Este documento presenta las genealogías de Jesús según Mateo y Lucas, desde Adán hasta José. Ambas genealogías intentan mostrar la descendencia de Jesús de David para confirmar su derecho al trono, aunque difieren en algunos nombres entre David y José. También discute posibles explicaciones para las diferencias entre las listas y su intención de trazar la línea a través de José a pesar de que no era el padre biológico de Jesús. Finalmente, resalta que el propósito principal de las genealogías era vincular a Jesús con la histor
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La genealogía de jesús parte 1
1. La Genealogía de Jesús parte 1
Por Paulo Arieu
Adan
Set
Enós
Cainán
Mahalaleel
Jared
Enoc
Matusalén
Lamac
Noe
Sem
Arfaxad
Sala
Heber
Peleg
Ragau
Serug
Nacor
7. Lc. 3:24.
Matat
Lc. 3:24.
Elí
Lc. 3:23.
Maria
Mt. 1:18.
Jesús
Como logramos ver dos veces en el NT se nos presenta la genealogía detallada de Cristo. El
primer evangelista inicia su relato, con lenguaje que recuerda al libro de Génesis, con las
palabras “libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”, y luego traza la
línea de descendencia a través de cuarenta y dos generaciones desde Abraham hasta Cristo (Mt.
1.1–17). El tercer evangelista, inmediatamente después de su relato sobre el bautismo de Cristo,
dice que “Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía,
de José”, y luego retrocede desde José, a través de más de setenta generaciones, hasta “Adán,
hijo de Dios” (Lc. 3.23–38).
Tenemos que examinar la genealogía desde Adán hasta Abraham, que no aparece en Mateo, y
que Lucas evidentemente obtuvo—quizá a través de 1 Cr. 1.1–4, 24–27—de Gn. 5.3–32; 11.10–
26 (siguiendo a la LXX, ya que en el versículo 36 inserta a Camán entre Arfaxad y Sala). Entre
Abraham y David las dos listas son prácticamente idénticas; la línea que va de Judá a David se
8. basa en 1 Cr. 2.4–15 (Rt. 4.18–22). Mt. 1.5 agrega la información de que la madre de Booz fue
Rahab (presumiblemente la Rahab de Jericó). Entre David y José las listas difieren, por cuanto
Mateo traza a descendencia a través de Salomón hijo de David y los sucesivos reyes de Judá
hasta Joaquín (Jeconías), mientras que Lucas la traza a través de Natán, otro hijo de David por
Betsabé (1 Cr. 3.5, donde se la llama Bet-súa), y no siguiendo la línea real. En Mateo Joaquín va
seguido de Salatiel y su hijo Zorobabel, y estos dos nombres aparecen también en Lucas (3.27),
pero después de esta convergencia momentánea no hay más concordancia entre las listas hasta
que llegamos a José.
Es sumamente improbable que los nombres, en cualquiera de las listas, que no reciben
confirmación por el AT fueran sencillamente inventados por los evangelistas o sus fuentes. Pero
si tomamos en serio dichas listas, la relación entre ellas constituye un problema. Ambas hacen
descender a Jesús de David; su descendencia davídica era cuestión de dominio público durante
su ministerio (Mr. 10.47s) y recibe confirmación por el testimonio apostólico (Ro. 1.3; así He.
7.14 da por sentado que todos saben que Jesús pertenecía a la tribu de Judá). Pero ambas listas
trazan su descendencia davídica a través de José, a pesar de que aparecen en los dos evangelios
que dejan bien aclarado que José, si bien era el padre de Jesús de iure; no lo era de facto. La
genealogía de Lucas reconoce esto mediante la cláusula “según se creía” en Lc. 3.23; de modo
semejante, el texto más seguro de Mt. 1.16 dice que José era “marido de María, de la cual nació
Jesús, llamado el Cristo”. Incluso con la lectura siria sinaítica de Mt. 1.16 (“José … engendró a
Jesús …”) el sentido biológico de “engendró” queda excluido por el relato que sigue (versículos
18–25), y en todo caso es probable que en otras partes de esta genealogía también “engendró”
signifique sucesión legal antes que verdadera paternidad. La línea que sigue Mateo
9. probablemente tiene la intención de trazar la sucesión hasta el trono de David, aun cuando no
pasara por la línea directa de padre a hijo.
