, entre
Azuay y Cañar. Vega murió de un balazo cuando entraba a pie en Cuenca como prisionero de
las tropas alfaristas. Los gobiernistas dieron la versión de que Vega se había suicidado; pero lo
más probable es que fue asesinado.
14. EL LAICISMO Uno de los principales aportes de Eloy Alfaro fue la creación de colegios públicos laicos, eliminado el
monopolio de a la Iglesia Católica en la educación. Estas medidas fueron inspiradas por librepensadores como
Juan Montalvo y José Peralta, quienes impulsaron la secularización de la sociedad ecuatoriana. La creación de
colegios públicos y de colegios privados para la formación de profesores laicos, fue una de las principales tareas
de Eloy Alfaro. Una de las medidas de la Revolución liberal que se mantuvo durante décadas fue la obligación de
los estudiantes de los colegios católicos de rendir sus exámenes y validar sus conocimientos ante los maestros
laicos del Estado. El primer colegio laico del país que fue fundado en 1896 por Eloy Alfaro fue el colegio Bolívar
de la ciudad de Tulcán, siguiéndole colegios como Juan Montalvo, Mejía y Manuela Cañizares de Quito. El
general fue miembro de las logias masónicas, al igual que los próceres de la Independencia, y sus esfuerzos para
separar la Iglesia del Estado fueron consagrados en aspectos como la creación del Registro Civil. Esta medida
permitió que las personas tuvieran derecho a la identidad sin necesidad de constar en los registros de bautismo de
la Iglesia Católica. Alfaro promovió la libertad de cultos, permitiendo el ingreso al país de misiones protestantes,
en especial, de Estados Unidos. De esta forma, Alfaro puso las bases de la secularización de la sociedad y su
apertura al mundo, que se desarrollaría ampliamente a lo largo del siglo XX.
15. DERROTA Y
ASESINATO: LA
HOGUERA BÁRBARA
Desde mediados de 1911, en Quito y en todo el país, se fue afianzando y
extendiendo, un clima anti-alfarista que culminó el 11 de agosto con un golpe
de estado militar, que obligó a Eloy Alfaro a dimitir de la presidencia, a
refugiarse en la Legación de Chile y posteriormente exiliarse a Panamá. Según
estima Cristóbal Gangotena, un testigo presencial de los hechos que dejó una
crónica, la vida de Alfaro ya corrió peligro durante su derrocamiento, siendo
salvado por los cónsules de Brasil y Chile.
16. . Este último, de apellido Eastman, fue el responsable de un acuerdo que
permitió que Alfaro salga ileso, pero comprometiéndose a salir del país por
lo menos un año. Desde entonces, el Viejo luchador, perdería todo el apoyo en
el Congreso, en donde la "mayoría constitucionalista" lanzaba furibundos
ataque contra él, llegándose a plantear incluso la colocación de una placa
difamatoria contra el Alfarismo en el Palacio de Carondelet y a pedir su
extradición, para juzgarlo, mientras los hombres del antiguo régimen eran
apresados y sufrían las consecuencias de la ira de un populacho que
enfurecido linchó al Coronel Quiroga. En este clima, Víctor Emilio Estrada,
asumió el poder, pero sus problemas del corazón lo llevaron a la tumba
después de tres meses.
17. Ni el Ejército ni la Policía presentes intervinieron, hasta cuando los
asesinos dejaron la hoguera que el escritor Alfredo Pareja Diezcanseco llamó
"la Hoguera Bárbara". Se supo que el Gobierno dio la orden de no reprimir ni
intervenir, tanto a los mandos militares, cuanto al intendente de Policía de
Quito. El intendente declaró en el proceso que fue el propio Freile quien le dio
la orden de no impedir los desmanes, por lo que renunció inmediatamente.
Gangotena relata que la turba arrastró los cuerpos por toda la Plaza de la
Independencia y luego bajó hacia San Agustín, en donde vivía Freile
Zaldumbide, en cuya casa intentaron penetrar para dejarle los muertos, cosa
que impidió la guardia presente. Freile declaró que estaba enfermo y en cama,
por lo que se excusó de salir a ver el espectáculo.
18.
19. MAUSOLEO Y HOMENAJES
A escondidas, sin los honores a los que tenía derecho como ex presidente de la
República y general del Ejército, los irreconocibles restos del presidente Alfaro y
sus tenientes fueron enterrados en un cementerio público de Quito. En el acta de
defunción se anotó como causa de muerte que "lo había matado el pueblo". El
acta no registra peritaje médico alguno y tomando en cuenta que según
Gangotena, en la misma pira se quemó a Alfaro y Luciano Coral, hasta quedar
irreconocibles, no hay certeza de que se hayan podido identificar sus restos
debidamente, a diferencia de otros de los martirizados cuyos cuerpos no fueron
totalmente quemados por falta de suficiente combustible.