1. Suena raro, pero es cierto.
De vez en cuando, cuando salgo de currar, para coger el metro, doy un
pequeño rodeo. Son unas paradas más, pero en esa línea los sobeteos
están a la orden del día. El vagón va tan lleno de gente que es imposible
evitar los roces, por eso dejas los brazos caídos esperando que un paquete
se tope con tu mano. Si empiezas a notar roces y el dueño del paquete no
se retira, ya esta hecho. O por el contrario buscas con tu paquete que una
mano tenga a bien darte un buen magreo. Pues bien, mi caso fue algo
parecido.
Yo me encontraba al final del vagón, apoyado en la última puerta con el
rincón del vagón a unos centímetros a mi izquierda. Pues bien: se puso
delante de mí un hombre que no paraba de moverse, buscaba alguien con
quien jugar un rato, ya por fin se dio la vuelta y se puso frente a mí. Después
de unos pocos segundos, se fue desplazando a mi izquierda, hacia el rincón,
supuestamente para apoyarse en la otra pared del mismo, pero en realidad
se estaba poniendo delante de mi brazo. Se acercó lo suficiente para rozar
su paquete con mi mano y no dudé en sobarlo bien, estaba claro lo que
buscaba.
Otro hombre que estaba a mi derecha, dándome la espalda se percató del
tema y se coloco de forma que me tuviera a mano. En cuanto tuvo mi
paquete a tiro empezó a tocarme. Yo ya estaba empalmado, pero este tío
me puso mas caliente si cabe.
Tanto me calentó, que le bajé la cremallera del pantalón al otro para
intentar tocarle la polla directamente, pero no pude apartar el calzoncillo y
desistí. Todo esto con el vagón a tope, por mucho que alguien intentara
mirar no podía ver mas abajo de los hombros.
Cuál fue mi sorpresa que mi “amigo”, viendo que no podía tocársela bien,
ni corto ni perezoso, se la sacó él mismo. Os recuerdo que él estaba
prácticamente de cara al rincón del vagón, nadie podía verle. No dudé ni un
segundo en agarrarla bien y empezar a mover la muñeca despacio, sin
prisas, mientras mi otro compañero me tocaba el paquete bien hinchado.
Cruising en el metro 1
2. Fui muy despacio, pero cuando sólo quedaban dos estaciones para llegar a
mi destino, aceleré un poco el ritmo. No tardé en notar cómo empezaba a
bombear. Lo estaba soltando allí mismo, cosa que me puso más cardíaco
todavía. A los pocos segundos empecé a notar cómo reducía el tamaño de
su polla y fue entonces cuando se retiró, lo que le fue posible para sacar un
pañuelo de papel, limpiarse y enfundar su aparato.
En la siguiente estación nos bajamos, pero antes de bajar pude ver el
regalito que dejó en el suelo y parte de la pared del vagón.
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Corrección: Pornogay18
Cruising en el metro 2