Este documento describe un estudio clínico en curso que compara los efectos de la terapia ocupacional intensiva con y sin el uso de toxina botulínica tipo A en el tratamiento temprano de la hemiparesia después de un accidente cerebrovascular. Hasta ahora, el estudio incluye 3 pacientes, 2 en el grupo de control y 1 en el grupo de intervención. Ambos grupos mostraron mejoras en las escalas de evaluación motora después de la terapia, aunque el grupo de intervención puede haber mostrado una mayor recuperación de la función de la mano y
FARMCOCINÉTICA Y FARMACODINAMIA DE LOS MEDICAMENTOS TÓPICOS
Powerpoint lorena
1. Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía
Manuel Velasco Suárez
“EFECTO DE LA TOXINA BOUTLÍNICA TIPO A (BONTA) COMO DESHINHIBIDOR DEL PATRÓN
FLEXOR DE LOS DEDOS CON EL FIN DE ESTIMULAR LA RECUPERACIÓN MOTORA DE LA MANO
EN EL ESTADO AGUDO POST EVC”
Barrera Gutiérrez A*, Hernández Franco J*, Sánchez Villavicencio I*, Palafox Ramírez L*
* Servicio de Rehabilitación Neurológica; Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez.
“
ANTECEDENTES
El evento vascular cerebral es la causa líder de discapacidad
seria a largo plazo. La forma prevalente de discapacidad entre
los sobrevivientes después de los 6 meses después del evento
vascular cerebral es la hemiparesia la cual se observa en hasta
un 50%.
Numerosos estudios han demostrado que la Toxina Botulínica
tipo A es un tratamiento efectivo y seguro para el manejo de
la espasticidad al reducir el tono y facilitando la manipulación
pasiva del miembro parético.
Pocos estudios han hecho uso de diferentes medidas o
escalas para determinar la discapacidad funcional después de
la aplicación de Toxina Botulínica tipo A y no se ha establecido
un régimen de ejercicio estandarizado tras la aplicación. Así
mismo, hay poco conocimiento si la aplicación temprana
pudiera modificar el curso de la enfermedad.
JUSTIFICACIÓN
La toxina botulínica se ha utilizado para la reducción de la
espasticidad en la mano parética tras el evento vascular
cerebral. La restauración de la función motora del miembro
superior es esencial para lograr la independencia en
actividades de la vida diaria.
Se desconoce la utilidad de la toxina botulínica utilizada en el
manejo temprano del evento vascular cerebral para mejorar
la funcionalidad de la mano parética tras un evento vascular
cerebral.
Con el advenimiento de mejores técnicas de imagen, es
necesario además de la evaluación motora y funcional,
establecer si las intervenciones de rehabilitación traducen en
cambios a nivel del metabolismo cerebral recuperación y
reorganización del mismo como mecanismos de plasticidad.
OBJETIVO
Comparar la recuperación motora y funcional de la mano
parética secundaria a enfermedad vascular cerebral con
terapia ocupacional intensiva de altas repeticiones contra
aplicación de toxina botulínica a bajas dosis en el periodo
agudo (menor a 3 meses) aunado a la terapia ocupacional
intensiva de altas repeticiones. La cuantificación de los
cambios en la destreza motora se realizarán mediante las
siguientes escalas Fugl-Meyer, Índice de Motricidad, 9 hole
peg test modificada, and box & block test.
Observar los cambios en la representación cortical mediante
estudio de neuroimagen mediante resonancia magnética
funcional tanto en el grupo control como de intervención.
MATERIAL Y METODOS
Ensayo clínico aleatorizado en el cual se han incluido hasta el momento 3 pacientes, en dos grupos 2 control 1 intervención. Ambos
grupos se evaluó el estado funcional de la extremidad utilizando las escalas de Fugl-Meyer, Índice Motor, así como pruebas de box
and block test y 9 Hole Peg Test Modificada. Ambos grupos recibieron terapia ocupacional intensiva. Al grupo intervención también
se le aplicó toxina botulínica tipo A (Dysport) a musculatura flexores de manos y dedos 150UI en total distribuidas de la siguiente
manera: 50UI a flexor superficial de los dedos, 50 UI a flexor profundo de los dedos y 50UI a flexor largo del pulgar . Se repitieron
las evaluaciones funcionales para observar cambios en su destreza motora al final de la intervención. También se les evaluó
mediante un estudio de neuroimagen funcional mediante resonancia magnética al inicio y al final de las evaluaciones en donde se
les pidió a los pacientes realizar apertura y cierre de la mano para observar cambios a nivel de la representación cortical.
RESULTADOS
Fugle-Meyer: incremento control 11.5, estudio de 11.
Índice motor: incremento control 8.5, estudio de 6.
9 Hole Peg Test modificada: sin cambio en grupo control, estudio de .33 palos
Box and block test: se observó en el grupo control un aumento de 25 cubos en comparación del estudio de 10 cubos.
En cuanto al movimiento, previo a la terapia en el paciente que no se le aplicó toxina tiene una representación de ambos
hemisferios del área motora primaria. Mientras que el paciente al que se le aplicó toxina en su evaluación inicial solo tiene
representación del área motora ipsilateral, que es la no afectada. Tras la terapia, ambos pacientes presentan un área de
representación cortical en el área motora primaria mayor contralateral. El paciente sin toxina continúa teniendo una representación
ipsilateral y contralateral, mientras que el paciente con tratamiento de toxina botulínica tiene un área de representación puramente
contralateral que es la afectada y ya no cuenta con representación en el hemisferio ipsilateral.
CONCLUSIONES
Ambos grupos han mejorado con la terapia ocupacional de altas repeticiones. En nuestro paciente con toxina botulínica
tras el tratamiento y la terapia, se observa que a la activación del movimiento se ha eliminado la acción ipsilateral, y toma
control el lado contralateral afectado. Por lo que nos planteamos que quizá con la ayuda de la toxina botulínica se favorece
el control contralateral para el movimiento funcional. Es necesario continuar con el estudio.