1. Trastornos de la Educación Especial
José Rodríguez Alvarado
Psicología 9
Sistemas de Educación Especial II
Lic. Cinthia Colin Franco
2. Introducción.
El objetivo del presente ensayo es identificar las características que presentan algunos
trastornos de la educación especial (Trastorno Autista, Síndrome de Asperger, Retraso
Mental, Trastorno Desintegrativo Infantil) conocer sus causas o factores presentes de
los mismos, así como las técnicas o métodos para trabajar con los niños y niñas que los
padecen.
3. Trastorno Autista
Según el DSM-IV el autismo es un trastorno que se encuentra dentro de los trastornos
generalizados del desarrollo con una prevalencia de dos a cinco por cada diez mil
nacimientos. Este trastorno se caracteriza y diagnostica por presentar una deficiencia
que aunque leve o profunda adquiere significancia clínica, estas insuficiencias en la
interacción social de quien lo padece, e insuficiencia en la calidad o cantidad de
lenguaje verbal, esto acompañado de un repertorio de intereses y actividades
repetitivas.
Las causas o factores para que el trastorno autista se presente se desconocen a la
fecha de la elaboración de este documento, sin embargo, aumenta las probabilidades
de que este aparezca si hermanos mayores de la persona padecen de este trastorno.
Aunque este trastorno presente características definidas, durante los primeros años del
niño en los cuales la sintomatología aparece sutil, pudiera confundirse con problemas
auditivos graves o apreciarse como una fase que se espera pase pronto restando
tiempo a la intervención y atención correcta, en algunos casos el desarrollo se presenta
sin afecciones visibles sin embargo durante la niñez o adolescencia viene un deterioro
con las condiciones para el diagnóstico del trastorno autista.
En cuestiones de independencia, la persona autista por lo general dependerá de
alguien más para su cuidado y vida, solo un tercio de ellos alcanzará suficiencia parcial
en su vida y un porcentaje aún muy pequeño es el que obtiene autonomía total.
La similitud con otros trastornos de iguales características y síntomas lleva a
controversia en la diferenciación de los trastornos del espectro autista y similares,
4. pudiera crearse confusión con el síndrome de Rett, Síndrome de Asperger,
Esquizofrenia, Mutismo Selectivo, Trastorno Desintegrativo Infantil y retraso mental,
algunos de estos trastornos se tratan en este documento y en su momento se
diferenciaran. Respecto a los trastornos no incluidos aquí, la diferenciación entre
Autismo y Esquizofrenia se hace por la ausencia de delirios y alucinaciones en el
primero.
Dado que una de las características principales del autismo es la deficiencia,
particularidad o ausencia del lenguaje, este se puede diferenciar del Mutismo Selectivo
dado que en este último, la ausencia del lenguaje y como su nombre lo indica es
selectiva y se presenta solo en contextos específicos.
La diferenciación con el síndrome de Rett, obedece a la relación de prevalencia y sexo
de la persona que lo padece, mientras que el autismo se presenta en su mayoría en
hombres, el síndrome de Rett se presenta solamente en mujeres.
Estrategias para trabajar con niños con Trastorno Autista.
Las técnicas utilizadas para trabajar con niños que padecen trastorno Autista y aun
otros del espectro autista o síndromes diversos, inician por establecer un dialogo que
no necesariamente pudiera ser verbal, debido a que las características o síntomas de
estos síndromes no permiten la estructuración del lenguaje, en estos casos, el
profesional que atienda el caso de la persona con algún síndrome deberá adquirir el
nivel expresivo que presente el paciente, creando un lazo o entrada al repertorio de
gestos o manierismos que presenta el niño, y una vez ahí establecer la comunicación.
5. En el caso de los niños con autismo, y sacando provecho de sus habilidades, el aspecto
visual juega un papel importante, dado que los niños autistas presentan esta capacidad
con la que se trabajará.
La creación de agendas gráficas, en las que se presentan las actividades a realizar por
el niño, promueven la reducción de estrés o ansiedad debido a lo rutinario de sus
actividades, de esta manera, y con este método, se anticipa a los niños lo que sucederá
en caso de cambios repentinos y evitar estrés en el menor. En cuanto a la apariencia
del profesional a cargo de personas con autismo, esta deberá ser sobrio, sin colores o
accesorios que pudieran distraer al menor, de la misma manera, es importante el orden
y la delimitación de los espacios, dar el uso correcto a las áreas para las diferentes
actividades, evitando distracción o utensilios que no pertenezcan al contexto en el que
se trabaja.
