2. La entrega indiscriminada de créditos al sector
privado de España, ocurrida desde los años
ochenta, es un importante factor, sumado al
hecho de que el país se integró a la zona Euro,
propició un entorno de expectativas de
crecimiento muy altas, que propiciaron el
endeudamiento privado.
Así es como ningún español estuvo ni está
preparado para enfrentar
esta economía.
3. A pesar de que la banca realizó
una enorme inversión en la
industria inmobiliaria, las
hipotecas dieron un súbito
incremento en cuestión de años.
La mayoría de los españoles
dejó de pagar sus cuotas y se
generó en el país un fenómeno
llamado “iliquidez”. Las
consecuencias se ven hoy día: la
demanda de vivienda se fue al
suelo.
4. La productividad del país se ha visto
gravemente afectada; los españoles importan
más de lo que exportan. Además, las estrictas
normas establecidas para el ámbito laboral,
hacen que el conseguir un empleo sea una
tarea sumamente difícil. La clave está en
mejorar la productividad.
5. Las unificaciones bancarias hicieron mal a la
sociedad; las cajas de ahorro se fueron a
pique. Los expertos consideran, ante este
punto, que España debe copiar los modelos
de Alemania y China, a fin de absorber todos
los bancos de la eurozona en uno solo.