Este documento resume los principales estudios de imagen utilizados para diagnosticar metástasis cerebrales, incluyendo tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM). Explica que la TC simple es el estudio inicial recomendado, mientras que la TC con contraste y la RM son más sensibles para detectar pequeñas lesiones. También describe las características comunes de las metástasis cerebrales y cómo se ven con diferentes modalidades de imagen, concluyendo que aunque existen nuevos estudios, la TC y RM siguen siendo los estándares
1. *Resumen del artículo original “Imaging Of Brain Metastases) Surg Neurol Int. 2013; 4 (Suppl 4): S209-S219
Imagenología de las Metástasis Cerebrales*
Dentro de la medicina actual, los estudios de imagen que principalmente se utilizan como apoyo al diagnóstico de la
presencia o sospecha de lesiones metastásicas en el sistema nervioso central son la Tomografía Axial computada como la
Resonancia magnética, derivándose en base a estas dos ciertos procedimientos más avanzados. Siendo así de esta
manera, el presente es un artículo de revisión que trata acerca de la importancia de estos dos estudios básicos en el
abordaje de dicha entidad clínica.
¿Quién debe ser sometido a un estudio de imagen?
Las neoplasias que mayormente se asocian a metástasis cerebrales son el cáncer de pulmón, mama, piel, colon,
testículo, ovario, cérvix, renal de células claras y melanoma, siendo gran parte de las veces asociadas con síntomas
relacionados con la propia metástasis lo que despierta la atención del médico. El estudio inicial en el abordaje de estos
pacientes debe ser a base de TC de cráneo simple y posteriormente está indicada la realización de una TC con adición
de contraste o RM.
Localización de las metástasis en el SNC
Por lo común suele ser en el cráneo y/o en el parénquima cerebral, enfocándose el artículo en las metástasis
parenquimatosas
Imagenología convencional de las metástasis cerebrales
Tienden a localizarse en la unión de la sustancia gris y blanda y en regiones cercanas a los territorios vasculares
principales. Su ubicación es 80% en hemisferios, 15% en cerebelo y 3# en ganglios basales. Los cánceres que tienden
a ubicarse con más frecuencia en fosa posterior son el uterino, próstata y del sistema GI. En 50% de las ocasiones
existe una lesión única, 20% dos lesiones y 30% tres lesiones o más. Los tumores que más se asocian a una
metástasis solitaria con el de mama, renal, colon y tiroides, mientras que el pulmonar y el melanoma tienden a ser
varias. Las metástasis del melanoma, coriocarcinoma, renal y tiroideo son las que más tienden a ocasionar
hemorragias, sin embargo por frecuencia son el de pulmón y el de mama por su gran prevalencia
El papel de la TC
Es el estudio de elección, no tiene suficiente sensibilidad, pero es útil para orientar el diagnóstico. Las metástasis
pueden aparecer con asociación de edema cerebral vasogénico, y las lesiones pueden tener diferente densidad. Las
que son hemorrágicas tienden a aparecer hiperdensas. El melanoma tiende a aparecer hiperdenso aún sin
hemorragia. Las metástasis no tienden a calcificar. La adición de medio de contraste puede mostrar imagen en anillo,
nodular o reforzamiento. Este estudio tiene igual o más sensibilidad que la RM en la actualidad. Las guías de la ACCP
del 2007 recomiendan ambos estudios en el caso del cáncer pulmonar no microcítico.
El papel de la RM convencional
Su indicación principal es en el caso de la planeación de realizar tratamiento quirúrgico o radioquirúrgico o en el caso
de que la TC no sea concluyente. Las metástasis usualmente son iso-hipointensas en T1 e hiperintensas en T2 y
tienden a mostrar refuerzo. El melanoma es hiperintenso en T1 así como las lesiones hemorrágicas. La adición de
Gadolinio es útil en la valoración de metástasis pequeñas.
La espectroscopía es útil en distinguir si la lesión es neoplásica o no, pero no hay evidencia suficiente para distinguir
metástasis de alto grado, al igual que la resonancia de perfusión. Por otra parte el tensor de difusión, tiende a mostrar
la tendencia de mayor anisotropía en tumores gliales respecto a las metástasis sin ser concluyente por el momento. La
angiografía por el momento no tiene ningún papel en el diagnóstico. El PET ha demostrado ser útil en el estudio de las
metástasis de cáncer pulmonar, sin embargo no ha demostrado tener mayor sensibilidad que la RM.
Metástasis cerebrales no parenquimatosas
Las metástasis asociadas a localizarse en la duramadre comúnmente es por invasión de una metástasis en cráneo, sin
embargo los tumores más asociados a metástasis durales son el de mama, pulmón, próstata y linfoma, asociándose
con cierta frecuencia a estar ubicadas en el espacio subaracnoideo. Diferenciar las metástasis durales de un
meningioma puede ser difícil, siendo muy importante la realización de una buena historia clínica para poder realizar
diagnóstico diferencia. Las metástasis leptomeníngeas no son fácilmente valorables por estudios de imagen, por lo que
ante la sospecha de estas, es preferible realizar la evaluación citológica del LCR. Las metástasis raramente aparecen
en los ventrículos, siendo que cuando aparecen, tienden a hacerlo en los plexos coroideos.
Conclusiones
En la actualidad, los estudios de imagen más utilizados en el estudio de las metástasis cerebrales son la TC y la RM,
siendo la TC simple de elección en la valoración inicial. Gracias a las mejoras en los equipos de TC, tanto la TC
contrastada como la RM tienen la misma aceptación como estudios de imagen para la detección de metástasis
cerebrales. Aunque en la actualidad existen estudios que proponen predecir la estirpe histológica de una metástasis
cerebral, no existe la suficiente evidencia para que estos puedan ser utilizados como medios de diagnóstico.