En ese caso podría esperarse que Lucas, por el contrario, se esforzara en presentar la línea
biológica de descendencia. En consecuencia, varios comentaristas han sostenido que en realidad,
si bien no explícitamente, la genealogía de Lucas traza la línea de descendencia de Jesús a través
de María su madre. Es posible inferir de las palabras de Gabriel en Lc. 1.32 que María era
descendiente de David; aunque estas palabras pueden explicarse por la referencia a “José, de la
casa de David” en el versículo 27, mientras que María en el versículo 36 es parienta de Elisabet,
de quien se dice que era “de las hijas de Aarón” (versículo 5). No debe buscarse ayuda en la
referencia talmúdica a una tal María, hija de Elí (Lc. 3.23), por cuanto esta María no tiene
ninguna relación con la madre de Jesús. En todo caso, resulta extraño que, si la lista de Lucas
tenía la intención de trazar la genealogía a través de María, no se lo dijera claramente. Es más
probable que ambas listas tuviesen la intención de trazar la genealogía a través de José. Si Matán,
abuelo de José en Mt. 1.15, es Matat, abuelo de José en Lc. 3.24, luego “sólo tendríamos que
suponer que Jacob [padre de José en Mt.] murió sin hijos, de modo que su sobrino, el hijo de su
hermano Elí [padre de José en Lc.] sería su heredero”. En cuanto a lo acertado de trazar la
genealogía de Jesús a través de José, “José era el heredero de David, y el niño, si bien nació sin
su mediación, le nació en un sentido real ‘a él’ ”. Julio Africano (ca. 230 d.C.) propuso una
solución más complicada, que incluye el levirato, sobre la base de una tradición supuestamente
preservada en la sagrada familia.
10. Si Natán en Zac. 12.12 es el hijo de David de ese nombre, evidentemente su casa ocuparía una
posición especial en Israel, y en ese caso tal vez tuviese más significación de lo que parece a
primera vista el hecho de que Jesús aparece como descendiente suyo en Lc. 3.31.
La lista de Lucas enumera veinte o veintiuna generaciones entre David y el exilio babilónico, y
otras tantas entre el exilio y Jesús, mientras que la lista de Mateo enumera sólo catorce
generaciones para cada uno de dichos períodos. Pero es posible demostrar que se han omitido
varias generaciones de la lista de Mateo en el período entre David y el exilio, y es posible que se
hayan omitido otras en el período posterior. Es posible que “Resa” en Lc. 3.27 no haya sido un
nombre individual, sino el arameo ‘principe’, título de Zorobabel (en cuyo caso podría ser que la
sección posexílica de la lista de Lucas proviniese de un documento arameo).
El propósito principal de ambas listas es el de confirmar el derecho de Jesús a ser el hijo de
David, y en forma más general de destacar su solidaridad con la humanidad, y su estrecha
relación con todo lo que había acontecido anteriormente. Cristo y el nuevo pacto están
firmemente ligados a la época del viejo pacto. Marción, que quiso romper todos los lazos que
ligaban al cristianismo con el AT, sabía lo que hacía cuando eliminó la genealogía de su edición
de Lucas. [1]
«La genealogía del Mesías tiene un gran significado después de Adán. Las siete primeras
generaciones después de Adán tienen un significado para el Plan de la Salvación. La agrupación
en Mateo de tres grupos de catorce sirve para poner en evidencia las actividades de Dios.
Abraham fue llamado y puesto a parte. Catorce generaciones después, David, el pastor, fue
puesto a parte (1Samuel 16:13). David estableció Israel como una potencia y construyó el
Templo por su hijo Salomón para quien preparó la nación y sus recursos. Catorce generaciones
11. más tarde, el resultado final del gobierno humano y de la realeza humana fueron el cautiverio.
