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CUATRO PACIENTES CON PARAPLEJIA RECUPERAN MOVILIDAD GRACIAS A ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA
1. CUATRO PACIENTES CON PARAPLEJIA RECUPERAN MOVILIDAD GRACIAS
A ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA
Los participantes, cada uno de ellos paralizados desde hace más de dos años,
fueron capaces de flexionar voluntariamente sus dedos de los pies, los tobillos y
las rodillas, mientras el estimulador estaba activo, y los movimientos han mejorado
con el tiempo al combinarlos con rehabilitación física.
ENVIADO POR: INNOVATICIAS.COM / RED / AGENCIAS, 08/04/2014, 11:46 H
| (72) VECES LEÍDA
Cuatro personas con paraplejia son capaces de mover voluntariamente los
músculos previamente paralizados como resultado de una nueva terapia que
consiste en la estimulación eléctrica de
la médula espinal, según las
conclusiones de un estudio financiado
en parte por los Institutos Nacionales
de salud (NIH, por sus siglas en
inglés), y la Fundación Christopher y
Dana Reeve, en Estados Unidos.
Los participantes, cada uno de ellos
paralizados desde hace más de dos
años, fueron capaces de flexionar
voluntariamente sus dedos de los pies, los tobillos y las rodillas, mientras el
estimulador estaba activo, y los movimientos han mejorado con el tiempo al
combinarlos con rehabilitación física. Los investigadores involucrados en este
trabajo, que se publica este martes en 'Brain', dicen que la terapia tiene el
potencial de cambiar el pronóstico de las personas con parálisis, incluso después
de años con la lesión.
"Cuando supimos que un paciente había recuperado el control voluntario como
resultado de la estimulación de la médula, nos pusimos cautelosamente
optimistas", reconoce Roderic Pettigrew, director del Instituto Nacional de
imágenes Biomédicas y Bioingeniería (NIBIB, por sus siglas en inglés) de NIH, que
prestó apoyo al estudio. "Ahora que la estimulación de la médula ha sido exitosa
en cuatro de cuatro pacientes, existe evidencia que sugiere que una gran cohorte
de individuos, previamente con poca esperanza realista de una recuperación
significativa de la lesión de la médula espinal, puede beneficiarse de esta
intervención", añade.
2. Uno de los hallazgos más impresionantes e inesperados del estudio es que dos de
los pacientes que se beneficiaron de la estimulación de la médula tenían parálisis
completa motora y sensorial. En estos pacientes, la vía que envía información
sobre la sensación de las piernas al cerebro se interrumpe, además de la que
manda datos desde el cerebro a las piernas con el fin de controlar el movimiento.
Los investigadores se sorprendieron por el resultado porque habían asumido que
al menos algo de las vías sensoriales necesitaba estar intacto para que la terapia
fuera efectiva.
El estudio es la continuación de una experiencia piloto innovadora iniciada en
2009 para determinar si la estimulación de la médula, en combinación con el
entrenamiento diario en una cinta andadora, podría ayudar a los pacientes con
parálisis a recuperar cierta capacidad para moverse. En ese ensayo, a Rob
Summers, un joven paralizado por debajo de su pecho, se le implantó una
selección de 16 electrodos en su médula espinal y se le sometió a entrenamiento
diario en el que fue suspendido en un arnés sobre una caminadora mientras un
equipo de investigadores sujetaba sus piernas, ayudándole a permanecer de pie o
caminar. Al mismo tiempo, los electrodos enviaron pulsos eléctricos a su medula
espinal justo por debajo de su lesión.
Summers fue capaz de soportar su propio peso poco a poco y con el tiempo podía
aguantar sin la ayuda de los terapeutas físicos durante un máximo de cuatro
minutos. Sorprendentemente, a los siete meses de comenzar el ensayo, el
paciente notó que había recuperado algo de control voluntario de sus piernas,
hecho que sorprendió a los científicos, ya que el movimiento intencional requiere
información que viaje desde el cerebro hasta la médula espinal inferior, un camino
que se había vuelto no funcional por su lesión. Otros impedimentos causados por
la lesión de Summers también comenzaron a mejorar con el tiempo, en ausencia
de estimulación, tales como el control de la presión arterial, la regulación de la
temperatura corporal, el control de la vejiga y la función sexual.
Ahora, en este estudio de seguimiento, Claudia Angeli, profesora asistente en el
Centro de Lesión de la Médula Espinal en Kentucky de la Universidad de
Louisville, en Estados Unidos, y sus colegas informan que tres pacientes más con
parálisis han recuperado el control voluntario de los músculos después de la
estimulación electrica de la columna vertebral. Se trata de dos pacienes con lesión
completa motora y sensorial, y uno, similar a Summers, con parálisis motora
completa, pero cierta capacidad para experimentar sensibilidad por debajo de la
lesión.
3. En tan sólo unos días desde el inicio de la estimulación, los tres pacientes
recuperaron cierto control voluntario de los músculos previamente paralizados. El
primer paciente tras Summers era incapaz de moverse o sentir alguna sensibilidad
por debajo de su lesión, por lo que fue sorprendente que no sólo consiguió
movimiento voluntario sino que éste fue a la primera semana de estimulación.
"Vimos entonces que en los próximos dos pacientes también", dijo Susan
Harkema, directora de Investigación sobre Rehabilitación de la Médula Espinal en
el Centro de Investigación de Lesiones de la Médula Espinal de la Universidad de
Louisville.
Los científicos destacan la velocidad a la que cada sujeto recuperó el
movimiento voluntario como evidencia de que puede haber conexiones latentes en
pacientes con parálisis motora completa. "En vez de la existencia de una
separación completa de las regiones superior e inferior con respecto a la lesión, es
posible que exista algún tipo de contacto, pero que estas conexiones no sean
funcionales --subraya V. Reggie Edgerton, distinguido profesor de Biología
Integrativa y Fisiología en la Universidad de California Los Ángeles e investigador
responsable del desarrollo del nuevo enfoque--. La estimulación de la médula
podría despertar estas conexiones".
Un aspecto importante del nuevo estudio incluyó la evaluación de la capacidad de
cada paciente para realizar sus movimientos en respuesta a las señales auditivas
y visuales. Todos los participantes, incluido Summers, pudieron sincronizar los
movimientos de la pierna, el tobillo y los pies al unísono con el auge y la caída de
una onda mostrada en una pantalla de orenador, y tres de los cuatro lograron
cambiar la fuerza con la que flexionaron su pierna, dependiendo de la intensidad
de tres pistas auditivas diferentes.
También se hicieron las mismas pruebas después de varios meses de
estimulación de la médula conjuntamente con entrenamiento locomotor. Durante
este tiempo, los pacientes también realizaron entrenamiento en su casa, que
consistió en estimulación de una hora mientras practicaban movimientos
intencionales acostados.
Al fina de este entrenamiento, algunos sujetos fueron capaces de ejecutar
movimientos voluntarios con mayor fuerza y con estimulación reducida, mientras
que otros experimentaron una mayor precisión de movimiento. Harkema señala
que no está claro si la mejora fue el resultado de la formación o debido a los
efectos acumulativos de la estimulación a lo largo del tiempo, por lo que planean
determinarlo en el siguiente trabajo.