1. En el antiguo Perú, la mayoría de constelaciones que se veían en el cielo
no estaban formadas por conjuntos de estrellas, como lo entendemos hoy
nosotros, sino por las manchas negras o por espacios vacíos que hay entre
los conjuntos de estrellas (la parte iluminada del cielo).
A continuación presentaremos el mito que se tiene en la provincia de
Huarochirí (en la sierra de Lima) sobre esta constelación andina y la
importancia que tiene para sus pobladores.
Mirando el cielo, la constelación andina se
puede reconocer porque tiene la forma del
cuello y la cabeza de una llama, y en el lugar
de los ojos hay dos estrellas muy brillantes. Quizás porque estas
constelaciones andinas eran espacios oscuros, y porque representan a la
llama, las llamas de lana negra eran solicitadas en las principales
ceremonias religiosas del Tawantinsuyu.
Huarochirí, es una provincia del centro del Perú situada en la parte
central y oriental del departamento de Lima. La provincia está dividida en
32 distritos.
EL MITO DE YACANA
Cuentan en Huarochirí que en las noches oscuras
aparece la constelación que llamarnos Yacana, que es
el camac de las llamas, o sea su fuerza vital, el alma
que las hace vivir.
Yacana camina por un gran rio (la vía láctea). En su
recorrido se pone cada vez más negra. Tiene dos ojos
brillantes y un cuello muy largo. Se cuenta que
Yacana acostumbraba beber agua de cualquier
manantial, y si se posaba encima de alguien, le
transmitía mucha suerte, pues mientras este hombre
se encontraba aplastado por la enorme cantidad de
lana de Yacana, otros hombres le arrancaban la fibra. Todo esto ocurría siempre de noche. Al
amanecer del día siguiente se veía la lana que habían arrancado la noche anterior. Esta era de
color azul, blanca, negra, parda… Las hay de toda clase y color, todas mezcladas.
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2. Dicen que si el hombre afortunado no tenía llamas,
rápidamente compraba algunas, y luego adoraba la
lana de la Yacana en el lugar donde la había
encontrado. Tenía que comprar una llama hembra y
otra llama macho, y sólo a partir de esta parda podía
llegar a tener dos mil o tres mil llamas. Este era el
regalo que la Yacana confería a los hombres y
mujeres que tenían la suerte de encontrarse debajo de
ella. Se cuenta que en tiempos muy antiguos, esto les
ocurrió a muchas personas en muchos lugares.
A la media noche y sin que nadie lo sepa, la Yacana bebía toda el agua del mar, porque si no lo
hacía, el mar inundaría al mundo entero. Acompañan a la Yacana otras constelaciones, como el
Yutu (la perdiz) que es una constelación pequeña que aparece antes que la Yacana. Según
cuenta la tradición, la Yacana tiene un hijo que cuando mama, hace que la Yacana se despierte.
También hay tres estrellas que caminan juntas y van en línea recta; éstas les han puesto los
nombres de Kuntur (cóndor), Suyuntuy (gallinazo) y Huamán (halcón). Todas acompañan a la
Yacana.La tradición cuenta que cuando los ojos de la Yacana –que son dos estrellas- aparecen
más brillantes, el año será bueno para el cultivo. Si, en cambio, aparecen poco brillantes, no
será un buen año agrícola y habrá mucho sufrimiento.
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(Anónimo. Texto adaptado)
Bibliografía:
Ministerio de Educación. (2012). El mito de Yacana. En:Módulo de comprensión lectora 1., p. 73.
Imágenes:
http://fundacionqinti.blogspot.com/2013/10/la-yacana.html