Catorce generaciones más tarde, después de la restauración de la nación bajo el sacerdocio,
fueron juzgados por el adviento del Mesías y dispersados bajo la señal de Jonás (véase el estudio
La Señal de Jonás y la Historia de la Reconstrucción del Templo [013]). Esto no se comprendió.
Más importante aún, las 42 generaciones desde Abraham hasta Cristo, mencionadas por Mateo,
se refieren a un concepto que volvemos a encontrar en la construcción del Templo. El Templo
fue construido sobre el plan espiritual del Jubileo. Seis niveles correspondían a la nave o la
entrada, representando el desarrollo del hombre. El séptimo ciclo o nivel estaba en el naos en sí.
Esta secuencia representaba que el Mesías haría accesible la entrada al templo en sí después de
su adviento. Por su muerte, desgarró el velo del Templo, abriendo el camino del naos o Santo de
los Santos quienes eran los elegidos (1Cor. 3:16). Este camino se abrió por completo después de
la destrucción del Templo físico (Hebreos 9:8).
Tanto el sacerdocio como la realeza fueron establecidos y juzgados como inadecuados por el
Mesías. El Mesías fue el Mesías de Aarón y de Israel; fue tanto el Mesías-sacerdote que el
Mesías-rey. Israel esperaba a un Mesías que tuviera dos advientos, como lo sabemos de los
Manuscritos del Mar Muerto (ver G. Vermes, The Dead Sea Scrolls in English (Los Manuscritos
del Mar Muerto en inglés), re Reino de Damasco VII y el fragmento de la caverna IV). Vermes,
y otros, consideran que estos textos demuestran que el Judaísmo en el primer siglo comprendía
que le Mesías de Aarón y el Mesías de Israel eran la misma entidad pero de advientos diferentes.
La respuesta a los problemas suscitados por su genealogía es presentada por Mateo mismo en
1:18. Lucas proporcionó las respuestas más completas de los textos. Por consecuencia, los dos
deberían leerse conjuntamente.
12. Otro punto importante presentado por Arnold Fruchtenbaum, en cuanto a la genealogía del
Mesías, y que también tiene una aplicación mayor, es la de las costumbres judaicas de la época.
Dice a propósito de la genealogía de Lucas:
En contraste con Mateo, Lucas sigue un procedimiento judío estricto y la tradición de no omitir
ningún nombre y de no mencionar ninguna mujer. Sin embargo, si por la tradición judía no se
podía mencionar el nombre de una mujer, pero quisiéramos trazar su linaje, ¿cómo lo haríamos?
Usando el nombre de su marido. (De los posibles precedentes del Antiguo Testamento sobre esta
práctica, están Esdras 2:61 y Nehemías 7:63).
Esto postula una segunda pregunta: si alguien estudiara una genealogía, ¿cómo sabría si la
genealogía era la del marido o la de la mujer, ya que según un caso o el otro, el nombre del
marido sería usado? La respuesta no es difícil: el problema está relacionado con el ingles o
francés y la traducción española de la Biblia.
En ingles o francés, no es correcto gramaticalmente poner el artículo definido (le o la) delante de
un nombre propio (‘el’ Mateo, ‘la’ Miriam) ; Igualmente, en la Biblia en español, no se usa el
artículo definido (el o la) delante de un nombre propio pero es totalmente permitido en la
gramática griega. En el texto griego de la genealogía de Lucas, cada nombre mencionado tiene el
artículo definido griego “el“ con una excepción: el nombre de José (Lucas 3 :23). Cualquiera que
lea el original, comprendería que esta omisión del artículo definido en el nombre de José
significa que se trataba no de la genealogía de José, sino de su mujer Miriam.
Además, varias traducciones de Lucas 3:23 tienen: “ …siendo considerado el hijo de José, el hijo
de Elí…” a causa de la falta del artículo definido griego delante del nombre de José, el mismo
13. versículo podría traducirse así: “…siendo el hijo (supuesto) de José, el hijo de Elí…” (haciendo
un hincapié).