Y más importante aún el empoderamiento de los padres respecto al tema,
documentarse respecto al trastorno, trabajar de la mano de profesionales para fomentar
las técnicas que estos aplican y no incurrir en un retroceso en la educación y
tratamiento de la persona con trastorno Autista.
6. Síndrome de Asperger
También dentro de los trastornos del desarrollo infantil y aun dentro del espectro
autista, se encuentra el síndrome de Asperger, el cual se caracteriza casi por completo
por una evidente falta de empatía hacia los demás, y aunque más son los síntomas o
criterios para su diagnóstico, este se vuelve el común denominador en todos los casos,
convirtiéndolo en un síndrome con discapacidad para interactuar y entender el mundo
social, aunque con un coeficiente intelectual de normal a superior.
Dentro de las principales afecciones que conlleva la presencia del síndrome de
Asperger y como ya se mencionó, se encuentran las deficiencias en la interacción
social y afectiva, lo que se resume en un egocentrismo irracional, con falta de interés en
el punto de vista y temas ajenos, insensibilidad hacia terceros, desconocimiento total
hacia demostrar interés por los demás cuando lo hay, todo lo que resulta en relaciones
interpersonales pobres y deficientes.
Otra de las características del Síndrome de Asperger es la particularidad del lenguaje,
en personas con este síndrome, el lenguaje se aprecia patológicamente formal,
entendiéndose incluso como descortés, y en extremo literal, lo que dificulta la
comprensión. El dialogo se realiza evitando contacto ocular, y con particularidades en el
tono, ritmo y volumen de la voz.
Otra de las características de la personas con Síndrome de Asperger son los rituales, la
repetición y delimitación de sus intereses, intereses que resultan en no prácticos o de
ninguna utilidad productiva o social. Sus intereses estrictamente delimitados es uno de
los factores que aíslan a las personas con este síndrome, por lo específico del tema.
7. En el modo de acercamiento al tratar a personas con este síndrome, destacan como en
todos los síndromes o trastornos similares, la intervención correcta por parte de los
padres, ya que el padre deberá reforzar lo que el profesional o persona encargada del
caso, aplican en el niño con este síndrome. En casos con el síndrome de Asperger
presente, se recomienda la terapia Cognitivo-conductual que ayudará al niño en un
manejo adecuado de sus emociones, comportamientos repetitivos y obsesiones.
También se recomienda fisioterapia y terapia ocupacional para ayudar con las
destrezas motoras y problemas sensoriales. Además de un entrenamiento en contactos
sociales que con frecuencia se enseñarán en grupo, y terapia del lenguaje que ayudará
con habilidades de conversación cotidiana.
8. Retraso Mental
El Retraso Mental ha tenido diversas denominaciones a lo largo de la historia. Desde
las primeras investigaciones y clasificaciones entonces se han sucedido diferentes
nombres: anormalidad, deficiencia, insuficiencia, subnormalidad, etc... Actualmente, se
tiende a evitar aquellas denominaciones que puedan interpretarse como peyorativas o
discriminantes. Sin embargo, el término que sigue apareciendo en los diferentes
sistemas de clasificación (DSM-IV, CIE-10) y referido específicamente al nivel de
competencia intelectual, es el de Retraso Mental. La esencia de este trastorno es el
déficit intelectual.
Dentro del retraso mental se reconocen cuatro niveles en los que se presenta, que van
desde un retraso mental leve hasta el profundo, los bajos coeficientes intelectuales son
la constante en este retraso mental, más específicamente, en el RM leve el CI va de 50
a 69, en el RM Moderado de 35 a 49, en el RM Grave de 20 a 34, y en el RM profundo,
menos de 20.
Dentro del retraso mental profundo se distinguen aun dos tipos de él, el vegetativo, en
el que solo existen reflejos senso-motores muy básicos, y le tipo adiestrable en el que la
persona que lo padece puede realizar funciones elementales de motricidad, sin llegar a
desarrollar lenguaje.
Al igual que con otros trastornos o síndromes, el retraso mental no cuenta con una
causa identificables, sin embargo se reconocen factores, que pudieran ocasionarlo,
como lo son los trastornos hereditarios, alteraciones tempranas en el desarrollo
9. embrionario, problemas de gestación y perinatales, enfermedades adquiridas durante la
infancia y problemas conductuales y ambientales.
El método para trabajar con niños que padezcan retraso mental, puede iniciarse desde
los primeros meses, si se sospecha de que este retraso se pudiera presentar, y
consiste en la estimulación temprana, creando un ambiente estimulante adaptado a las
capacidades de respuesta de cada niño para que éstas vayan aumentando
progresivamente y su evolución sea lo más parecida al niño normal.
10. Trastorno Desintegrativo Infantil
También conocido como Síndrome de Heller. Se caracteriza porque tras los dos años
primeros de vida, en los que se produce un desarrollo normal y antes de llegar a los 10,
se produce una pérdida de las habilidades adquiridas previamente y la manifestación de
los déficits sociales y comportamientos típicos del Trastorno Autista. Es frecuente en
estos casos que ocurra una regresión profunda o una pérdida completa del lenguaje,
una regresión de la capacidad social y del comportamiento adaptativo. Con frecuencia
se presenta además una pérdida del control de esfínteres y a veces un mal control de
los movimientos. Es típico que estos rasgos se acompañen de una pérdida de interés
por el entorno, por manierismos motores repetitivos y estereotipados y un deterioro de
la comunicación e interacción sociales. Es mucho menos frecuente que el Trastorno
Autista y se da con mayor frecuencia en los varones.
Su inicio, es posterior a los dos años y anterior a los diez, produciéndose en la mayoría
de los casos entre los 3 y los 4 años. Su aparición puede ser súbita o presentare de
manera lenta. Con frecuencia hay un período que antecede a la enfermedad poco
definido, durante el cual el niño se vuelve inquieto, irritable, ansioso e hiperactivo, al
que sigue la pérdida de las habilidades mencionada anteriormente. En algunos casos la
pérdida de capacidad tiene una progresión continua, pero con mayor frecuencia el
deterioro progresa solo durante unos meses. En un principio se estabiliza y más tarde
tiene lugar una mejoría limitada. El curso es continuo y suele durar toda la vida.
TDI y otros trastornos y síndromes, la diferenciación con el Trastorno Autista se hace en
base al inicio. Se distingue del Trastorno de Rett por la proporción sexual característica
11. de éste, por el inicio y por el patrón de déficits. En el Trastorno de Asperger no aparece
retraso del desarrollo del lenguaje ni pérdida de las habilidades evolutivas. En la
demencia de inicio en la infancia el trastorno sobreviene por efectos fisiológicos de
enfermedades médicas.
Al igual que con los otros síndromes y trastornos de la infancia, las técnicas para
trabajar con ellos pueden ser muy variadas, en el caso de niños con TDI se
recomiendan las mismas indicaciones que para los niños con trastorno Autista.
12. Criterios de Diagnóstico
Trastorno autista
A. Existe un total de 6 (o más) ítems de 1, 2 y 3, con por lo menos dos de 1, y uno de 2
y de 3:
1. alteración cualitativa de la interacción social, manifestada al menos por dos de las
siguientes características:
(a) importante alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales,
como son contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos
reguladores de la interacción social.
(b) incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros adecuadas al nivel
de desarrollo.
(c) ausencia de la tendencia espontánea para compartir con otras personas
disfrutes, intereses y objetivos (p. ej., no mostrar, traer o señalar objetos de
interés). (d) falta de reciprocidad social o emocional.
2. alteración cualitativa de la comunicación manifestada al menos por dos de las
siguientes características:
(a) retraso o ausencia total del desarrollo del lenguaje oral (no acompañado de
intentos para compensarlo mediante modos alternativos de comunicación, tales
como gestos o mímica).
13. (b) en sujetos con un habla adecuada, alteración importante de la capacidad para
iniciar o mantener una conversación con otros.
(c) utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje o lenguaje idiosincrásico.
(d) ausencia de juego realista espontáneo, variado, o de juego imitativo social
propio del nivel de desarrollo.
3. patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y
estereotipados, manifestados por lo menos mediante una de las siguientes
características:
(a) preocupación absorbente por uno o más patrones estereotipados y
restrictivos de interés que resulta anormal, sea en su intensidad, sea en su
objetivo
(b) adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no
funcionales
(c) manierismos motores estereotipados y repetitivos (p. ej., sacudir o girar las
manos o dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo)
(d) preocupación persistente por partes de objetos
B. Retraso o funcionamiento anormal en por lo menos una de las siguientes áreas, que
aparece antes de los 3 años de edad: 1 interacción social, 2 lenguaje utilizado en la
comunicación social o 3 juego simbólico o imaginativo.