En otras palabras, aunque Yehoshua (Yeshua, Josué o Jesús) se suponía ser el hijo de José, él
era, de hecho, el descendiente de Elí, quien fue el padre de Miriam. El Talmud de Jerusalén
reconoció esta genealogía como siendo la de Miriam y no la de José. Hagigah 2:4 se refiere a
Miriam como la hija de Elí.
El uso del artículo definido en el texto griego también tiene una aplicación cuando hace la
distinción entre el Mesías y Dios, como por ejemplo, en Juan 1:1,18; 1Juan 5:20. Esto se ha
notado a lo largo, en el transcurso del tiempo, por las sectas en desacuerdo con la así llamada
ortodoxia (por ejemplo, los Socinianos; véase el comentario de Heydock sobre la reimpresión
Católica de 1851 o la Biblia Douay-Reims).
Lucas se encargó de estrechar a Cristo hasta Adán, identificando así el proceso de la
descendencia de la mujer desde Adán. Este texto identifica el origen Davídico con Natán, lo cual
es esencial para cumplir con la profecía en Zacarías. Más importante aún, no es el linaje de
Jeconías, quien fue quitado, entre otras cosas, para dar lugar al Sumo Sacerdocio. Por esta razón,
Yehoshua o Josué fue un descendiente de David por su madre. Por consecuencia, él desarrolla
primero el nacimiento de la virgen y menciona después la genealogía. Establece de esta manera
la primera exigencia para la realeza, la cual es el origen Davídica al exterior del linaje de
Jeconías.
Establece la segunda exigencia la cual es pertenecer al linaje de Natán y también de la familia de
Leví por Simei, y éste desde el comienzo de su exposición de la relación familiar de Miriam con
14. Elizabeth, la mujer de Zacarías, el Sumo Sacrificador de la División de Abija (o Abia), quien era
la octava división del Sacerdocio del Templo (ver Crónicas 24:10; Nehemías 12:17). Las
veinticuatro divisiones fueron reformadas por sorteo, después del retorno, a partir de cuatro
divisiones, con los nombres originales (véase Comp. Bible n. y el Apéndice 179 III).
La mujer de Zacarías era Elisabet (nombrada según la mujer de Aarón Elischeba (Éxodo 6:23) y
con la ortografía Elisabet en la LXX). Ella era una de las hijas de Aarón y por eso era una Levita
(Lucas 1:5). Fue la madre de Juan el Bautista, por orden divina. Por este hecho, Juan fue
nombrado. Miriam (o María) era de la familia de Elisabet (Lucas 1:36). Por lo tanto, Miriam
debió haber tenido linajes Levíticos además de ser de la Casa de David.
Podemos sólo asumir que el origen de Leví fue a través de Simei, sin embargo, esto puede ser
asumido siendo dado el caso de que la Escritura no puede ser quebrantada. La demostración del
origen Levítico es suficiente. La inspiración divina de Zacarías y de Elisabet y el nombre de Juan
nos llevan al siguiente punto.
Había otros en la Casa de David que no eran del linaje de Jeconías. La cuestión entonces debe
ser una nominación divina, la cual constituye la tercera exigencia para la realeza. Lucas continúa
al establecer la exigencia por la nominación divina en Lucas 1:30-33.
Lucas 1:30-33 30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante
de Dios. 31 Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. 32 Este
será grande, y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
33 reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su Reino no tendrá fin. (RV)
15. Así es que, el Señor Dios le dio el trono de su padre David. Cumplió con la exigencia por medio
de la nominación divina.
Era de la descendencia de la mujer, como se profetizó en el Génesis. Mateo demostró porqué no
podía ser rey por el linaje de José, sino solamente por el nacimiento de la virgen y la nominación
divina. Lucas mostró porqué cumplió otras profecías que no son entendidas por completo por el
Judaísmo rabínico o por el Cristianismo ortodoxo. Las protestas rabínicas acerca del ministerio
del Mesías bajo el razonamiento de que debió ser a través del linaje de su padre son falsas por la
razón de las profecías y de la exigencia de ser el hijo de Dios. El elohim de Israel no podía
asumir una existencia física por medios naturales. Se volvió humano bajo orden de su elohim
quien era el “El Elyon”, el Dios Altísimo. Esta exigencia fue profetizada por Isaías, quien dijo:
Isaías 7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le
pondrá por nombre Emanuel. (RV)
La exigencia es que Dios con nosotros puede solamente realizarse si el “El” enviado era
anteriormente un elohim y, en efecto, el elohim de Israel ungido como elohim por su elohim,
como fue citado en Salmos 45:6-7. Recibió su humanidad enteramente de su madre. Así las
tradiciones de nacionalidad judías y la identidad tribal fueron trascendidas por este ser para que
pudiese asumir el sacerdocio según el orden de Melquisedec y, a partir de esto, volverse el jefe
de un orden de reyes y de sacerdotes escogidos independientemente del origen, pero asignados a
todas las tribus, como lo vemos en el Apocalipsis 7:3-8.
Él es el hijo de David y el hijo de Abraham, según Mateo 1:1. Lucas 3:38 lo nombra el hijo de
Adán y el hijo de Dios. Cumple de esta manera los aspectos cuádruples reflejados también en los
16. Evangelios. Como hijo de David, es Rey a través de Judá. Como hijo de Abraham, es Rey de
Israel, como el heredero de las promesas conferidas sobre y por medio de José. También es el
jefe de las otras naciones de Abraham. Como hijo de Adán, es un hombre y, por lo tanto, se
calificó para llevar la humanidad a la salvación por medio de la muerte. Como hijo de Dios,
asume el estatus de elohim el cual dejó en su encarnación, por su resurrección de entre los
muertos, como hijo de Dios con poder (Romanos 1:4). Se calificó para volverse la Estrella de la
Mañana y compartirá esta autoridad con su familia (Apocalipsis 2:27-28; 22:16; ver Zacarías
12:8), como compartirán la naturaleza divina de Dios, como él lo hizo (2Pedro 1:4). La Peshitta
dice:
Apocalipsis 2:27-28 27 las regirá con vara de hierro y serán quebradas como un vaso de alfarero;
como yo también la he recibido de mi Padre. 28 Y le daré la estrella de la mañana.»[2]
Genealogía y familia
De los cuatro evangelios, sólo Mateo y Lucas dan datos sobre la genealogía de Jesús. Los relatos
en los dos evangelios son sustancialmente diferentes y se han propuesto diversas teorías para
explicar estas discrepancias.[3] Ambos relatos, sin embargo, rastrean su linaje desde el Rey
David hasta Abraham. Estas listas son idénticas entre Abraham y David pero difieren entre
David y José. Mateo empieza con Salomón y sigue con los reyes de Judea hasta el último rey,
Jeconiah. Después de Jeconiah, la línea de reyes se interrumpe cuando Babilonia conquistó
Judea. Así, Mateo muestra que Jesús es el heredero legal del trono de Israel. La genealogía de
Lucas es más larga que la de Mateo; empieza desde Adán y proporciona más nombres entre
David y Jesús.
17. José aparece sólo en las descripciones de la infancia de Jesús. El relato de Juan sobre Jesús de
Nazaret encomendando a María el cuidado del discípulo amado durante su crucifixión (Juan
19:25-27) sugiere que José ya había muerto en la época de predicación de Jesús.[4] Los libros
del Nuevo Testamento de Mateo, Marcos y Gálatas hablan de los parientes de Jesús, incluyendo
posibles hermanos y hermanas;[5] en estos versos, la palabra griega adelphos, a menudo
traducida como “hermano”, puede referirse a cualquier relación familiar. La mayoría de los
católicos y cristianos ortodoxos orientales traducen la palabra como “pariente” o “primo” en este
contexto (ver Virginidad Perpetua de María). Lucas también menciona que Isabel, madre de Juan
el Bautista, era una “prima” o “pariente” de María (Lucas 1:36), lo que convertiría a Juan en
primo lejano de Jesús.