14. C. El trastorno no se explica mejor por la presencia de un trastorno de Rett o de un
trastorno desintegrativo infatil.
Trastorno de Asperger
A. Alteración cualitativa de la interacción social, manifestada al menos por dos de las
siguientes características:
1. importante alteración del uso de múltiples comportamientos no verbales como
contacto ocular, expresión facial, posturas corporales y gestos reguladores de la
interacción social
2. incapacidad para desarrollar relaciones con compañeros apropiadas al nivel
de desarrollo del sujeto
3. ausencia de la tendencia espontánea a compartir disfrutes, intereses y
objetivos con otras personas (p. ej., no mostrar, traer o enseñar a otras personas
objetos de interés)
4. ausencia de reciprocidad social o emocional
B. Patrones de comportamiento, intereses y actividades restrictivos, repetitivos y
estereotipados, manifestados al menos por una de las siguientes características:
1. preocupación absorbente por uno o más patrones de interés estereotipados y
restrictivos que son anormales, sea por su intensidad, sea por su objetivo
2. adhesión aparentemente inflexible a rutinas o rituales específicos, no
funcionales
15. 3. manierismos motores estereotipados y repetitivos (p. ej., sacudir o girar manos
o dedos, o movimientos complejos de todo el cuerpo)
4. preocupación persistente por partes de objetos
C. El trastorno causa un deterioro clínicamente significativo de la actividad social,
laboral y otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. No hay retraso general del lenguaje clínicamente significativo (p. ej., a los 2 años de
edad utiliza palabras sencillas, a los 3 años de edad utiliza frases comunicativas).
E. No hay retraso clínicamente significativo del desarrollo cognoscitivo ni del desarrollo
de habilidades de autoayuda propias de la edad, comportamiento adaptativo (distinto de
la interacción social) y curiosidad acerca del ambiente durante la infancia.
F. No cumple los criterios de otro trastorno generalizado del desarrollo ni de
esquizofrenia.
Trastorno Desintegrativo Infantil
A. Desarrollo aparentemente normal durante por lo menos los primeros 2 años
posteriores al nacimiento, manifestado por la presencia de comunicación verbal y no
verbal, relaciones sociales, juego y comportamiento adaptativo apropiados a la edad del
sujeto.
B. Pérdida clínicamente significativa de habilidades previamente adquiridas (antes de
los 10 años de edad) en por lo menos dos de las siguientes áreas:
1. lenguaje expresivo o receptivo
16. 2. habilidades sociales o comportamiento adaptativo
3. control intestinal o vesical
4. juego
5. habilidades motoras
C. Anormalidades en por lo menos dos de las siguientes áreas:
1. alteración cualitativa de la interacción social (p. ej., alteración de
comportamientos no verbales, incapacidad para desarrollar relaciones con
compañeros, ausencia de reciprocidad social o emocional)
2. alteraciones cualitativas de la comunicación (p. ej., retraso o ausencia de
lenguaje hablado, incapacidad para iniciar o sostener una conversación,
utilización estereotipada y repetitiva del lenguaje, ausencia de juego
3. patrones de comportamiento, intereses y actividades restrictivos, repetitivos y
estereotipados, en los que se incluyen estereotipias motoras y manierismos
D. El trastorno no se explica mejor por la presencia de otro trastorno generalizado del
desarrollo o de esquizofrenia.
Retraso Mental
A. Capacidad intelectual significativamente inferior al promedio: un CI aproximadamente
de 70 o inferior en un test de CI administrado individualmente (en el de niños pequeños,
un juicio clínico de capacidad intelectual significativamente inferior al promedio).
17. B. Déficit o alteraciones de ocurrencia en la actividad adaptativa actual (eficacia de la
persona para satisfacer las exigencias planteadas para su edad y su grupo cultural), en
por lo menos dos de las áreas siguientes: comunicación personal, vida doméstica,
habilidades sociales-interpersonales, utilización de recursos comunitarios, autocontrol,
habilidades académicas funcionales, trabajo, ocio, salud y seguridad.
C. El inicio es anterior a los 18 años.