Relación con: familia de Jesús, ¿Jesucristo tenía hermanos?, parientes de Jesús de Nazaret,
primos de Jesús, ¿tuvo una hermana Jesucristo? [6]
Genealogia de Mateo
Como sucede en las genealogías del A.T (Gen 5;I Cr. 1-9) ciertas genealogías se omiten aquí a
fin de que haya un arreglo uniforme. Comp. 1 Cr. 3:11-12;Esd. 7:1-5. La lista puede haber sido
puesta en esta forma a fin de ser mencionada. La memorización se facilita porque cada una de las
tríadas de nombres concluye con una importrante era en la historia de Israel,e.d. el reinado de
David, el cautiverio babilónico y la venida del mesías prometido.[7]
«El significado correcto y verdadero demuestra que el Mesías, de hecho, fue enviado para salvar
a los pecadores.»[8]
18. Miren en Lucas 24: 44-46. Esto se refiere a todo un complejo de predicciones (más de 300) en un
período de más de 2000 años, de las cuales muchas son imposibles que se cumplan porque sí. No
sólo el LINAJE del Mesías, sino que también su LUGAR DE NACIMIENTO, EL TIEMPO DE
SU VENIDA, LA FORMA DE SU MUERTE, e incluso su RESURECCIÓN).
Las probabilidades de que una de estas predicciones se cumpliera por casualidad son muy bajas,
las probabilidades de que todas se cumplan por casualidad son astronómicas. Tú puedes creer en
esa explicación si tú quieres—¡pero estarías ejerciendo FE CIEGA!
Dios se salió de su camino para hacer estas predicciones y conservarlas por escritos para que tú y
yo pudiésemos tener la evidencia que necesitamos para identificar al Mesías – así podemos tener
una FE RACIONAL en Jesús como el Mesías. Este tipo de evidencia es superior a la
experiencia, la cual puede siempre ponerse en duda posteriormente. Pero nosotros podemos
volver a estas predicciones una y otra vez, chequearlas con la historia, etc.
¿Entonces, cómo quiere Dios que tú respondas a esta evidencia? ¿Con asombro? Sí. ¿Con
aprobación intelectual? Sí. Pero con algo más…
Leer vs.47. Dios quiere que te des cuenta que a través de Jesucristo, él te está ofreciendo el
perdón por los pecados.
Y Dios quiere que tú respondas a este ofrecimiento con “arrepentimiento”. Esto significa un
cambio de mente/ dirección – para escoger de venir a Dios personalmente versus quedarse a la
distancia, recibir el regalo de su perdón completo versus tratar de ganar su aceptación.
19. Hay un momento en el tiempo, antes del cual nosotros estábamos separados de Dios y bajo su
juicio, y después de éste momento estamos eternamente perdonados y unidos con él. Y el
instante que separa esos dos estados es el punto de decisión a cerca de Jesús.» [9]
Gracias por sus comentarios.
DIos le bendiga much
Notas
[1] http://www.amen-amen.net/jesus/genealogia.htm
[2] http://www.logon.org/spanish/s/p119.html
[3] Joseph A. Fitzmyer, El Evangelio según Lucas I-IX. Anchor Bible. Garden City:
Doubleday, 1981, pp. 499-500; I. Howard Marshall, Evangelio de Lucas (Comentario del
Nuevo Testamento Griego Internacional). Grand Rapids: Eerdmans, 1978, p. 158;
[4] Easton, Matthew Gallego, “José (el padre adoptivo de Jesucristo)”, obtenido de
Christiananswers.net, 14 de Abril de 2007
[5] Mateo 13:55–56, Marcos 6:3 y Gálatas 1:19
[6] http://www.jesusdenazaret.com/wiki/Genealogía_y_familia/
[7] Nota Mateo 1:17 Nueva Biblia de estudio Scofield,p. 644
[8] http://www.logon.org/spanish/s/p119.html
[9] http://www.xenos.org/teachings/nt/luke/gary/espanol/luke3-2.htm